La Ley 30 y sus implicaciones

La opinión de………

Dalila Mosquera  

Vuelvo, después de mucho tiempo, a dialogar con ustedes amigos lectores, a través de este medio escrito y en esta ocasión lo hago porque en estos momentos de globalización, participación democrática y social, el concepto del interés público o colectivo está por encima del interés particular o gremial.

La economía social, amigos lectores, se ha desarrollado mediante la aportación y acciones participativas de los agentes sociales; bien sean estos políticos e institucionales, de organizaciones sindicales, gremiales, otras.

Todas han necesitado en algún momento de su trayectoria cubrir vacíos a través de la promulgación de normativas llamadas estatutos y, en el caso de un Estado, leyes.

Muchas veces estas nuevas leyes en el tiempo han tenido una razón de ser y que se justifican por sí mismas, aunque difícilmente puedan evitar la percepción externa de pequeños grupos que sienten perder su actual protagonismo, privilegios y granujerías, su área de confort; por lo que se resisten a esos cambios.

En algunas ocasiones, las corrientes políticas, sindicalistas o gremialistas dominantes pretenden reducir progresivamente el papel del Estado; en este contexto afirmamos que el gobierno actual, con un alto grado de responsabilidad asume su compromiso de darles a todos los panameños bienestar económico y social.

El Gobierno está cumpliendo con su compromiso de hacer un cambio en beneficio de los habitantes de este país;   entre esos cambios están los contenidos de la Ley 30 del 16 de junio de 2010, “que dicta medidas para promover el desarrollo sostenible de la aviación comercial, reformar normas laborales y penales y adopta disposiciones para posibilitar la ejecución de proyectos de interés social”,  por ello es tan necesaria la promulgación de esta Ley que garantizará estas transformaciones, tan necesarias para el país.

Por ello, hacemos un llamado de atención a estos grupos que se han aliado para hacer oposición a esta Ley, que en forma patriótica, informen con la verdad, con transparencia, que no manipulen la información y que eviten mantener al país en la zozobra en que se encuentra.

Las instituciones sociales, sindicales, ideológicas e incluso las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales quedan desplazadas cuando no hacen buen uso del poco o mucho poder que ejercen; en las luchas o confrontaciones casi siempre hay un caído; ¡que no seas tú o yo!, respondamos positivamente al llamado al diálogo que hace el gobierno y convirtámonos en aliados naturales, para que juntos trabajemos por Panamá

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Este artículo se publicó el 17 de julio de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que a la autora,  todo el crédito que les corresponde.