Los problemas de salud mental también generan muertes

La opinión de la Presidenta de la Sociedad de Enfermeras Especialistas en Salud Mental y Psiquiatría…

ANA REYES DE SERRANO
anareyes40@hotmail.com

Cuando a una persona le diagnostican una enfermedad que amenaza su vida, como el cáncer, se afecta su salud mental, cuando la persona por un accidente o por lesiones que alguien le provoque queda con una limitación o discapacidad (perdida de un miembro, que no pueda caminar o ver, etc.) se afecta su salud mental, al igual que hechos de la vida que nos exponen a niveles de estrés, como la violencia doméstica, la violencia social, el no poder suplir sus necesidades básicas de forma digna, las incertidumbres, las personas desarrollan niveles de sufrimiento psíquico, que de no ser detectados y atendidos oportunamente pueden generar serios problemas de salud mental, como es el caso de la depresión, la cual ocupa en las estadísticas de morbilidad, en la mayoría de los países, el tercero o cuarto lugar, según informaciones de la OPS. De aquí que se identifica por algunos expertos, como la enfermedad del siglo XXI.

Los problemas de salud mental también generan muertes, cuando vemos las altas estadísticas de accidentes de tránsito asociado al consumo del licor, las estadísticas de homicidios por la violencia, los femicidios asociados a la violencia doméstica, las muertes asociadas a cirrosis hepática por consumo de licor, los cáncer de pulmón asociados al uso del tabaco, las muertes por infartos relacionadas a una gran carga de estrés, esto por mencionar algunos.

En el mes de octubre se conmemora el día de la salud mental, pero pocas son las noticias o referencias que se dan en los medios de comunicación sobre el tema.

Señoras y señores los problemas de salud mental generan tanta carga de enfermedad y de muerte que el cáncer u otros problemas similares.

Somos de la opinión que igual relevancia se le debe dar a la promoción y prevención de los problemas de salud mental.

Este año la Conferencia Regional De Salud Mental, realizada en Panamá, organizada por la Organización Panamericana De La Salud, OPS, reconoce los avances que se han dado en nuestro país en la atención de la salud mental.

Esto debe servirnos de motivación para seguir, dado que nos falta metas por alcanzar, como es disminuir el estigma, implementar centros comunitarios que faciliten la reinserción social de los pacientes, la accesibilidad a mejores tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, a tener mejores presupuestos de salud y que se adjudiquen partidas cónsonas con las necesidades de cada rincón del país para atender los problemas de salud mental, que incluya las acciones de promoción y prevención.

La salud es un derecho constitucional y responsabilidad de todos y todas.

Este artículo se publicó el 1 de febrero   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que a la  autora,  todo el crédito que les corresponde.

La salud mental y la seguridad

La opinión de la Enfermera especialista en Salud Mental y Psiquiatría…

ANA REYES DE SERRANO

La OMS define la salud mental como: ‘El estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad’.

Hay momentos en que los acontecimientos rebasan nuestras capacidades, se pierde el estado de bienestar, se produce el desequilibrio y se manejan altos niveles de estrés; de mantenerse por tiempo prolongado el problema o de no resolverse, la persona corre el peligro de afectar su salud mental.

El sentirnos inseguros por distintas razones puede ser uno de esos elementos que nos lleve a presentar estados de desequilibrio. La seguridad también se expresa en sentirnos seguros de poder satisfacer ‘mis’ necesidades básicas de sobrevivencia, necesidades emocionales, el ser respetado, tener un trabajo digno, vivienda, salud, educación, recreación, etcétera. P. ej., para tener seguridad alimentaria, no es suficiente que tenga dinero para comprar, debo tener opciones de compra, alguien debe sembrar, cultivar, cosechar y comercializar el producto.

Cada una de las conexiones a su vez tiene su red de dependencia para que yo pueda sentir la seguridad de poder satisfacer mi necesidad de alimentarme. En resumen, seguridad, no tiene que ver solo con que no me roben o que no muera a manos de un delincuente, o que existan o no las bandas.

Hoy, por los medios de comunicación a las personas se les consulta sobre diferentes temas, como canasta básica, que la mayoría percibe que está muy cara; que la educación está en crisis; que los servicios de salud no son los mejores, que hacen falta medicinas; se sienten inseguros por la delincuencia; que no se respetan sus derechos, son algunos ejemplos.

Las percepciones son propias de las personas, no tienen que basarse en hechos, es suficiente que la persona así lo crea para que esto influya en su salud mental, positiva o negativamente.

En esta gran red de relaciones los gobiernos tienen la responsabilidad de contribuir a mantener la salud mental de la población, dado que son los responsables de dictar y hacer respetar las normas gubernamentales, para que la población pueda sentirse segura de satisfacer sus necesidades.

<>Artículo publicado el 15 de septiembre de 2010 en el diario La Estrella de Panamá, a quienes  damos,   lo mismo que a la autora,  todo el crédito que les corresponde.

La salud es una prioridad

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La opinión de la Enfermera…..

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ANA R. DE SERRANO

La salud es el pilar fundamental para el desarrollo de todos los países, un país enfermo no avanza al ritmo que las exigencias de este siglo plantean.

Recientemente, en un diario de la localidad, leía un artículo sobre la falta de camas en los hospitales, de la crisis que vive el Complejo Hospitalario de la CSS, entidad que atiende prácticamente a dos tercios de la población, entre asegurados y sus beneficiarios. Algunos funcionarios médicos hacen mención de que necesitamos más hospitales, esto es indicio de que la población cada vez está más enferma.

¿Pero en qué radica realmente el problema? No es la falta de camas para más enfermos, a nuestra consideración es la falta de educación para la salud, es que tenemos que trabajar para que las personas aprendan a cuidarse.

La Educación para la salud, según la OMS, es uno de los instrumentos para la promoción de la salud y el trabajo de prevención de enfermedades, todo esto conlleva poner en práctica una serie de acciones realizadas por el personal de salud que labora principalmente en la red primaria de atención, que son los subcentros de salud, centros de salud, policlínicas, Ulaps, etc.

Por años estas instalaciones basan principalmente sus acciones a la parte curativa y para las acciones de promoción y prevención no hay los recursos suficientes. No hay presupuesto para que el personal haga las visitas domiciliarias, no hay transportes disponible o simplemente no hay combustible, no se facilitan los recursos para publicaciones, el personal algunas veces tiene que valerse del patrocinio de casas farmacéuticas para organizar acciones de promoción de la salud, en muchas de las instalaciones no se dispone de equipos audiovisuales para dar las charlas. Son muy escasas las publicaciones dirigidas a la población que informen sobre x problema de salud, las instituciones no generan boletines informativos para la población. Todo esto sin mencionar la falta de personal para realizar las acciones.

Por años la atención primaria ha sido la cenicienta de los sistemas de salud, en los presupuestos el énfasis se hace en las acciones curativas, que no decimos que no sean importantes y necesarias, pero las partidas para las actividades de promoción de la salud, de prevención de enfermedades siempre son escasas, otras son las prioridades.

La publicidad vende, pero esto no lo aplicamos, debemos mercadear el mejor producto, la salud, tal vez si lo hiciéramos, cada año tendríamos a menos personas necesitadas de las máquinas de hemodiálisis, porque una buena campaña de educación en salud le enseñaría a las personas a cuidar de sus riñones, esto por mencionar un ejemplo.

En definitiva, el enfoque curativo de nuestros sistemas de salud debe cambiar, de lo contrario no alcanzarán todos los hospitales que se puedan construir para dar atención a tantas personas enfermas. El camino es la prevención, más vale prevenir que lamentar, menos nos cuesta prevenir que curar.

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Publicado el  17  de enero de 2010   en el Diario La Estrella de Panamá , a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.

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