Estacionamientos y accesos cívicos

La opinión del miembro del Club Rotario…

PHILIP SCHWARTZ

Qué clase de civismo puede tener una persona que, teniendo todas sus facultades motoras en perfecto estado de funcionamiento, me quite el estacionamiento señalado con el símbolo internacional de personas con discapacidad?

Dicen que el civismo se refiere a las pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad.

Estimados conciudadanos, ¿cómo hacemos para despertar esa conciencia universal de buena educación, urbanidad y cortesía, aunque sea en este diminuto problema de tantos que existen en el país?

¿Sería egoísta de mi parte pedir que respeten el estacionamiento que necesito, yo y muchas personas en mi condición? O como dice la campaña de la Defensoría Del Pueblo: ‘Me has quitado mi estacionamiento, quieres también mi discapacidad’.

Háganlo un poco más fácil para nosotros NO tomando el estacionamiento más cómodo, tan cerca de la entrada, qué belleza, por favor, eviten la tentación. Sin tantas barreras físicas sería más fácil, ayudaría un poco más, a tener que enfrentarse con limitaciones físicas a la realidad de la vida, con sus propósitos y problemas.

No tienen idea de la cantidad de personas inconscientes, (no me gusta cómo algunas personas, disgustadas con los infractores los llaman discapacitados mentales, pues ofende a las personas con capacidad mental reducida, éstas son aún peores) y con las que tenemos que pelear diariamente.

Llenaría el periódico si relato tantos even tos de personas con excusas ridículas.

Las ciudades en el mundo, que avanzan y se proyectan a un futuro moderno, se están adecuando de tal manera que las personas que, por algún motivo u otro, ya sea por enfermedad o accidente, tienen problemas de movilidad reducida recurrimos a la tecnología disponible del mundo moderno, utilizando una silla de ruedas para movilizarnos en la consecución diaria de nuestros propósitos en la vida.

Se ha conseguido a través del tiempo leyes que protegen ese derecho, que nos facilita circular por la ciudad; sin embargo, falta mucho para la implementación de las mismas. Cuántas veces me ha tocado ir a algún edificio de los más nuevos, modernos, elegantes y lujosos, construidos posteriores a las leyes que exigen accesibilidad para encontrarme con un escalón o más sin rampa. ‘Acceso denegado a sillas de ruedas’.

Habría que preguntar al arquitecto o al inspector de los planos o al inspector de la obra. Por favor, estudien el tema y ayuden a cumplir con la Ley No. 42 y el Decreto Ejecutivo 88 de 12 de noviembre de 2002, en cuyo Capítulo VI se habla del Acceso al entorno físico y a los medios de transporte, ello sería de gran valor cívico.

Al diseñar ubíquese mental o físicamente en una silla de ruedas y trate de acceder al edificio. Haga los accesos para silla de ruedas efectivos, eficientemente.

<>Artículo publicado el 10 de septiembre de 2010  en el diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.