La opinión de…..
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JUAN JOSÉ AMADO III
Lo prioritario en la agenda del Partido Revolucionario Democrático (PRD) es su unidad, y por ende su sobrevivencia. Pero se trata de una condición que, a nuestro criterio, depende de la voluntad determinante de sus miembros y de la actitud de los líderes naturales en cada región, de velar más por los intereses del colectivo, que por las expectativas electoreras del futuro.
Los acontecimientos de mayo de 2009 solo fueron la expresión de un proceso de descomposición en que se había sumido el partido años atrás, donde el debate depurado, crítico y constructivo entró en una fase marginal. El PRD fue seriamente afectado por el comportamiento clientelista y de cacicazgo, lo que en otros tiempos había caracterizado a los partidos tradicionales.
La realidad de hoy reclama, para su sobrevivencia, un PRD que se renueve y estamos en capacidad de hacerlo. Un PRD que se levante de su inercia y se reconstruya, sobre la base de una crítica firme que dé paso a la institucionalidad del partido. Para consolidar estos objetivos y conscientes de que, frente al próximo calendario electoral, el tiempo se constituye en un enemigo adicional, es mandatorio atender el deseo de nuestra membresía y designar la dirección permanente del partido, como un auténtico reflejo del espíritu que motivó la renuncia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y el establecimiento de una dirección transitoria. Para ello, sometemos respetuosamente las siguientes consideraciones:
A. Se hace impostergable convocar un Directorio Nacional, para que el mismo se desarrolle a mediados del presenta año, con el fin de analizar las propuestas del cambio estatutario y convocar el Congreso que ha de formalizar los referidos cambios, antes de finalizar el año en curso. Este Congreso deberá establecer la fecha correspondiente para llevar a cabo el Congreso que designará el nuevo CEN y las estructuras de mando que se estimen conveniente, previendo la convocatoria para el segundo Congreso en los primeros meses del año 2011.
B. Frente a las experiencias compartidas de los últimos años, el desarrollo de las primarias del año 2008 y de la contienda electoral de mayo de 2009, es conveniente que el cambio estatutario contemple, como garantía absoluta de equidad y de igualdad de oportunidades, las siguientes normas en lo referente a la alta dirección del Partido.
1. Con el fin de preservar la institucionalidad, ningún miembro del colectivo con aspiraciones de candidaturas electorales, ya sea para presidente, diputado, alcalde o representante debe integrar el próximo CEN. Todos los que integren dicho Comité, deben estar al servicio del Partido y no de candidatos particulares. La alta dirección del Partido no puede, ni debe, parcializarse.
2. La histórica tendencia de los precandidatos del Partido, de proyectarse como miembros de CEN para fortalecer sus opciones de respaldo popular, los convierte en “ Juez y Parte ” y ha demostrado ser un proceso obstaculizante en la consolidación y en la unificación del partido, incidiendo además como proceso agotador de los recursos económicos de los precandidatos. Por ello la aspiración electoral de los precandidatos debe estar alejada de la integración del Comité Ejecutivo Nacional.
3. El nuevo CEN deberá procurar que la reorganización del partido se fundamente en garantizar una participación amplia y decidida de todos sus miembros a las estructuras de mando y a la ejecución de las acciones de integración del colectivo sobre la política partidaria y sobre realidad nacional. Las bases del partido tienen mucho que decir y en ese debate debe descansar su propia sostenibilidad.
4. De igual forma el CEN promoverá las acciones del caso para procurar los recursos financieros necesarios que le permitan al colectivo desarrollar sus políticas partidarias, con independencia de los subsidios establecidos por las norma vigentes del Tribunal Electoral. Las finanzas del partido deben reconstruirse y administrarse separadamente a las campañas políticas y de los recursos de los candidatos.
5. El CEN deberá someter a la consideración de su membresía los informes completos relacionados a las finanzas del colectivo, incluyendo las donaciones y aportaciones que reciba. Dicho informe será publicado de tal suerte que todos los miembros del partido tengan pleno conocimiento del mismo.
6. En su debido momento, pero sin dilataciones, el partido debe examinar, en un debate franco y abierto, las causas de la derrota en las elecciones de mayo de 2009. Es un hecho que tras acontecimientos como estos, el PRD, poco o nada ha hecho por examinar a fondo los temas cruciales para no incurrir con los mismos errores en las elecciones próximas de 2014. Los miembros del partido deben respaldar, con ese fin, todos los esfuerzos que se hagan en este sentido.
7. El CEN deberá promover y suscribir un acuerdo y un compromiso formal de respeto a las decisiones institucionales del partido en las próximas primarias, entre precandidatos y tenencias. El partido no debe estar sometido a las influencias o posiciones caprichosas de aspiraciones electoreras. Las decisiones del colectivo serán respetada por todos, como un compromiso público, que permita a la ciudadanía y a la membresía del partido juzgar las actuaciones de sus miembros, y en cualquier caso tomar decisiones irrevocables.
8. El CEN debe ser garante del comportamiento ético de los candidatos, quienes a su vez deben procurar el desarrollo de sus actividades promocionales de candidaturas alejadas de acciones ofensivas a la dignidad y honra de sus adversarios políticos.
Reconocemos la gestión realizada por el CEN Transitorio, esta labor merece toda nuestra consideración. La mejor opción para Panamá y los panameños en las elecciones del año 2014 está en nuestras manos. El no conquistarla se constituiría en una irresponsabilidad patriótica inexcusable.
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Este artículo se publicó el 20 de mayo de 2010 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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