Trabajo social y su razón de ser

La opinión de..

Dagmar Sánchez

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Trabajo social y su razón de ser

Hace unos cuantos años en Panamá, la profesión de trabajo social se proyectaba como algo funcional en instituciones sociales y estatales, no obstante, el incremento de las penurias ha hecho sentir y resaltar los contenidos y la justificación de dicha profesión, ubicando al profesional como punta de lanza en el abordaje de las muchas necesidades que componen la realidad nacional.

Hoy se divisa, sin gran esfuerzo, la labor que los trabajadores sociales hace para mantener el estatus de legitimidad científica, proyectando objetivamente el campo de intervención, a saber: necesidades contra recursos sociales. Es decir, por una parte, las necesidades sociales, como foco principal que justifica su trabajo; por la otra, los recursos sociales, que son los instrumentos que utilizan para el tratamiento de los demandantes. Mientras que las ciencias en las que nos apoyamos abordan por área las demandas sociales, la profesión de trabajo social, sirviéndose de sus técnicas metodológicas, hace posible un encuentro entre las otras disciplinas, trazando una vía común para evitar la deshumanización de un tratamiento unilateral.

Queda claro que, al abordar este binomio, no se contempla en la intervención un accionar reducido a la atención o prestación, ya que éste se convertiría en un mero consumo, de forma que una vez ofertada, queda agotada en sí misma. Por el contrario, el profesional de trabajo social se inserta de forma integral, canalizando las necesidades y recursos. Esta interrelación que se realiza va encaminada a brindar una alternativa de calidad de vida a los sujetos de atención; definitivamente, esta es la diferencia y la satisfacción del deber cumplido. Por ese loable trabajo, elevo una plegaria a Dios para que ilumine sus mentes, por el bienestar de los más necesitados, que constituyen la razón de ser de los llamados trabajadores y trabajadoras sociales… ¡Felicidades en su día!

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Publicado el 6 de septiembre de 2009 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde