Preludio de una destrucción anunciada

La opinión del Periodista…

EUCLIDES  FUENTES  A.
fuenarroyo@hotmail.com

No estaban silenciadas aún, en las calles aledañas a la Asamblea Nacional, las reacciones de los indígenas ngäbe buglé, cuando ya se había registrado en la Gaceta Oficial, como Ley de la República, el instrumento que autoriza el preludio de la destrucción.

No se trata solo de poner fin, como lo han advertido desde hace años científicos alarmados por la devastación del planeta, sino también de la existencia de regímenes que basan su razón de ser en la avaricia, en detrimento de pueblos y países sobre la base de la explotación del hombre por el hombre.

El clamor popular no cuenta, la advertencia de la gente que estudia y conoce de las disciplinas que distinguen al ser humano de las bestias, mucho menos. La desesperación por engullir todo les convence de que hay que imponerse a sangre y fuego.

No hubo escarmiento tras la masacre de Bocas del Toro, cuando en menos de 12 meses se registra otra escalada represiva para aniquilar el instinto de conservación de quienes experimentaron, hace más de 500 años, el criminal despojo de vidas y tierras que trajo el colonialismo europeo al nuevo continente.

En la ceguera por vender el sagrado patrimonio nacional arrancando jirones de nuestra geografía para indolente y graciosamente regalar millones a empresas o gobiernos extranjeros, a cambio de migajas monetarias, que solo beneficiarían a una élite temporalmente poderosa, desatienden los ejemplos de liberación que diseñan en las vías públicas del lejano Oriente, los pueblos de las comunidades árabes.

La ola iracunda de los conglomerados humillados, víctimas de la soberbia de los que pisotean democracia y derechos humanos en otras regiones, alcanzará sin duda alguna la conciencia de nuestros hermanos pauperizados en todas las latitudes y el pueblo panameño no será la excepción.

Puede ser el preludio de la destrucción, tanto de nuestro medio ambiente, como de enterrar para siempre la arrogancia suicida de los que se burlan de la inteligencia y la sensatez de la ciudadanía.

 

Este artículo se publicó el 15  de febrero   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

Los fuegos artificiales y fatuos del discurso de los economistas

La opinión del Periodista….

EUCLIDES FUENTES ARROYO
didi21panama@hotmail.com

El brillo multicolor de los fuegos artificiales que por apenas unos cuantos segundos fascina a los ojos de los humanos en días festivos, es similar al discurso de casi todos los economistas del neoliberalismo que a diario nos hablan de un crecimiento económico que nunca podrán palpar nuestros pueblos depauperados por el sistema que los agobia.

Recientemente volvimos a toparnos con la exageración de estas fantásticas teorías, esbozada por un conferencista sudamericano invitado a ‘ilustrar’ a periodistas sobre temas tan áridos y controvertidos como la cuestión económica y, de paso, las amenazas y retos de la libertad de expresión.

Con aire doctoral para una audiencia cautiva en los eufemismos del lenguaje del experto economista, afirmó que la pobreza ha disminuido en los últimos años porque estamos siendo testigos del crecimiento económico en casi todos los países del subcontinente.

Pero, ‘crecimiento económico’ para quien, preguntó atinadamente un colega señalando que en las calles el aumento que se nota es el de la actividad informal porque cada día asciende el número de menesterosos y personas que tienen que vender algo para obtener el pan nuestro de cada día embaucando a veces a un consumidor intemperante.

Depende de cómo mire usted el vaso, respondió el economista, usted puede verlo medio lleno, o medio vacío pero las estadísticas así le demuestran, que sí hay tal cosa. El cielo iluminado por fuegos artificiales vino a mi mente. Es real que crecen las cuentas bancarias, por ende el aumento económico, no de las grandes masas de ciudadanos faltos de recursos, sino de una élite minoritaria que tiene el potencial para invertir en la apertura de negocios, en expandir sus empresas financieras, bancarias, aseguradoras y que pintan el panorama del boom de la construcción con su proliferación de rascacielos.

Si bien es cierto que este auge económico se traduce en mayor número de plazas de trabajo para el hombre de a pie y en consecuencia hay niveles de reducción de la pobreza, es justo reconocer que la pésima distribución de esa riqueza no produce equilibrio entre los pocos que tienen mucho, muchísimo, y los muchísimos que tienen poco o nada. Se multiplican los edificios gigantescos y las exclusivas barriadas de mansiones fastuosas, que han empujado a una golpeada clase media a vender sus propiedades y desplazarse hacia las nuevas barriadas marginales al este y oeste de la provincia de Panamá.

Ya su poder adquisitivo ha sido mermado por la carga impositiva que a partir del año 2,009 puso sobre sus hombros una administración elogio de la locura.   El censo de población tan pésimamente realizado que no se conoce cuantos habitantes tiene Panamá, no deja saber el número de pobladores y su realidad en materia de haberes y carestías. Se pasa por alto que es, precisamente, la gente más humilde la que cada día se llena más de hijos pues no hay ninguna política estatal que regule el desajuste social No hay la menor consideración con un sector importante de la sociedad, los jubilados, que justamente en el último año ven reducido su ingreso como tales, gracias a las medidas tributarias que hicieron recaer sobre las mayorías el pago de impuestos que, claro está, sí pueden pagar los siempre ricos y los nuevos multimillonarios del régimen que impuso la nefasta moda de las contrataciones directas y la eliminación del control previo.

Como si fuera poco una deficiente administración del ente de seguridad social obliga a la ciudadanía a gastar lo que no tiene porque no hay ni medicamentos y mucho menos una adecuada atención a los que desdichadamente enferman.

Esto se debe a que su Gerencia está pendiente no del servicio honesto a la población, sino de donde pueden salir negociados como la compra de corredores con el dinero de los asegurados o la adquisición de vehículos costosos e innecesarios, amén de lo que pueda resultar de la computarización.

Me dice un entrañable amigo que analiza que ese ‘crecimiento’ del que nos hablan con no disimulado entusiasmo los tecnócratas del capitalismo salvaje, es como cuando usted siembra un árbol y al verlo crecer nota que el tronco está abultándose pero que las ramas flacas se doblan hacia el suelo. La savia que nutre la planta sólo alimenta al tronco y todo el ramaje carece de ese nutriente para fortalecerse. Así señala, gráficamente, la mentira piadosa de quienes pretenden embaucarnos con la terminología engañosa del discurso economicista.

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<> Este artículo se publicó el 3 de enero de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

El Periodismo tipificado como delito

La opinión del Periodista….

EUCLIDES FUENTES ARROYO
didi21panama@hotmail.com

La divulgación de los asesinatos perpetrados por soldados estadounidenses de dos periodistas de la agencia Reuters y otros civiles en Irak, por parte de Julian Assange a través de su sitio WikiLeaks en Internet, han servido para que los voceros del imperio hayan decretado tipificar como delito la tarea del periodismo comprometido con la sagrada norma ética de divulgar la vedad.

La complicidad de casi todos los gobiernos del planeta con los excesos de un verdadero terrorismo de Estado, que es el que practica el gobierno de Estados Unidos con sus invasiones a países de todos los continentes del mundo, a quienes ellos someten para satisfacer sus muy particulares intereses, ha quedado al descubierto con las documentadas informaciones que, para bien de una humanidad no subordinada a la mentira ni a la propaganda imperial, ha diseminado por todo el planeta el colosal trabajo del periodista Assange.

Porque no solo WikiLeaks nos ha enterado de los crímenes de guerra perpetrados por la soldadesca yanqui en Irak y Afganistán, y de finales del 89 e inicios del 90 en Panamá, hechos por mucha gente conocidos, pero no divulgados en sus detalles sino hasta ahora, sino que evidencian el grado de abyección de los conductores de países que no se han erguido para poner un alto a la entronización de la conducta criminal en sustitución de la diplomacia y el ejercicio de las relaciones internacionales.

Y precisamente por denunciar que, al igual que en Panamá cuando la invasión genocida ejecutada por George Bush padre ultimó a tiros a un corresponsal español, ahora revela nuevos crímenes de guerra, e intromisiones intolerables, cercenando el derecho de los pueblos a la autodeterminación, el todopoderoso régimen de la Casa Blanca pretende sentar cátedra de prepotencia tipificando como delito de lesa humanidad el ejercicio de ese periodismo que hace de la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, su razón de ser.

A Julián Assange no basta con amenazarlo de muerte, perseguirlo, bloquearle su espacio cibernético e inventarle procesos; se le quiere demonizar en una maniobra que muestra el cinismo de un fascismo resucitado que amenaza con reeditar los horrores de la Segunda Guerra Mundial, esta vez desde las cercanías de nuestros pueblos latinoamericanos. Cobra actualidad aquella sentencia que se le escuché alguna vez a un hermano mexicano al lamentarse de esta manera: ‘Pobre México y pobre Latinoamérica, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos’. Pero lo más triste es que a estas alturas de la civilización, aún hay mentalidades ovejunas que se tragan ese cuento de que la potencia arpía es paradigma que se arropa con la defensa de los derechos humanos, la democracia y la libertad.

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<> Este artículo se publicó el 11 de diciembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

Hablemos de humanidad

La opinión del periodista….

Euclides Fuentes Arroyo

En Níger país africano con vastos territorios desérticos, cunde el hambre de humanos y animales, e igualmente la misma situación se da en otros puntos del continente negro, mientras en el sur de nuestra América el frío empuña la guadaña que priva de su existencia a los más desvalidos y nuestra turística provincia de Bocas del Toro, sufre las consecuencias de una masacre que ha privado de la vida a muchos ciudadanos cegados por los impactos de los perdigones; esto último algo que en Panamá muchos creyeron que no podía ser ejecutado por el gobierno de las promesas incumplidas.

José Martí, el apóstol de la independencia latinoamericana, dijo que “ningún dolor humano nos es ajeno”. Basados en esa premisa no podemos silenciar nuestra voz cuando en alarde despreciativo a nuestros hermanos de todo el mundo, presenciamos los abusos de las minorías privilegiadas que, montadas en el potro del poder, pretenden seguir cabalgando, como históricamente lo han hecho, sobre el sufrimiento y la expoliación de sus conciudadanos.

Un hermano entrañable considerado así por encima del calificativo de amigo, no aprueba mi versificación porque prefiere la prosa. Quiero complacerlo precisamente porque se trata de un humano ejemplar que a pesar de sus limitaciones como empresario  adinerado, en la práctica demuestra que es necesaria la toma de conciencia de que nuestro paso por la vida no está en la simple satisfacción egoísta de nuestra calidad de vida, sino en compartir con el prójimo alegrías y tristezas.

Es cierto que la caridad no va a resolver los problemas de los desafortunados, pero también es cierto que la preocupación, verdaderamente cristiana, por nuestros hermanos carentes de fortuna, que se traduce en solidaridad con sus dolores, es un paliativo que refleja la grandeza de nuestra condición de seres humanos.

Mientras hay mentalidades que sólo piensan acrecentar sus fortunas pisoteando los más elementales derechos del individuo, desconociendo que los humildes tienen que alimentarse y en base a esa necesidad especulan elevando el costo de los alimentos, habrá siempre elementos conscientes que no aprueban los desmanes abusivos de los que se enriquecen a costa de la depauperación de sus semejantes.

Mientras hay patronos que blanden sobre sus empleados el garrote vil de la explotación y el maltrato, habrá otros que saben compartir con quienes les permiten acrecentar sus riquezas, los beneficios de una actividad de doble vía, es decir, trabajo y capital.

Se trata nada más y nada menos, que asumir conscientemente el papel que cada cual tiene que jugar, para mantener el clima de armonía que garantice la supervivencia de los que tienen la sartén por el mango y los que con sus manos laboriosas producen el pan nuestro de cada día.

Este mensaje realmente sincero, tiene la posibilidad de ser asimilado por mentes dotadas de la inteligencia que Dios le otorgó a algunos congéneres, o desestimado por aquellos oscurecidos por la soberbia prepotente que fuerzas malignas y oscuras han predestinado a pertenecer al bando de los deshumanizados.

Panamá 26 de julio de 2,010.  E.F.A. ced. 7-44-677

<>  Este artículo fue enviado por correo electrónico para su publicación por el autor a quien damos todo el crédito que le corresponde.

La corrupción sí paga, el nuevo mensaje

La opinión del Periodista…

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Euclides Fuentes Arroyo

Que la corrupción sí paga parece ser el último y nuevo mensaje de los personeros del cambio a la reversa. Eso es lo que se desprende de las denuncias que los medios de comunicación formulan a diario por la proliferación de pagos exagerados por productos que no lo valen, amén de contrataciones directas, licitaciones o concesiones para proyectos millonarios y el silencio cómplice de quienes supuestamente deben velar por la ética de la administración pública de nuestra querida Panamá.

Curiosamente algunas “estrellitas” de la televisión que fueron favorecidas, unas con el voto popular para puestos de elección, y otras por su protagonismo como figurines de programas, o simples colaboradores que con arribismo oportunista usurparon una tarea periodística para lo cual carecen de la idoneidad respectiva, son los señalados por la conciencia ciudadana como los ejecutores de las felonías. No todo lo que brilla es oro.

Conscientemente se aupó la candidatura alcaldicia de quien saltó del plató de la television , a ser pesadilla de la capital. A sabiendas de su renuncia tácita a la ciudadanía panameña, de su traición al delatar desde las tanquetas de la invasión genocida a sus compatriotas, y de incurrir en perjurio ante las autoridades y con todo un expediente de ilegalidades, los propiciadores de esa  monstruosidad aprovecharon su control del poder legislativo para impulsar el escarnio de un parlamento que cada día escala más alto el desprestigio de ese órgano estatal.

En el MIDES y en Educación, así como en Salud y otras instancias gubernamentales se multiplican los señalamientos por la irregularidad en los procedimientos para autorizar concesiones o compras de lo que precisa la administración para cumplir sus compromisos y realizaciones. Pero lo más grave es que la opinión pública observa que cuando se advierte la infracción de la norma por parte de un funcionario responsable, no se dan las explicaciones ni aclaraciones del caso, sino que se produce la represalia con la destitución del denunciante. Eso lleva al ciudadano común a pensar que en estos casos quien señala la corrupción terminará pagando con la cárcel el plato que rompió el superior jerárquico.

Escándalo mayúsculo y cinismo inconmensurable el que desde la cúpula del Ejecutivo se insinúe o se aliente la deslealtad y se capte la membresía hacia el partido gubernamental de elementos públicamente estigmatizados por la prensa local con acusaciones de malversación de fondos de los contribuyentes y pendientes de proceso legal.  Son casi diarias las alusiones de comentaristas de medios escritos, radiodifundidos o televisados a personajes del mundillo burocrático politiquero que serán  perdonados, con el archivo de sus procesos, por sus adhesiones al libro de militantes de las huestes oficialistas.

A todo esto, aquellos designados con fanfarrias y fuegos artificiales como inquisidores de la corrupción, brillan por su silencio cómplice cuando se trata de los trepadores que viven al margen de la legalidad, mientras se convierten en cajas de resonancia, únicamente en caso de que la persecución de la corruptela guarde relación con sus adversarios políticos.

El mensaje que le están dando al panameño de a pie es que el juega vivo de los apostatas y traidores, de los tránsfugas y de los que justifican lo injustificable de las conductas amorales, sí vale la pena, que en fin, la corrupción sí paga.

Panamá 28 de julio de 2,010     E.F.A. ced. 7-44-677

<> Artículo enviado el 28 de julio de 2010 por e-mail para su publicación por el autor,   a quien damos todo el crédito,  el mérito y la responsabilidad que le corresponde.

A un año de ñamería

La opinión del periodista….

EUCLIDES FUENTES

De aquí a que Martinelli salga

tributos y recargos por doquier

el habla habrás de perder,

el caminar y hasta la nalga.

La clase pobre y la media

pagando están la inflación

todo el pueblo, ese montón

sufre la tragicomedia.

Se amenaza a trabajadores

no quieren más sindicatos

sino amarillos baratos

los serviles son mejores.

La huelga no será un derecho

ni buen salario una conquista

un pecado ser optimista

u hombre de pelo en pecho.

Código laboral le estorba

al régimen indolente

y enrarecido el ambiente

la avaricia se desborda.

Pretenden modificarlo

para perpetuar injusticias

contra un pueblo sin malicia

fácilmente doblegarlo.

Cuentan con una mayoría

de venales diputados

con criterios pignorados

desprovistos de hidalguía.

En la mira está el Seguro

la caja de la sociedad

en manos de la ansiedad

de un elemento impuro.

Cada obra que se anuncia

insinúa un negociado

sin transparencia acabado

que merece la denuncia.

El principio de soberanía

y dignidad nacional

en su fase Terminal

está en plena agonía.

Noticia sensacional

en diario tico divulgada

se cocinó en la embajada

con un regaño imperial.

Sin separación de poderes

continúa el nepotismo

pues todo sigue lo mismo

de los malos sus placeres.

Sucumbe el medio ambiente

con nefastas concesiones

la danza de los millones

la debacle se presiente.

De tanto arrebato fascista

no escapa ni la opinión

se censura al periodista

en la radio y televisión.

Para silenciar el grito

a la guapa Maribel

le anudaron el cordel

a Tapia, Castillero y Chito.

Esto apenas es el saldo

de un año de ñamería

la sensatez sí sabía

era indigno del respaldo.

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Este artículo fue publicado el  10 de julio de 2010  en el diario La Estrella de Panamá,  a quienes damos, lo mismo que al autor o autora, todo el crédito que les corresponde.

Quien con bebé duerme amanece defecado

La opinión del periodista….

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Euclides Fuentes Arroyo

Vieja práctica que sólo sorprende a los despistados que olvidan que cuando a ellos les interesa sacar los trapos sucios de la gente que gobierna subordinada a sus intereses hegemónicos, es la repetición de la misma fórmula que le aplicaron , en su momento, al entonces hombre fuerte de Panamá, Manuel Antonio Noriega.

Como por circunstancias del control publicitario ahora no pueden recurrir a los medios del patio, filtran en el exterior de país toda la información clasificada por sus agencias de inteligencia o espionaje, que para el caso es lo mismo. Ayer utilizaron las cadenas televisivas o diarios estadounidenses, para que las agencias noticiosas internacionales y la prensa local rebotaran las sensacionales noticias que causaban el efecto explosivo de una bomba de tiempo. Hoy es  el sitio web de un vecino fronterizo.

Desde el fin de semana, aprovechando la amplia difusión  global que tienen las páginas que circulan por Internet, los ciudadanos de este país y los vecinos del continente, se están desayunando con todo un caudal de información relacionada con señalamientos no muy santos hacia el mandatario de la República.

Al igual que Noriega, Pinochet y últimamente Uribe y Martinelli, creer que porque el poder imperial se muestra dadivoso desde sus sedes diplomáticas, ya se tiene patente de corso para operar al libre albedrío y sin consulta, equivale a pensar que se puede dormir al lado de un bebé sin amanecer con el aroma de las defecaciones de rigor.   Los ejemplos sobran de que, como bien lo señalaba un líder criollo, “los Estados Unidos no tienen amigos, sino intereses”.

Primero fue Pinochet al que aventaron sin paracaídas cuando ya la etapa de martirizar al hermano pueblo chileno había sido consumada y no lo necesitaban, el que sufrió que fueran sus amos los que denunciaran la cuantía  de millones del erario público que depositó en la banca internacional. Luego todos sabemos lo que ocurrió con Noriega y cómo a Uribe le frustraron su obsesión por reelegirse una vez más.

En el caso de Ricardo Martinelli ahora le dicen, a través de un diario digital tico, que no es uno, sino que son dos los parientes involucrados en irregularidades de suma gravedad.   La divulgación de pelos y señales no proviene de fuentes domésticas por lo documentadas y precisas que son todas las notas que producen las pesquisas  de agencias antidrogas y de inteligencia norteamericanas. Es su contubernio investigativo con las autoridades de los países en donde está la presencia no sólo de sus diplomáticos, sino de  sabuesos de la DEA, la CIA y cuanto aparato emplean para detectar los objetivos.

Buen ejercicio para los que gobiernan, sería repasar la historia de los que alcanzaron el poder con la bendición del Tío Sam, para aprender que ellos no cambian la estrategia de tirar la piedra y esconder la mano, cuando de sus intereses se trata, para que la genuflexión y el sometimiento a su voluntad no sea una cuestión a medias, sino de tiempo completo.

Euclides Fuentes Arroyo ced. 7-44-677

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Artículo enviado el 14 de mayo de 2,010 por correo electrónico a Panaletras para su publicación por el autor a quien damos todo el crédito y las responsabilidades que le corrresponden.

Seguridad, derecho de todos

La opinión del periodista…

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Euclides Fuentes Arroyo


El golpe más bajo y doloroso para cualquier ser humano es el despojo de bienes alcanzados a través de años de trabajo y esfuerzo constante. Deplorable que pierdas lo tuyo de la noche a la mañana por la acción canallesca de quienes hacen del crimen la vía fácil para enriquecerse.

Un reputado profesional de reconocida trayectoria como hombre de bien y sus familiares más allegados, fueron víctimas, recientemente, de un asalto y robo en su propia residencia ubicada en uno de los modernos y aparentemente seguros barrios de nuestra capital.

No se trata de un hecho delictivo más que eleva los índices de la inseguridad, sino el producto de una bien planificada y ejecutada acción de gente venida del exterior con vasto prontuario en los anales de la maldad. Las carencias de oportunidades, la violencia entronizada por largas décadas y el malestar acumulado por la injusticia social en países fronterizos, han forzado el éxodo de nuestros vecinos hacia este santuario donde circula el dólar que apetecen.

Es tan preocupante la profundización del problema como lo es el flagelo de otro mal que procede de las mismas fuentes, el asunto del trasiego de drogas y la contaminación de la sociedad que sufre sus consecuencias nefastas.

Frente a la realidad no parecen surgir las fórmulas de encararla por parte de quienes tienen la responsabilidad, según reza la norma constitucional, de garantizar la paz y la seguridad de los ciudadanos.

Pero no sólo estamos desprotegidos ante el crimen organizado.  La seguridad social anda tan mal o peor que el apogeo de la criminalidad.   Quienes más padecemos los rigores de la deficiente administración de la entidad que pertenece a todos, somos los hombres y mujeres que a lo largo de toda una vida consignamos religiosamente nuestro aporte.

No de ahora, sino desde hace ya sus buenos años, los supuestos beneficios a que tenemos derechos adquiridos por ley, brillan por su ausencia. El trabajador que se retira tiene que seguir tolerando impotente el descuento de la cuota de seguridad social, impuesto sobre la renta y dizque seguro educativo. No obstante esa contribución quincenal, no le da derecho a recibir las medicinas que alivian las dolencias dejadas por el pasar de los años. Ni se diga de la atención médica y mucho menos si se trata de especialistas, como hay ya millones de ejemplos.

Es tan perverso el método de conducción de este ente que, a pesar de ser el sistema cibernético el fuerte del modus vivendi del ungido para conducir dicha nave, en vez de actualizar en justicia el pago a los pensionados, repiten el exabrupto de quincenas de 17 y hasta 18 días para convertir a Panamá en un país que ni siquiera está a nivel del tercer mundo.

Para el automovilista común también hay una buena dosis de inseguridad.   No existe la policía de tránsito, y si se dice lo contrario nadie la nota; las calles son un caos permanente,  la impunidad de mentes enfermas y criminales al volante de autobuses, cuenta con el amparo de la autoridad y la complicidad de los dueños de estas máquinas de la muerte

Para completar el panorama la sociedad ve con estupor que se avala la anarquía del transporte y el tránsito con la graciosa idea de pagar la friolera de millones de dólares a quienes han hecho el negocio más redondo de su vida sembrando semáforos por doquier.   Poco ha faltado para que nos colocaran uno de estos aparatos a la entrada del inodoro de nuestro domicilio.  Razón tiene el pueblo cuando opina que los únicos inteligentes han sido los sembradores de semáforos porque de ellos es el reino de los billetes.

La seguridad sólo fue un comodín de la campaña electoral y hoy se palpa como el resultado de una mentira más, incubada al calor de la locura de la irresponsabilidad y el juega vivo de quienes comprueban que la demagogia bien publicitada rinde dividendos de poder.

El ciudadano de a pie tiene derecho a exigir seguridad, no sólo para garantizar la tranquilidad de su familia, sino para que sus ancianos mayores sean respetados por quienes manejan la caja que pagan el pueblo trabajador y el empresariado honesto.

Seguridad para el trabajo, para el hogar, para el transeúnte, para todos porque es un derecho de todos.

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Argículo enviado el 29 de abril de 2010 para su publicación por el autor, a quien damos todo el crédito, los meritos y la responsabilidad que le corresponden.

Omar y el Periodismo

La opinión del Periodista…..

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Euclides Fuentes Arroyo

En estos tiempos en que se denuncia la intolerancia desde las alturas presidenciales hacia la tarea del periodismo, de divulgar las irregularidades y desviaciones malsanas del poder, vale la pena reflexionar acerca de lo que  registra nuestra experiencia como dirigente del Sindicato de Periodistas de Panamá en momentos que gobernaba el país el General Omar Torrijos Herrera.

Corría la década de 1970 en que Cassius Clay o Muhammad Alí reinaba en los pesos pesados y uno de sus triunfos obtenidos al filo de la media noche en un tinglado estadounidense se supo enseguida por televisión, pero no así al día siguiente en los medios de la prensa escrita mañanera, debido a la hora del cierre de los medios que lo determinaba la administración de los diarios y no la voluntad, ni el sentido profesional de los periodistas.  Este hecho motivó una fuerte crítica del Jefe de Gobierno a los comunicadores, principalmente de la Editora Renovación que publicaba tres rotativos, a saber, Crítica y Matutino, y La República, vespertino.

Como Secretario General del gremio le solicité al desaparecido Guillermo Ríos Duggan, pluma de altos kilates, que me redactara una nota dirigida al General Torrijos en donde ripostara lo expresado por él dejándole ver nuestra intención de sostener un encuentro para discutir ese y otros problemas que estábamos confrontando en esos momentos. La nota, además de remitida al Comandante Torrijos, fue publicada en la edición vespertina de uno de los diarios mencionados.

En horas de la tarde cuando cumplía mis tareas al frente de la jefatura de redacción del Matutino recibí una llamada de Omar y pensando que era una broma de alguna amiga le dije a su secretaria, Celia Gasnell, que no me tomara el pelo pues tenía trabajo por delante. No, Euclides, se trata en serio del General… y enseguida le pasó el teléfono.  Oye Euclides, ya te “fildié”, yo sé lo que lo me dices…. Así que mira, arregla para mañana mismo a las ocho, una reunión con todos los periodistas, de los diarios, la radio y la televisión, todos los que quieran, que vamos a hablar del tema. Trato hecho General, ahora mismo convoco no sólo a los miembros del Sindicato sino a todos los que tienen algo que decir, le respondí a mi interlocutor.

De inmediato se produjo la convocatoia vía telefónica y a la mañana siguiente en el Hotel El Panamá se celebró, con amplia concurrencia de periodistas y hasta dueños de radioemisoras, el encuentro promovido por nuestro colectivo laboral y el Jefe de Gobierno, General Omar Torrijos y parte de su equipo de trabajo. Se habló, como decimos, a “calzón quitao” y le explicamos al General que era muy fácil criticar la tarea de los medios escritos que sufren un proceso de edición desde que se concibe la noticia hasta que se imprime, y otro la inmediatez de la radio y más la televisión. La diferencia en los salarios de las “estrellas” de la pantalla chica y los humildes redactores de la prensa escrita; sueldos miserables comparados con los primeros. Que no es lo mismo que él cuando viaja al exterior se lleva a los y las “vedettes” de la TV por vía aerea, pero que cuando se trata de giras al interior entonces sí somos buenos los de la prensa escrita para esos patrullajes terrestres.

Omar Torrijos prestaba mucha atención al plomo que le llovía en las palabras de varios de los periodistas y comentaristas de radio y televisión que participaban.  Recuerdo que Adán Castillo Galástica, con su habitual valentía, le espetó que desde las aulas de secundaria aprendimos a ejercer el periodismo por medio de volantes mimeografiadas y que aunque había sufrido un carcelazo en los primeros meses del golpe del 68, si era necesario, volvería a recurrir al periodismo de mimeógrafo.

El Comandante Torrijos pelaba los ojos y lucía concentrado al escuchar lo que en cierta manera fue una dura reprimenda por parte de las víctimas de la censura que formuló con ligereza. Ese Omar Torrijos, en esa época calificada por muchos como dictadura, se elevó al responder con un tono autocrítico y aceptar que teníamos razón cuando parangonábamos la clase de trabajo que realiza un periodista de los medios impresos y lo fácil y ventajoso que resultan los audiovisuales. La reacción del Omar Torrijos gobernante fue todo lo contrario de lo que se ve en un mandatario intolerante. Ni amenazas, ni presiones, y mucho menos reproches, porque se cree que el gobierno paga publicidad y a cambio espera sumisión incondicional.

Panamá 5 de marzo de 2,010         Euclides Fuentes Arroyo, ced. 7-44-677 .

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Poesía enviada el 9 de marzo de 2010 para su publicación a Panaletras  por el autor a quien damos todo el crédito, el mérito y la responsabilidad que le corresponde.

“Indulto a Posada la más deleznable inmoralidad…”

La opinión del periodista……

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EUCLIDES  FUENTES  ARROYO

El indulto concedido por la ex presidenta Mireya Moscoso al confeso terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles “fue quizás la más deleznable de las inmoralidades cometidas por un gobierno que ya enfrentaba múltiples acusaciones de corrupción”, sostiene el ex embajador de Cuba en Panamá, Carlos Zamora.

La sentencia está en el prólogo del libro “ Conquistar la Justicia. A propósito de terrorismo: Luis Posada Carriles ”, editado por Anabel Aragón en 2006 y que recientemente llegó a mis manos. Zamora era en agosto de 2004 el representante diplomático de Cuba en Panamá, en los días en que se produjo la decisión de liberar de la cárcel a Posada Carriles, condenado por el frustrado atentado contra la vida de Fidel Castro en el Paraninfo de la Universidad de Panamá, a raíz de la Cumbre Iberoamericana de Mandatarios.

Zamora afirma que el “ indulto ” de Moscoso a los terroristas Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo, Guillermo Novo Sampoll y Pedro Remón Rodríguez, fue una decisión ilegal, y agrega que “ solo una figura desgastada moralmente, dependiente del apoyo de las autoridades estadounidenses y de los sectores cubanoamericanos que dominan la política de Miami, sería capaz de un acto de tal naturaleza ”. Añade que el 26 de agosto de 2004, fecha en que se produjo dicho, acto estuvieron “ de fiesta ” la infamia y la traición.

Zamora revela también la forma en que se preparó la salida del país de los condenados y señala que la orden de los comandos protectores de los terroristas era “ disparar a matar ” si sectores populares trataban de impedirlo. El plan incluía, expresa el diplomático, culpar a la inteligencia cubana y acusar a Cuba de atentar contra la soberanía panameña.

“ Ni siquiera los elementos más reaccionarios del país respaldaron la actuación de Mireya Moscoso, pues se sintieron engañados por una decisión inconsulta que consideraron servil, políticamente perjudicial y moralmente indefendible ”, agrega. Cuando el gobierno cubano denunció el hecho “ en lugar de rectificar, la reacción de Mireya Moscoso fue de iniciar una campaña contra Cuba, que incluyó mi expulsión de ese país ”, indica Zamora.

Al término del prólogo, con fecha de diciembre de 2004, Zamora dice que Moscoso y sus colaboradores sabían que iban a necesitar protección de EE.UU. y la “ compraron ” a costa de la seguridad y el prestigio del Estado panameño. “ Se lo había advertido en persona Otto Reich, un funcionario cubanoamericano de la administración Bush. El gobierno estadounidense sería implacable con los gobernantes corruptos de América Latina. Salvo —claro está— que otra cosa aconsejaran “los intereses de los Estados Unidos”. En ello radica la moral de estos tiempos.. y la Moscoso puede ser “monja” en el convento de los yanquis ”, concluye.

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Publicado el 17 de febrero de 2010 en el Diario   La Estrella de Panamá a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Lo bueno, lo malo y lo feo

La opinión del periodista……

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Euclides Fuentes Arroyo

Lo bueno es constatar que nuestro mundo imperfecto tiene cosas buenas y que, pese a las apariencias de que lo malsano supera lo bondadoso, sobran ejemplos de sensibilidad humana en todos los pueblos del mundo que nos permiten llegar a la conclusión de que sí es posible alcanzar la utopía de mejores días para nuestra especie.

En el caso particular de Haití las reacciones de todas partes al solidarizarse con la tragedia de los hermanos de esa isla y trasladar hacia allá las mejores voluntades, demuestran esa grandeza de hombres y mujeres. Hay muchísimos casos de gente afortunada que no repara en acudir en auxilio de los desvalidos y probar que sus corazones son tan generosos como sus cuentas bancarias. Otros que sin poseer un centavo se multiplican en ofrecer sus manos laboriosas en socorrer al prójimo.

Gesto nobilísimo el de los hermanos de Cuba que tanto en Panamá como en otros países del orbe han realizado la Operación Milagro para devolverle la vida, como dijo oportunamente el ex Vicepresidente y ex Canciller Samuel Lews Navarro, en 2,006 cuando visitó en las afueras de La Habana a los centenares de humildes panameños beneficiados con operaciones que les permitieron recuperar la vista.

Lo malo es que, repentinamente surja un mazazo del propio gobierno elegido por el pueblo creyendo que realmente hay preocupación por el bienestar y la salud de los gobernados, y pulverice la ayuda humanitaria que sin costo alguno para el Estado representaba esa ejecutoria. La fatal noticia recorrió todos los confines del planeta y en los sitios de Internet se divulgó que tras esa acción estaba el interés de enrostrarle a la ciudadanía que para quienes detentan el poder es mejor hacer negocios con los males de la gente pobre que prodigar atención médica gratuita aunque no seamos nosotros los que carguemos con los costos.

Un  comunicado de las organizaciones populares panameñas, encabezadas por FRENADESO denunció con nombres propios a una pariente de la familia presidencial y a profesionales de medicina involucrados en el desaguisado.

Y lo feo de todo es que para que la angustia de los desposeídos parezca no tener fin, se imponen más cargas tributarias, se estimula con la inacción el aumento de la canasta básica, y en un esta tierra con tantos recursos hidráulicos y potenciales para la generación eléctrica, se obligue al panameño a pagar la luz mucho más cara que en países como Estados Unidos donde el salario mínimo está a tono con su realidad económica.

Frustrar las esperanzas de toda una nación es un acto de perversidad.  Pareciera que las promesas de campaña de mejorar las condiciones de los más necesitados se traduce en la consigna que hay que acabar con la pobreza matando a los pobres.

Euclides Fuentes Arroyo ced. 7-44-677

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Enviado por e-mail para su publicación  a Panaletras por el autor, a quien reconocemos todo el crédito, meritos y responsabilidad que le corresponde.

No bastan buenas intenciones

La opinión del periodista…….

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EUCLIDES  FUENTES  A.

Nadie puede negar que el presidente elegido por mayorías, Ricardo Martinelli, está empeñado en demostrar que no quiere ser un mandatario más del montón y que, pese a las evidentes contradicciones que en menos de un semestre han dado lugar al desgaste de su gestión, pareciera tener buenas intenciones.

Las encuestas de popularidad que lo favorecieron se han convertido en una especie de amenaza latente que intranquiliza al inquilino del Palacio de las Garzas, pues vemos cómo se han atropellado en los últimos días las acciones y declaraciones que tienden a responder, gracias al enorme poder mediático que disfruta, al descenso de la simpatía popular.

El pueblo está informado de los pasos en materia del combate la corrupción enquistada en el alma y cuerpo de la sociedad, los aparentemente insolubles atascos de la educación, la salud pública y seguridad social, el mal transporte, la criminalidad galopante y su afectación a vasto sector de la juventud, carga impositiva sobre los sectores económicos más golpeados y el alza consuetudinaria de la canasta básica.  Son los pilares sobre los que Martinelli prometió a los panameños ejecutar los cambios necesarios.

Es verdaderamente lamentable que la pesquisa de los corruptos se haga selectivamente, porque por identidad partidista se ampara a los corruptos precedentes de los gobiernos del 90 hasta hoy.  Deplorable, asimismo que la Corte Suprema no haya sufrido la depuración anhelada.

Las promesas de campaña no se materializan en hechos tangibles y en la ciudadanía en menos de cien días comenzaron a aflorar sentimientos de frustración, porque se juzga como engaño el panorama que se pintó de esperanzas.   El hombre común vislumbra que, una vez más, el sistema que hace más ricos a los ricos y sume en la pobreza a los insolventes que son la casi totalidad; no precisamente los locos que anunciaba la publicidad proselitista.

Quienes tenemos que hacer abstracción de la subjetividad en aras del bienestar de todos los estratos, nos atrevemos a sugerirle que con esa predisposición a demostrar que verdaderamente quiere gobernar para bien, comience por ejecutar algunas acciones que le harían retomar la posición en las encuestas.

Al hombre común, como el caso del amigo que fue candidato a diputado por el partido del cambio, le apremia que cese sobre los arrendatarios la amenaza del desalojo de una habitación, la cual tienen más de 30 años de habitar pagando, por ejemplo, $300 mensuales y ahora, de un solo chancletazo, le duplican el valor y si no lo hace perentoriamente tendrán que ir con su magro pago de jubilado él y su familia, para la calle.

Señor presidente, ¿no le parece que frente al boom inmobiliario, que es causante de tanto abuso contra los desposeídos, es urgente una reforma legal que congele los precios de tales arriendos y que, además, reconozca que quien ha pagado por más de 20 y 30 años una pieza en un inmueble ya ha cancelado con creces el valor del mismo y merece que se le otorgue el título de propiedad?

Con tanto dinero y bienes confiscados a narcotraficantes, hay recursos para frenar el aumento de impuestos a los ciudadanos. Los jubilados constituimos el grupo más inhumanamente tratado por este sistema. Nos siguen descontando impuestos, seguro educativo y cuota, pero no tenemos derecho a medicinas, pues nunca hay.

Tome conciencia de la realidad señor Martinelli, no tema a los calificativos de los que lucran con perpetuar el imperio de la i, sistema injusto por inhumano, ineficaz e insufrible, que ya ha demostrado aquí y en todas latitudes que no sirve.

No basta con buenas intenciones aireadas a los cuatro vientos por el poder mediático de que disfruta hoy su gobierno. Báñese de pueblo verdadera y conscientemente, y aplique esa voluntad por encima de los intereses de quienes hoy, al igual que ayer, solo piensan en sus cuentas bancarias y en las cajas registradoras de sus muy particulares negocios.

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Publicado el 30 de enero en el diario  La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

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