¿Educación sexual… ?

La opinión de…

Alejandro Cantón–Dutari

Hace poco apareció la conclusión de un estudio interesante sobre el comportamiento sexual de los panameños. Y, entre otras cosas, parece confirmarse algo que había observado en mi práctica clínica de 40 años:   primero, las mujeres no son tan “sexualmente fieles” como se decía; segundo, no hay mucho conocimiento adecuado sobre salud sexual y reproductiva, y tercero, la protección contra el VIH es aterradoramente inadecuada …

Leí que se discute la fiabilidad estadística del estudio, pero sí demuestra una tendencia hacia una verdad de todos conocida, pero no considerada como real.

A través de mis años profesionales participé de varias versiones de alguna comisión nacional de educación sexual. El resultado final fue que los participantes nos educamos muchísimo… pero esto no pasó al público, porque siempre hubo algún grupo de poder que evitaba cualquier intento de instaurar educación sexual y reproductiva en los colegios.

En la actualidad hay toda una controversia sobre temas sexuales, desde infecciones de transmisión sexual hasta derechos basados en orientación sexual pasando por embarazos socialmente precoces y sigan contando.

Nada se solucionará a largo plazo si el público no cuenta con la educación necesaria. De nada sirve que tengamos los grandes especialistas en cada materia si sus conocimientos no se traducen en acciones que amplíen la información necesaria en la población.

¿O es que se está manteniendo la tradición milenaria de controlar al pueblo a través de su ignorancia?

<> Este artículo se publicó el 27 de septiembre de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos,   lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

El voto castigo… ¡no aprendemos!

La opinión del escritor…
ALEX CANTON

Siempre me ha llamado la atención cómo la mayoría de los países latinoamericanos en el último siglo navegan en ciclos de democracia libre y “variaciones democráticas.”

Recuerdo cuando Chávez se lanzó al ruedo político y provocó una escaramuza que con el paso del tiempo el pueblo venezolano aprovechó para “castigar” al partido gobernante.  Se adjudicó un presidente que resultó quere emular a Fidel Castro.

Luego Nicaragua, después de pasar años bajo un régimen comunista “castigó” al partido “democrático” y regresó a la presidencia que anteriormente habían rechazado.

En Panamá tuvimos veinte años de dictadura y pasamos a un presidente democrático, quien cometió un error garrafal en el último año.  Fue “castigado” y se votó por un miembro del partido que emergió de la dictadura.

Estos “votos castigo” se han dado porque, da la casualidad, que en el último año el partido gobernante ha dado sus grandes metidas de pata.  Naturalmente, producen un nivel de disgusto que provocan una reacción infantil de “desquite.”  Y como todo comportamiento infantil, totalmente emocional, el resultado es un efecto “boomerang” que termina golpeando al lanzador.

Es importante que el votante analice los pro y contra, especialmente en el último año.  Lo adulto es señalar los errores y ver si pueden ser enmendados por el partido gobernante en una siguiente oportunidad.

Pero lo triste es cuando las alternativas a través de la oposición no son mejores, pero ganan por castigo ajeno y vuelven a repetir el ciclo que nos mantiene estancados.

<>  Artículo publicado el 21 de septiembre de 2010 en su blog personal por el autor, a quien damos todo el crédito que le corresponde.