La opinión del Escritor y Editor….
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VIRGILIO ARAÚZ
Después de nombrar a amigos(as) con sueldos de $6,000 en puestos creados para ellos(as), con el mismo argumento de Pérez Balladares cuando aumentó el salario a ministros: “ganan más en la empresa privada”; la administración Martinelli – Sáez Llorens, pretende, con unas reformas perversas, por decir lo menos, acabar la poca autonomía que tiene la CSS, poniendo en manos del director lo siguiente:
1. El control de los fondos hasta por tres millones de balboas, (en la actualidad puede autorizar gastos hasta 250,000).
2. Al mismo tiempo incluyen, contratación directa hasta por tres millones.
3. Faculta realizar acuerdos o convenios “ de cualquier índole ”, cuando esta era función de la Junta Directiva, limitada a acuerdos de “ seguridad social o afines ”.
4. El director, puede externalizar (privatizar) los servicios de salud y cualquier otro, pasando por encima del artículo 70 que dice textualmente: “ Queda explícitamente prohibida la adquisición de aquellos servicios que la Caja de Seguro Social se provee a sí misma y a los asegurados de manera normal, salvo en los casos en que la Institución se encuentre temporalmente imposibilitada. En esta última circunstancia, las autoridades de la Caja de Seguro Social estarán obligadas a acelerar los procesos que permitan eliminar lo más rápidamente posible la adquisición externa de dichos servicios ”.
Y del Artículo 3, numeral 1. “ La Caja de Seguro Social es una entidad del Estado, de Derecho Público, no privatizable, autónoma, en lo administrativo, funcional, económico y financiero …”.
5. Puede trasladar partidas, (en la actualidad, función de la Junta Directiva).
Como vemos, el director general, impuesto por Martinelli, tiene objetivos bien claros y no como se presenta en los medios con cara “ de yo no fui ”, cuando siendo gerente de la GBM, consiguió un contrato por cuatro millones de balboas en contratación directa con la administración PRD-Luciani. (Resolución de Gabinete No. 110 de 14 de julio de 2008).
Es decir, conoce bien de los negocios en la CSS. Si agregamos que los aparatos más costosos que compra la CSS, no cuestan más de dos millones de balboas, se abre la posibilidad de que el dictador de la CSS, pueda comprar todo, además en contratación directa, con el supuesto control de la Contraloría, el CENA y el Consejo de Gabinete, que son ellos mismos. De imponer la externalización de servicios de toda índole, tenemos el cuadro completo.
Éstas reformas, ponen en peligro los fondos de la institución y vendrán en el futuro aumentos de cuotas, años de cotización o de edad de jubilación. Sáez Llorens no tiene excusa, cuando concursó para la dirección conocía la Ley, y con ella, prometió el cielo y la tierra.
Dos arbitrariedades más de las reformas perversas facultan al director a:
1. Liquidar la estabilidad de los funcionarios de salud y administrativos de la CSS, al tener también la potestad (antes de la JD) de suprimir, no cargos como dice la ley actual, sino las posiciones que tienen de manera individual los trabajadores (as). De ahí que aparezca al final del “ proyecto ” entre los artículos a derogar, el 49 que reconoce el derecho a la estabilidad de las y los funcionarios.
2. Con un supuesto retiro voluntario de las y los jubilados el director decide quién sigue o no en el puesto; y, si alguien no acepta el retiro, se le quita la estabilidad convirtiéndolo en funcionario (a) de libre nombramiento y remoción, aunque tenga 40 años de servicio.
Definitivamente el pueblo no puede dejar pasar estas reformas perversas.
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Publicado el 6 de marzo de 2010 en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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