TPC, propiedad intelectual y economía

La opinión de…..

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Marcos Polanco Martínez

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TPC, propiedad intelectual y economía

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En medio de los esfuerzos por salir de la crisis financiera mundial, en Panamá se aprobó una reforma fiscal propuesta por el Gobierno.

En ese marco económico, debemos plantearnos cómo el Estado puede potenciar nuestras fortalezas para que sostenidamente brinden un soporte económico a nuestras políticas.

Está probado que las economías que invierten en la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+I) son las que presentan envidiables niveles de crecimiento. En este punto podríamos preguntar por qué las mayores potencias económicas protegen el producto de la innovación de sus ciudadanos.

En ese sentido, Estados Unidos a través de sus tratados de libre comercio (TPC) ha logrado incluir capítulos de propiedad intelectual (PI) y obligaciones específicas en materia de derecho de autor y propiedad industrial.  Aparte de si esto es bueno o malo para países como el nuestro, el punto es que esto lo hacen por lo que significa para su economía en materia de investigación, innovación, generación de empleos, desarrollo e impuestos para el fisco.

La administración Obama en materia de comercio exterior considera que la protección de la PI es fundamental y busca “proteger la innovación y creatividad estadounidense mediante la negociación y aplicación de una fuerte y efectiva protección de la propiedad intelectual”.

Según esas prioridades, el TPC con Panamá será abordado “pronta, pero responsablemente”. Debemos trabajar para que, proporciones guardadas, incentivemos y desarrollemos la innovación y creatividad de los panameños. Los beneficios podrían impulsar nuestra economía a niveles importantes y ahorrarnos reformas coyunturales.

Veamos estos datos: en el caso de las industrias basadas en el derecho de autor, estas representan el 5.7% del PIB de Singapur, el 5.38% en Canadá y el 12% en EU.   De las seis industrias estadounidenses en ventas al exterior, las protegidas por el derecho de autor están por encima de la automotriz, química e incluso de la agrícola.

La PI genera riqueza y eso la convierte en un área estratégica de la economía estadounidense.   La PI puede tener un impacto positivo en los distintos sectores de la economía.

El TPC puede ser una oportunidad y no una obligación, eso depende de nosotros. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación imponen retos en materia de protección de la creatividad.

El TPC puede ayudarnos a mejorar nuestra legislación, incluyendo formas avanzadas de protección propias de la era digital.

Es necesario el desarrollo de una estrategia nacional de PI que incluya más que una reingeniería institucional. La ecuación que integran la ley, los derechos que esta reconoce y las medidas para su adecuada observancia, pueden tener un efecto provechoso para nuestra economía.

Al crear las condiciones y los incentivos correspondientes la PI podrá ser para nosotros un verdadero motor de desarrollo.

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Publicado el 19 de octubre de 2009 en el diario LA PRENSA, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.