El legado visionario de Porras

La opinión de…

Javier Nieto Guevara 

Cuando el presidente Belisario Porras decidió honrar la memoria de William Gorgas a través de la institución que lleva su nombre, lo hizo bajo una convicción clara de los logros de este insigne personaje en el suelo istmeño.

La eliminación de enfermedades prevalentes en la época de la construcción del Canal, como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla, a través de simples estrategias como la canalización de los desagües, el asfaltado de las calles, la construcción de alcantarillados y la concienciación de la población en la eliminación de los criaderos de los vectores transmisores de estas enfermedades, lo hicieron merecedor de ese homenaje a su memoria.

Desde esa época, a través de grandes investigadores como el Dr. Herbert Clark, Carl Johnson, Martin Young, James Porter y Pedro Galindo, hasta la fecha, el Instituto Conmemorativo Gorgas se ha perfilado como un ente capaz de generar conocimiento científico en pro del desarrollo de las políticas públicas que se requieren en Panamá y el resto de los países del área.

Grandes descubrimientos en el campo de la fiebre amarilla, la enfermedad de Chagas, la malaria y la leishmania han allanado un camino de éxito y gloria. Hemos trascendido en el tiempo para dar respuesta a las enfermedades prevalentes como el dengue y la influenza, realizado encuestas de percepción de las enfermedades que agobian al panameño como la hipertensión y la diabetes, identificado zonas de riesgo para el desarrollo de enfermedad por virus hanta y mitigar su eventual impacto, identificado los tipos de virus de papiloma humano que afectan a la mujer panameña. Todo esto ha sido posible a través de un recurso humano comprometido en el ámbito administrativo y de investigación, con la institución y su país.

Nuestro gran reto es convertir el Gorgas en un Instituto Nacional en Salud Pública. Para lograrlo, necesitamos aumentar el presupuesto anual institucional. Paradójicamente requeriríamos el 10% que dejan de ejecutar algunas de las instituciones públicas de nuestro país para fortalecer ese recurso humano especializado, mejorar nuestra infraestructura y adentrarnos en campos especializados en investigación del siglo XXI como las enfermedades cardiovasculares, la genómica y el cáncer.

Hacer esa inversión, generaría no solo conocimiento, sino una sustentación racional de los planes de salud a mediano y largo plazo. No debemos perder la perspectiva que los países con mejores indicadores de salud, elaboran sus políticas con base a la evidencia científica.

Finalmente en estos 82 años de vida del Instituto Gorgas quiero remembrar las palabras del Dr. Belisario Porras en su discurso del 18 de febrero de 1923 en la colocación de la primera piedra de este su legado visionario:  “Gorgas destruyó las moradas de la muerte, nos proporcionó agua para beber, purificó el aire de nuestros exuberantes bosques tropicales y de nuestras ciudades coloniales.

En una palabra Gorgas redimió los trópicos”.

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Este artículo se publico el 11 de julio de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.