Participación ciudadana

La opinión de….

 

Raul Escoffery

Participación ciudadana

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Frecuentemente queremos cambios, pero no participamos en la solución y estos no se realizan. A continuación presento una oportunidad de participar en forma directa para proteger nuestros derechos a la vida, la salud y un medio ambiente sano.

Desde el año 2000, han pasado por Panamá 22 barcos con materiales altamente radiactivos, con toxicidad capaz de matar toda la población mundial.  Un incidente serio en Panamá podría causar la muerte de 200 mil personas, cáncer y el deterioro de la salud de otras 500 mil, y el deterioro de la calidad de vida de todos los habitantes del país; además de contaminar por miles de años el agua y el hábitat que necesitamos. Nadie puede resolver un incidente serio.

Ya un barco se incendió y otro se hundió. Y en 1998, tres activistas de Greenpeace abordaron un tránsito en el Canal, demostrando que terroristas podrían capturar su carga radiactiva y causar una catástrofe. El Tribunal Latinoamericano del Agua recomendó el cese total de estos tránsitos. Argentina, Chile y Egipto ya impiden estos tránsitos.

La documentación vinculante requiere un estudio de impacto ambiental, medidas preventivas y planes de contingencia: convenios de derechos humanos, Constitución Política, Ley General del Ambiente, Convenio del Gran Caribe, Convenio del Pacífico Sudeste, Derecho del Mar, reglamentos de salud radiológica, etc.

El Código de Práctica del Organismo Internacional de Energía Atómica requiere el consentimiento del Estado de tránsito y permite la prohibición de estos tránsitos. En 1984, Panamá prohibió que un barco con estos materiales atracara en puertos panameños, afirmando que “está en juego no solo la protección del medio ambiente de la República de Panamá, sino también la subsistencia misma de la nación panameña”.

En 1992, Panamá protestó contra un tránsito anunciado, afirmando que se debía evitar como acto de legítima defensa. Panamá aprobó las declaraciones contra estos tránsitos del Parlacen, el Sistema de Integración Centroamericana y la Asociación de Estados del Caribe. Es ilógico que estos barcos entren sin el consentimiento de Panamá y la ACP los deja pasar, aunque sí impide el tránsito de barcos con explosivos. La Asamblea aprobó la Resolución del Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe, que solicitó prohibir estos tránsitos, pero engavetó las propuestas de la sociedad civil.

Los órganos Ejecutivo y Legislativo continúan favoreciendo los intereses billonarios particulares, violando la ley y poniéndonos en peligro.

Si la sociedad civil quiere cambios, los ciudadanos debemos participar. En este caso, podemos solicitar a la presidenta de la Comisión de Población, Ambiente y Desarrollo de la Asamblea Nacional, Dalia Bernal (dbernal@asamblea.gob.pa), la aprobación del anteproyecto de ley 80 que tiene un solo artículo importante: “Se prohíbe el tránsito de combustible nuclear irradiado, plutonio y desechos de alta actividad radiactiva, por todo el territorio de la República”. Para mayor información ver http://raulescoffery.web.officelive.com

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Publicado el 29 de octubre de 2009 en el diario LA PRENSA, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.