La opinión del Defensor del Pueblo……..
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RICARDO JULIO VARGAS
Lo que viene ocurriendo en todo el país con la recolección, tratamiento y disposición final de la basura no es nada nuevo, sino más bien las consecuencias de un problema de arrastre y falta de diligencia que bien pudiera repercutir en una seria amenaza que comprometa la salud de la población e importantes impactos en el medio ambiente.
El problema ha pasado por muchos gobiernos nacionales y locales, sin que los esfuerzos hayan producido beneficios y aportado solución a esta seria y urgente necesidad de la población. Ciertamente, se han aprobado legislaciones para regular de manera eficiente el manejo de los residuos sólidos, sin embargo, no han sido suficientes por la falta de implementación o razones presupuestarias entre otros argumentos, lo que sí ha faltado es una firme voluntad de resolver el asunto con método e inteligencia.
La Ley 66 de 1947, que aprueba el Código Sanitario, establece claramente que al Departamento Nacional de Salud Pública corresponde desarrollar las actividades de higiene y política sanitaria municipal, también señala que esta responsabilidad puede delegarse en los municipios que se encuentren técnica y económicamente capacitados para ello. Entre las actividades sanitarias está la obligación de recolectar y tratar la basura, residuos y desperdicios, pero es un hecho notorio que el modelo “ municipal ” carece —por regla general— del interés y la capacidad financiera y técnica para encontrar soluciones definitivas.
En 1996 se creó la Red Nacional de Residuos Sólidos, pero la misma no opera desde hace más de diez años, y más recientemente se aprobó el Plan Nacional y se adoptó una Política Nacional para el manejo integral de los residuos sólidos, sin embargo, ninguna de las dos iniciativas han dado resultados concretos.
En el 2005, el Ministerio de Salud instó a los municipios de Arraiján, David, Panamá y San Miguelito a cumplir con las disposiciones vigentes en materia de aseo urbano y domiciliario, incluyendo la recolección de la basura, pero la situación lejos de resolverse se agrava, tal como se observa en municipios importantes, como los de Coclé, Colón, Veraguas, Herrera y Los Santos.
Desde entonces, distintas instituciones participan en la elaboración del anteproyecto que busca dictar el Marco Regulatorio e Institucional de los Residuos Sólidos No Peligrosos, pero a la fecha este tema continúa en discusión. Hace falta decisión política.
El inadecuado manejo de los residuos sólidos en Panamá, constituye hoy uno de los problemas ambientales y sanitarios más serios con graves amenazas a la salud de la población y al ambiente.
Históricamente se ha mencionado la falta de carros recolectores de basura como la causa principal de la problemática; no obstante, es nuestra opinión que para lograr una solución integral al problema de la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos, se requiere más que la pretentada adquisición de los mismos, que no se desconoce su importante necesidad. Además de ello, es necesaria la adopción de medidas urgentes enfocadas en una Gestión Integral de los Residuos Sólidos.
Es indispensable, entonces, que las instituciones involucradas en el tema revisen y unifiquen criterios técnicos y legales sobre lo que debe ser la implementación de las regulaciones sanitarias y ambientales vigentes.
Es por ello que, como defensor del Pueblo, exhorto y reitero el llamado enérgico a las autoridades para que a la brevedad posible se implemente de manera eficiente y eficaz la Política Nacional de Gestión Integral de Residuos No Peligrosos y Peligrosos; al tiempo que consideramos imprescindible la adopción de un plan piloto en municipalidades de mayor vulnerabilidad para fortalecer la capacidad de gestión de las mismas.
Por otro lado, las medidas de solución deben ir de la mano de un sistema educativo eficaz que garantice la colaboración de la ciudadanía, pero lo más importante es que genere un cambio real en las costumbres del ciudadano, porque es vital erradicar la costumbre de la población de deshacerse de los desechos, como en muchas comunidades se practica. En fin, se debe erradicar la proliferación de los llamados “ pataconcitos ” o botaderos a cielo abierto.
En síntesis, el manejo de los desechos debe ir más allá de la eliminación, debe procurar resolver la causa fundamental del problema” y estar enfocada en la conservación y protección de nuestros recursos naturales o ambiente y por ende en la salud de la población.
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Publicado el 1 de febrero de 2010 en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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