Una brisa fresca del Pacífico Sur

La opinión del Abogado…

Juan David Morgan

En el Teatro en Círculo se está presentando una obra que ningún panameño amante del arte, del teatro o de la música debe dejar de ver.   Bajo la excelente dirección de Bruce Quinn, South Pacific, el legendario musical de Rodgers & Hammerstein, cobra vida nuevamente después de transcurridos más de sesenta años de su estreno en Broadway, en 1949.
El mismo Quinn ya había puesto en escena la obra en 1963, pero para él la guerra y la discriminación, dos de los temas de que tratan los Cuentos del Pacífico Sur, de James A. Michener, en los que está basada la obra musical, lamentablemente no han perdido actualidad. Por eso hoy lo revive con tal maestría que supera las expectativas del público más exigente.
Los hermosos escenarios, hábilmente concebidos, nos trasladan al Pacífico Sur durante la segunda guerra mundial y a cada uno de los parajes donde se desarrollan los números musicales, quizás los más bellos que salieran de la inspiración de Rodgers & Hammerstein.
El papel del hacendado francés, Emile De Beque adquiere una nueva dimensión con la actuación y presencia escénica, pero, sobre todo, con la espléndida voz de Ricardo Velázquez, sin duda el mejor barítono con el que cuenta nuestro país y el más comprometido con el bel canto.
Vicky Greco, en el papel de la enfermera Nelly Forbush, ofrece una actuación tan profesional que nos hace pensar que estamos presenciando la obra en algún teatro de Broadway. Lucía Moreno se luce en el papel de Bloody Mary y sus apariciones en el escenario salpican de buen humor la trama de la obra. Randy Domínguez, en el papel del teniente Cable, también realiza una actuación digna de encomio.
El espacio no alcanza para destacar a cada uno de los artistas y técnicos que han contribuido al éxito de la obra, pero todos sabemos que la coreografía, los vestuarios, la iluminación, la coordinación de escenas, la fotografía y los efectos especiales son indispensables para la puesta en escena de un musical de la calidad de South Pacific. Además de las actuaciones individuales, los bailes y los coros sobresalen también por lo bien coordinados y armoniosos.
Y acompañando cada uno de los números musicales está la batuta del maestro Dino Nugent, y su grupo de intérpretes que con perfecta sincronización e intensidad permiten al público deleitarse mientras los artistas se lucen. Nikki de Roy, productora de la obra, fue el apoyo que necesitó Bruce Quinn para llevar a escena y dirigir a todos estos talentos panameños que tanto nos deleitaron con sus actuaciones, sus canciones y sus bailes.

Para Bruce Quinn, South Pacific es un eslabón más en la larga cadena de éxitos teatrales y musicales con los que ha venido deleitándonos por más de medio siglo. Se le considera, con toda justicia, el Padre del Teatro Musical en Panamá, y ha recibido condecoraciones y reconocimientos que no solamente lo han honrado a él sino también a quienes desde el gobierno han sabido comprender la importancia que este panameño, nacido en la Zona del Canal, ha tenido y continúa teniendo en el desarrollo cultural de nuestro pueblo.

 

Esta breve reseña, acompañada de mi aplauso permanente, no tiene otra pretensión que la de rendirle un sentido homenaje a su amor por la música, por el teatro y por la cultura que, unidos a su profesionalismo y entrega total, tantos momentos de deleite y tan gratos recuerdos han dejado en el corazón de los espectadores.

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<> Este artículo se publicó el 25  de octubre de 2010  en el diario El Panamá América, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.