La pesca con palangre es peligrosa

La opinión del Fotógrafo y Director de fundación benéfica…

NESSIM BASSAN M.
nessimbassan@fundaben.com

Quisiera emitir mi opinión ciudadana en relación con la acertada decisión del Gobierno nacional de prohibir la pesca con palangre a embarcaciones de más de seis toneladas por medio del Decreto 486. Considero que es muy importante que la opinión pública sepa la metodología y el daño irreversible a la fauna marina de nuestro país que produce esta modalidad.

La pesca con palangre consiste en una cuerda gruesa madre generalmente de una milla o varios kilómetros de largo, en la que cada 15 metros le guindan ramales o sedales de manera vertical, generalmente con 10 a 25 anzuelos extendiéndose a todo lo largo de la cuerda madre.

No obstante lo antiguo de este ‘arte’ de pesca, al pasar los años se han devastado los mares del mundo, particularmente el mar Mediterráneo y el Océano Pacífico, y en la actualidad este tipo de pesca está prohibida en gran cantidad de países para proteger su hábitat marino, dada la baja en la pesca y la extinción de especies marinas.

Panamá no es la excepción; en esas líneas de kilómetros de largo, las capturas son descomunales y aunque se haga ver que la pesca es objetiva o para un cierto tipo de captura, en los anzuelos de estas líneas caen más del 40% de manera incidental o fortuita especies como tiburones, tortugas marinas, rayas, delfines, peces de todo tipo y gran cantidad de aves marinas, como pelícanos y albatros, que quedan enredados entre las cuerdas y anzuelos.

Es importante destacar que todos los peces que caen en las líneas de manera fortuita, que ‘no sirven’, son desechados lanzándose al mar.

La pesca con palangre no es sostenible, o sea que los pescados no se reproducen a la velocidad que son capturados, no se reponen, generándose una peligrosa merma en la población marina.

Estos pescadores industriales con más de 100 embarcaciones están muy lejos de ser los ‘pescadores de un anzuelo’ que conocemos y son, sin lugar a dudas, una fuente de depredación de nuestras costas, poniendo en serio peligro nuestros recursos pesqueros y fauna marina. Sus excesos no tienen justificación por más que hagan ver los beneficios que generan por esta actividad.

Nuestro país cuenta con las leyes que ordenan la pesca de manera precisa y clara, particularmente el Decreto 98 A, suscrito por el propio Presidente de la República el 17 de noviembre de 2009, denominado Plan de Acción Nacional para prevenir, desalentar y eliminar la pesca no declarada y no reglamentada (INDNR).

También contamos con la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá, la cual debe supervisar y controlar nuestro patrimonio marino nacional con la finalidad de que se conserve y proteja para las generaciones futuras.

Este artículo se publicó el 27 de enero de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.