Incentivo policial contra la delincuencia

La opinión de…..

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Ramón A. Sieiro Pinzón

Entre los principales retos que se proyectaron en esta campaña política estuvo el tema preocupante de la delincuencia, la falta de motivación de las unidades policiales y la corrupción dentro de esta institución.

A la fecha hemos escuchado de algunos temas como el incremento en el salario a los policías. Pero vemos como se siguen dando casos de secuestro, robo en casas y narcotráfico en los que están implicados oficiales de rango medio de la Policía Nacional. Esto a todas luces es imperdonable para nuestra tranquilidad ciudadana, no solo debo temer por la seguridad de mi familia en caso de denunciar algún caso, sino que debo temer de poner una denuncia en la estación policial más cercana. Lo que nos lleva a pensar que hay que tomar alguna decisión drástica.

Veo que el gobierno avanza a pasos firmes en varios temas, pero no veo que en el tema de nuestra seguridad se vean alternativas para las unidades.

Estoy de acuerdo con que se invierta dinero de los impuestos en actividades de tipo social como es el caso de Curundú, pero vemos a menudo como dichas inversiones terminan siendo cargas al estado y se convierten en estructuras deterioradas al poco tiempo.   Vemos como esa inversión disfrazada de venta, termina siendo incobrable. Para algunos que desean que el gobierno les de todo a costilla de los que pagan más impuestos.

Por todas estas cosas y con el interés de recuperar esa moral y autoestima perdida de nuestro cuerpo policial, propongo que se inviertan esos millones en construir un complejo residencial policial donde se les reconozca a estas unidades su esfuerzo y dedicación brindándoles una solución de vivienda con cómodos pagos, donde los mismos puedan residir aislados de los barrios donde por lo general conviven con la delincuencia y pandillas. Lo que muchas veces les crea conflictos internos de amenazas y extorsión.

Esta iniciativa ya existe en algunos países de Suramérica con muy buenos resultados, sobre todo en el caso de corrupción y sobornos.

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Este artículo se publicó el  12  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.