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-La opinión de…
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Luis Alberto Morán A. –
En el año 2001, el economista Jim O’Neill del Banco de inversiones Goldman Sachs, acuñó el acrónimo BRIC, siglas empleadas en los mercados financieros y en las clases de economía internacional, como referencia al cuarteto de países –Brasil, Rusia, India y China– que poseen alta densidad poblacional, enorme territorio, diversa cantidad de recursos naturales y enorme potencial económico; factores que inciden en altas tasas de crecimiento de la producción interna de cada uno de estos países y una notable participación en el comercio mundial.
Actualmente este nuevo bloque internacional alcanza un alto grado de protagonismo en la geopolítica mundial, convirtiéndose en la moda entre los diversos mercados y el portafolio de los inversores. Datos estadísticos muestran que en conjunto estos cuatro grandes países concentran el 40% de la población mundial, el 25% del territorio habitable, el 15% del comercio mundial, la generación del 45% de las exportaciones mundiales y la acumulación de 2.8 billones de dólares en reservas internacionales que representan el 40% de las reservas mundiales.
Estos datos señalados son indicativos que estas economías juegan un rol importante en la evolución económica actual, el ocupar los primeros lugares en el ranking de inversiones extranjeras, productividad laboral y progreso tecnológico, les ha permitido en conjunto alcanzar una producción interna bruta “combinada” que alcanza aproximadamente los 16 mil millones de dólares.
Se espera que la situación económica de estos países siga marcando huellas en el campo de las finanzas, comercio, ciencia y tecnología. Por el lado de China e India, se espera que continúen destacando como proveedores globales de productos tecnológicos y servicios, mientras que Brasil y Rusia, fuertes proveedores de materias primas y alimentos (Wilson, 2003).
A pesar de las diferencias económicas, políticas y jurídicas, estos países logran complementarse investigando e intercambiando conocimientos y experiencias en temas de agricultura y tecnología en la producción de alimentos, como alternativa conjunta contra el problema global de la seguridad alimentaria.
Estas economías emergentes –denominadas de esta manera por su proceso de rápido crecimiento e industrialización– producen 40% del trigo mundial, la mitad de la carne de cerdo y un tercio de la oferta avícola y vacuna e impulsaran el mercado acuícola y carnes alternativas “búfalos”. China y la India “los más poblados” van camino de convertirse en fuentes de demanda de recursos naturales que exportan Rusia y Brasil. Mientras que China es el tercer mayor destino de las exportaciones brasileñas.
Estas potencias mundiales han alcanzado alta prosperidad, convirtiendo el bienestar en mejor calidad de vida para sus ciudadanos, estableciendo programas de largo plazo a través de una fuerte inversión en calidad educativa, fuerte promoción a la inversión extranjera, modernización de la infraestructura, desarrollo del consumo doméstico y promoción de emprendedores locales.
La búsqueda de objetivos, metas comunes, voluntad y compromiso continuo de estos países, les ha permitido crecer de manera ejemplar y sobre todo, utilizar el término “crisis” como se entiende y se aplica en China, weiji, compuesto de dos ideogramas, wei traducido como peligro y ji, como chance u oportunidad.
<> Artículo publicado el 11 de octubre de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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