Panorama costero: luces y sombras (II)

Panorama costero: luces y sombras (II)

La opinión del Arquitecto Urbanista…
Rodrigo Guardia

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Una agradable sorpresa fue que la base de la estatua de Balboa sea de mármol y no se pudiera reubicar como se planeaba. Esto hubiera borrado un eje de simetría, que atraviesa el Hospital Santo Tomás y el barrio de La Exposición. Al desviarse en una curva la vialidad, ahora se mira la estatua desde varios ángulos al pasar, lo que es interesante. Pero al final, es una alteración circunstancial y esto resulta aparente. Se puede abrir un concurso de diseño paisajístico para «vestir» los alrededores de la estatua y darle una apariencia más terminada.

Otro efecto de la amplitud del nuevo relleno es que al circular por los 4 carriles que van hacia Punta Paitilla, la silueta de los edificios, sobre todo los de Marbella, se mire de otra manera. Edificios que fueron imponentes como el antiguo Holiday Inn y el que fue el Banco Exterior se han encogido al lado de los nuevos edificios.

Hay propuestas interesantes de que se le cambie el nombre a Avenida Anayansi y que se siembren cientos de guayacanes. Esto haría mucho por volverlo un espacio de la identidad nacional panameña.

En un interesante vídeo corporativo se ve un lema que dice aproximadamente «Odebrecht se concentra en la visión de su cliente». Las críticas de este escrito se centran en el papel del MOP como cliente, que adolecía de una visión idónea y competente para que el proyecto se hubiera realizado con óptimos resultados.

Existe un respeto y estima por los colegas que participaron como diseñadores, es común que se critiquen los diseños, porque no hay dos arquitectos que harían el mismo parque, pero el diseño actual es una propuesta válida y positiva. Consideramos que muchos critican sin fundamento porque no les tocó hacerlo a ellos.

Sin embargo, en el futuro parece más práctico separar las etapas de diseño y construcción y abrirlos a concurso internacional. Otra oportunidad perdida fue saber qué hubieran hecho algunas prestigiosas firmas del mundo en ese lugar.

Lo más importante es el futuro del proyecto. Una buena alternativa a considerar es la figura de un patronato que maneje y mantenga esta obra con independencia y capacidad de gestionar fondos públicos y privados dentro de un marco legal establecido. De este modo las energías del Estado se pueden concentrar en la generación de nuevos proyectos y no desgastarse en la administración cotidiana.

La conferencia del Alcalde en el reciente Encuentro de Arquitectos Por una mejor Ciudad del Colegio de Arquitectos e IPAUR, brinda la esperanza de que se tomarán medidas positivas.

Estas reflexiones fueron ayudadas por investigaciones de estudiantes de arquitectura de la Universidad de Panamá, una visita al proyecto con el Colegio de Arquitectos y una serie de ensayos fotográficos de estudiantes extranjeros visitantes a FSU Panamá. No está vinculado a la comisión de la SPIA sobre este tema.

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Publicado el 21 de agosto de 2009 en el diario El Panama America Digital, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde

Panorama costero: luces y sombras

Panorama costero: luces y sombras

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La opinión de arquitecto urbanista…

RODRIGO GUARDIA

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En este escrito se busca analizar varios puntos del proyecto de la cinta costera, no sólo de su ejecución sino de su manejo futuro. Sus componentes principales son la vialidad y el espacio público.

El proyecto tiene enormes méritos al convertirse el estado en gestor de infraestructura vial y social en muy gran escala. Es muy necesario y deseado que se continúen este tipo de acciones. Pero hay lecciones que aprender del ejercicio.

En términos de espacio, de las 35 hectáreas aproximadas que comprende la cinta, una cuarta parte está dedicada a áreas con grama y árboles, el resto de las áreas se dividen en vías de circulación, estacionamientos y espacios públicos pavimentados como la fuente de Anayansi y canchas de baloncesto. Este ambicioso proyecto, sin precedentes, convierte al estado en gestor de infraestructura vial y social, muy necesaria y valorada ya que existen pocos antecedentes y se necesita mucha acción en este campo.

En términos de vialidad el objetivo principal se logró al descongestionar la Avenida Balboa. Podemos observar que el cuello de botella se desplaza hasta la intersección de Vía Brasil con Vía Israel, pero esto no demerita el propósito del proyecto porque pone de relieve la necesidad de seguir haciendo pasos elevados y eliminar los cuellos de botella progresivamente. En términos de la fluidez de tránsito en la Avenida Balboa, hay algunos retornos que están demasiado cerca de los ‘intercambiadores’ de carril, o de intersecciones importantes, obligando a cruzar varios carriles en una distancia corta, entorpeciendo el tránsito, y hasta provocado posiblemente accidentes.

Se perdieron dos grandes oportunidadades, al no soterrar las líneas de alta tensión, lo que hubiera representado un porcentaje ínfimo del costo del proyecto, y al no construir pasos peatonales elevados sobre los seis carriles de la Avenida Balboa. Ahora soterrar las líneas se vuelve más complicado y mucho más costoso, y la alternativa de poner semáforos peatonales contradice la intención de mantener el tránsito lo más fluido posible. Los puentes peatonales de rampa son cómodos para sus usuarios, pero las escaleras son más expeditas. Las rampas son algunos de los planteamientos de la arquitectura moderna que han sido revalorados, ya que permiten subir con menos esfuerzo, pero toman mucho más tiempo. Las rampas son buenas, pero deben estar acompañadas por escaleras. Estos pasos peatonales son aptos para el que va estrictamente a recrearse, pero no para el que busca interconectarse con las paradas de bus. Esto provoca que por mal juicio las personas crucen los 6 o 10 carriles poniendo en riesgo su vida y entorpeciendo el tránsito.

A falta de puentes se proponían semáforos peatonales para cruzar los primeros 6 carriles entre Bella Vista o Marbella y las medianeras. Pero estos al reñir con la fluidez del tráfico vehicular no prometen ser una solución práctica y no se han implementado. Esto ocasiona una desconexión de las nuevas áreas públicas con el tejido urbano circundante, cuya zonificación permite que se lleguen a construir edificios que aumentarían dramáticamente la población que viviría cerca del lugar.

Espacio Público: Muchos críticos -los que opinan que el dinero se hubiera invertido mejor en escuelas y hospitales- no consideran del todo el aporte indirecto del proyecto a los temas de seguridad y bienestar público. Un espacio público bien administrado tiene muchas incidencias sociales, como la disminución de la criminalidad, al facilitar un espacio para realizar actividades deportivas para la juventud.

Muchos estudios demuestran que existe una correlación entre la agresividad en el comportamiento humano y la densidad, es decir la disponibilidad de espacio.

La idea original de la cinta nació del Plan Maestro de Desarrollo Metropolitano de 1997. Se proponían conceptualmente las bases del proyecto que hoy conocemos y fue motivo de profundas discusiones preliminares interdisciplinarias con muchos actores y distintas ideas. Antes de la construcción de la cinta los jardines sobre la Avenida Balboa se concentraban en el parque Urracá, el monumento a Balboa, el Hospital Santo Tomás, el parque Anayansi y el centro de la rampa junto al Mercado de Marisco. La inyección de cubierta vegetal es dramática.

(Continúa mañana).

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Publicado el 20 de agosto de 2009 en el diario El Panamá América Digital, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.