No lo encontré en sitios de Internet dedicados a esos menesteres. Tampoco lo saqué del programa de entretenimiento que nos brinda Televisora Nacional, Canal 2. No se trata de los relatos que nos hacen las macarronadas de Código Cuatro y Al Descubierto. Si piensan que es otra ¡Qué Locura!, La Cáscara, o Dervez en Cuando, o que me encontré con un Mario Moreno “Cantinflas” resucitado, les confieso que están lejos del chiste.
Lo que me ha hecho reír, hasta no parar, lo acabo de leer en nuestra Constitución Política. Ese documento que fue aprobado en 1972 y que ha sido modificado por los Actos Reformatorios N° 1 y N° 2 de 5 y 25 de octubre de 1978, respectivamente; por el Acto Constitucional aprobado el 24 de abril de 1983; por los Actos Legislativos N° 1 de 1993 y N° 2 de 1994; y por el Acto Legislativo N° 1 de 2004.
El artículo 73 de nuestra Carta Magna dice: “ Se prohíbe la contratación de trabajadores extranjeros que puedan rebajar las condiciones de trabajo o las normas de vida del trabajador nacional. La Ley regulará la contratación de Gerentes, Directores Administrativos y Ejecutivos, técnicos y profesionales extranjeros para servicios públicos y privados, asegurando siempre los derechos de los panameños y de acuerdo con el interés nacional ”.
Desde hace tiempo escucho los lamentos de periodistas nacionales calificados, quienes se sienten vejados y avasallados por colegas de otras latitudes.
Hacen menos que los nuestros; algunos no llegan a la calidad de los locales y, sin embargo, reciben tratos preferenciales. ¡Y ni hablar de los salarios! Pareciera que hemos vuelto a la discriminación que nos impusieron los estadounidenses con motivo de la construcción del Canal. La ley nuestra habla de igual remuneración por igual trabajo, pero, eso es letra muerta.
Advierto que no sufro de xenofobia alguna, pero, siento que es mi deber hacer público el dolor y sufrimiento de mis colegas. Ellos, por temor a ser despedidos, no se atreven, no lo dicen.
Los sentimientos de frustración se pierden en la intimidad del hogar o en los lugares sacrosantos de sus trabajos. Le hago un llamado a los accionistas y dueños de medios: “ respeten los valores nacionales; no los menosprecien y pónganlos en el sitial que se merecen ”.
A los extranjeros que han sido acogidos con la calidez panameña, les expreso que aquí existen hombres y mujeres calificados. El periodismo de investigación lo hacemos desde hace mucho tiempo. Lo ejercí en mis años mozos, en televisión, radio, periódicos, suplementos, revistas y agencias internacionales. No se estimula al profesional con estas prácticas deleznables.
Por fortuna, para aquella época, el periodismo lo ejercíamos los del patio y con orgullo lo digo, Canal 4 ó RPC-Televisión, era el líder en todo.
Si usted, señor propietario de medios, desea contratar personal extranjero fíjese, primero, si el personal que tiene lo puede hacer. Analice lo que le paga a los nacionales versus lo que devenga un extranjero y si ve que por el mismo trabajo el de afuera gana más, entonces, usted está frente a una bomba de tiempo.
Es posible que no le explote pronto, pero, ha propiciado el caldo de cultivo para que la calidad de su empresa sea minada de manera silenciosa. Será como un cáncer que al no detectarse a tiempo termina acabando con el esfuerzo y dedicación de muchos años.
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Publicado el 30 de noviembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.
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