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La opinión del Locutor Radial, Politólogo y Abogado…
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La ex embajadora de Estados Unidos en Panamá, Bárbara Stephenson, al escribir sus percepciones, no sé si habrá considerado que de no ser ciertas, tipifican perfectamente el delito de vulneración a la estima y consideración que se tiene de una determinada persona, es decir, injuria, por cuanto señalar que una persona es: ‘sospechoso de vínculos con traficantes de drogas’ plantea de por sí una lesión, menoscabó directo a la imagen de la persona a quien se imputa o dirige dicho señalamiento.
Ahora bien, una sospecha, es una creencia o suposición hecha a partir de conjeturas, y una conjetura a su vez es un juicio u opinión que se deduce de indicios, sospechas o síntomas.
La Corte Suprema de Justicia en jurisprudencia y citando a un maestro del derecho patrio sostiene que: ‘1.El indicio es un hecho que señala la existencia de otro. El indicio viene a ser así la huella, vestigio, señal, traza, o circunstancia que pueda conducir o coadyuvar al conocimiento de determinado hecho. En el derecho angloamericano se le conoce como ‘prueba circunstancial’. Este mismo ministro es señalado en otras publicaciones de estar presuntamente vinculado a tráfico de armas en Colombia; estas inculpaciones deben constituirse en circunstancias justificativas contundentes para abrir las investigaciones sumarias respectivas de oficio por parte de la Procuraduría General de la Nación a fin de investigar el posible delito, y de no encontrarse mérito legal suficiente concluir con una solicitud de sobreseimiento definitivo a favor de quien es imputado.
Le toca a este gobierno del supuesto cambio dar explicaciones, pero quiero recordarles lo que también expresa la Corte Suprema de Justicia en relación a la buena, mala o contradictoria justificación de los hechos que rodean al incriminado, expone: ‘Por otro lado, en fallo de 26 de marzo de 1998 se indicó que: ‘según lo expresa la doctrina jurisprudencial: si el imputado’ da una explicación plausible, hace caer el indicio. Por el contrario, si da una explicación mala o contradictoria, refuerza el indicio permitiendo atribuir un sentido desfavorable al hecho sospechoso (Registro Judicial Marzo de 1998, pág. 323).’.
Este gobierno y sus representantes han equivocado el método argumentativo para enfrentar las situaciones, el ad hominem o método de vilipendiar o desmeritar a quien emite o afirma una opinión o circunstancia, sin desmeritar el contenido de la misma, crea una fuerte precepción probatoria indiciaria contra quienes se esgrimen como auto defensores del cambio y sus miembros.
Este artículo se publicó el 2 de febrero de 2011 en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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