De la seguridad y funcionarios refrigerados

La opinión de……

.

Waldemar Oliveros Jaén


En estos días, mientras escuchaba la radio local, se volvió a tocar el tema de la seguridad pública; tema que nos compete a todos los panameños. También escuchaba las estadísticas alarmantes de muertes violentas; que en siete días se produjeron 23 muertos. Ahora, es cierto que muchos de esos decesos son relacionados con el crimen organizado, carteles de la droga, tumbadores, pandilleros y demás personas que encuentran en el mundo de la delincuencia su modus vivendi. ¿Es acaso este ambiente de inseguridad y de zozobra lo que el pueblo panameño debe soportar, día tras día?

Entonces, recordé que cierto día, en las pasadas festividades de fin de año, le comentaba a un amiga, colega y todavía funcionaria del Ministerio Público, que la inseguridad que nos aqueja a los panameños comunes no es un problema politiquero. La gente está cansada del clima de incertidumbre en nuestro país; y le comenté que en estos días el tema de la inseguridad es alarmante y ha alcanzado alturas insospechadas.

Le dije, de paso, que hubo muchas más muertes violentas en el año 2009, comparado al 2008, y que se presumía que este 2010 las estadísticas irían en aumento.

Pero lo triste fue ver que la reacción objetiva que esperaba de ella, se convirtió en una respuesta, fría, politiquera y alejada de toda la realidad. Llegué a escuchar, con mis propios oídos: “Yo trabajo en homicidios y me sé las estadísticas y te aseguro que el crimen no ha subido, es el mismo que hace un año”.

Esto me dejó perplejo, pero reaccioné y caí en cuenta que en el fragor de la lucha diaria, mi otrora compañera y todavía funcionaria se había alejado de toda realidad por estar en su cubículo refrigerado y en su realidad alterna; todavía se encuentra en la fase de negación de quien se le detecta una enfermedad… todavía le cuesta aceptar que el crimen ha ido en aumento, que la forma en que se cometen los crímenes se ha ido agravando, que hay una nueva realidad delictiva en el país.

Y entonces recordé el caso de la casa del helado, en donde el dependiente fue asesinado a sangre fría, a pesar de haber dado el dinero al asaltante; también recordé la muerte de dos personas en un asalto a la Lotería Nacional, así como los numerosos ajusticiados en nuestra calles, los robos de autos a diario y los numerosos hechos delictivos en el interior del país, de los cuales todavía no hay noticias.

Un consejo final para aquellos funcionarios que están en sus oficinas todo el día, en aire acondicionado alejados de la realidad nacional: sintonicen las noticias de vez en cuando. ¡Este linda nación es de todos!

Publicado  el   11  de  enero  de 2010  en   el  Diario  La  Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.