Energía eléctrica en Panamá

La opinión de…

 

Manuel Cereijo

Es un hecho comprobado que la gente consume más energía, según mejora su situación económica. En Panamá, la demanda eléctrica crece a razón de 4.7% al año y esto plantea un reto no solo en el aspecto de aumentar el plantel de generación. También nos hace analizar la forma en que consumimos energía.

El punto es que no somos eficientes con el consumo de energía.   Si bien hemos visto acciones muy puntuales como el cambio de horarios de trabajo y en el patrón de uso de los equipos de acondicionamiento de aire en las oficinas públicas, esto es apenas el comienzo de lo que debería ser una verdadera política energética.

El alto costo de la energía es algo que le resta divisas y competitividad al país, además de que incrementa los problemas ambientales como la contaminación del aire y el calentamiento global.

Una política energética debe contemplar temas como el uso de estándares internacionales en materia energética. Tener aranceles más bajos para equipos eléctricos eficientes. Reglamentar niveles de iluminación en las oficinas y comercios. Exigir ciertas normas en la envoltura de los edificios y centros comerciales, para que absorban menos calor y, por consiguiente, requieran menos consumo de energía en aire acondicionado e iluminación.

Debe haber incentivos fiscales o de algún tipo para los inversionistas interesados en invertir en edificios verdes que tanto éxito tienen en otros países. Además, hay que dar cabida a las energías limpias.

Un aspecto crucial es la parte docente. Es muy común encontrar administradores de edificios que desconocen la forma en que compran y consumen energía en sus facilidades. Esto requiere la formación de administradores de energía que identifiquen oportunidades de ahorro energético en las facilidades a su cargo.

De igual forma en los hogares, la gente debe entender cosas, como que un kilovatio–hora, equivale más o menos a una hora de plancha o una hora de uso del secador de pelo. Que una refrigeradora muy vieja o sucia puede aumentar su factura eléctrica sensiblemente.

Pero, el Gobierno es quien debe dictar la norma a seguir para que los consumidores de energía, que somos todos, entendamos que es urgente un cambio de mentalidad.

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Este artículo se publicó el  8  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.