El hogar y la escuela: educando en valores

La opinión de la Psicóloga…


Magali A. Dunn C. 

Todos somos conscientes del aumento de la violencia en Panamá; es uno de los principales temas de discusión. Y aunque sintamos impotencia para enfrentar esta situación, no debemos quedarnos con los brazos cruzados… tenemos que redoblar nuestros esfuerzos en los hogares y en las escuelas para ayudar a los niños, niñas, y jóvenes para que se formen con normas elevadas de comportamiento, que les permitan vivir sanamente y así contribuir en el engrandecimiento de la sociedad. 

Al conmemorarse este 18 de noviembre el “Día Nacional de los Valores Éticos y Morales”, deseo compartir algunas sugerencias que al ponerlas en práctica con nuestros hijos y estudiantes estaremos fortaleciendo positivamente sus caracteres y a su vez los estaremos protegiendo de caer en situaciones de violencia.

Padres y madres:

1-Estimulemos la espiritualidad de nuestros hijos. La fe y los principios que nos ofrece creer en Dios constituye el más poderoso antídoto contra la violencia. No olvidemos que el valor más importante de todos es el amor, y ¡Dios es amor! Con amor y por amor podemos poner en práctica todos los otros valores.

2-Procuremos satisfacer las necesidades básicas de nuestros hijos e hijas, tanto las materiales como afectivas o emocionales.

3-Enseñemos con el ejemplo.

4-Repitámosles una y otra vez que ellos deben tratar a los demás como le gustarían que los trataran. “No hacerle al otro lo que no me gustaría que me hicieran a mi”.

Maestros y profesores:

1-Recordemos que uno de los objetivos de la educación es la formación integral… no sólo el desarrollo de sus capacidades intelectuales a través de información.

2-Aprovechemos toda oportunidad para reforzar en los estudiantes lo bueno y positivo que tienen. Motivemos la actitud al logro reconociendo constantemente su esfuerzo.

3-Cada área del conocimiento puede ser reforzada con valores. Por medio de dinámicas y actividades en donde ellos logren “asimilar” las enseñanzas de tal manera que lo apliquen en su vida diaria.

4-Establezcamos una relación de comunicación abierta con los padres. La tarea de guiar a los niños y jóvenes debe ser una responsabilidad compartida por todos los que se relacionan con los estudiantes.

Ojalá esta fecha tan especial nos ayude a reflexionar en tan importante tema para el bienestar de todos y todas.

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<>Artículo publicado el  18  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.