Pandillas: responsabilidad de todos (as)

La opinión de la Psicóloga…..

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Cledy Vázquez de Riesen

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Pandillas: responsabilidad de todos (as)

Las pandillas, fenómeno social y cultural, impiden o dificultan el desarrollo normal de un grupo significativo de jóvenes, pertenecientes a familias humildes, con déficit educacional y poca o ninguna posibilidad por falta de oportunidades, para mejorar su estatus de vida.

Generalmente a muy poca edad, se comienza a frecuentar las pandillas, haciéndose miembro a los 13 y a los 15, son expertos vendedores de drogas, algunos han sido arrestados, poseen arma, y su filosofía: “es mejor estar detrás del gatillo“.

Las pandillas generan actitud de miedo e incertidumbre, asociándoseles con cultura del crimen, anarquía, sexo, música estridente, vestimenta estrafalaria, robo, drogas, actitudes extremas, mensajes de muerte, rituales de ataque y venganza, sentido de la vida centrado en la violencia, con nombres que las identifican, código y concepto de justicia propio y demarcación de territorio.

Estos jóvenes tienen dificultad en manejar los sentimientos e impulsos. Predomina en ellos el enojo, aburrimiento, actitud defensiva, resentimientos contra la autoridad, sin remordimientos, metas, no son intimidados por la autoridad, no admiten culpa ni responsabilidad, ven a la violencia como medio para llegar a un fin, se consideran decentes y justifican sus acciones.

Buscan: reconocimiento, aventuras, respeto, atención, sentirse útiles, seguridad y protección, beneficios financieros, compañerismo, sentido de familia, pertenencia, aumentar su auto-estima y poder, entre otras necesidades insatisfechas.

¿Nos sorprende esto?, pues también son las aspiraciones de cualquier adolescente de estratos sociales privilegiados, donde las condiciones de vida y los estilos de vida saludables a los que son expuestos desde la infancia son completamente diferentes, con todas las necesidades básicas resueltas y un futuro exitoso y provisorio.

Pertenecen sí, a una clase social que margina, rechaza y estigmatiza a los humildes y más necesitados, en un país donde los pobres se hacen cada vez más pobres, los ricos más ricos, la clase media en vía de extinción y la baja es menospreciada.

En los barrios marginados vemos a niños (as) de muy poca edad, identificándose, formando alianzas, hambrientos, descalzos, harapientos, con ausencia de figuras significativas que les inculquen un adecuado código de valores y les provea lo básico, en ardua lucha por su mísera existencia, observando como a pocos pasos sobra, se desecha y derrocha todo lo que para ellos (as) es un lujo inalcanzable, convirtiéndose así en pandilleros en potencia.

Por esto no se romperá el Poder de las Pandillas sin : equiparar las brechas sociales, facilitar la movilidad social a través de la educación en equiparación de oportunidades, desprendimiento y justicia social, revitalización de los barrios, prevención del crimen, vigilancia comunal, Políticas de Estado, escuelas para padres, resocialización, inserción laboral… como responsabilidad de todos (as).

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Publicado el 5 de noviembre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Defiende tus derechos

La opinión de la Psicóloga….

Cledy Vásquez de Riesen

Defiende tus derechos

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Los derechos humanos, son inherentes a todo hombre y mujer sobre la faz de la tierra, sin distinción de ninguna clase, solo por el hecho de ser humano.

Como tal, somos libres de hacer uso del disfrute de cada uno de ellos, en igualdad de oportunidades sin ser objeto de rechazo, discriminación o segregación.

El respeto que manifestamos ante el disfrute de los derechos humanos por parte de otros, depende en gran medida del código de valores con el que nos identificamos.

Es de valor indiscutible el respeto con establecimiento de límites, la empatía al colocarnos en la posición del otro, la solidaridad al brindar nuestro apoyo incondicional, el amor que despierta nuestros más nobles sentimientos, la humildad al reconocer nuestros errores y enmendarlos, el poner nuestra capacidad de servicio al bien del necesitado, en fin, de todo aquello con lo que nos identificamos y marca el rumbo de nuestras vidas.

Causa malestar e indignación, cuando por antivalores son violentados los derechos de personas vulnerables, tratadas con indiferencia, minusvalía y violencia entre otros, por personas sin escrúpulos, con amplio despliegue de poder social o económico.

Es común la violación de normativas legales, orientadas hacia la defensa de los derechos humanos, con aplicación de acciones punitivas dependiendo entre otros, del perfil del que infringe la ley.

Confundimos con frecuencia los conceptos privilegios y derechos por lo que en forma arbitraria se hace uso indiscriminado de los estacionamientos que por la ley 42 del 1999, son designados para personas con condición de discapacidad como movilidad reducida , insuficiencia respiratoria o cardiaca, uso de oxígeno portátil, sillas de ruedas, ciegos u otras especificadas en la ley.

Todo derecho responde a un deber, por lo que para hacer uso de estos estacionamientos, debe portarse el carnet otorgado en forma gratuita por SENADIS, Secretaría Nacional de Discapacidad, a través de la Dirección de Equiparación de Oportunidades, no siendo valido ningún otro carnet o calcomanía con logo de discapacidad obtenida por otro medio.

También, es común contar en las filas ante ventanillas especiales, a personas que ven esta deferencia como un privilegio y no como un derecho.   En ocasiones, apoyándose en políticas institucionales como en el caso de los clientes Premium en bancos, quienes tienen una atención preferencial e inmediata, en cualquiera ventanilla, en detrimento de pensionados, tercera edad, personas con discapacidad y otros grupos vulnerables que ven con prepotencia, irrespeto y alarde, irrespetar este derecho, obligándoseles a permanecer en espera para ser atendidos.

Sensibilicémonos, tomemos conciencia y hagamos congruentes los pensamientos, el sentir y actuar para beneficio de una sociedad más equitativa en pleno uso sin discriminación, de los derechos humanos.

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Publicado el 18  de octubre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Desastre y discapacidad

La opinión de la Psicóloga….

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Cledy Vásquez de Riesen
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Desastre y discapacidad

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En los últimos tiempos, nuestro país ha sido objeto de las consecuencias de cambios climáticos y de otra índole, siendo afectadas personas y grupos vulnerables.   El ser humano posee una tendencia natural a salvaguardar su vida, pero en un grupo en condición de vulnerabilidad sobreviven los más fuertes.

Entre ellos se encuentran niños (as), mujeres, ancianos (as) y todo (a) aquel (lla) con discapacidad o necesidades especiales.   En la Convención de los Derechos Humanos, ONU, 2006, se hace un llamado para que se incorpore, en los programas de prevención y restauración de desastres, a la población con discapacidad.

En nuestro país se hace necesaria la elaboración e implementación de políticas de prevención de desastre donde tengan una participación activa las personas con discapacidad, ya que el apoyo que se les debe brindar en estas circunstancias debe ser el requerido por ellas.   Todo (a) el (la) que brinde ayuda a esta población, sea o no en condición de desastre, ha de sensibilizarse, concienciarse e instruirse en el trato correcto a brindar, de acuerdo a la condición de discapacidad presente.

La Secretaria Nacional de Discapacidad (SENADIS) a través del Departamento de Promoción y Sensibilización, realiza jornadas con este fin, dirigidas a grupos organizados e instituciones gubernamentales y particulares que las soliciten.

Cómo conducirse ante personas con discapacidad visual:  Anúnciese en voz alta. No le grite o hable a través de tercera persona. Puede usar palabras como “mira” “ver” o “ciego “.   Preguntarle por el tipo de ayuda que necesita. Indique lo que se va a hacer antes de actuar.   Ofrézcale su brazo, para servirle de guía.

Discapacidad auditiva: Encienda y apague las luces para llamar su atención.  Diríjase directamente, no al intérprete.  Póngase de cara a la luz, no mueva la cabeza y nunca mastique chicle. Use gestos para comunicarse. Compruebe que entendió el mensaje.   Utilice papel y lápiz, al dar instrucciones.   Sea paciente.  Facilítele el leer los labios en la oscuridad.

Limitaciones del Aprendizaje:   Dificultades para seguir indicaciones, paciencia.   El sentido de la dirección es limitado.   La información y órdenes deben ser breves.   Utilice símbolos y señales simples.   Háblele según su edad cronológica.

Discapacidad física o movilidad reducida: Con una muleta o bastón es capaz de utilizar las escaleras.  Si usa dos muletas, tómele una de ellas. Abra una vía de paso si las escaleras están llenas.  Si usa silla de ruedas, pregúntele como ayudarle.

Con ciudades accesibles se facilita la evacuación y con programas de prevención reducen los gobiernos el costo de restauración, habilitación y rehabilitación. Apoyemos todos.

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Publicado el 26 de septiembre de 2009 en el diario El Panamá América, a quien damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.

Sabías que…

La opinión de…

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Cledy Vásquez de Riesen

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Sabías que…

Aunque hay quienes ven a la discapacidad como algo novedoso y sensacionalista, es una condición inherente al ciclo de vida del ser humano que ha existido desde el principio de los tiempos.

Es así como leemos en Las Sagradas Escrituras pasajes donde se hace alusión a sanaciones realizadas por Jesús a ciegos, paralíticos, endemoniados y otros vulnerables, todos ellos humildes, pobres, rechazados, repudiados y segregados, objetos de burlas y humillación.

A través de la historia el tratamiento que se le ha dado a esta población vulnerable, las personas con discapacidad, ha respondido a condiciones políticas, sociales, económicas y filosóficas de cada país.

En la Edad Antigua y Edad Media, los (as) niños (as) que nacían con discapacidad eran sacrificados (as) o arrojados (as) al vacío, viéndoseles en ocasiones con un enfoque mágico-religioso donde se les ligaba a una divinidad o al demonio, siendo objetos de lástima o caridad.

También eran señalados como atípicos e identificados con calificativos como minusválidos, impedidos, retrasados, discapacitados, y otros términos peyorativos que por ignorancia, han persistido hasta nuestros días.

Luego de la post-guerra, en forma segregacionista se les ubicó en auspicios y hospitales, tratándoseles con un enfoque de salud-enfermedad, donde los que primero recibieron atención fueron los ciegos y sordos, permaneciendo sin autonomía ni participación ciudadana.

Con la revolución industrial que conllevó muchos cambios en los paradigmas anteriores, surge el concepto de vida independiente o autónoma y el enfoque y tratamiento de la discapacidad desde el modelo de los derechos humanos, junto a conceptos de equidad, diversidad, equiparación de oportunidades, accesibilidad universal o total y otros dirigidos a ver a la persona con discapacidad como sujeto y no objeto de derecho.

Son muchas las normativas legales que existen en torno a la discapacidad, siendo la ley 42 de 1999, reglamentada por el decreto 88 del 2002, la considerada ley madre en la temática de la discapacidad en nuestro país. Sin embargo, dista mucho para que esta reglamentación se implemente en su totalidad, requiriéndose de la buena voluntad y compromiso de todos (as).

La Primera Encuesta de Discapacidad (PENDIS) realizada en nuestro país por la Secretaría Nacional de Discapacidad, SENADIS,(2005-2006), donde la provincia de Veraguas y Comarcas registran la mayor prevalencia, ofrece resultados que permiten orientar certeramente la atención de las 3700,053 personas con discapacidad registradas en nuestro país, que corresponden al 11.3% de los (as) panameños (as).

El lema “Nada de Nosotros, sin Nosotros”, con el que las personas con discapacidad reclaman su derecho a la no representatividad en aras de una vida independiente y autónoma, con pleno disfrute de los derechos humanos, es un mensaje al que debemos responder por convicción y solidaridad.
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Publicado el 9 de septiembre de  2009 en el diario El Panamá América ;  a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Sensibilizando y concienciando

Sensibilizando y concienciando

La opinión de la Psicologa…

Cledy Vásquez de Riesen

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El arte es una de las expresiones más antiguas que facilitan la comunicación del pensamiento y los más nobles sentimientos en forma directa entre los seres humanos.

Es por esto, que la Secretaria Nacional de Discapacidad, SENADIS, a través del Departamento de Promoción y Sensibilización, en coordinación y con apoyo de la Dirección Nacional de Educación Especial, Dirección Básica General y Educación Particular del Ministerio de Educación, ha aunado esfuerzos para llevar a cabo el Primer Concurso de Dibujo y Pintura con el tema “Las personas con discapacidad en su entorno social”, con fecha de premiación el 27 de noviembre de 2009.

Con esta actividad, dirigida a estudiantes de Pre Medias Inclusivas, Oficiales y Particulares, se le brinda a los participantes la oportunidad de manifestar su sentir y solidaridad hacia las personas con discapacidad en su quehacer diario y entorno social.

A través de los sentimientos, expresados por medio del dibujo y pintura, como lenguajes universales y de los mensajes transmitidos a través del título y leyenda que le otorguen a cada uno, los cuales serán plasmados en agendas educativas para el año 2010, cada participante se convertirá en agente multiplicador en la labor de propiciar la inclusión social de las personas con discapacidad desde el modelo de atención de los derechos humanos, con sentido de equidad y equiparación de oportunidades para el logro de una vida digna, autónoma y productiva, como es el ideal de todos (as) .

La acogida brindada a esta actividad de índole educativa –social por parte de los Directores Regionales de MEDUCA, Directores y Colaboradores de los colegios participantes, son indicativos del grado de sensibilización, concienciación y compromiso que se tiene con respecto a la población estudiantil con discapacidad, hacia quienes hacen valer el derecho a la educación, desde las perspectivas de una educación inclusiva.

Al aflorar nuestros mejores sentimientos hacia quienes requieren comprensión, aceptación e inclusión, en condición de equidad, accesibilidad total y equiparación de oportunidades, haciendo valer los derechos humanos, crecemos como personas y trascendemos en nuestra espiritualidad, a la vez que resaltamos los valores con los que nos identificamos, como el amor, comprensión, solidaridad y empatía, no dejándonos guiar por lástima o caridad, como se dio en la Edad Antigua y Edad Media o por el principio de salud o enfermedad que respondió al modelo Médico Rehabilitatorio en la atención de las personas en condición de discapacidad.

Apoyemos a todo (a) estudiante que exprese interés y entusiasmo en sumarse a través de su participación en este concurso, a las filas que conforman quienes vemos a la discapacidad como una condición propia de la diversidad humana e inherente al ciclo de vida a la que todos somos vulnerables.

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Publicado el 26 de agosto de 2009 en el diario Panamá América Digital, a quien damos, lo mismo que a la  autora, todo el crédito que le corresponde

Dolor, indignación, consternación, sufrimiento…

Dolor, indignación, consternación, sufrimiento…

La opinión de la Psicóloga…

Cledy Vásquez de Riesen

No hay palabra con que se pueda identificar la connotación emocional que conlleva la vivencia de experiencias traumáticas, donde se pierden vidas inocentes o se adquiere condición de discapacidad por las conductas y acciones irresponsables de terceros.

Día a día se hacen noticias de accidentes automovilísticos que llenan de dolor, luto y sufrimiento con implicaciones socio-económicas, a familias panameñas de todos los estratos sociales y de indignación y consternación a la ciudadanía en general. No solo se requiere de la implementación de acciones punitivas por el incumplimiento de normas y reglas aplicables a violaciones contra la seguridad e integridad física de todo (a) ciudadano (a).

Hay que realizar campañas educativas de sensibilización desde el seno familiar, como ejes transversales en los centros escolares y a través de los medios de comunicación social, no por slogans, mensajes sensacionalistas, ni propagandistas, sino a través de la instauración de un código de valores que resalte el cuidado y conservación del don más sagrado que existe: la vida de todo ser humano sobre la faz de la tierra.

Es imperioso fomentar el valor al respeto, la consideración, la tolerancia, empatía y una cultura donde impere la cortesía en el manejo, junto a políticas de Estado, prohibiendo el uso de términos peyorativos como: Diablos Rojos, Volquetes de la Muerte o Diablitos (a colegiales), así como choferes asesinos y otros, lo que crea ciertas expectativas a las cuales responder y generan anti valores y sentimiento difíciles de manejar. Debe prohibirse el asumir el rol de psicólogo (a) u otro (a) profesional de la salud mental, al indagarse sobre el manejo de emociones y/o acciones a tomar a parientes, amigos (as) o víctimas de cualquier infortunio, en situaciones de crisis, donde se nubla la razón e impera la emoción, con consecuencias nefastas para el afectado.

Capacitemos para la toma de decisiones significativas por convicción, entre ellas, el asumir con responsabilidad el ser un (a) buen (a) conductor (a) que valore su trabajo, que debe ser bien remunerado, así como respetado por todos (a) por la responsabilidad que conlleva. Para poder gozar del privilegio de conducir un auto, que en todos los casos no deja de ser un arma en potencia, todo (a) conductor (a) debe responder a caracteres de personalidad sana, estabilidad y equilibrio emocional, con buen manejo del estrés, con capacidad de decisiones rápidas y certeras, caracteres evaluados y ponderados por un especialista idóneo de la salud mental.

Levantémonos al unísono en un acto de solidaridad y con acciones de prevención primaria y secundaria, sin desvalorizar la terciaria, afrontemos un problema que ha cobrado muchas vidas y que es responsabilidad de todos, como cualquier otra situación de carácter e implicación social.

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Publicado el 19 de agosto de 2009 en el diario El Panama América Digital, a quienes damos, al igual que al autor, todo el crédito que les corresponde.