A la memoria de Gilma Noriega de Jurado

La opinión del Periodista….

 

 

MARIO ALBERTO MARISCAL
marperiodista2003@yahoo.com

Eldía de ayer (lunes) me tomó por sorpresa la partida hacia el infinito de una gran mujer, Gilma Noriega de Jurado.

Quien dejó un legado al país y, sobre todo, a nuestra juventud.

Debemos recordar a doña Gilma como patriota y luchadora por la defensa de nuestros derechos en la antigua Zona del Canal, además de su humanismo y solidaridad social, que impuso al frente de todos los puestos públicos que ocupó.

Fue miembro fundador de la gloriosa Federación de Estudiantes de Panamá, y el Frente Patriótico de la Juventud, que lideraron jornadas históricas en defensa de nuestra nacionalidad y derechos ciudadanos.

Posteriormente ocupó diferentes puestos públicos, en los que sobresalieron sus dotes de dirigente y administradora, nos referimos a su gestión frente de la Dirección General de Desarrollo Comunitario (DIGEDECOM), en donde desarrolló una labor de excelencia, ayudó a resolver los problemas de miles de personas de escasos recursos, sectores indígenas y campesinos que se beneficiaron de este programa.

Su administración de la Alcaldía de Panamá, ganada por elecciones populares, fue extraordinaria, pues puso los fondos municipales al servicio de la Comuna Capitalina y, por ende, sus programas de desarrollo social fueron de un gran impacto, pues, los dineros municipales llegaron a los sectores más humildes y necesitados de nuestra ciudad capital y sobre todo a los barrios marginados y de extrema pobreza.

Gilma Noriega de Jurado supo poner en práctica sus ideales políticos en esta gestión, que fue una bendición para los residentes de los viejos caserones y de los lugares apartados, como Pacora, Tocumen y San Martín, los cuales están poblados en su mayoría por personas que vienen del campo, y para ellos también doña Gilma tuvo soluciones.

Para finalizar, deseo expresar que esta gran mujer supo crear obras literarias y escritas que enriquecen las letras de este país, por lo que estará siempre con nosotros cada vez que leamos un párrafo, una obra o un escrito suyo, sus mensajes sus ideales y su humanismo estarán presentes.

Solo me resta decir adiós doña Gilma, que el Dios Todopoderoso la acoja en su seno y lleve a disfrutar de las glorias celestiales.

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<> Este artículo se publicó el 29 de octubre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.