Lectura y aprendizaje

Lectura y aprendizaje


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Lourdes Silva de Martinez

Información precisa sobre la conducta lectora de los panameños aún no la tenemos. No obstante, la realidad circundante nos muestra que se lee y se escribe más que uno o dos lustros atrás.

Se lee literatura, bien sea novela, cuento o poesía. Textos informativos de periódicos y revistas, libros de interés profesional, textos de contenido religioso y autoayuda, forman parte del repertorio de soportes textuales que el panameño suele leer.

Se ha organizado un sinnúmero de agrupaciones de lectores voluntarios quienes por consenso se reúnen regularmente en comunidades lectoras para hacer de la lectura dialogada y comentada una práctica social relevante y significativa, elementos importantes en la motivación a la lectura.

La creación de Círculos de Lectores y la dinámica actividad que estos realizan han permeado el sistema educativo nacional. Actualmente encontramos comunidades estudiantiles en las cuales niños de edad preescolar, alumnos de primaria, secundaria y universidad comparten gustosamente el placer de la lectura de obras literarias de géneros diversos.

Lectores infantiles y jóvenes convergen en tiempo y espacio para expresarse libremente y con respeto, para escuchar opiniones e ideas diversas con interés y tolerancia en torno al texto leído.

Aprenden a comunicarse, a interactuar socialmente con altura, haciendo uso de las artes del lenguaje para opinar, reflexionar en voz alta, argumentar, conocer interpretaciones insospechadas de un texto y hacervinculaciones propias a la realidad circundante para leer la actualidad.

De estas reuniones deriva la producción de textos y creaciones artísticas variadas por parte de los integrantes de los mismos. Estas comunidades lectoras trascienden su propósito original, constituyéndose, por la acción propia de su desempeño, en comunidades de aprendizaje en virtud del encantamiento que la lectura, bajo una modalidad sencilla, abierta, flexible y democrática produce, invitando así a los lectores a entrar en ellas, a participar y a permanecer para siempre en el maravilloso y seductor mundo de las prácticas letradas, ante una oportunidad que inspira y da lugar a una manifestación necesaria para el ser humano como es la expresión de las facultades del pensamiento y del lenguaje.

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Publicado el 8 de agosto de 2009 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.