Los orígenes de la delincuencia

La opinión de…

 

Mauro Zúñiga Araúz

El Gobierno Nacional dice estar preocupado por el aumento de la delincuencia y, para tratar de calmar la angustia ciudadana, ha orientado su mirada hacia la ley y hacia las cárceles. Con las modificaciones a la ley ha aumentado las penas y disminuido la edad para aplicar las sanciones.   Con aumentar el número de cárceles persigue recluir a un número mayor de personas. Atendiendo estos dos parámetros, el Gobierno piensa dar solución al conflicto que tiene atemorizado al país.   Con esta política se cae en un reduccionismo que choca con la inteligencia.

A propósito de Mulino, le tengo dos buenas noticias. Vamos a iniciar una colecta de dignidades. Creo que en muy poco tiempo recogeremos la mitad de una, suficiente para que la utilice el tiempo que toma escribir una firma sobre la carta de renuncia.   La segunda: muchos empresarios me preguntan si el problema es económico; de ser ese, ellos le pueden subvencionar hasta la jubilación, porque me dicen que no puede haber una mente racional que entienda por qué este sujeto no se ha ido para su casa.

El feto desde los siete meses de gestación percibe los estímulos del mundo exterior.   Si vive en un entorno hostil a esa temprana edad, las redes de cableado eléctrico que conectan las neuronas se van marcando con señales negativas, y si ese ambiente se mantiene durante la infancia y la adolescencia, se va a formar un adulto con trastornos cognitivos, de memoria y de comportamiento. Un niño que vive en un ambiente agresivo, y por tanto maltratado, al menos psicológicamente, produce continuamente las hormonas del estrés, entre las que el cortisol ocupa el primer lugar.

Pero aparte del maltrato psicológico, los ambientes agresivos son proclives para el maltrato físico y sexual, y para el peor de ellos:   el abandono o la negligencia, que es el que menos se describe.    El aumento constante del cortisol afecta una región del cerebro que es rica en receptores para esa hormona, como es el hipocampo.  Las lesiones en esa área del cerebro producen un incremento de la agresividad y la disminución en la consolidación de la memoria. La pobreza en sí no está categorizada como causal de maltrato infantil, pero los problemas que acarrea como la frustración y la angustia sí son desencadenantes de conductas agresivas. Además, la pobreza en una madre gestante, disminuye las reservas de grasa del recién nacido, quien con una dieta carente de nutrientes óptimos se convertirá en un niño con déficit de conocimientos y alteraciones de conducta.

En nuestro país, el índice de Ginni que mide la distribución de la riqueza no ha mejorado en los últimos 30 años. A pesar de que la pobreza y exclusión social son inherentes al modelo neoliberal, si no tuviéramos un gobierno con voraz apetito por el dinero y poder, se podrían diseñar políticas públicas destinadas a crear entornos enriquecidos para el buen desarrollo físico y emocional de nuestra juventud.   Pero esta idea en un hombre que piensa con el bolsillo no es viable. Le propuse al ministro de Salud que hiciéramos un pacto ético por la salud, (La Prensa, 12/1/2011), pero en vez de hacer la convocatoria se fue a la televisión a decir que el gobierno de Ricardo Martinelli era el único en el mundo que hacia prevención construyendo hospitales.   Franklin, esas son incoherencias.

Otra causal de delincuencia es el consumo del alcohol.   El alcohol inhibe la corteza prefrontal del cerebro, la encargada de hacer los juicios de valor y de frenar los impulsos agresivos. En Panamá vivimos la cultura del alcohol.   No falta en ningún evento social. Aparte de su efecto deletéreo e irreversible en el sistema nervioso, su consumo agudo predispone a la violencia.   El Gobierno tiene la iniciativa de eliminar toda publicidad que promueva este agente tóxico, tal como se ha hecho con el tabaco. Sería bueno que el vice dé el ejemplo con sus licores.

Otras fábricas de delincuentes son las cárceles. Muchas veces se envía a la cárcel a un trasgresor de la ley por un delito trivial y allá se mezcla con los profesionales del crimen por un tiempo lo suficientemente grande (por la lentitud del proceso) para que se aprenda los oscuros e intrincados caminos de la mafia.

En esa escuela del delito confluyen todos. Entra un transgresor y sale un delincuente, con el agravante de que este delincuente, en muchas ocasiones, se incorpora como parte de la ilegitimidad del poder: soplones, grupos paramilitares, infiltrados en manifestaciones y protestas populares, etc.   Parece que el poder necesita de las cárceles para que le provea de individuos para hacer el trabajo que a los uniformados les está prohibido. Aunque, con la consolidación del fascismo y la nueva ley de la Policía, ya los agentes de protección ciudadana tienen licencia para matar.  Lo ocurrido en el centro de menores el pasado 9 de enero es el mejor testimonio de mis palabras.

Miembros de la asamblea de la sociedad civil visitaron las cárceles de menores.   Los videos y las fotografías son dantescas. El término infrahumano se queda corto, porque a ningún animal se le dispensa ese trato. ¿Interés de las autoridades? Cuando enterraban al quinto quemado, el excelentísimo estaba en Davos disfrutando de la buena champaña.    Fue lo único a lo que viajó, porque en sus escasas intervenciones a los participantes se le perdían las miradas detrás de las nevadas montaña. Esquiaban.

¿Y Gustavo Pérez? Me ha dicho garganta profunda, el ministro informante, que el excelentísimo ha señalado que primero se va él que su guardaespaldas.

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Este artículo se publicó el 9 de febrero  de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Itinerario de una licitación

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

Hay en el actual Gabinete un ministro que me envía mucho de lo que yo publico en mis columnas.  Dice que eso es su forma de hacer oposición.  Lo único que me ha pedido es que diga públicamente su nombre una vez que se caiga el Gobierno.   Así lo haré. Creo que Panamá también tiene derecho a tener su “Garganta Profunda”, aquel alto funcionario de la CIA, William Mark Felt, que le filtró a la prensa las escuchas del Hotel Watergate, lo que obligó a renunciar al presidente Nixon.

Me ha enviado mucha información que ya me da pena con un colega por inundarle el cuarto de estudio. Él se ha encargado de separarla y clasificarla, pero si yo la publico toda me voy a convertir en un periodista investigativo y esa no es mi profesión ni mi interés por escribir.   He escogido al azar el itinerario de una licitación para que el lector tenga una idea de cómo se cuecen las habas.

La Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) publicó el 28 de julio de 2010 el Aviso de Convocatoria para la Concesión del Servicio de Administración Financiera del Sistema de Movilización Masivo de Pasajeros en el Área Metropolitana, Metrobus (No 2010-1-03-0-08-AV-000260).

El 24 de septiembre se recibieron las propuestas. Hubo cuatro empresas proponentes, pero para no confundirnos mencionaré sólo dos: Sonda, S.A., y Panamá Card.   La comisión evaluadora estaba integrada por el ministro Papadimitriu; el Batman del MOP, un tal Suárez, que se la pasa chateando durante los consejos de Gabinete; el ministro Roux; un representante de los usuarios, un representante de la Cámara de Comercio y otro de Apede.

Cuando se abrieron las propuestas, al ministro de la Presidencia se le luxó la mandíbula, los cachetes se derramaron por el suelo, se empapó en sudor y la piel transitaba entre el color de un limón verde y una toronja madura. La propuesta de Panamá Card fue de B/. 0.0397 por usuario y la de Sonda fue de B/0.134, la más alta.    Se apagó la luz, un ministro se enredó en la alfombra, se quebró un vaso, se sintió el ruido de una puerta, se rompió una ventana.

Papadimitriu llamó al excelentísimo; primero habló en griego y el otro gritaba porque no lo entendía; después, cuando lo entendió, gritaba más.   Lo cierto es que el 8 de octubre de 2010, la ATTT dictó la resolución 200-AL por la cual se rechazan todas las propuestas presentadas “porque existían elementos que no fueron tomados en cuenta”.   ¡Habrase visto!   El olor que despedía la licitación no era muy agradable.

El 2 de noviembre de 2010, la ATTT publicó nuevo aviso de convocatoria, pero esta vez no por usuario, sino por la totalidad del servicio (No 2010-1-03-0-08-AV-000532). El 15 de diciembre se recibieron las propuestas. Se presentaron las mismas cuatro empresas. La propuesta más baja fue la de Panamá Card por 118 millones 275 mil 124 dólares.    Sonda S.A., cotizó por 180 millones 600 mil dólares. Estamos hablando de una diferencia mayor de 60 millones de dólares. Mucha plata, amable lector.

Por arte de magia negra, característica de Noriega, los representantes de la Cámara de Comercio y Apede, cuyo sello es garantía de seriedad, no fueron convocados en esta segunda comisión.    ¿Las causas?   A mí, bien, ¿y a ti? Pues bien, la Comisión Evaluadora escogió a la empresa Sonda, S.A.     En el curso de una licitación a otra ocurrieron algunas cositas que es bueno que se sepa.    Se solicitó lo que se llama subsanación de propuestas.    Según Papadimitriu, esta se hizo a las 11:37 a.m. del 24 de diciembre.

Recordemos que las oficinas públicas ese día laboraban hasta las 12:00 m.d.   Sin embargo, Garganta Profunda me envió copia del email que el director de ATTT le envió a la representante legal de Panamá Card y dice: viernes, 24 de diciembre, 2010, 12:07 p.m.

Es decir, fuera de horario de oficina. Estoy tras un estudio hecho en Austria que dice que la mentira es contagiosa.    Los amigos del ministro me han asegurado que él nunca antes había dicho mentiras, pero el contacto directo con personas que viven de ella lo conduce a esos malos hábitos. Garganta Profunda también me dijo que esta subsanación de propuestas no se colocó en la página de Panamá Compra, lo que está al margen de la ley. (Artículo 17 de la ley 22 de 2006).

Me dice, igualmente, que Panamá Card presentó, dentro del tiempo estipulado, las 11 subsanaciones solicitadas. Para Garganta Profunda lo más grave es que la empresa Sonda S.A. presentó una oferta condicionada, a pesar de que el punto 15 del pliego de cargos señala que la entidad proponente rechazará las propuestas condicionadas.   Sonda S.A. va a vender tarjetas personalizadas a 4 dólares, tarjetas al portador por 2 dólares, impuesto de ITBM con una tasa de 7.5%, etc., lo que no beneficia ni a los usuarios ni al país. El que no tiene la tarjeta, a caminar. Pero son 60 millones.

Quiero pensar bien.   Quiero pensar que el corte de los bigotes del nuevo Procurador significa el corte de la dependencia con el excelentísimo, por lo que le solicito que inicie una investigación de oficio de esta licitación. Investigue si hubo coima. 60 millones es mucha plata. ¿Cómo se repartió la coima? ¿Cuánto le llegó al excelentísimo? ¿Cuánto al ministro de la Presidencia? Investigue si en el banco que tiene participación la empresa ganadora hay algunas acciones del excelentísimo. Tiene en sus manos una excelente oportunidad para demostrarle al país que el problema estaba en los bigotes.

Señor Ricardo Martinelli Berrocal:   Coclé no es el vertedero de la República. Nos mandó a Penonomé en un camión de basura a su primo Núñez Fábrega, como gobernador.   Eso es una falta de respeto a la memoria histórica de esa provincia paridora de personas que han fijado las huellas de nuestra nacionalidad. Allí están enterrados los restos de mi padre.

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Este artículo se publicó el 2 de febrero  de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La fábula del tiburón y las sardinas

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

El libro lo escribió el ex presidente de Guatemala, Juan José Arévalos. Trata de la relación de Estados Unidos (EU) con los países de América Latina. Lo tomo prestado para referirme a un tema puntual que está ocurriendo en nuestro país: Las vallas publicitarias.

Hay un tiburón que tiene más del 60% de ese negocio. Ese tiburón se bañó junto al Excelentísimo en la piscina flotante que éste último tiene en su yate el 1 de enero pasado en Las Perlas.   ¿De qué conversaban?   No creo que de las lunas de Júpiter. Tal vez el ex vicepresidente que estaba presente nos puede ayudar.   El satélite no pudo precisar el licor que bebían.

El artículo 4 de la Ley 11 de 2006 prohíbe la construcción de nuevas vallas publicitarias.   Esa ley ha sido reglamentada. Pero ahora surge un nuevo Batman en el escenario público: el ministro de Obras Públicas, un tal Suárez, quien el 5 de enero de este año emite una resolución de mero cumplimiento por medio de la cual ordena la eliminación inmediata de las vallas publicitarias, excepto las de los corredores Norte y Sur y de la autopista Madden-Colón. Como es ya sabido, para el Gobierno no existe la Constitución, de manera que el artículo 19, que señala que no hay fueros ni privilegios, es ignorado por el Batman del MOP.

¿Quién es el dueño de las intocables vallas? El bañista.   Las 20 sardinas, dueñas del resto de las vallas, que constituyen la UPPEX, Unión de Productores de Publicidad Exterior, salen del negocio.   Quedarán 2 mil empleados directos sin trabajo y otros 2 mil indirectos. ¿Por qué desaparecerán?   Porque el negocio se le va a dar a otra empresa, llamada Cosmo Publicidad S.A., que se encuentra registrada a la ficha 583116, documento 1205512. Esta sociedad se registró originalmente con el nombre de Bloques del Istmo.    Sus primeros dignatarios fueron Luis Enrique Martinelli, hijo del Excelentísimo, el hijo de un ministro de Estado que aún no ha renunciado y Rolando Shahani. Por supuesto que ahora aparecen nuevos dignatarios.

Como la infraestructura vial de nuestro país, incluyendo los puentes, están en perfecto estado,    el Batman tiene tiempo de sobra y se ha dado a la tarea de llamar a los clientes de las sardinas para amenazarlos con multas si no desmontan las vallas. Peor aún, las nuevas vallas tienen que ser unipolares, con un costo superior a los 30 mil dólares, en tanto que las convencionales rondaban por los 5 mil.   Solo los tiburones tienen ese dinero. Cosmo Publicidad coloca ahora los denominados mupis, mobiliario urbano para información, que se ubican en sitios concurridos, como las casetas de buses, etc.

Panamá es un país pintoresco, vistoso.   Lleno de color. Las vallas publicitarias no ofenden a nadie. Tal vez se requiera algún tipo de regulación. Ya la misma UPPEX presentó una propuesta que debería ser atendida en la Asamblea Nacional.

Si los panameños seguimos durmiendo, los tiburones nos comerán a todos. Claro que orquestados por el Excelentísimo, el tiburón mayor, quien en días pasados no solo “regañó” a sus ministros con una nota pública recordándoles que el dueño y señor absoluto de Panamá era él, sino amoratándoles el trasero con sendas patadas de botas de cuero, porque ya botó las zapatillas del pueblo. Lo triste es que los ministros, mientras recibían los golpes, gritaban:   “Más duro, Excelentísimo, más duro”. Me dice el personal del Palacio de las Garzas que el más escandaloso era Mulino.

Le quiero dar otro consejo gratuito. La próxima vez que salga en la televisión, solicítele al Inac que le haga el favor de contratar a un buen director de teatro, porque la cara de conmiseración que se esforzó en presentar, al expresar sus sentimientos por los asesinatos de los menores, no convenció a nadie.    También puede, a través de alguno de sus ministros del Opus Dei, que le presten una sotana. El mensaje es más auténtico y la gente puede pensar que ya tomó la decisión de empezar a apartarse del becerro de oro y acercarse a Dios.

Ahora bien, no me quedó claro cuando dijo que a los asesinos les “caerá todo el peso de la ley”.   ¿Se refiere a la misma ley que se les aplicó a los asesinos de los indígenas de Bocas?,   porque no hay un solo detenido. ¿O será la ley que inmuniza a los policías?   La que establece que cuando matan a alguien no se les detenga, sino que se les envíe a jugar dominó y que pueden circular libremente dentro y fuera del país.     Tome el consejo de la sotana, así si no dice más mentiras puede participar en la liturgia del Viernes Santo, aunque sea de monaguillo.

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Este artículo se publicó el 26  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Hacia un pacto ético de salud

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La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

He escuchado a las autoridades, tanto del Ministerio de Salud como de la Caja de Seguro Social informar que se construirán nuevos hospitales, porque la demanda supera la oferta. Actuar así es mantener el círculo vicioso: más pacientes, más hospitales, más hospitales, más recursos empleados en terapia, más pacientes.

No lo vamos a romper creando más hospitales, sino orientando nuestros esfuerzos hacia programa de desarrollo humano sostenible, con promoción de la salud, prevención de la enfermedad y la atención precoz, eficiente y eficaz de los pacientes. He ofrecido mis puntos de vista en innumerables escritos y he tenido la oportunidad de debatir sobre el tema con especialistas de otras regiones. Hay un común denominador: eliminar las inequidades sociales y reforzar la atención primaria.

La presencia de un paciente en un centro de salud o una policlínica es indicativo de que algo estuvo mal.   El nuevo paradigma de la medicina se está dirigiendo hacia lo social: incluir nuestras relaciones sociales como parte de la fisiología humana. En un país con una situación socioeconómica equitativa y estable y en donde las causas de estrés sean reducidas, las tasas de morbilidad serán bajas. La gente se enfermará menos, se morirá a edades más tardías y conservará una buena calidad de vida. Esto significa que el esfuerzo de toda política gubernamental ha de dirigirse hacia el mejoramiento de la situación socioeconómica de la población.

Ese debe ser el punto de partida, o si se quiere, el objetivo fundamental de toda política de Estado. Los gobiernos no deben contentarse con el crecimiento económico sino en hacer un círculo virtuoso entre el crecimiento económico y el desarrollo humano sostenible. Un crecimiento económico que se distribuya entre toda la población pensando en las generaciones futuras. Es por eso que antes de que se tire la primera piedra de los hospitales, le propongo al Gobierno diseñar, en conjunto con el equipo de salud y la sociedad, un pacto ético de salud que siente, en primer lugar, las bases de un programa de desarrollo humano sostenible para lograr que los parámetros socioeconómicos de los panameños mejoren, se enfermen menos y se logre demostrar lo inútil y costosos que son esos hospitales.

En segundo lugar, mejorar toda la red de atención primaria en el país. Deberíamos cambiar la ecuación y en vez de que el paciente busque al médico en el consultorio, sea el equipo de salud el que visite a la persona en su ambiente laboral y doméstico. Es decir, apostemos por la salud y no por la enfermedad. Todos los pacientes tendrán su médico de cabecera para que atienda su enfermedad. El médico amigo que conoce bien su problema biológico, emocional y social. Pero además, tendrá un equipo técnico que le ayudará a prevenir las enfermedades, que se encargará de detectar todas las alteraciones que pueda tener una persona antes de que aparezca la enfermedad.

¿Qué sucede cuando una persona se enferma? Si es en horas laborables, acudirá a su médico de cabecera sin cita previa. Si no es en horas laborables, al cuarto de urgencia de su unidad ejecutora o de otra unidad ejecutora. Si el paciente está muy enfermo, se queda en el hospital. Si no lo está, se le comunica al equipo de salud de la unidad ejecutora a la que pertenece el paciente, para que le haga una visita domiciliar. La idea es que en los hospitales permanezcan los pacientes que requieren una monitorización continua o los postoperados de cirugías mayores. Una vez egresen del hospital, el equipo de salud los atenderá en sus casas las veces que estime necesarias.

Recordemos dos cosas: los hospitales son edificios enfermos en donde conviven gérmenes resistentes a la antibióticos y a la terapia convencional, y no hay un sitio mejor para un paciente con una enfermedad moderada o leve que su propio entorno, asistido por el equipo médico.

En tercer lugar, replantear la responsabilidad que tiene el médico y demás trabajadores de la salud en la atención personal, familiar y laboral de las personas, y en cuarto lugar, comprometernos a cambiar la cultura de la curación, enraizada en la sociedad, por la cultura de la salud. No ir de la enfermedad a la salud, como se hace en la actualidad, sino atrasar la presencia de la primera.

En resumen, un pacto ético en el que el Gobierno se comprometa a implementar un programa de desarrollo destinado a satisfacer las necesidades básicas de la población, en el que el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social refuercen la red de atención primaria, en el que el equipo de salud se comprometa a ofrecer una atención eficiente, eficaz y oportuna, y la población exija su derecho a participar en la toma de decisiones y en la fiscalización de los programas.

El Dr. Franklin Vergara conoce muy bien este plan desde que trabajó conmigo en la Amoacss, pero parece que el ejemplo de su nuevo maestro, el excelentísimo, lo está llevando por otros derroteros.    Soy consciente de que con este Gobierno hablar de un pacto ético equivale a enseñarle una cruz a Drácula.   Basta ver el trato cuasi criminal que le están dando a la crisis del agua,   en el que han dejando en el abandono a miles de familias, pero garantizando el suplemento a los grandes comercios. Lo grave es que las autoridades ya sabían que venía la crisis y no tomaron ninguna medida.   Claro que se completará la privatización del agua, enriqueciendo más a los grandes gamonales que la venden.   Pero, enseñémosle la cruz a Drácula.

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Este artículo se publicó el 12  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Penalizar la mentira y las falsas promesas

La opinión de…

 

Mauro Zúñiga Araúz

Quiero entregarles a los lectores de La Prensa el borrador conceptual de un anteproyecto de ley que voy a presentar las próximas semanas a la Asamblea Nacional, mediante el cual se penaliza la mentira y las falsas promesas hechas por los candidatos a ocupar puestos de elección.   Las penas incluyen la destitución inmediata del cargo una vez que se verifique la denuncia y cárcel de dos años no conmutables.

Este anteproyecto tiene como objetivo central el inicio y la consolidación de la moral política al evitar que personas inescrupulosas saquen provecho personal de la degradación de los partidos políticos que ha llevado a un clima de frustración y desesperanza a la población, quien, engañada por la promesa de un cambio, votó por los actuales mandatarios, dedicados al saqueo de los tesoros del Estado, al asesinato de indígenas, al espionaje telefónico a los adversarios políticos y la violación sistemática de los derechos humanos.

Para acompañar a este anteproyecto, me voy a limitar a las palabras pronunciadaspor el candidato Ricardo Martinelli Berrocal en CADE durante la campaña proselitista.

“El problema más grande que tiene la democracia panameña, es el exceso de poder presidencialista. Tenemos un Presidente que nombra y destituye a todos los funcionarios”. ¿Me puede decir algún lector a qué funcionario no ha nombrado el excelentísimo?

“Un presidente que nombra contralor”. No solo nombró a la contralora, sino que la misma es subalterna suya en el Super 99. Es su fiel e incondicional empleada.

“A mí me enseñaron en la escuela que un presidente no debe entrometerse, que había tres órganos del Estado que trabajaban en armónica colaboración”. Ningún órgano del Estado puede estornudar sin el permiso del excelentísimo. “Aquí hemos visto que todos los presidentes se meten en todos los órganos, influyen en todas las elecciones de magistrados o de la Asamblea Legislativa”.

“Aquí lo que tenemos que hacer es volcar estos poderes a la sociedad civil”. Uno de sus primeros actos fue atacarla y decir que él no iba a cogobernar con nadie. “No veo porqué el presidente no puede dar su gracia constitucional para que la sociedad civil sea la que escoja a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia…”.

“Muchos partidos aquí obedecen a personas, a intereses, o familias”. “Aquí tenemos que empezar a buscar la meritocracia y no la partidocracia”. ¿Alguien conoce algún funcionario que ha sido escogido por meritocracia?

La mentira y las falsas promesas abundan. Si la Asamblea Nacional no sanciona severamente estos graves delitos, está dando alas y legalizando el reinado de la inmoralidad.

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Este artículo se publicó el  9  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Excelentísimo, déjeme escribir

La opinión de…

 

Mauro Zúñiga Araúz

Cuando empecé a escribir una columna semanal en el diario La Prensa fue con la idea de contribuir al debate sobre las formas que nos pueden llevar a construir la democracia absoluta, debido al fracaso de las doctrinas ideológicas puestas en marcha en el siglo XX. He tenido oportunidad de hacer algunos aportes, pero las constantes metidas de pata, manos, boca, codos y… del excelentísimo me han distraído de mi objetivo central.

Le recomiendo que coloque un edicto en todas las oficinas públicas en el que se señale que queda terminante prohibido, so pena de muerte, wilkiliquiar las actividades que realiza el inquilino del Palacio de las Garzas, porque ya estoy cansado de recibir informes de todo tipo: que hace unas semanas llegó al aeropuerto de Albrook un avión privado de Argentina y cuando se acercó el personal de Aduana se encontró con el excelentísimo en estado de embriaguez y con su acostumbrado idioma soez, de las francachelas en su yate, de los espectáculos nocturnos en las discotecas, de las comisiones en las contrataciones directas y en las pocas licitaciones públicas que se realizan, que ya no atiende los asuntos de Estado (tarea que realiza el ministro de la Presidencia), que cuando le envió el chat a la embajadora de Estados Unidos exigiéndole que pinchara los teléfonos de sus adversarios políticos no hubiera podido pasar la prueba del alcoholímetro, por eso, no lo recuerda, como lo dijo en su discurso del pasado 2 de enero.

¡Por favor!, yo no soy periodista, manden esos reportes a La Prensa, al Siglo, a TVN o a Medcom; ahora que Epasa volvió a ser Ersa en una transacción que hubiera puesto a llorar a don Harmodio Arias Madrid, infatigable luchador por la libertad de expresión. Que la empresa que él construyó fuera vendida, con alegrías y vítores, a una dictadura, lanzando a los valientes periodistas a las jaulas del poder, no lo hubiera permitido jamás.

Los que apoyamos a la familia Arias, de manera incondicional, a recuperar los periódicos que le arrebataron los militares, sentimos que un líquido rojo espeso se nos derrama por la espalda.

De los cables que la embajadora Stephenson envió a su país creo necesario considerar uno que es el más grave de todos: la amenaza del excelentísimo de expulsar a la DEA de Panamá. ¿Por qué ese interés? Esto abre un abanico de posibilidades. ¿Cuál es la verdadera relación que tiene Martinelli Berrocal con su primo preso en México por narcotraficante? Dice que es la oveja negra de la familia. ¿Alguien nombra a una oveja negra como tesorero de su partido? La publicación de la fotografía del excelentísimo en varios diarios de divulgación mundial, junto a dos sátrapas vinculados al narcotráfico, tira la imagen de Panamá en la última capa de basura de Cerro Patacón.

Recojo de Ebrahim Asvat lo siguiente: “El otro asunto que no me explico, y que aparece como un injerto sobre el tema de la solicitud para pinchar teléfonos de los adversarios políticos, es la referencia a un cable hasta la fecha no divulgado que asevera que un sobrino del Presidente ayudó a contrabandear decenas de millones de dólares del narcotráfico, mensualmente, a través del principal aeropuerto de Panamá”.

¿Tendrá la Fundación Martinelli que ver con todo esto? Si no es así, le aconsejo al excelentísimo que ordene una auditoría inmediata de su fundación a una firma de contadores públicos autorizados, que no tengan ninguna comunicación con él. Le puedo recomendar algunas. Por su parte, la acusación de miembros del PRD de que un ministro está en el tráfico de armas complica la grave situación del excelentísimo.

Los otros cables confirman las sospechas que muchos teníamos. La forma de su enriquecimiento original: explotando a sus empleados, tratando despóticamente a sus proveedores, vendiendo alimentos caros. Va a las ferias de Estados Unidos, a las que los empresarios norteamericanos envían los alimentos que están a punto de vencer y los venden a un precio irrisorio. El dueño del Super 99 envía a su gente a comprar esos alimentos y aquí los vende como nuevos.

No digo que las autoridades deben investigar la veracidad de esta información que me llegó de las interioridades de ese supermercado, porque en Panamá, el excelentísimo es la única autoridad. Tal vez la FAO lo pueda hacer, aunque no sé su grado de injerencia.

La coima para el excelentísimo es una palabra que forma parte de su fisiología. Para él no existe negocio sin coima. No nos sorprende lo de la solicitud de coima a la embajadora. Si no lo complacía en los pinchazos, imaginemos que otra cosa iba a pedir. Volviendo a las divulgaciones, Asvat agrega: “no había visto una aseveración tan dura contra un presidente panameño en los diarios norteamericanos desde 1988, cuando se publicaron las acusaciones a Manuel Antonio Noriega”. ¿Existe alguna diferencia entre ambos? Sí, el uniforme.

Una vez el ministro de Desarrollo Agropecuario le advirtió a Martinelli Berrocal que le iba a cerrar su matadero en Soná, por no cumplir con las normas higiénicas. ¿Qué sucedió? El ministro recibió una llamada de Noriega diciéndole que dejara tranquilo a Martinelli Berrocal. ¿Y el matadero? Despachando carne contaminada. Esa es la clase de sujeto que tenemos como Presidente. No le voy a pedir que cambie la ruta, porque él mismo se ajustó la soga al cuello.

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Este artículo se publicó el 5  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El año 2010

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

Hay que felicitar al excelentísimo por haber logrado sus metas en menos de dos años. Esto ha sido posible por haber tenido la sabiduría de rodearse de hombres y mujeres que esconden la última gota casi invisible de su dignidad en los sitios anatómicos que es prohibido decir en público. El excelentísimo ha establecido varios récords que no podemos dejar de mencionar. En primer lugar, es el presidente constitucional que más derechos humanos ha violado. Si los mencionamos todos no me alcanza la página. La masacre de Bocas del Toro con muertos, ciegos y heridos y ningún detenido. La persecución de los periodistas y la violación de la libertad de expresión.

En segundo lugar, es el presidente constitucional que más poderes ha acaparado. Controla todos los órganos del Estado.

En tercer lugar, la percepción de corrupción que tiene su gobierno se asemeja a los días más oscuros de la dictadura militar.

En cuarto lugar, la palabra “licitación” está por borrarse del idioma oficial y el excelentísimo es el presidente que más contrataciones directas ha hecho en la historia constitucional de Panamá. Contratación directa es un término que en el idioma escueto significa “favorecer a amigos” y “favorecerse a sí mismo”.

La táctica empleada por Martinelli Berrocal es idéntica a la que utilizó al llegar a la Dirección General de la Caja de Seguro Social (CSS).   Un día, cuando yo dirigía la Asociación de Médicos y Odontólogos Afines de la Caja de Seguro Social (Amaocss), mi secretaria me dijo que un señor Martinelli quería que le diera una cita.   Así se hizo.

Yo nunca lo había visto. Me dijo que él era un hombre muy rico gracias a la generosidad de este pueblo y que quería devolverle el favor. Que consideraba que no había mejor manera de solidarizarse con la gente que dirigiendo la institución de seguridad social.   Me habló con tanta candidez que creí en sus buenas intenciones y lo apoyé.   Logré convencer no sólo al gremio, sino a algunos directivos de la CSS.

El hombre llegó al puesto y en su primera conferencia de prensa dijo que yo no trabajaba. Claro que los registros de mi desempeño hospitalario decían todo lo contrario.   Aprovechó el hecho de que hay médicos que no cumplen a cabalidad con sus horarios y generalizó el problema a todos los profesionales de la medicina. Inició una persecución sostenida con destituciones, traslados, suspensiones. Todo con un espectacular show mediático.

Pronto nos dimos cuenta de que esto era una cortina de humo para mantener a los asegurados contentos.   Veíamos diariamente los camiones del Súper 99 supliendo la cocina del Complejo Hospitalario Metropolitano.   ¿Hubo licitación? Pero lo más grave era que, paralelo a esa persecución, elaboró todo un andamiaje jurídico para apropiarse de los mil 500 millones de dólares del fondo de Invalidez, Vejez y Muerte de los asegurados y manejarlo con un par de amigos, con lazos muy laxos con la junta directiva.

Afortunadamente, nos dimos cuenta a tiempo de las intenciones de semejante atraco y lo denuncié, tanto públicamente, como en un Consejo General de Estado que se llevó a cabo justo en Soná, en la residencia veraniega de Martinelli Berrocal, el 18 de enero de 1996, al siguiente día de haber iniciado la huelga médica.

De igual manera, denuncié públicamente el proyecto privatizador de la CSS elaborado por Martinelli Berrocal bajo el título “Modernización de la Caja de Seguro Social. Una respuesta hacia el 2000”.   A este señor no le quedó otra alternativa que poner su puesto a disposición del presidente de la República, Ernesto Pérez Balladares quien, a l hacerla efectiva, liberó a los asegurados de semejante pesadilla.

Ahora, al llegar a la Presidencia, y recoger la percepción de corrupción de funcionarios del gobierno pasado, procede raudo y veloz a detener a algunos ministros. No cuestiono el procedimiento, porque considero que toda persona que comete un ilícito tiene que someterse a la rigurosidad de la justicia, pero esos encarcelamientos, acompañados de la colocación de banderas panameñas y de mazazos por aquí y por allá, fueron la cortina de humo que tiró para ir acaparando todos los órganos del Estado; algunos al margen de la ley, como el caso de la procuradora Ana Matilde Gómez, quien debe ser restituida inmediatamente, al menos que el excelentísimo renuncie por incurrir en la misma falta que se le imputó a ella.

Algo parecido ocurre en el caso de Pérez Balladares.   Se lo dije a él: si infringió la ley, hay que cumplir con sus sanciones, pero dentro del debido proceso. ¿Se está llevando a cabo el debido proceso?    No, claro que no.   Ya el excelentísimo juzgó, sancionó y condenó al ex mandatario.   No conforme con eso, arremete contra su esposa y sus hijas, convirtiendo un proceso normal en una de las más vulgares persecuciones políticas que yo recuerde.

No me sorprende que le apliquen la pena capital.   Si eso no está en la Constitución, me pueden cuestionar. ¿La conoce el excelentísimo? Me dijeron que hace poco le preguntó al ministro de la Presidencia que qué es eso de Constitución que la gente estaba hablando.   Al fiscal, elevado ahora a rango de Procurador por su debilitada columna vertebral, le recomiendo que cite al loro que está en la terraza de la residencia de Pérez Balladares desde hace varios años.   Estos animales repiten todo lo que escuchan, sin necesidad de juramento. Tal vez le pueda suministrar información valiosa. Hágalo, señor procurador, así no se queda sin su medallita o tal vez con el trofeo de dirigir el primer juicio bufo de nuestra historia.

<> Este artículo se publicó el 29 de diciembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El panóptico moderno: vigilancia total

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

El panóptico es un sistema arquitectónico ideado para que se pueda ver a la gente sin que el observador sea visto. Son sistemas ideales de vigilancia, sobre todo en los lugares en los que están confinados los reclusos o los locos, es decir, los anormales, entendiendo por tales a los que se apartan de las normas. Bajo la categoría de anormal hay toda una tipología que va desde los criminales en serie, pasando por los terroristas, hasta culminar con los individuos que pueden tener algún tipo de conducta que afecte el orden establecido, entendiendo por orden establecido, el que establecen sin nuestra participación.

Después del atentado terroristas de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, el Pentágono creó el Programa de Conocimiento Total de Información (TIA, por sus siglas en inglés) que se nutre de un concepto acuñado como “minería de datos”, que no es más que el acopio de información de todo lo referente a una persona, desde sus datos personales, sus hábitos de compra, sus amigos, su estilo de vida, sus gustos, en fin, los comportamientos de los individuos. Este sistema estaba dirigido por John Poindexter, quien estuvo implicado en el escándalo de Irán-Contra. El programa no prosperó, por la oposición de los estadounidenses. Pero la insistencia tiene sus frutos. El programa se rebautizó con el nombre de Intercambio de Información Antiterrorista Multiestatal (Matrix). Estos sistemas no están confinados a Estados Unidos, operan en casi todos los países. Quienes los han investigado nos dicen que se asemejan a los sistemas de vigilancia comunista de Rusia, China y Alemania Oriental.

El Matrix tiene como meta incorporar en 4% de la población total de EU para denunciar conductas anormales o sospechosas. Estas personas serán carteros, operarios, trabajadores sociales, empleadas domésticas, es decir, sujetos que tienen acceso a los hogares, como así mismo, bartenders o empleados ubicados en sitios frecuentados por la misma gente.   El Matrix tiene acceso a varios suplidores de datos, entre ellos uno llamado Acurint, que tiene capacidad de procesar miles de millones de registros por segundo. Los datos son acumulativos y representan una biografía completa de las personas. Mudanzas, divorcios, pleitos, discusiones, infidelidad.

La Unión de Libertades Civiles Americanas cita declaraciones del Congreso, Proyecto Piloto Matrix, 18 de agosto de 2004, Informe CRS para el Congreso, división de Policía Social Nacional, Código del Pedido RL 32536, afirma: “Matrix crea expedientes sobre los individuos a partir de las bases de datos del Gobierno y de empresas de información del sector privado que se lucran compilando archivos sobre las actividades de los estadounidenses. Entonces pone esos expedientes a disposición de las búsquedas de los agentes de la ley federales y estatales. Además, los empleados de Matrix repasan los millones de archivos a la búsqueda de anomalías que puedan ser indicativas de terrorismo u otras actividades delictivas”.

Queda claro que el terrorismo es la excusa para detectar “otras” actividades delictivas y sabemos que como tales se incluyen a las personas y los grupos que adversan las políticas gubernamentales, con lo que el vocablo terrorista, tal como lo definió en su momento el presidente Bush, son “todas aquellas personas que no están con nosotros”.

Christopher Calabrase, del Consejo del Programa de Tecnología y Libertad de la Unión de Libertades Civiles Americanas, señaló que Matrix convierte a cada estadounidense en un sospechoso. Un dato curioso: Matrix fue creada en octubre de 2001, o sea, un mes después de los atentados terroristas, por una compañía, la Seisint Corporation, de Boca de Ratón, en el estado de Florida. Su fundador, Hank Asher, había sido traficante de drogas y había pilotado multitud de vuelos de contrabando de cocaína desde Colombia a Estados Unidos.

Posterior a esta denuncia, hecha por el St. Peterburg Time, Asher trabajó en la caza de terroristas junto a su amigo Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York y consultor sobre crimen internacional. Giuliani Partners LLC es una compañía consultora de seguridad que fundó en 2002.

Madeleine Barran declaró en New Standar, el 10 de julio de 2004, lo siguiente: “el Gobierno sigue recogiendo miles de millones de registros sobre ciudadanos sin antecedentes que, en el peor de los casos, podrán usarse para desacreditar y eliminar cualquier rastro de oposición contra las políticas del Gobierno…”. Si usted se sentía un individuo con libertad de movilizarse, de reunirse, de tener amigos, de de hacer comentarios, siga haciéndolo, pero sepa que lo pueden estar vigilando.

<> Este artículo se publicó el 14 de diciembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¡Qué vergüenza!

La opinión de…


Mauro Zúñiga Araúz

Cuando el excelentísimo se presentó intempestivamente en el teletón organizado por el Club Activo 20/30 de Panamá, con una donación del Estado por 1.6 millón de dólares, solo le faltaba la capa y el salto para que la gente dijera: llegó Supermán.

Les dije a los que estaban viendo la televisión que eso era otra mentira. ¡No puede ser!, me contestó un coro. El Estado no tiene la partida para ese gasto, afirmé. Les recordé que estos pacientes fabulan, esto es, crean un mundo imaginario y viven dentro de él. El excelentísimo está convencido de que él hizo la donación y del presupuesto del próximo año saldrá el dinero, aunque algunos alumnos se queden sin escuela y pacientes sin medicina.

Les conté que Martinelli Berrocal me dijo, cuando logró su inclusión en la terna para director general de la Caja de Seguro Social –mintiéndole a raymundo y al todo el mundo–, que cuando Samuel Lewis, el presidente de Solidaridad, le contó al Presidente de la República su manejo político para lograr su inclusión en la terna, al Presidente se le aguaron los ojos de la emoción.

Tiempo más tarde, cuando conocí al Dr. Pérez Balladares, le conté la anécdota y la respuesta fue una sonora carcajada. ¡El Toro llorando por las habilidades políticas de Ricardito! Se me hacía extraño. El show mediático del excelentísimo en el teletón fue visto en todo el mundo. Tengo un amigo peruano que vive en la India que me escribió un email preguntándome si era cierto lo que sus ojos veían. ¡Qué vergüenza! Fue mi respuesta escueta.

A Martinelli Berrocal nadie lo ha autorizado para que esté regalando los dineros de los panameños a diestra y siniestra.   Ese 1.6 millón se necesita para los damnificados de las recientes inundaciones o para atender las apremiantes carencias sociales que padecen muchos panameños.

No quiero demeritar la labor que lleva a cabo el citado club cívico, pero los panameños escogieron al excelentísimo para que administrara los fondos del Estado y no para que terceras personas lo hagan, como trató de justificar la donación un miembro de su coro de arcángeles. Si no se siente capacitado para manejar las instituciones del Estado y necesita para tales efectos recurrir a las entidades no estatales, que nos los diga. Los panameños sabremos, ya curados en salud y espanto, encontrar su reemplazo.

Por otro lado, es saludable que el ministro de la Presidencia vaya explicando el significado de las reuniones “privadas” que el excelentísimo mantiene en el exterior. Primero se reunió en Honduras con el ex presidente Uribe. ¿Fue una reunión privada o una reunión secreta? Todavía no sabemos de qué se trató. Luego, se fue a Estados Unidos a otra reunión privada con empresarios norteamericanas. Tampoco sabemos los móviles de ésta. Lo que sí sabemos es que ningún funcionario puede utilizar sus horas de oficina para tratar negocios privados.

Es por eso que exigimos que se nos indique la naturaleza de esas reuniones privadas, de lo contrario nos veremos en la necesidad de colocar un reloj en el Palacio de las Garzas, para que el excelentísimo registre sus horas de llegada y de salida y así dar el ejemplo y tener la capacidad moral de exigir el cumplimiento del horario a todos los funcionarios del país.

Quiero aprovechar este espacio para denunciar las triquiñuelas que están llevando a cabo el director general y el asesor legal de Pandeportes con la tesorera de lo que queda de Federación Panameña de Natación, que aspira a la presidencia de esa federación. Han creado una liga bruja en Coclé, con un club nominal que no tiene atletas competitivos y otro tanto ocurrió en Veraguas con la creación de otro club brujo y una liga amañada.

Elevaron a categoría de liga distritorial a dos clubes, uno de La Chorrera y otro de San Miguelito para evitar que vote el profesor Almengor, presidente de la liga de Panamá, que tiene más de 250 atletas. Ninguno de los dos clubes cumple con los requisitos de la Liga Provincial de Panamá.

Finalmente, según los estatutos de la federación, a quien debe corresponder reemplazar al presidente, que está incapacitado, es al vocal y no a la tesorera. Yo le envié una carta a la ministra de Educación, Lucy Molinar, presidenta de la junta directiva de Pandeportes y otra al director de Pandeportes, en la que les detallaba estas irregularidades e impugnaba cualquier acción legal promovida por la tesorera de la federación.

Si vota la liga de Coclé, la liga de Veraguas y se inhabilita a la liga de Panamá en las elecciones programadas para el 28 de diciembre, entonces Pandeportes está fomentando, de manera descarada, la corrupción dentro del deporte nacional.

Al momento de escribir este artículo escucho a la señora Eva Lorentz, jefa de Recursos Humanos del Ministerio Público haciéndole graves señalamientos al Procurador encargado. ¿Ya estalló la bomba de los vínculos del actual gobierno con el narcotráfico? Todavía no tengo suficientes elementos de juicio para opinar, pero  ¿quién nombró a Bonissi?

<> Este artículo se publicó el 22 de diciembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿Qué hay detrás de ese asilo?

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

Que Panamá les otorgue asilo político a delincuentes y violadores de derechos humanos no es nada nuevo. Recordemos al sha de Irán, a Cedras, a Serrano Elías; pero el concedido por Martinelli Berrocal a María del Pilar Hurtado, directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), de Colombia, va a tener repercusiones muy graves para la población.

A Álvaro Uribe Vélez, ex presidente de Colombia, se le vincula con el narcotráfico y con el crimen organizado desde la década de 1980. El libro de Joseph Contreras, editor de Newsweek, y Fernando Garavito, el Señor de las sombras, y el de Sergio Camargo, Álvaro Uribe Vélez, el narcotraficante No. 82, dan cuenta de esa relación. De igual manera, se le imputa ser el gestor de los denominados “falsos positivos”: la muerte de personas inocentes a quienes disfrazaban como miembros de las FARC. También es acusado por violar la libertad de expresión, perseguir a periodistas y violar la intimidad de figuras públicas.

Martinelli Berrocal se reunió el domingo 21 de noviembre, en Honduras, con Uribe. Según un boletín de prensa, la reunión fue para tratar sobre el tema de Hurtado; no obstante, el secretario de comunicación del Estado panameño al ser cuestionado por la ausencia de informe sobre la reunión, dijo que se trataba de un asunto “privado”. ¿Un asunto privado sobre el escándalo público más destacado y descarado de lo que va del siglo?

María del Pilar Hurtado está acusada en su país y contra ella se ha iniciado un proceso por violar los derechos humanos. Panamá la acoge. Martinelli Berrocal no se conforma con volver a ubicar a nuestro país en la lista de los países violadores de derechos humanos. La masacre que realizó contra la población indígena el pasado mes de julio ya fue denunciada en su momento en los respectivos organismos internacionales, como la violación de la libertad de expresión y la persecución a los periodistas. Ahora quiere que el mundo entero sepa que está dispuesto a aceptar a cualquier malhechor que solicite asilo.

El problema se complica con las declaraciones que dio Gustavo Preto, ex senador colombiano en un programa matutino. Dijo que en la Casa de Nariño (que es la casa presidencial en Bogotá) se planeó la implicación de un magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia con los grupos de narcotraficantes y terroristas, coordinado por la señora Hurtado. Es decir que el señor Uribe mantenía unas relaciones tan cordiales con estos grupos que les iba a pedir el favor de hacer un montaje para involucrar al magistrado auxiliar con ellos.

¿Qué hay detrás de ese asilo? ¿Fue la susodicha reunión privada para entregar algún maletín por el favor? O hay algo peor: La panameñización del problema colombiano. ¿Se vendió a la población? ¿El escenario bélico que se vive en Colombia será traslado a Panamá? ¿La señora Hurtado va a ser incorporada a los organismos de seguridad del Estado? ¿Aparecerán ejecutados periodistas y opositores a la dictadura civil? ¿Se incrementarán los secuestros? ¿Se iniciarán actos terroristas en los sitios públicos? ¿Se implementarán los “falsos positivos”? ¿Conocía Martinelli Berrocal la gravedad del terrorismo de Estado que vivía Colombia bajo la presidencia de Uribe?

Panamá se ha mantenido al margen de esa guerra que está desangrando a los hermanos colombianos y ha sido exigente en el respeto de los derechos humanos de todos, sin distingos de clases, de ideologías, de cargos públicos o privados, etc., pero el excelentísimo, a saber con qué siniestros propósitos, insiste en que los panameños seamos víctimas de ese terrorismo programado. Señor Presidente: ¿hasta cuándo va a seguir jugando con la vida de los panameños? Usted es el responsable directo de todos estos actos delictivos que se van a iniciar e incrementar en Panamá.

Dentro de este devastador panorama me permito una línea para felicitar con mucho cariño a todas las madres panameñas y extranjeras que viven en nuestro país. ¡Feliz día!

*

<> Este artículo se publicó el 8 de diciembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Los documentos secretos de Wikileaks

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz
opinion@prensa.com

Me opongo a la guerra por consideraciones éticas. He dedicado 40 años a mantener la vida de miles de personas. Soy un convencido de que el modelo capitalista salvaje puede ser transformado por vías pacíficas, y los habitantes del planeta podremos disfrutar de un mundo mejor sin derramamiento de sangre.

Hago este preámbulo a propósito de los 300 mil documentos secretos que filtró Wikileaks, vinculados a los peores actos de exterminio cometidos por la administración Bush en contra de civiles durante la guerra de Irak. Cuando se habla de contratación privada de agencias de seguridad, debe leerse “mercenarios a sueldo” con licencia para matar y torturar a mujeres, niños y ancianos. Estos documentos desnudan la naturaleza de esa administración, lo que viene a colación con lo que la prensa ha difundido sobre el libro escrito por el propio Bush, Decision Point, en el que confiesa haber aprobado el uso de ahogamiento simulado en los interrogatorios a los prisioneros de guerra iraquíes, por lo que varias organizaciones, entre ellas la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, reclamaron al fiscal general, Eric Holder, que abriera una investigación al ex presidente George W. Bush.

Todo el marco de esa guerra obliga a hacer algunas reflexiones. No tengo aún claro quiénes fueron los autores del atentado del 11 de septiembre de 2001. No me trago el cuento de la inocencia de la CIA. En el libro escrito por Víctor Ego, Ducrot, Bush & Ben Laden, se describen las relaciones económicas entre ambas familias. Osama Bin Laden fue reclutado para la CIA durante la guerra afgano–soviética.

Lo que sí tengo claro es que la guerra fue por el control y tenencia del petróleo. La administración Bush les mintió a los estadounidenses: que en Irak había armas de destrucción masiva, que Sadam estaba vinculado a Al Qaeda y su implicación en los atentados. En marzo de 2004, el Subcomité de la Cámara de Representantes de EU para la Reforma del Gobierno emitió el informe The Waxman Report en el que se recogían 237 declaraciones falsas o engañosas hechas por George Bush, Richard Cheney, Donald Rumfied, Colin Power y Condoleezza Rice en 125 comparecencias públicas.

Lo que me interesa destacar es lo siguiente: los think thank de las instituciones encargadas de moldear la mente de las personas a través de acciones psicopolíticas (el Instituto de Investigación de Stanford, el Instituto Tavistok y sus filiales), saben bien que la mayoría de las veces la toma de decisiones de las personas es inconsciente, cuando es consciente obedece a dos procesos: la cognición o el procesamiento de la información y las emociones. Saben que la emoción más profunda del cerebro es el miedo a la muerte. Que cuando se evoca la muerte, las personas se agarran de lo que tienen y de lo que creen como refugio y defensa.

Los ataques del 11–S se vincularon a la indefensión (muerte por terrorismo) y se asociaron a una necesidad: hacer la guerra. Esos moldeadores de la mente saben que el miedo se vincula a su a vez a dos emociones: la ira y la angustia. Cuando uno toma una decisión impulsado por la ira los riesgos de las consecuencias de esa acción no se miden, quedan anulados; en tanto que si a uno lo embarga la angustia tiende a ser más racional en el momento de una decisión. ¿Cómo se asoció un hecho, el ataque a la torres gemelas y una emoción (miedo) a una acción, esto es la guerra? Porque se vinculó el terrorismo a la guerra y se invocó el patriotismo, un sentimiento enraizado en la cultura estadounidense. La nación está amenazada. Toda la administración y los medios de comunicación se dispararon en esa dirección. La emoción se apoderó del cuerpo social. ¡A la guerra!

El problema se complicó cuando los periodistas documentaron que la guerra se había hecho sobre la base de la mentira. En esa dirección un reportaje del veterano reportero Dan Rather, dado a la BBC en 2002, sostenía que los medios de comunicación de EU (él incluido) habían comprometido los principios del periodismo al informar sobre la administración Bush después del 11–S, por temor a parecer antipatrióticos. Cuando las conexiones entre las neuronas se vuelven rígidas, como consecuencia de frases repetidas y reforzadas por la emoción, es difícil modificarlas.

Las personas tienden a creer lo que quieren creer. Aún hay individuos en EU que creen que en Irak había armas de destrucción masiva y que Sadam estuvo vinculado a los actos del 11–S. Los profesionales de Stanford y de Taviskov saben hacer bien su trabajo. Asocian el miedo a la muerte con el terrorismo. Ese mismo trabajo de moldeado cerebral se está haciendo con los panameños. Muy pronto volverán, de manera oficial, las bases norteamericanas a nuestro territorio para defendernos del terrorismo. ¿Sería aconsejable investigar quiénes están detrás de ese terrorismo?

<> Este artículo se publicó el 1 de diciembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La verdad de Martinelli Berrocal

La opinión de…

Mauro Zúñiga Araúz

Hace unas semanas, Transparencia Internacional hizo público los resultados de la corrupción administrativa a nivel mundial y la calificación que se le dio a Panamá fue francamente deprimente, a lo que el excelentísimo respondió con una gran verdad: “en todos los gobiernos hay corrupción”.

La gente entendió, pienso yo, que el candidato Martinelli Berrocal prometió que en su gobierno se podía meter la pata, pero no la mano, con lo que le enviaba a la clientela electoral un mensaje fuera de toda duda:   su lucha contra la corrupción.

Lamentablemente, ha creado la infraestructura ideal para fomentarla: el control absoluto de todos los órganos del Estado. Él ejecuta, él legisla, él sentencia, él gasta los dineros del tesoro, él los controla y él se exime de todo proceso penal o civil. Los magistrados le temen, los legisladores le tiene pánico, los ministros, terror; el Ministerio Público se esconde, los partidos políticos de la alianza lo perfuman para la fiesta y los funcionarios con mando y jurisdicción hacen turno para el baile.

Ahora le ha ordenado a su ex empleada del Súper 99, Gioconda de Bianchini, a la que colocó en la Contraloría, que elimine el control previo en dos ministerios, el de Salud y en el de Obras Públicas, que son los que van a llevar a cabo proyectos millonarios en la construcción de hospitales, carreteras, puentes y equipos, lo que se está extendiendo a otras instituciones y en las dos entidades del Estado que dan el dinero, el Banco Nacional y la Caja de Ahorros.

El círculo queda perfecto. Yo me presto, yo lo gasto, yo lo fiscalizo y nadie me vigila. “Yo mando absolutamente”. Si hay alguna duda, el zar anticorrupción, su primo, lo cubre y lo encubre. Pero creo que la verdad que expresó hay que tomarla en serio y analizarla con cuidado.   Poder y corrupción son indivisibles. “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, lo dijo lord Acton a fines del siglo XIX. El problema es cuantitativo.

Con ese poder autocrático de que goza el excelentísimo la población está en un estado de indefensión, también absoluta, ya que aparte de sentirse vigilada, carece de puntos de referencia. ¿A quién acudir en caso de que se sienta ultrajada? A ninguna institución del Estado.   Aún quedan los medios de comunicación social y la asamblea de la sociedad civil. Contra los primeros, el excelentísimo ha iniciado una despiadada campaña, que terminará con el cierre de unos y con la censura de otros, a menos que piense que con los 40.5 millones de dólares destinados a publicidad para el próximo año los va a sobornar. Contra la segunda intensifica sus amenazas y sus ofensas.

En días pasados se publicaron en varios diarios influyentes de Estados Unidos noticias que denuncian el carácter autocrático del actual régimen panameño, insinuando su comparación con Manuel Antonio Noriega.

No es que a los dueños de esos diarios les importe con la suerte de los panameños, pero a los amos del mundo, atrincherados en el Club Bilderberg, el Council on Foreing Relations, etc.,   sí les importa la estabilidad de Panamá.    Si América Latina es considerada el patio trasero de Estados Unidos, Panamá es su patio interior, su patio andaluz, al que hay que mantener bien decorado.   No puede haber disturbios que amenacen el Canal.   La gente tiene que “marchar en orden”.   Es cierto que ellos están detrás de algunos grupos a los que controlan, pero no pueden estar detrás de toda la población.   Por ejemplo, la masacre del Bocas del Toro se les salió de control, porque esperaban que otros grupos distintos a la sociedad civil fueran los que protestaran. Los ciudadanos tienen que “portarse bien”, de lo contrario la represión será brutal, pero tampoco hay que estar provocándolos como lo está haciendo el excelentísimo.

El país puede ser manejado por una persona menos ambiciosa y menos inescrupulosa. Es un pueblo por naturaleza pacífico que se puede “controlar” sin necesidad de rebeliones.   Ese es el mensaje que le enviaron, señor Presidente.   Su desmedido apetito y su estilo incoherente de gobernar no encajan con la estrategia que el imperio tiene diseñado para Panamá. Manuel Antonio Noriega era de ellos y aún está preso. A usted le pueden programar el mismo itinerario.

Los periodistas de esos grandes diarios ya se han dado cuenta de las frustraciones y del engaño de que fueron víctimas los panameños de parte del excelentísimo.   El costo del nivel de vida sube cada día más y la percepción de la corrupción oficial sube a la par.   La violación de los derechos humanos es el pan diario.

Lo ocurrido en Bocas ha sido denunciado en los foros de derechos humanos y los Estados miembros han recibido los informes con indignación. Lo mismo ha ocurrido con los atentados a la libertad de prensa.   Ahora, con la ausencia del control previo, la mesa –servida desde el primer día que tomó posesión el excelentísimo– se ha llenado de nuevos platos que son “bocados de cardenales” para los gustos más exigentes. Los panameños se están dando cuenta de que los mazazos y las amenazas públicas de puños y patadas no son más que shows mediáticos.

Señor Presidente: no continúe irrespetando los derechos ni la inteligencia de los panameños.   No crea que su actividad benéfica termina repartiéndose parte del festín con sus aduladores. Recuerde que no hay fuerza revolucionaria más poderosa que un estómago con hambre.

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<> Este artículo se publicó el 24  de noviembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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