La esperanza de un mundo mejor

La opinión de la Abogada y Rotaria….


MÓNICA  IVANKOVICH

La vida es un don divino que nos permite pasar por varias etapas; todas ellas llenas de expectativas, temores, deseos, amores, desamores y esperanza de un día mejor. A pesar de los malos momentos que alguna vez nos haya tocado vivir, siempre debemos tener una actitud positiva frente a la vida, que nos permita alcanzar la luz de bienestar y prosperidad que eternamente anhelamos. Somos seres humanos con licencia para equivocarnos, recapacitar, enmendar, perdonar, y muchas acciones más, pero al final nuestra posición frente a las adversidades o bondades que nos ofrezca la vida, serán producto de nuestra propia cosecha, porque lo que bien cosechamos, será la satisfacción del deber cumplido.

Al acercarse un fin de año, debemos reflexionar sobre nuestras acciones, programas, metas e ideas, hayan sido cumplidas o no, a fin de retomar aquellas que consideramos importantes o con real valor para nosotros, y/o iniciar nuevos proyectos que faciliten nuestra estadía natural en la Tierra como personas de bien.

No hay nada más gratificante que practicar cosas buenas cada día, que nos ofrezcan la oportunidad de compartir con otros menos favorecidos o con necesidades más apremiantes que nosotros en estas fechas de fin de año, y olvidarnos por un momento de lo que deseamos entrañablemente y que quizás con un poquito de esfuerzo y tenacidad, conseguimos fácilmente, y mucho mejor, si compartimos esas vivencias con nuestros seres queridos y amigos.

La esperanza se proyecta a largo plazo, como un instrumento indispensable en la mente y en el corazón de cada persona, que alimenta el alma y la vida misma. Ofrezcamos a cada persona a nuestro paso, un rastro de esperanza que les permita seguir el camino por el que deberán recorrer.

A veces confiamos que nuestra esperanza en la vida depende de otras personas, pero en el fondo depende de cada uno de nosotros. Tenemos que levantarnos cada día con ánimo y objetivo específico de realizar una labor u oficio que nos destaque y que nos brinde la oportunidad de servir a los demás.

El servicio al que me refiero, es ese desprendido acto de generosidad y respeto por la Humanidad, que nos diferencia de los otros seres vivos, y que enaltece nuestro perfil con sencillez.

Caminemos hacia adelante con la mirada firme y segura de que un año nuevo nos traerá diversos motivos que nos llenen de riquezas humanas: el amor, la amistad, la fe, la vida y la paz.

Un año nuevo es un cúmulo de emociones, intrigas, deseos, sorpresas, que algunas veces planeamos y otras veces, simplemente lo dejamos correr. No obstante, nuestros pensamientos deben estar siempre dirigidos por la buena voluntad y el bien común para nuestros semejantes. Eso nos permitirá alcanzar la verdadera ‘esperanza de un mundo mejor’.

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<> Este artículo se publicó el 30  de dicembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.