Un rechazo histórico

La opinión del docente universitario…

DAVID  ACOSTA
davic17@hotmail.com

Llegamos a los 63 años de la gloriosa jornada histórica del 12 de diciembre de 1947, fecha recordada por ser la llama que abrió la brecha para el rechazo del Convenio Filós-Hines, el 22 de diciembre de ese año. Recuerdo como dirigente estudiantil de la época, mi impulso en el toque de la campana institutora con el fin de iniciar la marcha estudiantil hacia la Asamblea Nacional. La Policía de Remón nos atacó con sable en mano del escuadrón de caballería y policia motorizada; nosotros respondimos con piedra y palos y se nos unió el pueblo, convirtiendo la Avenida Central en un verdadero campo de batalla. Pero dejemos que el periodista ya fallecido, Pablo Castrejón Jr., nos narre los hechos:

‘Hablar del 12 de diciembre de 1947 y nuestra participación histórica sería demasiado extenso. El presidente del Comité de agitación de la jornada del 12 de diciembre, el compañero David Acosta, sabe el papel que jugamos muchos panameños en la calle, en los patios y en las tribunas públicas.

Trabajamos al lado de Acosta,   Miguel Ángel Picard Amí, Luis Carlos Noriega, Natividad Piñango, Luis F. Nárvarez, Pacífico Saavedra, Mario Velásquez, Blas Bloise Calderón, Fernando Manfredo Jr. Harmodio Centella, Fabián Echevers R., Juan Materno Vásquez, y otros dirigentes miembros de la UES y los compañeros de la Unión de Estudiantes Universitarios: Secundino Torres Gudiño, Eulogio Quintero E., Carlos Calzadilla, Carlos Iván Zuñiga, Carlos Cajar, Rodrigo Molina, Ernesto Castillero Pimentel, Manuel Solís Palma, Carlos E. Adames, César A. Quintero, y otros distinguidos compañeros.

De toda mi actuación de la jornada de 1947, lo que más destaco fue mi arenga en la manifestación del día 12, en el atrio de la Iglesia Catedral, ya que a mi lado fue herido Sebastián Tapia. Me tocó horas después de este incidente criminal, denunciar en el aula máxima del Instituto Nacional al Oficial de Policía que hirió a Tapia. Declaré sobre este hecho ante el Fiscal Carlos Augusto López.

De más está recordar que mi actuación en la gesta histórica de diciembre de 1947, se me distinguió primero como Secretario del Interior y luego Secretario de Organización del Consejo Ejecutivo de la FEP, en representación de la UES.

Reitero, David Acosta, Jefe de Agitación, es le mejor conocedor de nuestra participación en esa jornada cívica antiimperialista.

Fdo. Pablo Castrejón Jr.’

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<> Artículo publicado el 11 de diciembre  de 2010  en el diario  El Siglo, a quienes damos,   lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El PRD y la unidad

La opinión del Docente Universitario

DAVID   ACOSTA
orioltakano@hotmail.com

He titulado este artículo con el tema de la unidad del Partido Revolucionario Democrático ( PRD), con el propósito de llamar la atención a ciertos miembros del colectivo, que se apartan de la Doctrina Torrijista, para dar paso a sus intereses personales y apetitos de poder incontrolable.

Las demostraciones presentadas en los medios de comunicación social, son vistas por la gente responsable de nuestro pueblo, como una traición descarada a las enseñanzas sociales y patrióticas del hombre que consiguió, a nombre de todas las generaciones de panameños que derramaron su sangre y dieron sus vidas; la recuperación del canal y su zona territorial: me refiero al general Omar Torrijos Herrera. La crítica la hago como miembro fundador del PRD que no ha escalado ninguna posición de dirigencia en el mismo, ni ha recibido tampoco a nombre del partido puesto oficial alguno, en la administración pública.

En otro orden de ideas, alguien expresa que el ex presidente de la República, Martín Torrijos, debe ‘retirarse de la dirigencia en el colectivo, porque ya su tiempo pasó’. Esas expresiones demuestran odio personal y desconocimiento de la responsabilidad que debe tener un dirigente de partido; todos los miembros tienen derecho a la participación política. Existen muchos ejemplos que podemos manifestar en estas líneas que escribo: el Presidente Ricardo Martinelli, perdió una elección a la presidencia de la República, pero la ganó recientemente; la ex presidenta Mireya Moscoso, lo mismo, perdió una y ganó otra. Y Martín Torrijos, perdió una y ganó otra. Es decir, no hay que coartarle el derecho de participación a ningún miembro del PRD.

Por otra parte, es aconsejable que todos los precandidatos se aboquen a la reorganización del partido y evitar los errores de las primarias pasadas. No es hora de que nos desgastemos en cambios del CEN, esto producirá divisiones y pérdida de tiempo en la reorganización. La vez anterior escribí un artículo en el diario El Siglo, el diario más leído de la República, bajo el título ‘Los Tránsfugas del PRD’, refiriéndome a diputados, alcaldes y representantes que brincaron a otro partido con el objeto de ganar poder y dinero. Esta acción despreciable será también repetida, algún día, en el sitio que los acogió…son muchos los que han seguido los pasos de Judas Iscariote y siempre andarán como el judío errante, buscando desesperadamente un partido en donde puedan disimular su profesión aberrante.

Ya veremos como estas sanguijuelas que le chuparon la sangre al partido de Omar, quedarán en el olvido del pueblo panameño .

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<> Artículo publicado el 23 de noviembre de 2010  en el diario  El Siglo, a quienes damos,   lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Aquel 31 de diciembre

La opinión del Periodista y Docente Universitario…

‘Llovía, era mediodía del 31 de diciembre de 1999, las escalinatas del edificio de la Administración del Canal, ubicado en Balboa, se encontraban llenas de panameños de todas las edades; las calles adyacentes al edificio también saturada de almas que gritaban con emoción la liberación de la patria.    Se trataba del acto de perfeccionamiento de nuestra independencia, ya que anteriormente nos habíamos independizado de España en 1821; luego en 1903, nos separamos de Colombia con el estigma del Tratado Hay Bunau Varilla, que ningún panameño firmó y significó la perpetuidad y la vergüenza atada al carro guerrerista de los Estados Unidos. Ahí en ese lugar, me encontraba con el doctor Diógenes Cedeño Cenci, ex rector de la Universidad de Panamá y mi hija Dalfia Acosta, militante distinguida del PRD.

El momento era solemne y se escuchaba a distancia las notas del himno nacional, mientras se izaba el emblema de la patria…Nosotros nos encontrábamos en la calle frente al acto principal, prestigiado por la Presidenta de la República, Doña Mireya Moscoso…. Una vez enarbolada la bandera tricolor se oía a la multitud decir: ¡Omar, Omar, Omar. …Significaba el reconocimiento póstumo al líder octubrino que a nombre de todas las generaciones panameñas había logrado el acuerdo canalero…. Mezcladas mis lágrimas con la lluvia que mojaba nuestros cuerpos, pasaban por la mente mi participación histórica en los diferentes acontecimientos que hicieron posible la eliminación de las bases militares, la entrega de toda la ex zona y el Canal de Panamá.

Recordaba aquella tarde memorable del 12 de diciembre de 1947, cuando con una decisión firme y audaz, sin mandarme nadie, toqué a arrebato la campana institutora para iniciar la gran manifestación contra las bases militares ese memorable día. En ese momento comenzó mi lucha patriótica y, éste será mi camino de siempre.

Por otra parte, mi carcelazo del ‘47 y del ’58, con el Cerco de la Colina, mis impulso emotivos respondiendo con un pequeño revólver al ataque feroz y criminal de los zonians y los soldados norteamericanos, contra el indefenso pueblo panameño, durante los días 9, 10 y 11 de enero de 1964; y la terrible invasión de 1989; mis llamados patrióticos en la madrugada del 20 de diciembre en la radio de Toty Suárez, junto con Carlos Núñez, y posteriormente en la Radio Nacional. Esos pasajes me llenan hoy de regocijo y me estimulan a seguir adelante, porque el peligro se mantiene para dar su zarpazo contra la dignidad a lo conquistado por los patriotas panameños.

<>Artículo publicado el 3 de noviembre de 2010  en el diario El Siglo, a quienes damos,  lo mismo que al autor,  el credito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/acosta-david/

Los tránfugas del PRD

La opinión del Catedrático Universitario….

DAVID  ACOSTA

Da lástima observar las declaraciones que hacen en los medios de comunicación social los tránsfugas del PRD manifestando que se van del partido porque no se les toma en cuenta, cuando todos sabemos que lo hacen debido a la ‘política de chequera’ que tiene Martinelli. Como le ofrecen millones para inversiones en sus circuitos, creen que eso es todo para abandonar nuestro colectivo político. ¡Qué desfachatez y cinismo tienen estas criaturas de la corrupción política! Olvidan los principios torrijistas para entregarse en cuerpo y alma tras el dinero y poder del CD, sin percatarse de que pierden dignidad y son unos traidores ante la faz de la opinión pública.

Así como traicionan al PRD, en el futuro traicionarán al CD; eso amerita que nuestro partido establezca que todo aquel que lo abandona por los intereses creados no podrá volver jamás a las filas del torrijismo; porque cuando solicitaban el voto para diputados o representantes, lo hacían presentando la insignia del Partido Revolucionario Democrático. Estos vividores políticos se la pasan toda la vida cambiando toldas de un lado para otro… son mercaderes de la política criolla. El último de los tránsfugas lo hace en estos momentos de incertidumbre, sin considerar los sangrientos sucesos de Bocas del Toro, donde una gran cantidad de gente de pueblo fue masacrada a punta de perdigones, disparados a quema ropa de la cintura a la cabeza de los manifestantes.

Esa acción sangrienta contra un pueblo indefenso recorrió el mundo, dejando en malas condiciones sin techo y piso al gobierno de Martinelli; sin embargo, los tránsfugas piensan en el vil metal para saltar al CD. Tampoco toman en cuenta que la Ley Camarón autoriza a nuestros ‘tongos’ para que tengan carta blanca y maten al pueblo. Además, que decida, en lo del estudio ambiental, poseer derechos para abrir el tapón del Darién y la explotación de las minas de Cerro Colorado… es decir, están de acuerdo con la política antipopular del gobierno de turno.

El proceso revolucionario que se vivió en la época del líder Omar determinó el compromiso formal para erradicar del gobierno a la oligarquía criolla. Por tal motivo, los tránsfugas no comprenden que volvemos a los tiempos de esa oligarquía, donde ellos mismos, con el pasar del tiempo, también serán discriminados y olvidados.

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Artículo publicado el 25 de julio de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Diógenes Cedeño Cenci, el patriota

La opinión de….

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David Acosta

Sensiblemente consternado por la muerte de mi amigo Diógenes Cedeño Cenci, dejo constancia escrita de esa pérdida irreparable para la nación panameña por sus dotes de hombre equilibrado y justo, que dirigió nuestra primera casa de estudio superior, llevándola por el sendero democrático con la derogación del Decreto 144 y una prosperidad envidiable de su gestión.

Deseo expresar su patriotismo sostenido desde las aulas institutoras, cuando fue rechazado el Convenio Filós Hines, cuyo texto permitía la continuación de bases militares norteamericanas en los sitios más estratégicos de nuestro país. Diógenes, junto con toda la muchachada institutora, logró una de las batallas más gloriosas de la soberanía nacional. Decía Diógenes en el prólogo de mi libro «Influencia decisiva de la opinión pública en el rechazo del Convenio Filós-Hines de 1947»: «En la fecha aludida, determinó que se plasmara de una vez por todas, en la conciencia de los panameños, el hecho cierto de que sí éramos capaces de mantener la bandera de nuestra dignidad nacional, ante la nación que nos impuso el leonino tratado de 1903 y añadió a nuestro país el caso insólito de crearle una «quinta frontera». Finalizó con un poema inédito de él y parte de su testimonio: «Nido de Águilas, gloria panameña ya tu fama se extiende por doquier; eres orgullo de mi patria istmeña, eres el pueblo, antorcha del saber». «Nido de Águilas eres tú el primero, ofendida la patria en protestar y es que quieres, con grito justiciero, nuestros lares, hacerlos respetar». Y sigue:

«Quiero dejar constancia aquí que fuiste tú quien en la asamblea general que se celebró en el Aula Máxima del Instituto Nacional, planteó en forma muy enérgica y patriótica, que cuál iba a ser la posición de nosotros los institutores, frente a la posibilidad de la ratificación del Convenio Filós-Hines, mediante el cual se entregaban, en arrendamiento parte de las 136 bases militares, distribuidas por todo el istmo, a los Estados Unidos de Norteamérica.

Fue, pues, el 12 de diciembre, cuando aproximadamente a las 3:00 de la tarde salimos en manifestación hacia la Presidencia, para protestar por dicho Convenio.

El encuentro más violento con la Policía Nacional se dio en la Plaza de Santa Ana, en donde nos esperaba la caballería. Me llamó mucho la atención que por primera vez en Panamá, estos utilizaran contra nosotros, los estudiantes, gases lacrimógenos, lo cual nos sorprendió, pues no estábamos acostumbrados a esta clase de represión. Surgió en Santa Ana y Catedral la gran batalla campal con la Policía Nacional, en la cual se confundieron sablazos, pedradas, llantos y arengas. Allí fue donde cayeron heridos Sabastían Tapia y muchos otros compañeros».

Luego de esa vida patriótica y docente, Gustavo García De Paredes lo despidió con la Ley Faúndes y jamás lo reintegró, a pesar de su derogación.

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Artículo publicado el  11 de julio de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El Golazo del terror

La opinión de…

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David Acosta


Cuando todo Panamá y el mundo se preparaban para observar el magnífico evento deportivo de Sudáfrica, el presidente Ricardo Martinelli mete un gol de medio campo con la aprobación de la «ley langosta» o «ley camarón».

Llamada así por el pueblo, en virtud de todo un sancocho de reformas al Código de Trabajo, relacionado con el derecho a huelga que tienen los trabajadores de la República, a fin de mejorar su estándar de vida, que es un derecho universal e histórico que se inició con la masacre de obreros de Chicago, Estados Unidos, en su lucha por las ocho horas diarias de trabajo y que el mundo civilizado respeta y pondera como una garantía inalienable de la clase trabajadora.

No sólo modifica esta ley impopular, sino que la misma autoriza al Ejecutivo meter sus manos en el medio ambiente, permitir la explotación minera en toda la nación, como Cerro Colorado, en Chiriquí, que tiene ya acuerdos bien avanzados en este sentido, lo cual convertirá la zona de Tolé y Tabasará en una ruina ecológica, dañina para todos los animales y los seres humanos. Por otra parte, en esa misma línea, queda el gobierno también en libertad para abrir el Tapón del Darién, mediante una carretera que unirá a Panamá con toda Suramérica.

Con esta decisión macabra se incrementará más la violencia criminal en Panamá y la zona forestal del Darién, amparada por disposiciones mundiales como un pulmón de la Humanidad, quedará en ruinas. Por aire o tierra llegan a nuestro país los sicarios colombianos a cumplir misiones de masacre de niños, jóvenes y adultos. Si hoy actúan así, cómo será con una carretera abierta… No se aguantará la inmensa ola de terror y asesinato.

El Canal de Panamá opera con agua dulce que llega del lago Gatún, por medio del río Chagres y todos sus afluentes, esto será mermado por la deforestación, constituyendo a futuro, un peligro para la vía acuática que es nuestro principal recurso.

El poder acumulado por el señor Presidente de la República; Ejecutivo, Judicial y Legislativo, es total y se requiere una unidad de todas las fuerzas vivas del país con el propósito de vigilar y accionar un control al exceso gubernamental en todos los niveles, realizado por el gobierno de turno.

Noriega es un niño de pecho, comparado con las acciones inconsultas de Martinelli.   Recuerdo que una vez el general Omar Torrijos, con el Código Laboral en la mano, dijo a miles de obreros de las bananeras, en Puerto Armuelles: «Tomen este Código de Trabajo y defiéndanlo, porque bien pendejos son si se los dejan quitar».

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Artículo publicado el 19 de junio de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La campaña del rector García de Paredes

La opinión de

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DAVID ACOSTA

De acuerdo con diferentes comentarios publicados y verbales, el actual rector de la Universidad de Panamá piensa reelegirse, aunque el secretario general, Miguel Ángel Candanedo, manifiesta que todos son «chismes»; pero si fuera verdad lo que se dice, entonces, sería aconsejable que el rector Paredes reflexionara y reintegrara a sus puestos de trabajo a los catedráticos: Diógenes Cedeño Cenci, Edwin Molina, Eduardo Chanpertier, Marco Aguilera, Laurentino Gudiño, Fermín Castañeda, Carlos Vas y tantos otros que Gustavo despidió de sus labores docentes para cumplir con la ley del terror llamaba «Ley Faúndes».

Por otra parte, reconocer los salarios caídos de dos distinguido catedráticos: Moisés Chong Marín y Diógenes Arosemena, quienes también fueron cesados por el referido rector.   Los profesores aludidos ya tienen ganada una demanda en la Defensoría del Pueblo. Ese tribunal ordenó al rector Gustavo, la reintegración de dichos catedráticos, basados en la derogación de la Ley Faúndes por la Asamblea Nacional, mediante la Ley 40.

En otra línea, hace tiempo que los profesores afectados demandaron con el Dr. Ricardo Franco Aguilar, al rector García de Paredes en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, establecida en Washington D.C, y el Dr. Santiago A. Canton, secretario ejecutivo de ese organismo, le dirigió una misiva al profesor Edwin Molina, uno de los afectados, que transcribimos seguidamente: «Tengo el agrado de dirigirme a usted en nombre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el objeto de acusar recibo a su atenta comunicación de 10 de septiembre de 2009, en la cual suministra información de Edwin Molina Jaén y otros en Panamá.

Al respecto, cumplo en comunicarle que dicha información ha sido enviada al gobierno y se le ha solicitado las correspondientes observaciones con el plazo de un mes contado desde la fecha de la transmisión de la presente comunicación». También es censurable que la doctora Susana Richa de Torrijos, distinguida educadora y proponente de la derogatoria de la Ley Faúndes en la Asamblea Nacional no haya sido aún reintegrada a sus labores docentes en la Universidad Panamá.

Yo creo que el buen amigo Dr. Gustavo García de Paredes, debe reflexionar y hacer justicia a los mencionados maestros de la cultura, porque sería un gran aval para su candidatura. Tarde o temprano habrá un desenlace sobre la situación económica y malestar físico de estos seres que le han dado prestigio a nuestra primera casa de estudios. Lo contrario, como en otros casos de violaciones humanas, el Estado sería otra vez condenado a pagar las fallas del señor rector de la Universidad de Panamá.

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Artículo publicado el 24 de abril de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Seguro Social no paga cuotas

La opinión de….

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DAVID ACOSTA

Distinguidos profesores de la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), jubilados y pensionados, vienen reclamando hace años las cuotas extras que están pagando a a la Caja del Seguro Social( CSS), de las cuales no reciben ningún reconocimiento ni provecho personal.   Muchos de ellos están dispuestos a retirarse de las aulas docentes si reciben como compensación las cuotas pagadas o el cambio de jubilación por la de la UNACHI.

Para tal efecto, un grupo de catedráticos afectados entregaron al H.D. Rogelio Baruco una carta sustanciosa de los hechos que transcribimos de inmediato:

1. «Laboramos como profesores en la Universidad Autónoma de Chiriquí.

2. Somos jubilados y pensionados por la Caja de Seguro Social. Las jubilaciones y pensiones que tenemos corresponden a otras dependencias del Estado, que no es la UNACHI, y actualmente nos encontramos pagando cuotas extras que son descontadas de nuestros salarios que ganamos quincenalmente en la institución.

3. Muchos de nosotros tenemos más de 20 años cotizando esas cuotas extras, sin ningún provecho personal, ya que ellas llegan al fondo común de la caja y son utilizadas para otros menesteres que no hemos autorizado.

4. Hace años hemos realizado reuniones con los directores de la Caja de Seguro Social y sus juntas directivas para exponerles el problema de esas cuotas extras, sin ningún resultado, que podrían servir para mejorar nuestras jubilaciones y pensiones cambiándolas por las que paga la Universidad Autónoma de Chiriquí a sus profesores o la devolución de todas esas cuotas extras a las que tenemos derecho los afectados.

5. Según nota de 20 de enero de 2003, dirigida por el profesor Juan Jované, director general de la Caja de Seguro Social en ese entonces, las cuotas extras que estamos pagando a esa institución son legales. En respuesta a esa nota.

6. Le enviamos nota aparecida en el Panamá América del 22 de febrero de 2008, en la que explica que los jubilados y pensionados pueden seguir laborando. (Artículo 2 de la Ley 40). Adjuntamos nota del 3 de marzo de 2009, dirigida al diputado Raúl Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, expresando nuestro sentir sobre la modificación de nuestras jubilaciones y pensiones con la suma de B/.2,500.00, tal como se viene pagando en la Universidad de Panamá y en la UNACHI.

7. También adjuntamos copia de la nota dirigida al presidente de la República, Ricardo Martinelli, solicitando una adenda legislativa que incremente nuestras jubilaciones a B/.2,500.00, tal como lo establecen las universidades estatales.

8.Finalmente diputado Baruco, en base a los derechos humanos y legales que nos protegen, esperamos su intervención valiente para conseguir se nos haga justicia.

12. ¡Tiene usted la palabra señor director!

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Este artículo se publicó el 11 de abril de 2010  en el diario El Siglo,  a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

La patria no se vende.

La opinión de….

David Acosta

Hace 46 años, 9 de enero de 1964, el imperio norteamericano tiñó de sangre las calles de Panamá, mediante una agresión cruel, inhumana, motivada simplemente por la insistencia de los panameños en izar el Pabellón Nacional en la antigua Zona del Canal… son los aguiluchos del legendario Instituto Nacional, quienes en un bello gesto de soberanía marcharon a la antigua Escuela de Balboa, donde estudiaban los zonians para poner en alto la bandera tricolor; caminaron sin armas de ninguna clase, sólo con el corazón en las manos y en la mente la patria amada.

Fueron recibidos por una multitud enardecida de estudiantes y adultos zonians, que mostraban en sus rostros odio y venganza contra los panameños, que reclamaban los derechos soberanos de Panamá. Los estudiantes maltratados por la jauría hitleriana fueron perseguidos a punta de balas y piedras lanzadas por los gringos hasta el Instituto Nacional, cuna de la rebeldía nacionalista y escudo del pabellón nacional. Sin embargo, los zonians dirigidos por el sargento norteamericano, Carlton Bell, se oponía rotundamente a que el emblema de los panameños se izara, constituyendo un fuerte movimiento antinacional… fue entonces, cuando el gobernador zoneita, Robert Fleming, ordenó que sí se izara y se cumpliera con lo pactado entre Estados Unidos y Panamá, Fleming cobardemente salió en estampida para Estados Unidos y dejó prendida la confrontación entre panameños y gringos que se inició en la Escuela de Balboa.

Por otra parte, al conocerse las vejaciones y atropellos contra los institutores, el pueblo panameño en masa se dirigió a la avenida 4 de Julio, hoy avenida de los Mártires, donde se escenificó una batalla campal entre panameños y norteamericanos, tocándole la peor parte a los nacionales con 22 muertos y más de 500 heridos.

Finalmente, debemos destacar el patriotismo del ex presidente Roberto F. Chiari, quien conmovido y apesadumbrado por tantas muertes de estudiantes, niños, hombres, mujeres y ancianos, rompió indignado las relaciones con USA. También, es digno de mencionar al canciller de la época, Dr. Galileo Solís, porque supo llevar a los foros internacionales la denuncia de la matanza de 1964.

Decía el general O»meara, minimizando la agresión, al manifestar que no se usaron armas de guerra, sino «balas para cazar patos»… ¡qué cínico y descarado!, cuando esas balas destruían totalmente los cráneos de los panameños, lo mismo que han hecho con otros pueblos del Tercer Mundo, para sorpresa de la opinión pública mundial.

La gesta del 9 de enero de 1964 y la gesta de 1947, significan la verdadera independencia del territorio istmeño. Por lo tanto, debemos permanecer en estado de alerta ante las componendas corruptas del gobierno actual por volver a bases disfrazadas de imperialismo norteamericano en Panamá.

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Artículo publicado el  2 de abril de 2010 en el diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.