La opinión de…..
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MARCOS WEVER
En un país en el que impera la indiferencia hacia nuestros valores artísticos y en donde el culto a la personalidad se centra en lo foráneo, resaltar el éxito de un nacional en el extranjero es más que un honor, una obligación.
Teniendo en cuenta tan penosa situación, me gratifico en comentar la reciente participación del clarinetista panameño Hipólito Villarreal Pérez como maestro invitado en el XVII Foro de Compositores del Caribe y III Encuentro de Musicología del Caribe, que se llevó a cabo en la Universidad de Puerto Rico, Recinto Río Piedras, bajo el amparo del Segundo Festival Internacional de las Humanidades.
El recinto universitario, que cumplió este año su centésimo séptimo aniversario de fundación, presentó durante 15 días, un variado programa a cargo de destacados artistas e intelectuales de la plástica, de la música, actuación, letras y otras modalidades, convirtiendo su espacio, en nicho propicio para que el coterráneo Villarreal engalanara nuestro pendón tricolor mediante la proyección atinada de su instrumentación.
La ejecución del maestro Villarreal Pérez, enmarcado en un concierto de música de cámara (dedicado este año a la memoria del maestro Roque Cordero), recogió finas piezas como Soliloquio No. 3 de Roque Cordero, Soliloquio No. 1 de Gonzalo Brenes, Interludio No. 2 del colombiano Rodolfo Ledezma y Variación para clarinete amplificado del panameño Ricardo Risco.
Posterior a la presentación de este músico originario de La Pintada de Penonomé, el compositor y pianista colombiano Rodolfo Ledesma expresó que el equilibrio interpretativo de Villarreal fue muy acertado, tanto técnica como musicalmente. “ Realmente Hipólito logró comprender con gran claridad todas las exigencias fraseológicas y expresivas de mi obra y esto ha sido para mí una grata experiencia musical, cuando lo escuché en su excelente interpretación ”.
Para quienes desconocen la trayectoria de este virtuoso del clarinete, puedo resaltar que además de ser parte de la Orquesta Sinfónica de Panamá, es miembro activo de la Banda de Música del Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá.
Curiosamente podemos destacar que cuando contaba con apenas 17 años de edad, su primera incursión como novel músico fue al rendirle homenaje a su Santidad Juan Pablo II durante su visita a nuestro país en 1983. Ante los miles de católicos que abarrotaban el principal estadio de la época, el novel músico, haciendo un esfuerzo por alcanzar los pedales del órgano cedido por el recordado Lucho Azcárraga, dejó escuchar una pieza de alabanza cristiana, marcando con ella su vida y carrera profesional con tinta indeleble. Una tinta que hoy le permite dar respuesta a una serie de invitaciones para participar en recitales y conciertos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Al emerger triunfante del Segundo Festival Internacional de las Humanidades, encuentro anual de importantes talentos latinoamericanos, hace que Panamá, a través de Hipólito Villarreal Pérez, triunfe y que quede abierta la trocha para que otros músicos panameños se superen y logren, con pasión, obtener tan honrosa distinción.
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Este artículo se publicó el 3 de mayo de 2010 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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