Minería a infierno abierto

La opinión de…

RAUL  LEIS  R.
raulleisr@hotmail.com

Creo que la expresión minería a cielo abierto no es correcta.   Claro, que en sentido literal se refiere a las explotaciones mineras que se desarrollan en la superficie de un terreno, a diferencia de las subterráneas, que se producen bajo ella.   Pero en su sentido profundo las palabras engañan, pues evocan una relación de la extracción minera con lo celestial que no corresponde con la realidad.   Por ello, mejor sería ser más apegado a la verdad bautizarlas como lo que son,   minas a infierno abierto.

¿Por qué? Un cúmulo de estudios y experiencias alrededor del mundo han determinado que esta minería impacta negativamente el ambiente produciendo desechos tóxicos, devastación de bosques, desertificación, afectación a cuencas hidrográficas, aguas subterráneas y el aniquilamiento de la biodiversidad. También ha significado el colapso de las economías agrícolas locales, produciendo impactos sociales negativos.

Existe un amplio consenso que reafirma que ninguna actividad industrial es tan agresiva ambiental, social y culturalmente como esta forma de minería.

Para mi cielo abierto, en cambio, evoca a los mayas lacandones, cuando afirman que las estrellas son las raíces de los árboles que Hachacyum –creador de soles, mundos y humanos– produjo para recubrir su selva celeste. Así, cada vez que en el monte se tumba un árbol, muere una estrella y desaparece del cielo.

¿Cuántas estrellas se habrán borrado del firmamento producto de los graves atentados contra la naturaleza y el ambiente que padecemos? ¿Cuántos proyectos amenazan la sostenibilidad del desarrollo socioeconómico? Minería a infierno abierto, macro hidroeléctricas, potrerización, deforestación, desertificación, urbanismo depredador, degradación de calidad de vida, y otras más están presentes muchas veces en formas avasalladoras y aniquiladoras de la vida.

La Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza determinó que Panamá y la región centroamericana no cuentan con las condiciones mínimas requeridas para controlar y minimizar los efectos negativos e irreversibles de esta actividad minera. No olvidemos que América Latina es la porción del planeta con más presencia forestal, con mayor diversidad biológica y humedad. Pero es fácil encontrar el avance de las huellas visibles del deterioro ambiental, la desigualdad y la pobreza, pues en este subcontinente sufrimos una de las mayores tasas de deforestación del mundo, 6 millones de hectáreas anuales, 80 mil hectáreas en Panamá.

En esto deberíamos aprender de los vecinos ticos que en lugar de impulsar un código minero que propaga la macro minería, conoció del fallo del Tribunal Contencioso Administrativo costarricense, que anuló la concesión de la mina de oro a infierno abierto de Crucitas, condenándoles a indemnizar al país por los daños ambientales causados en la zona.

Pero no solo eso, también recomendó al Ministerio Público abrir una investigación y causa penal contra el ex presidente Oscar Arias, y varios altos funcionarios, entre ellos el ex ministro Roberto Dobles, quienes autorizaron explotar los yacimientos que produjeron una gran daño ambiental, al usar entre tres y cinco toneladas diarias de cianuro durante nueve años; provocando un impacto irreversible en los mantos acuíferos y en 300 hectáreas de especies forestales protegidas, hábitat de aves en peligro de extinción. Este fallo se dio en el marco de la reciente aprobación de la ley que prohíbe tajantemente esta forma de la minería en ese país.

En Panamá “la verde”, como la llamó Vicente Blasco Ibáñez vamos en sentido inverso. Por lo que cabe preguntarse con la mano en el corazón ¿A quién beneficia de verdad la actividad minera? ¿A las grandes empresas mineras nacionales y transnacionales, gobiernos extranjeros o al país o las comunidades involucradas? ¿Cómo se evitarán los daños socio ambientales y cómo se compensarán los graves perjuicios provocados? ¿La vida de las comunidades, la fauna y flora debe subordinarse a una insaciable sed de ganancias?

Cuando el ambiente es ignorado o agredido, nos responde como un cañón cargado que se vuelve y dispara contra nosotros mismos, contra nuestra salud, existencia y futuro. La defensa y promoción del ambiente no es una moda inofensiva y pasajera. Por el contrario, el tema del ambiente está ligado a toda acción humana responsable, y es un componente fundamental de cualquier proceso de desarrollo que se precie como tal. Por ello, emerge en este país una conciencia ambiental local y nacional dispuesta a detener toda depredación contra el derecho humano al ambiente.

No todo lo que brilla es oro o cobre, pues el oro verdadero si bien reluce en el verdor de nuestra naturaleza, cobra más esplendor cuando se manifiesta en la tenacidad de la conciencia emancipadora de hombre y mujeres libres.

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Este artículo se publicó el 10 de febrero  de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

‘Preciosa’ y el derecho a la vida

La opinión de…

Raúl Leis R.

Claireece Precious Jones. Negra. Pobre. Obesa. Solo 16 años de edad. Analfabeta funcional pues fue forzada a abandonar la escuela.   Violada por su propio padre y en cinta por segunda vez. Residente en un gueto neoyorquino junto a una madre despiadada, abusadora y maltratadora. Aislada del mundo, con una autoestima en el piso y sin apoyo de nadie. Ya empieza a cometer pequeños robos. Luego descubre algo terrible: la han contagiado del virus del sida.

Ella está tocando fondo y lo sabe, pero surge una oportunidad a través de un programa de educación alternativa de jóvenes y adultos, donde encuentra a la joven maestra Rain, quien a través de un proceso integral, participativo grupal, logra avanzar no solo en la lectura y los temas básicos educativos, sino en una trascendencia ética que le permite que Preciosa crezca en capacidad, dignidad, construyendo un nuevo e intenso camino de posibilidades de existencia.

Esto resume el guión de la película Preciosa (Precious) basado en la novela Push de Sapphire, ganadora de 50 premios de cine, y que debería ser vista y debatida en nuestro medio.   Pero no hay que ir muy lejos para encontrar situaciones similares e incluso peores en nuestro medio, y los recientes sucesos y situación actual del Centro de Cumplimiento de Menores así lo demuestran.

Los menores privados de libertad, tanto los que fueron asesinados a través de una ejecución extrajudicial como los que aun sobreviven en condiciones infrahumanas, son producto de una cadena de exclusiones sociales, económicas, políticas, generadas por la sociedad en que vivimos, asimétrica y desigual. Más de la mitad de la población panameña es menor de 25 años pero el 57% de los pobres tiene menos de 20 años.

Mucha de la responsabilidad de lo que sucede con muchos jóvenes es de nuestra sociedad que no les proporciona las necesarias oportunidades, los invisibiliza y hasta estigmatiza. También suma un acumulado de años de errores y desidias gubernamentales, agravado hoy por un gobierno de corte autoritario y prepotente, que ha apostado más al castigo que la prevención y resocialización, y ha blindado de impunidad a la fuerza pública, estimulando así desmanes y represiones como las ocurridas en Changuinola y Tocumen.

La situación la plasmó diáfanamente Justo Arosemena, hace siglo y medio, con palabras que tienen plena vigencia hoy en día: “El sistema penal es más propio para empeorar que para corregir a un delincuente.    Nuestros presidios son focos de infección física y moral, escuelas de perversidad, en donde el hombre todavía sano se corrompe, y el malvado se perfecciona en el crimen perdiendo el último resto de pudor […] Vista la urgencia, ¿cuál es la esperanza de una reforma completa, general y concienzuda de nuestro cuerpo de derecho?”.

El informe de la Asamblea Ciudadana (31 de enero) sobre las condiciones inhumanas de los centros de cumplimiento y custodia da cuenta del abandono y la indiferencia, y contiene valiosas recomendaciones inmediatas para superar el estado de cosas: Se declaran vigilantes ante esta crisis en el sistema carcelario que viola los derechos humanos de la población privada de libertad, así como del procesamiento de los responsables y culpables directos e indirectos del crimen cometido. Piden la demolición del centro de cumplimiento y la adecuación del Centro Arco Iris garantizando que sólo puedan atender a los reclusos para los cuales tienen la capacidad física y técnica. Un mecanismo institucional vinculante, con recursos y presencia de organismos de sociedad, con un plan a corto y mediano plazo para evitar que se sigan construyendo escenarios de improvisación institucional y de malgasto de recursos públicos.

Un eje de transparencia e integridad que permita prevenir actos de corrupción y tráfico de influencias. La capacitación de todo el personal del sistema en materia de derechos humanos, en especial los relacionados con los menores. Seguimiento de las mejoras al sistema en el que estén representados Gobierno, técnicos del sistema, organismos nacionales e internacionales de DDHH, y en el cual tengan voz permanente representantes de los reclusos.

Gente como Preciosa tiene derecho a la vida al igual que todas las víctimas de la violencia y la criminalidad, y nos enseña que, en conjunto con los cambios estructurales profundos a la justicia, la apuesta educativa es fundamental en el proceso de rescatar a nuestra niñez y juventud. Un modelo educativo que conjugue los cuatro grandes pilares del Informe Delors: “aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser”, a lo largo de toda la vida.

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Este artículo se publicó el 3 de febrero  de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La última columna

La opinión del Sociólogo,  Escritor, Educador…

Raúl  Leis  R. 

Cumplo 17 años de sostener ininterrumpidamente todos los miércoles esta columna de opinión en este diario. Salvo en muy pocas y contadas ocasiones, por circunstancias inevitables, no acudí a esta cita con los lectores.

Durante todos estos años El Panamá América nunca me impuso censura ni limitación que restringiera mi opinión sobre los temas que he tratado en esta columna ad honórem.   Pero ahora confieso mi incomodidad con el nuevo panorama. El cambio de dueños ha generado radicales cambios en la línea editorial que no comparto.   Se han producido despidos y renuncias de periodistas.   Se han restringido los espacios de opinión de los lectores al eliminarse los foros virtuales.    Esto aparece precisamente en el contexto de serios ataques gubernamentales a la libertad de expresión.

Por ello esta es mi última columna en este medio. Mi agradecimiento a los excelentes comunicadores sociales y creativos ilustradores, y en especial a los lectores y lectoras para los cuales recupero algo que escribí hace un tiempo:

No encuentro mejor definición para nombrar a este espacio, si no es como una ventanita de palabras. ¿Por qué? Un periódico es como un edificio de papel y tinta provisto de muchas ventanas que muestran trozos de la realidad en la que estamos inmersos.   De esas ventanas de todo tamaño, cuelgan palabras e imágenes de todos los colores, tamaños y calibres como si fueran tendederos, balcones, maceteros pero alusivos a personas, sociedades, economías, naturalezas de aquí, de allá y acullá. También el edificio tiene puertas, que para mi simbolizan la comunicación, la interacción con la cotidianidad.

Siento que cada semana, puedo abrir mi ventanita de palabras para transparentar mi punto de vista con los demás que abran el diario o la web, y les interese o motive conocerla.   Gracias, queridos lectores o cibernautas. Pero mis palabras no son solo las mías, pues muchas veces abro la ventanita a pareceres, ideas, desafíos y esperanzas;  a través de una comunión de ideas y propuestas.    Por eso se asoman pueblos indígenas clamando justos derechos ancestrales, mujeres por la igualdad, la necesaria justicia legal y social, el ambiente sostenible frente a la depredación, la urgente cultura política democrática, la aspiración por la educación con equidad y calidad, las carencias de la pobreza, la creación e identidad cultural, los reclamos anticorrupción, y otros más; en fin todos los que propugnan por la construcción de una ciudadanía transformadora, y de caminos para cambiar para mejor, la vida.

Un viejo comentarista de una pequeña emisora de radio, me dijo una vez   “lo importante, es que por lo menos alguien me escuche” cuando pregunté sobre el tamaño de su audiencia.   No sé cuántos miran hacia esta ventanita, o la escuchan leída o citada en alguna radio, o por internet.    Gracias a los que lo hacen, porque lo esencial es que algún mensaje caiga de vez en cuando, alguna vez, como semilla en buena tierra, y así  valga la pena el esfuerzo sostenido.  Prometo que seguiremos en ello.

<>Artículo publicado el  2 de febrero  de 2011  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

El sultán y el derviche

La opinión del Sociólogo, Escritor, Educador…

Raúl Leis R.

En alguna parte leí este cuento de origen sufí: Una vez el sultán iba cabalgando por las calles de Estambul, rodeado de cortesanos y soldados. Todos los habitantes de la ciudad habían salido de sus casas para verle. Al pasar, todo el mundo le hacía una reverencia. Todos menos un derviche harapiento.

 

El sultán detuvo la procesión e hizo que trajeran al derviche ante él. Exigió saber por qué no se había inclinado como los demás.

El derviche contestó:

– Que toda esa gente se incline ante ti significa que todos ellos anhelan lo que tú tienes: dinero, poder, posición social.   Gracias a Dios esas cosas ya no significan nada para mí.    Así pues, ¿por qué habría de inclinarme ante ti, si tengo dos esclavos que son tus señores?

La muchedumbre contuvo la respiración y el sultán se puso blanco de cólera.

– ¿Qué quieres decir? – gritó.

– Mis dos esclavos, que son tus maestros, son la ira y la codicia – dijo el derviche tranquilamente. Dándose cuenta de que lo que había escuchado era cierto, el sultán se inclinó ante el derviche. ..

Nuestros sultanes están cada vez más dominados por estos dos maestros, en especial la codicia que impregna las formas de operar la política y la economía convirtiendo a las personas en mercancías dispuestas a venderse por dinero o prebendas (Así, se compran campañas electorales, dirigentes, comunicadores, jueces, diputados, alcaldes, representantes) La ira no se queda fuera, declaraciones altisonantes que suenan a odio, violencia verbal, racismo. País donde cada vez más campea un mercado sin alma, populismos y contradictorias ordenes del mandamás de turno.

La libertad de expresión está en la mira en este desolador panorama. Por algo Kant la denominó “la libertad de la pluma… el único paladín del derecho del pueblo.”. Hoy estamos viviendo presiones sobre la prensa en procura de tratamientos de información que resulten más favorables a determinados intereses.

La tendencia a construir monopolios en materia de información que no impedirían la diversidad y el pluralismo. El culpar a los medios de todos los males que ellos denuncian o informan, en lugar de combatir al mal y no al mensajero.

Propuesta de proyectos de leyes de insulto, que disfrazan formas agresivas de censura, y que nacen de la antigua concepción del derecho divino de los monarcas (el rey no se equivoca) expresado en la ley francesa de prensa de 1881 (ya en desuso) que establecía que era un crimen “insultar al presidente”.

Formas veladas o indirectas de castigo o neutralización de periodistas a través de aplicación de presiones o acciones que permitan su control o separación.

El derecho a la libertad de expresión es decisiva para alcanzar la maduración política de un país, a través de una ciudadanía que sienta y tome parte de la vida política y económica, participando a través de los cauces democráticos, en la formación de la voluntad política, mediante una opinión pública con una perspectiva ética que ejerza contraloría social sobre el ejercicio del poder.

<>Artículo publicado el  21  de enero de 2011  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Sangre en las venas

La opinión del Sociólogo, Escritor y Educador…

Raúl Leis R. 

Mientras escribo estas líneas ha muerto otro niño quemado en los sucesos del Centro de Cumplimiento de Tocumen, pues según la Convención de los Derechos del Niño se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad.   No tiene sangre en las venas ni merece llamarse humano, quien justifique lo ocurrido, y quien no se indigne y clame por justicia ante tamaña iniquidad.

Esa misma convención obliga a los Estados en su Artículo 37 que todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad, por lo que no pueden ser sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años de edad.

Lo que los hechos permiten apreciar es que lo ocurrido viola flagrantemente este artículo, tanto por las golpizas y perdigonazos, y por la aplicación de facto de la pena capital con alevosía, premeditación y ventaja. El Centro de Cumplimiento con una capacidad para 70, tenía 150 jóvenes detenidos, pues la justicia continua enviando a jóvenes al hacinamiento en condiciones indignas para seres humanos y menos para niños.

Se está creado un clima permisivo para el abuso de la fuerza y la arbitrariedad aupado por Ley 74 del 27 de octubre del 2010 exime a los policías de la detención preventiva y suspensión provisional del cargo público que desempeña hasta que concluya el proceso. Además los discursos oficiales de alto nivel animan este clima, ejemplo cuando un Ministro afirma a los policías   “A los que intenten fugarse deben tirar a matar”; otro califica de indios salvajes, borrachos a trabajadores bocatoreños en huelga, o un Presidente declara la guerra a la delincuencia así “En nuestro gobierno les espera el hospital, la cárcel o el cementerio”.

El abuso de autoridad o de poder, es el exceso indebido en el ejercicio de la función pública, y es el delito que comete quien investido de poderes públicos realiza en su gestión actos contrarios a los deberes que le impone la ley, por lo que afecta la libertad de las personas, las intimida o les causa vejámenes, agravios morales o materiales, y peor, la muerte.

En la antigua Roma, Catón el Mayor le pregunta al Senado, quienes querían organizar una especie de policía:   “¿Quis custodiet ipsos custodes?” (¿Quién va a vigilar a los vigilantes mismos?).   La respuesta es construir el país que aspiramos, una nación de leyes y de instituciones cimentadas en los derechos de los ciudadanos.   Donde funcione la democracia y la justicia, con fuerzas policiales profesionales, eficaces, sujetas a mecanismos de control transparentes e idóneos, respetuosas de los derechos humanos. Para ello debe aplicarse la selección, formación de los agentes de orden público, la investigación penal y administrativa de autoridades involucradas en violaciones a los derechos humanos, y la creación de sistemas de control internos y externos idóneos.

<>Artículo publicado el  19  de enero de 2011  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

¡Agua, agua!

La opinión del Sociólogo, Escritor y Educador…

Raúl Leis R.

La consigna carnavalera de pedir por agua en nuestras clásicas mojaderas, se convierte hoy en una urgente demanda ciudadana dada la difícil situación en que vive casi la mitad de población del país, producto por una parte de un desastre natural aupado por el cambio climático provocada por los humanos, y por otra, por las omisiones y errores acumulados por la deficiente gestión gubernamental actual y de los últimos años.

El derecho al agua está consagrado como derecho humano fundamental, irrenunciable e inalienable a nivel mundial. Para hacer realidad este derecho es necesario afirmar que el agua es un patrimonio nacional estratégico de uso público, por lo tanto, por lo que debe prohibirse toda forma de apropiación privada. La gestión del agua debe ser es exclusivamente pública o comunitaria, pues no es una mercancía.

Las mayores amenazas al acceso al agua potable en el mundo la constituyen la degradación/depredación ambiental y la globalización corporativa. La primera a través de la deforestación y la desertificación, y la segunda mediante la privatización del agua como fenómeno progresivo y exportado agresivamente con los argumentos falaces de la liberalización del comercio, crecimiento económico y disminución de la deuda.

El efecto de esto es que quinientas millones de personas en el mundo sufren la escasez casi total de agua potable, y si las cosas van como van la cifra se incrementará cinco veces más en la próxima década, lo que quiere decir que una de cada tres personas estarán afectadas por esta situación, en especial los países subdesarrollados.

Panamá es el segundo país, después de Nicaragua, con mayor disponibilidad hídrica de Centroamérica, actualmente pero antes de la actual crisis el 11% de la población carecía del servicio de agua potable, y entre 27% y 35% de las personas les llegaba el vital líquido de forma irregular. Hoy con la crisis estas cifras se han multiplicado.

El fortalecimiento del IDAAN y las entidades públicas que hacen gestión del agua es fundamental, y para ello debe aportarse los recursos necesarios y abrirse a la participación ciudadana que aporte, monitoree y audite los procesos hídricos, a la par que se construye la sostenibilidad ambiental necesaria.

Como señaló recientemente la Asamblea Ciudadana “reclama y exige al Gobierno Nacional y al Presidente de la Republica, que el acceso al agua potable actual de los panameños y sus futuras generaciones, se le otorgue la mayor importancia posible, que se establezcan las medidas que tengan que adoptarse con carácter de urgencia y se restablezca cuanto antes el servicio y en especial, se proteja por todos los medios sus fuentes, por ser un derecho humano universal y esencial para la vida.

El gobierno debe garantizar que todos los panameños y panameñas, tengamos acceso al agua potable en forma permanente, y al mismo tiempo, por ello nos manifestamos en contra de la explotación del agua y los especuladores que solo buscan la rentabilidad del servicio. Convocamos a todos los panameños y sus asociaciones a organizarse y defender su derecho al agua.

<>Artículo publicado el  12  de enero de 2011  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde. El resaltado es nuestro.

El ejercicio de la libertad

La opinión del Sociólogo, Escritor y Educador…

 

Raúl Leis R. 

raulleisr@hotmail.com

José Martí enciende sus palabras de 120 años, para advertir que “Lo que ha de hacerse es tener incesantemente la libertad en ejercicio; por donde el bueno se fatiga, el malo entra: la república no puede dormir; el tirano o el bribón sólo se levantan sobre los pueblos viciosos o indiferentes”.

Poner la libertad en ejercicio, y agregaría la justicia y la ética. No ha sido así durante el año que acaba de terminar. El balance no es favorable para la democracia ni para el desarrollo. Pues crecimiento económico sin equidad y sin afectar a fondo la desigualdad; concentración del poder, debilitamiento de la institucionalidad y de la libertad de expresión; naturaleza amenazada no son compensadas debidamente por las iniciativas positivas que se pudieron desarrollar.

Es evidente que existe demasiado poder económico y político juntos y concentrados en el gobierno y que esto no es bueno para la democracia. Tampoco un Estado centrado en una visión mercantilista que convierte a algunos empresarios, más bien en “empresaurios”.   Parte del cambio esperado que le dio el voto al actual gobierno, fue producto de la insatisfacción de cómo funcionaba la institucionalidad política del Estado, por lo esperado no era más acumulación de poder, sino por el contrario, una real y efectiva democratización del poder.

El riesgo para todos es inclinarnos hacia el autoritarismo civil, hijo del presidencialismo centralista. Por ello, estamos en un momento histórico importante, generar los cambios necesarios para pasar de la amenaza autoritaria a una mayor densidad democrática.

La democratización de la democracia, supone la transformación de los procesos electorales, esquivando su plutocratización, permitiendo más participación y acceso a los medios de comunicación, apertura a nuevos actores y alternativas. Significa entender la democracia también como de ciudadanía, con la generación de la descentralización, el poder local, el presupuesto participativo, los diversos resortes de la participación ciudadana en la construcción de políticas públicas.

Es necesario una permanente introspección y discernimiento de parte de los gobernantes para que comprendan el principio de “mandar obedeciendo”, ligado al desarrollo de la capacidad democrática de la población de envolver y orientar a sus líderes; una profunda reforma política democrática; la vigilancia ciudadana y mediática para la reafirmación del Estado de Derecho, y la vigencia plena de los derechos humanos. La organización ciudadana y popular. La educación popular transformadora. El autoritarismo es el camino equivocado; la construcción democrática y participativa del poder es la ruta correcta.

A esto nos invita Martí: “La república, como las casas de Pompeya,  ha de tener el perro a la puerta. Así surgen ahora, del peligro nacional, los que han de salvar a la nación de él; de la política negociante surgen, por el escarmiento y vergüenza de ella, los que la conminan y derriban; de la camaradería impura de la política y los negocios, surgen, imponentes, el férvido universitario, el abogado indómito, el obrero sesudo, el comerciante verdadero, el periodista fustigador. De la podredumbre misma sale la luz…”    Asi será, por el bien de Panamá.

<>Artículo publicado el  5  de enero de 2011  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Basural

La opinión del Sociólogo, Escritor y Educador…


RAÚL  LEIS  R.
raulleisr@hotmail.com

Durante la fiesta navideña fue imposible escaparse del hecho que estamos inmersos en un basural. Por un lado la basura externa, la de las calles inundadas de desechos producto de la negligencia y la improvisación de las autoridades responsables locales y nacionales. Por el otro lado, la basura institucional, parte de la cual explotó en el escándalo que sacude hoy al sistema de justicia y al aparato judicial como resultado del amiguismo y la politización que se apoderan de sus estructuras haciéndolas vulnerables a la infiltración de la corrupción, el crimen organizado y el narcotráfico, como bien lo señaló la Alianza pro Justicia.

Es evidente que la podredumbre se extiende más allá y en varias direcciones. Una leyenda china lo explica mejor:

Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cual más apetitoso y exquisito. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado: Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.

Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo.   Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados.   Y es que, allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.

El cielo de la leyenda es nuestro infierno, un país puesto en venta, manejado como supermercado para usufructo de los intereses creados y los poderes fácticos.

Como si no fuera suficiente con esto aparece los documentos de Wikileaks, que han abierto al mundo la mayor filtración de secretos de la historia, y que como señala el diario español El País, son de un extraordinario valor informativo pues servirán para una mejor comprensión de algunos conflictos y de personalidades que afectan determinantemente a nuestra vida, y que abren a una nueva interpretación de la realidad que nos rodea.

Los recientes Wikileaks sobre Panamá expresan claramente lo sórdido del poder que nos gobierna, resumido en la calificación de una embajadora norteamericana al actual Presidente panameño: “Su tendencia al acoso y al chantaje puede haberle llevado al estrellato en el mundo de los supermercados, pero es poco propio de un estadista»… “Nuestro reto es convencerle de que los años 80 quedaron atrás en Centroamérica”.

¿Cuanto más basura saldrá a flote? ¿Cuánto más seguirá el “cielo” de los palillos largos? La pregunta a nuestros gobernantes es ¿Hacia adónde nos conducen? Pues este no es el camino correcto, sino una ruta directa al despeñadero. La cantante Joan Baez afirmó claramente la opción verdadera para los ciudadanos: Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella.

 

<>Artículo publicado el  29  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Bases y saberes

La opinión del Sociólogo, Escritor y Educador…

Raúl Leis R.

La Biblia nos provoca con una de las más profundas de todas las profecías de paz de la historia: «De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra» (Is 2, 2-5; cf. Miq 4, 1 ss.).

La verdad es que históricamente los panameños y panameñas nunca aceptamos ni avalamos que junto a una obra civil como es el Canal, se introdujera la formación de un inmenso complejo militar que no tenía que ver directamente con esa magna obra de ingeniería que unió los caminos marítimos del mundo.   Los Estados Unidos crearon una pavorosa estructura bélica que trascendía la defensa in situ del canal, y que se convirtió en parte de su aparato ofensivo y defensivo a nivel geopolítico mundial, por ejemplo con la presencia del Comando Sur, uno de los comandos unificados estratégicos a nivel planetario. No sólo eso. El enclave militar norteamericano en Panamá se convirtió en un factor extraño que intervino en la vida nacional a través de la injerencia en los asuntos internos, el fomento del militarismo y el uso de esas instalaciones para entrometerse en los asuntos propios de otras naciones latinoamericanas.

Luego, con el proceso del pleno ejercicio soberano de Panamá en todo su territorio se presentan desafíos, como el manejo eficiente del Canal, y la conversión de todas las instalaciones civiles y militares.   Es bueno hacer la aclaración que según el Diccionario de la Lengua Española se entiende por conversión «Mutación de una cosa en otra. Mudanza de vida. Cambio de efectos públicos por otro de diferentes características». Expresión más acertada que la palabra reconversión, «Hacer volver a su estado primero o a su creencia anterior aquello que ha sufrido una transformación». Es decir, de lo que se trataba (y se trata) es cambiar el sentido, la perspectiva de esas instalaciones no tanto a su estado anterior, pues ya existen bienes que han transformado el entorno original, sino convertirlos en un componente de desarrollo integral real.

En esta perspectiva planteamos desde antes del traspaso del Canal la necesidad de tres conversiones básicas, la conversión productiva que significaba aprender a reutilizar estos bienes en función de fortalecer la economía nacional en el marco de un plan nacional de desarrollo integral La conversión hacia la mejora del ambiente y la conversión hacia los recursos humanos. La experiencia de la Ciudad del Saber, se ubica en la tercera conversión, pues se edifica en una antigua base militar, pero con vasos comunicantes con las dos primeras. Aporta a la conversión, como un rey Midas, que en vez de convertir en oro todo cuanto toca buscar transformarlo en conocimiento para el desarrollo, en humanidad. Este es el toque que Panamá necesita. Una economía, una política, una vida social, una naturaleza tocada de humanidad. Una sociedad donde gobierne la lógica vital de las mayorías sobre la lógica excluyente. Economía, democracia y sociedad al servicio de la persona humana. Un país y un canal para la paz. Un país ya no más erizado de armas sino sembrado de justicia y libertad. Ojalá todos los bienes revertidos cumplieran el mandato histórico de nuestra histórica lucha soberana.

 

<>Artículo publicado el  22  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Más y mejor educación para todos

La opinión del  Sociólogo, Escritor,  Educador..


Raúl Leis R.

En la reciente Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos en Mar de Plata, se tomó una decisión trascendental: Adoptar el Programa “Metas 2021; la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios”, con el objetivo de lograr a lo largo de la década una educación que dé respuesta a un conjunto de demandas sociales inaplazables… en la que este proceso educativo garantice la inclusión de todos los grupos sociales para las generaciones del Bicentenario… buscando distintas estrategias para un trabajo conjunto y multisectorial. También se aprobó el Fondo Solidario de Cooperación Educativa, el Instituto de Evaluación y Seguimiento, y el Consejo Asesor de las Metas 2021.

 

Las Metas 2021 son un proyecto regional inédito que a través de 11 metas generales, 28 metas específicas asociadas a 39 indicadores con sus respectivos niveles de logro sintetizan un ambicioso programa educativo que aspira a lograr, a lo largo de una década, una educación que dé respuesta a un conjunto de demandas sociales inaplazables; como conseguir que más personas estudien, durante más tiempo, con una oferta de calidad reconocida, equitativa e inclusiva, y en la que participen la gran mayoría de las instituciones y sectores de la sociedad. Lograr las metas implicará una gran inversión sólo posible en un marco de crecimiento e integración regional. (Encuentra las metas en http://www.ceaal.org ).

En esos días, con la presencia de medio centenar de representantes de redes, plataformas, gremios docentes y consejos nacionales de educación de toda Iberoamérica, comenzó a gestionar el Consejo Asesor Iberoamericano de las Metas 2021, de la cual formo parte como Secretario General del Consejo de Educación de Adultos de América Latina CEAAL. Nuestra red participó desde antes activamente en el proceso de incidencia política en relación a las Metas, a través de varias acciones, entre ellas la conformación de una red de redes iberoamericanas que aportó importante insumos al contenido del documento.

Luego también participé en el VI Encuentro Cívico Iberoamericano sobre Educación para la Inclusión Social, por lo que tuve la oportunidad de asistir a la inauguración de la Cumbre que además del tema educativo, manifestó su rechazo y condena a todo intento de trastocar o subvertir el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones en cualquier país, así como el compromiso con la promoción, defensa y protección del Estado de Derecho, del orden democrático, de la soberanía de los pueblos, de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, como el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona, el no sometimiento a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, el no ser arbitrariamente detenido, preso o desterrado, ni objeto de ejecuciones sumarias y arbitrarias, de desapariciones forzadas, y la libertad de opinión y expresión. También se exigió el fin del injusto bloqueo contra Cuba. Solo espero, y seguiré velando por ello en la medida de mis posibilidades, que en Panamá el gobierno cumpla al pie de la letra todos los compromisos adquiridos, y que la ciudadanía asuma el papel activo y empoderado de impulsar, auditar, participar, denunciar y animar por más y mejor educación, más y mejor democracia, más y mejor desarrollo humano sostenible.

<>Artículo publicado el  15  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

La Red de la Ternura

La opinión del Sociólogo,  Educador  y  Escritor…

Raúl Leis R.

raulleisr.hotmail.com

Olonadili en la tradición kuna vino de las estrellas. Ella les enseñó a cantar a los niños, a hacer versos y darles tonos a sus canciones, a educarlos con el canto, a sentir más profundamente el dolor y la alegría de los demás y el propio dolor. La esperanza que brotaba de Olonadili fue una red fuerte, la canción valiente para proteger a la comunidad. La luz de Olonadili hizo y hace crecer con fuerza, las semillas del bien en la gente.   Toda mujer lleva en su interior a una Olonadili ¿Qué sería de nosotros sin ellas, esposas, compañeras, madres? Confieso que para muchos no les es fácil verlas como iguales al varón. A veces es más fácil dejarse llevar y decir que ellas valen menos que los hombres porque son diferentes. Es que confundimos ser hombres con ser machistas.

Olonadili lo decía claramente en su canto: Somos como las flores junto a los ríos que hacen fuertes las raíces de los árboles, que hace más fértiles a la tierra. No podemos estar sometidas a los hombres, somos sus compañeras, Paba Nana (dios) nos hizo así. Olonadili vino vestida de telas de algodón que ella misma tejía y trajo la mola, su perfume era de flores. Enseño a cuidar las casas, la atención y defensa de los niños, las labores manuales y la educación de las madres y abuelas.

Y ahí están los niños, Paba y Nana son los dueños de los niños y nosotros los cuidamos, no podemos abusar de ellos. Hay que alzarlos de la cintura no de los bracitos, hay que alimentarlos, mecerlos en la hamaca y dormirlos con la manera de cantar que enseñó Olonadili, y decirles «ojalá fuera tu camino lleno de flores y recto hacia arriba». Enseñarles a vivir como hombres y mujeres, y a no morir como animalitos.

¿Cuántos niños andan en las calles de la ciudad buscando comida en los tinacos, arriesgando su vida en los semáforos para vender chucherías, abandonados de sus padres y madres, durmiendo en callejones o prostituyéndose? ¿Cuantos niños ven a sus madres golpeadas por sus maridos? ¿Cuantos niños y niñas son atacados, insultados o se abusa de ellos, marcándolos para toda la vida? ¿Cómo es posible que haya gente que no se le revuelvan las entrañas cuando ven estas cosas?

Paba y Nana enviaron a Olonadili para envolvernos en una red delicada pero muy dura, para protegernos a todos. Es la red de la ternura que nos enseñó la muchacha que vino de los luceros. Es la capacidad de expresar los sentimientos y la necesaria justicia. ¿Cuantas veces rompemos esta red? ¿Cuantas veces la hacemos pedazos con la indiferencia y el egoísmo? La red se teje día a día, y si uno se descuida se deshilacha. Es una red que nos debe envolver a todos, pero también tener sus hilos dentro de cada uno de nosotros. No es fácil. Por eso en esos momentos muy difíciles de la vida, busca los luceros, aunque sea de día, y cuando aparezca en tus pensamientos y sentimientos tu madre, tu mujer, tu amiga, tu compañera, tus hijas, recuerda a las mujeres y sus derechos, a Olonadili, y permite que las estrellas brillen en tus ojos.

 

<>Artículo publicado el  8  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Lecciones ticas

La opinión del Sociólogo, Educador y Escritor…

Raúl Leis R.

(raulleisr@hotmail.com)

Creo que los vecinos ticos nos acaban de dar varias lecciones. Si las aprende, el gobierno panameño debería priorizar la sostenibilidad ambiental en todos los espacios y niveles, prohibiendo la minería a cielo abierto, la represas que afecten la naturaleza y a la gente, la depredación ambiental, y no intentando de nuevo iniciativas anti ambientales como la que coló en la ley “chorizo”, profundamente rechazada por la comunidad nacional. La empresa privada nacional y transnacional, que debe primar la responsabilidad ambiental y social con la población de aquí y del mundo, la transparencia y no el poder del dinero que compra países y conciencias. Nuestro sistema de justicia, para que afirme su independencia y fortalezca la institucionalidad democrática asumiendo con coraje la justicia como única divisa. Por nuestra parte, los ciudadanos, debemos a elevar la conciencia ambiental, movilizarnos e incidir en construir políticas públicas y modelos de desarrollo humano sostenible.

¿Qué sucedió? Hace unos días (24 noviembre) falló el Tribunal Contencioso Administrativo costarricense, anulando la concesión de la Mina de Oro a cielo abierto en Crucitas, condenándoles a indemnizar al país por los daños ambientales causados en la zona.   Pero no solo eso, también recomendó al Ministerio Público abrir una investigación y hasta una causa penal contra el ex presidente de la República Oscar Arias, y varios altos funcionarios de la Dirección de Geología y Minas y la Secretaría Técnica Ambiental, entre ellos el ex ministro Roberto Dobles,  quienes autorizaron explotar los yacimientos. Se calcula el daño ambiental, al usar entre 3 y 5 toneladas diarias de cianuro durante nueve años, como un impacto irreversible en los mantos acuíferos, y en 300 hectáreas de especies forestales protegidas, el hábitat de aves en peligro de extinción.

La Corte dictaminó que no se hicieron los estudios de impacto ambiental necesarios para dar dicha concesión, ni se siguieron los procedimientos y estudios necesarios para haberlo declarado «De interés nacional y Utilidad Pública» por parte del gobierno anterior. Todo esto se da en el marco de la reciente aprobación de la ley que prohíbe tajantemente la minería a cielo abierto en Costa Rica.

“Este fallo histórico, que refleja que pese a las presiones y los miles de dólares en negociados, los tribunales en Costa Rica tienen autonomía, fue posible gracias años de lucha de la comunidades afectadas, de organizaciones ambientalistas, de ONG’s, organizaciones sindicales, campesinas, de mujeres, y personas que hasta hicieron recientemente una huelga de hambre, que fue prácticamente ignorada por el gobierno de Laura Chinchilla…”, escribe Oscar Jara.

No olvidemos que Panamá, es parte de América Latina, la porción del planeta con más presencia forestal, con mayor diversidad biológica y mayor humedad. Pero es fácil encontrar las huellas visibles del deterioro ambiental, y la pobreza por todas partes, así, en este subcontinente sufrimos una de las mayores tasas de deforestación del mundo, casi 6 millones de hectáreas anuales (80 mil hectáreas en Panamá.)   Estos y otros elementos nos demuestran el agotamiento de un estilo de crecimiento, que se ha mostrado ecológicamente depredador, economicamente excluyente, socialmente perverso y políticamente injusto.

Es cosa de vida o muerte. Tenemos que construir una estrategia de desarrollo que sea territorialmente descentralizada, económicamente incluyente, socialmente equitativa, políticamente participativa y ambientalmente sana, donde las personas sean sujetos de todo el proceso. ¿Aprenderemos?

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<>Artículo publicado el  1  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.