Envejecer en Panamá, previsiones

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La opinión de…..

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Getsabel Rodríguez


En este año 2010 es necesario dar un vistazo al envejecimiento en nuestro país.   Según el Censo de Población y Vivienda del año 2000, la población adulta mayor en Panamá era de 244 mil 592 habitantes, lo cual representaba el 8.6% de la población nacional.

El grupo de personas de 60 a 74 años presentaba el mayor peso relativo dentro de esta población, con un 74.3% en el año 2000;  de igual forma, las mujeres eran la mayoría en el total de esa población, al igual que en el área urbana, sin embargo eran menos que los hombres mayores en el área rural.

Estos datos, tomados del primer Diagnóstico Nacional sobre la Población Adulta Mayor en Panamá, nos reflejan claramente que el fenómeno del envejecimiento es heterogéneo e impactará a todos los grupos que conforman nuestra sociedad.

Este año 2010 se realizará un nuevo censo nacional de población, el cual según las proyecciones realizadas por la Contraloría General de la Nación y organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, nos enfrentará a una realidad aún más abrumante, puesto que se estima que este grupo de población alcance entre un 12% y 14% de la población total.

Ante este referente, es necesario profundizar en el tema del envejecimiento en Panamá para procurar instruir a la población económicamente activa e, igualmente, a las generaciones jóvenes que el envejecimiento es solo una etapa más en la vida del ser humano, pero a la cual se debe llegar con recursos económicos suficientes y habiendo realizado los ajustes necesarios para ello, durante nuestra etapa laboral, con el objeto de poder vivir esta etapa de la vida de una forma digna y segura.

Es urgente y prioritario, dentro de nuestra sociedad, crear una cultura sobre el envejecimiento, que permita tanto a los niños, a los jóvenes y a los adultos adquirir el conocimiento necesario y las herramientas que les permitan llegar a una vejez con calidad.

De igual forma, el Estado panameño debe desarrollar estrategias que le permitan la implementación de políticas públicas dirigidas a cubrir las necesidades de este sector de la población, comenzando por hacer cumplir los beneficios otorgados a nuestros adultos mayores, a través de la Ley No. 6 del 16 de junio de 1987, así como una adecuada política de salud que les permita el acceso a este servicio en todo el territorio nacional, y formar los espacios necesarios en donde debatir los problemas sociales de nuestros adultos mayores.

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Publicado  el   6   de  enero  de 2010  en   el  Diario  La  Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.