Un nuevo Bunau-Varilla

 

La opinión de…

 

Anel González

El tema de la explotación de las riquezas del subsuelo en todos los países nunca se decide en el país que se verá afectado. Digo afectado, porque los pírricos beneficios que se reciben a cambio no validan los costos en enfermedades y en daños al ambiente.   El Eximbank de Corea del Sur financiará la explotación de las minas de cobre de Panamá.

Los españoles de la conquistan no le pidieron permiso a nadie para explotar el oro y la plata de Veraguas, Parita, Las Minas y de Coclé. Fue un acto de brutal saqueo. Cientos de esclavos traídos de África dejaron su vida y sus almas en dichos sitios.

Una vulgaridad abierta e, igualmente, brutal es la que se quiere hacer ahora.   Qué importa la tecnología avanzada. Un bledo de importancia. El sulfuro, el cromo, el plomo, el molibdeno y el cianuro son residuos o metales pesados altamente letales para aguas, flora y fauna a largo plazo.

La publicación de prensa.com del 21 de mayo de 2010 mostró declaraciones del presidente Martinelli, en relación con el interés del Gobierno de Corea del Sur de proveer el financiamiento en conjunto con Inmet Corporation de Canadá, para la explotación de las vetas de cobre de cerro Colorado y Petaquilla.

¿Cuál es el quid del negocio? En los tratados Bunau-Varilla ningún panameño estuvo en la negociación. En los acuerdos con Lee Muyng Bak, presidente del país asiático, ningún ngäbe buglé estuvo presente.    Maquiavelo, en su libro El Príncipe, deja muy claro que cuando un gobernante quiere asegurar sus negocios debe a toda costa ocultar al pueblo en qué se beneficia. Al pueblo no le compete tener semejante conocimiento.

En el acuerdo, el Banco de Exportación e Importación de Corea (Eximbank) brindará apoyo financiero al proyecto en el que participan la minera canadiense Inmet y el consorcio de Corea del Sur formado por las empresas Korea Resources y LS-Nikko Copper y Korea Export Insurance (KEIC), prensa.com del 30 de junio de 2010.

En esta misma publicación, se plantea que la meta anual de producción sería de 51 toneladas de cobre al año durante 30 años. Markwire Inc., del 16 de marzo de 2010, publicó escuetamente que la empresa coreana LS-Nikko ejecutó una acción de compra para adquirir el 20% del proyecto de Minería de Cobre Panamá. La pregunta es: ¿a quién le compró? ¿A Inmet Corporation o al gobierno del Presidente de Panamá?

Si fue a Inmet, empresa multinacional que en su momento también compró a Minera Panamá, en el negocio no participó ningún panameño o al menos no sabemos quién negoció lo que no era suyo. Y si fue el gobierno del presidente Martinelli, tampoco supimos los términos del varillazo, en un asunto que es de tanta implicación económica y social para todo el pueblo panameño.

Para que tengamos una idea aproximada sobre los números del negocio, todo parece indicar que el precio del cobre, en las bolsas de metales, en vez de bajar seguirá mostrando una tendencia al alza en el año 14 y subsiguientes, manteniendo un promedio por tonelada métrica de 9 mil 316 dólares. Una simple operación matemática nos saca el sueño.

Si los cálculos del trust Inmet-Eximbank son correctos, el ingreso bruto, en 30 años de concesión, sería un aproximado de 14 mil 253 millones de dólares, con una inversión inicial de 3 mil 600 millones. Agreguemos una estimación de costos de mantenimiento, salarios, seguros y demás prestaciones, por cerca de mil 500 millones de dólares, lo que evidencia una diferencia muy a favor del consorcio.   ¿Es este un mal negocio para Inmet y el Eximbank?   ¿Será un buen negocio para nosotros?    Si algún amable lector tiene la cifra que recibirá Panamá, le agradezco me la envíe.

¿Tiene el ministro de Comercio el cálculo de las miles hectáreas de suelos contaminados y su impacto en la flora y fauna del país?   Para las corporaciones coreanas y canadienses, un excelente negocio, pero para nosotros un verdadero varillazo.

Nada compensa el daño ambiental y humano. Al término de los 30 años, se marcharán, dejando tras de sí, hospitales y centros de salud, paradójicamente construidos por ellos mismos, atestados de enfermos y lisiados.   Ese es el futuro que le espera a las poblaciones circundantes a las explotaciones mineras; en todos los lugares del planeta donde opera este tipo de industria de cielo abierto, el drama humano está pletórico de dolor y de muerte.

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Este artículo se publicó el 28  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Sobre la actividad minera y otras desgracias

La opinión de…


Anel González García

Ya ni los niños creen en cuentos. Para quienes lo ignoramos, los efectos que produce y deja la extracción y procesamiento de los metales del subsuelo, la discusión del código minero no tiene mayor trascendencia.   Desde mi punto de vista, no es el código minero ni su cumplimiento lo que importa. Para el pueblo panameño importa la calidad del aire, tierra y agua; eso es lo que nos importa, no solo para esta sino para las futuras generaciones.

Perú, Chile, Ecuador, Bolivia, en América; Norilsk, en Rusia, son muestras fehacientes de los portentosos como canallas ejemplos de los efectos producidos por la ambición insaciable de las transnacionales del oro, cobre, plata, molibdeno, cinc y diamante.

¿Por qué habrá de ser diferente en Panamá? La desolación y la contaminación de las riberas de varios cientos de kilómetros del río Amazonas, así como la explotación descontrolada de yacimientos de petróleo son ejemplos vivos y actuales que hablan con evidencia brutal e inmoral de lo que ocurre cuando los contratos de las concesiones dicen una cosa y las empresas hacen otra. ¿Por qué aquí en Panamá sería el primer país donde dichas empresas se confesarían y pagarían las atrocidades ambientales que han ocasionado en otras latitudes?

Las ciudades que listo a continuación están entre las 10 más contaminadas del planeta. La primera es Linfen, China, alta contaminación del aire y agua por partículas y gases provenientes de la minería; Ranipet, India, agua y suelo impregnados por químicos utilizados para el teñido industrial; Mailuu, Kirguistán, Rusia, cuyos suelos y aguas rebosan contaminados por desechos radiactivos emanados de la industria nuclear.

Importante mencionar las ciudades de Rudnaya, en Rusia, y Kabwe, en Zambia, cuyos suelos y aguas están altamente contaminados por el plomo derivado de su actividad minera. Muy importante destacar que entre las 10 del ranking de las más contaminadas se encuentran las ciudades de La Oroya, Perú, como consecuencia del plomo en el aire y tierra, y Haina, en la República Dominicana, cuyo suelo está altamente contaminado por el plomo vertido por el reciclaje de baterías y pilas de radios transistores.

Me propongo destacar los efectos del plomo fuera de control, para conocimiento de quienes por razones del tipo de actividad u ocupación esta materia no les es de cotidiano manejo. Es uno de los materiales pesados. Puede existir en el aire, agua, suelo y por consiguiente, pasar por absorción a los alimentos.

De modo que puede llegar a los seres humanos y animales por inhalación, ingestión y contacto en la piel. Entre los efectos perniciosos en los humanos están daño neurológico, anemia, desórdenes nerviosos e incluso reducción del cociente intelectual, más otros efectos adicionales. Estos pueden presentarse con mayor impacto en los niños y, en proporción a la concentración en que se encuentre, puede ocasionar la muerte o incapacitar de manera severa.

Estimados lectores: ¿por qué habría de ser diferente para Penonomé, La Pintada, El Valle, Antón, Remedios, San Félix y otras poblaciones? Definitivamente que este tema dará para mucho. Permítanme concluir refiriéndome a algunas de las causas que han originado serios problemas de salud ambiental y miles de muertos en donde se haya dado la extracción y procesamiento de metales como el cobre y el oro.

Entre estas están las filtraciones del agua residual de las piscinas de lixiviación, la erosión del terreno escombrado donde están las piscinas, el aumento del ph en el suelo, lo que impide la revegetación, y las micropartículas elevadas al aire, que por la dirección en que soplan los vientos de verano representan una amenaza para la salud humana y animal de todo el país. Pero la más peligrosa es la que pasa de los suelos contaminados a las hortalizas, legumbres y cereales. Esta es la cadena letal.

¿Cuánto oro y cobre vale la vida de un penonomeño, de un antoneño o de un ngäbe-buglé de Quebrada Guabo, señores diputados y señor Presidente?

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Este artículo se publicó el 25  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La paja en el ojo ajeno

La opinión de…

Paco Gómez Nadal

 

Hay déficits de espejos en Panamá. Parece mentira en estos tiempos que corren, cuando la imagen es tan importante y el maquillaje hace tan poco, que el excelentísimo (Zúñiga dixit) no tenga espejos para mirarse y para mirar a su Gabinete antes de andar señalando la paja en el ojo ajeno sin percatarse de la viga que lleva atravesada en su cristalino.

Martinelli asegura que no busca la reelección en 2014, porque al terminar su administración va a “gozar la vida” y a divertirse, pues tiene “muchas otras cosas más interesantes que hacer en la vida que estar en este puesto [el de Presidente],   aquí me critican por todo lo que suceda en el país, es el puesto más solo que hay, amigos falsos y enemigos verdaderos”, según reseñaba Telemetro después de entrevistarlo.   Desde El Malcontento nuestra más absoluta solidaridad con este hombre que sufre cada día por un puesto que le costó millones de dólares y años de rejuego político.

Debe ser por eso que al Presidente le molestan tanto los insultos; quizá por eso mandó a Agustín Shellhorn a presentar la iniciativa para penalizar el difícil y sutil arte de insultar en el que solo incurrimos los que no somos cargos electos. Si Martinelli y su tropa (tropa no es insulto) utilizaran espejos, quizá deberían primero modificar su lenguaje.

¿Recuerdan aquel bello poema de José Raúl Mulino dedicado a los obreros de Suntracs:   “Maleantes de mierda”?; ¿se han olvidado de cuándo el Presidente, en plena crisis de Bocas del Toro, dijo que “en el PRD hay un poco de kamikases a quienes les importa un bledo el país o cuando calificó al Parlacen como “una cueva de ladrones”?; ¿quizá habrá que recuperar aquellas magníficas aseveraciones de Mulino y de Alma Cortés calificando a los bocatoreños como indígenas borrachos y maleantes?   Esta pequeña lista quizá le hubiera servido a Shellhorn para responder a la pregunta de Álvaro Alvarado sobre qué es un insulto para él.

Pero la cosa es más sutil. A falta de espejos, el Ejecutivo se olvida de otra forma de insultar más refinada que ha utilizado desde el principio de su mandato: las acusaciones falsas para ensuciar el nombre de las personas.

Algunos ejemplos recientes: las inspecciones tributarias “sospechosas” a periodistas reconocidos en el país; los ataques permanentes a la procuradora Ana Matilde Gómez; Giselle Burillo acusando a la sociedad civil organizada de ser responsable de “una conspiración perversa contra el Gobierno y la paz social en Panamá”; varios miembros del Ejecutivo y de la alianza oficialista distorsionaron hasta la estupidez las declaraciones de Mauro Zúñiga sobre la desaparición de Valentín Palacios hasta convertir en verdad una mentira; la dirección de Migración aseguró en repetidos comunicados que el autor de esta columna era un defraudador de impuestos y cuando demostré lo contrario no pidió disculpas ni públicas ni privadas…

También podría considerarse como un insulto al país el hecho de que un tercio de la población lleve sin agua potable desde hace casi un mes, o que la oficina de la primera dama pida donaciones para los damnificados de las lluvias, cuando el Gobierno contrata sin licitación con la alegría de quien no ha puesto la plata, o que las víctimas de la represión de Bocas del Toro sigan esperando una justicia que no va a llegar…

Ante este gobierno maltratador y grosero en el uso del lenguaje parece un chiste de mal gusto la propuesta de condenar con cárcel a los que, según ellos mismos, insulten al Presidente o a cualquier funcionario electo.

Revista Sospechosa de Noticias (nuevo apartado para pelar el ojo):

1. Aparece de la nada la asociación Ngäbe Jädrán Nigwe Nirien que tiene plata para pagar una página completa de publicidad en los periódicos nacionales, que es recibida al día siguiente por el ministro de Comercio y que, “casualmente”, está a favor de la explotación minera de Cerro Colorado.

2. Como ya denunció Asvat, Crítica da una versión sin fuentes decómo fue el ataque panameño a los campamentos de las FARC. Nuevos dueños, nuevas técnicas de contaminación informativa.

3. Se van conociendo datos del Censo y todos son sorprendentes. Algunas conclusiones: la población afrodescendiente del país debe estar utilizando polvos blancos para esconderse; los ngäbe tienen razón al pedir más territorio comarcal, si más de la mitad de su población vive en Bocas del Toro.

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Este artículo se publicó el 11  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor  en:

La nonagésima novena pregunta

La opinión de…

Anel González 

No estamos lejos de los días de la campaña del cambio. Tampoco de la publicación de libro, De Ricardito a Presidente y ni de la desbordante publicidad electoral, de matriz, made in USA, comandada por el ahora ministro de la Presidencia. Mordaz, incisiva, reiterativa, agresiva, visceral hasta doblegar al hombre de los huesos viejos, llevando sus rótulas al piso.   Esa descarnada y sin buen gusto publicidad recogió, como solemos decir, los mangos bajitos y maduros.

Conocidos analistas políticos se deslumbraron con el torrente de votos, como no había ocurrido en ninguna elección, en el país o en el continente.   El alborozo era incontenible, radiante y no lucían esfuerzos para ocultarlo.   El golpe asestado al PRD se festina desde entonces.   Los presagios de que sería un gobierno para el pueblo y la propaganda de una gobernabilidad basada en la jaba repleta de votos alucinó a los vencedores y embotó a los vencidos.

Pero la verdad de todas es que los vencidos no tienen quien le escriba.   Por temor a perder favores de los amigos en los círculos del poder, por la depresión generada ante la estrepitosa pérdida, por la camaleónica usanza de pasar agachados o por el mejor estilo de responder a la corrupta práctica de “pasarse” al bando del vencedor, ya sea por invitación, por temor ora por un puñado de “favores”. El partido predominante, en gobierno, tiene varias agendas.

Una, alucinar al pueblo, con vías, hospitales, becas, juegos, subsidios y metros, acciones que, a toda vista, llegan tarde y que nadie niega su urgencia, devienen en las picas de una forma neo populista de conducir las res pública. ¿Quién puede negar el impacto de estas acciones? En la percepción del pueblo este paquete de obra, no puede más que justificar el voto de mayo de 2009.

Me pregunto ¿qué tendrá en mientes el genio de la campaña del Sr. Presidente?   ¿Qué se propone con la puesta en escena de un modelo neo populista, no será que aprendió el modo de hacer gobierno del torrijismo de la década de 1970?   Si fuera así, la conclusión es llana; el techo de popularidad del equipo gubernamental se mantendría solo a merced de imponer una alta presión al presupuesto del Estado.

La segunda agenda no guarda relación con la gestión de gobernar.   No obstante, corre en paralelo con la anterior.   ¿Cuál es el atractivo o el afán del partido Cambio Democrático de engullir a los caídos? El último caso abre un nuevo capítulo de piratería. ¿Válido en política? ¿Dónde está el honor en esa victoria?   ¿Es acaso una evidencia de que aún existen los samaritanos? El genio no cesa. Su creatividad sigue intacta. Quizá los tránsfugas piensen que en los cuartos fríos hay mucho queso, queso férreamente custodiado, que no podrán comer cuando les apriete el hambre. La nonagésima novena pregunta es:  ¿cuál es el cambio, Sr. Presidente?

<> Este artículo se publicó el 23 de septiembre de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos,   lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

El maestro no educa

La opinión del Psicólogo Industrial y Organizacional……

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Anel González

El presupuesto asignado al Ministerio de Educación, para la vigencia 2010-2011, sobrepasa los mil millones de balboas.   Podría asumir que con semejante cantidad de dinero, los requerimientos del sector educativo deberían cubrirse de manera importante.   Mas lo verdaderamente relevante es cuanto dinero se destina al trabajo directo en las aulas de clases y cómo se habrá de atender las urgentes necesidades de los centros escolares, que constituyen un componente vital para que los docentes desarrollen su labor.

Como es obvio, en el sector todos los rubros requieren de atención prioritaria. En esta ecuación los despejes no son fáciles de hacer. Si se enfatiza en la actualización de curriculum, referida a los planes de los nuevos bachilleratos no puede dejarse de lado la infraestructura de soporte tecnológico ni mucho menos la actualización de los docentes. Si se enfatiza en los procesos administrativos y su modernización no puede colocarse en segundo plano, la necesaria desconcentración de los procesos, que por su burocracia impactan en la cobertura de los pagos a los docentes y en el mantenimiento de la infraestructura.

Si a tales circunstancias, se agregan los componentes contestatarios de las asociaciones docentes y los crónicos desfases producidos por los cambios en las autoridades ministeriales, el panorama pinta como un cuento que nunca termina.

Este estado de cosas deviene en resultados muy limitados, ya conocidos por todos. Desde mi perspectiva, el primer acuerdo esencial entre los actores involucrados, debe ser, tener claridad que el MEDUCA no educa, que los profesores no educan, que los maestros no educan. Este punto de partida es substantivo para emprender el camino del cambio, para establecer las metas, elegir los métodos y las estrategias de cómo lograr los resultados que se esperan. Ya Paulo Freire los dijo, hace varias décadas. Nadie educa a nadie, nadie enseña a nadie, nos instruimos todos. La educación corresponde a la familia, como los grandes teóricos de las educación Vigotsky, Martí, Hurtado, James, Makarenko, entre otros, lo han enfatizado: la labor del maestro es la de instrumentar el proceso de aprender, facilitar el método para que los niños y jóvenes se apropien de los conocimientos de las más variadas disciplinas y desarrollen competencias técnicas que los capaciten para resolver creativamente los problemas y retos que la complejidad de la vida social les exige.

A los maestros y profesores no les corresponde educar. Esa es tarea de los padres o de los que hagan las veces de ellos. Si dicha labor fuera responsabilidad de estos, lo que hemos presenciado en los recién pasados carnavales y lo que tristemente observamos en los programas en vivo de la televisión no sería más que una fiel y patética demostración de su colosal fracaso.

A los maestros y profesores les corresponder instruir a nuestros hijos. Si en esta labor los resultados son, en calidad y cantidad exiguos, entonces hay que exigirles mejorar su perfil de competencias técnicas y metodológicas. El maestro no ha educar a nuestros hijos, dejar este deber en sus manos, es copar y limitar la calidad del tiempo que deben dedicar a la labor de instruir y de facilitar el proceso de aprender.

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Publicado el 27 de febrero de 2010 en el Diario Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El cambio, de miel electoral a fantasma inoportuno

La opinión de…..

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Anel González

Transcurridos ocho meses de la toma de posesión, las actuaciones del Ejecutivo, representado por el presidente Ricardo Martinelli, se encajan dentro de un paradigma que ha sido acicate hasta de los más renombrados fundadores de las democracias de América, incluida la de Estados Unidos.

La conducción de una nación o de una república se debe desarrollar sobre la base de ideas y principios que tienen la impronta de los inmutables teóricos.

El cambio, considerado en una de sus acepciones, se define como eliminar o quitar una cosa de lugar o transformar una situación o manera de hacer las cosas por otra, una vez asumido como lema de campaña, se constituye en un referente para validar las decisiones y acciones de quien lo hizo piedra esencial de su publicidad política.

Si tal mensaje fue comprado por más del 60% de la población electoral, independientemente de los motivos que pudieran tener, la alianza que lo vendió, tendría dicho paradigma para sí, como la estrella del norte lo era y lo es para los navegantes.

Sentado este punto de partida, que al menos me sirve de pivote para estas consideraciones, algunas de las decisiones y acciones del Sr. Presidente, no parecen corresponderse con las implicaciones anunciadas, por todos los medios y vías, durante la campaña que lo llevó a la silla presidencial.   Si el núcleo del mensaje político fue el cambio, lo que vendió no está coincidiendo con lo que los que lo favorecieron con el voto entendieron y compraron.

Vendió que respetaría la independencia de cada poder del Estado, eliminaría impuestos (el CAIR), tendría las escuelas listas para el inicio del año escolar, no habría más contratos directos, abarataría el costo de los productos de la canasta básica, no viajaría en el avión presidencial, que no compraría uno nuevo para reemplazar la carcacha existente, que viajaría solo en los casos más ineludibles, que en su gobierno no veríamos las tradicionales prácticas de proselitismo político desde el poder, que no devolvería favores políticos porque proceder de tal manera no haría más que responder a sus intereses personales.

Las decisiones y actuaciones en relación con estos puntos del menú del cambio prometido, evidencian una clara contradicción con el cambio que miles de ciudadanos entendimos que se encarnaría en el nuevo jefe del Estado.   No son pocos los desilusionados ni menos los desencantados tan comenzandito el pleito. como lo mostró una reciente encuesta de la que dijo no importarle.

La coherencia entre lo prometido y lo actuado es un franco desbalance que no parece importar cuando ya se está en el poder. Hacer y proceder como sus predecesores hicieron, y lo que es más cruel, actuar denegando lo planteado en campaña, deviene en un resquebrajamiento de su popularidad que, quizá atisbe señales incipientes de desgobernabilidad; sobre todo cuando su principal aliado político anida serias fisuras.

Lo que en campaña fue miel electoral ahora emerge como un fantasma inoportuno; se perfila como la famosa espada que persigue al Sr. Presidente; es que no está bien que quiera encantar al pueblo con la dádiva de la aparente intención de sentar en el banquillo a los carroñeros del Estado, como lo hizo con el cambio.   Sr. Presidente, recuerde que al propio George Washington lo carcomía el patético dilema de ser dueño de esclavos, mismos que no liberó mientras vivió, ni siquiera en honra a los sagrados principios de la libertad y dignidad humana enaltecidos en el acta de independencia, en la que orgullosamente estampó su venerable firma.

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Publicado el 25 de enero de 2010 en el Diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Toque de queda para padres abusadores

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Toque de queda para padres abusadores

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Anel González
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El deterioro de la autoridad o la ausencia de esta, en muchas familias panameñas, ha traído significativas como nefastas consecuencias en la educación del carácter de la niñez y juventud, sobre todo aquella, que por sus condiciones de precariedad social, están conminados a crecer en un ambiente hostil y agresivo. Un niño o joven abandonado, afectivamente, por sus padres, rechazado por su madre, maltratado por sus tutores o por quien la ley le adjudica la patria potestad, crece al margen de los reguladores sociales deben favorecer la consolidación de una estructura de valores pro sociales y de un carácter firme y emocionalmente orientado al respeto de las normas de convivencia.

En dicha consolidación del carácter intervienen los mediadores emocionales y nutridores afectivos. Estos constituyen los proveedores de normas y valores, que en interacción permanente con los niños/niñas sirven de entes facilitadores de la formación del carácter. De donde se desprende, que si el proveedor rechaza afectivamente a la criatura, en muchas casos esta termina desarrollando un carácter agresivo, hostil, abusivo, uraño, desaforado, impulsivo y antisocial.

Si el proveedor es negativo, lo que equivale a decir, que es apático, hostil, agresivo, abusador, maltratador, impulsivo e inestable en su relación con la criatura, esta carecerá de un modelo del cual aprender los valores de la paz, el amor, la tolerancia, el respeto, la confianza, la ternura, la negociación, el agradecimiento y estrategias de afrontamiento apropiadas para enfrentar los fracasos o problemas que la vida trae consigo.

Cientos de miles de niños/niñas y jóvenes, jamás han escuchado de sus padres o tutores palabras inspiradoras, amorosas, cientos y cientos jamás han sido abrazados ni han escuchado el palpitar de un corazón que les ama. Todo lo contrario cientos de niños/niñas y jóvenes lo que reciben es un trato frío, grosero y vulgar de sus padres o tutores o lo que es peor, sufren una especie de confinamiento emocional, plagado de insultos y golpes.

La ausencia de un proveedor-modelo del cual el niño o la niña aprenda a diferenciar lo bueno de lo malo de una conducta y se forme, en consecuencia, una estructura moral sólida, que regule los impulsos fuera de norma, termina por consolidar un patrón de comportamiento socialmente peligroso e incontrolable. La conducta antisocial es aprendida de los proveedores o mediadores psicosociales y en mucho tienen que ver con la formación y desarrollo de un carácter y personalidad resiliente y fuerte. Cuando los niñas/niñas se convierten en adolescentes, con una gran fragilidad emocional en su carácter y sin la incorporación de una banda moral ajustada a las normas, que la sociedad acepta como reguladoras de su convivencia, representan un peligro real para la misma.

Cuando los jóvenes crecen en esta condición de precariedad emocional los jóvenes son fácil presa de las bandas y pandillas. La hostilidad y el odio, que experimentaron en el desierto afectivo de su infancia, ahora irrumpe con virulencia y crueldad manifiestas en asaltos, robos, violaciones, asesinatos, venganzas y sicariato.

Estoy convencido que un toque de queda es necesario, para la contención de la ola de asaltos y de crímenes en los que participan menores, lo que tenemos que hacer es prohijar un ambiente familiar, en el que niños/niñas crezcan al amparo del respeto a su integridad física y espiritual en el escenario de la cultura del amor. Quizá también necesitemos un toque de queda para los padres abusadores y maltratadores, reeducarlos en el amor y la ternura; de otra manera el toque para menores será una simple medida de contención temporal, pero no de reeducación.

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Publicado el 25 de julio de 2009 en el diario El Panamá América a quien damos, lo mismo que al autor del artículo, todo el credito que les corresponde. También fue publicado en la fecha en el diario La Prensa

Anayelis y la política social del Estado

Anayelis y la política social del Estado

Anel González
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Ignoro las leyes del Estado panameño relativas a la protección de los naturales de este país cuando se trata de casos como el la niña Anayelis, quien fue dada, según su madre biológica, a una ciudadana del Ecuador.

Desconozco si se trata de una acción impregnada de buenos sentimientos de la madre biológica para, en vista de su condición de pobreza y en procura que la niña no deseada, recibiese los cuidados que ella no podía dispensarle.

Las informaciones que se han dado a la luz pública indican que la madre adoptiva la dejó al cuidado de tercera persona y viajó a otro país, desde donde le estaría enviando lo necesario para su sustento. Al parecer, la niña goza de relativa buena salud. Todos estos elementos deben ser objeto de una investigación conjunta de las autoridades de ambos países.

Ahora bien. Me interesa saber cuál debe ser la conducta del gobierno panameño, en el caso de la niña Anayelis. ¿Su madre, en sus catorce años, cuando la dio a luz, estaba en condiciones de autorizar su entrega a una persona a la cual desconocía, desde todo punto de vista? ¿Fue esa decisión, por ser menor de edad, una que haya tenido validez legal, aún si ella hubiese firmado un documento en tal sentido? ¿Fue ese trámite sumario un procedimiento ajustado a la ley de adopción del Estado panameño? ¿Debe el gobierno del magíster Martinelli iniciar de inmediato las gestiones necesarias para conocer las condiciones materiales y sociales bajo las cuales Anayelis ha estado viviendo y si la madre adoptiva ha cumplido con todos los deberes que dicha prerrogativa le concede? ¿Puede el señor Presidente de Panamá solicitar la repatriación del Anayelis?

Desde mi perspectiva, una adolescente no está en condiciones de tomar semejante decisión. Si es el caso de un embarazo no deseado, por violación o seducción, los padres deberían asumir la responsabilidad del destino de la criatura. ¿Existe alguna ley al respecto; y si existe, alguien debe explicarla?

Como se conoce, en la adopción de la niña no se siguió el trámite que la ley panameña establece. No hubo criterio pericial de trabajador social, psiquiatra, psicólogo o médico alguno. Ese acto sumario faltó a los procedimientos legales periciales, por lo que me parece que existe una acción punible. ¿No debe ser este caso investigado profundamente? Por otro lado, considero que Anayelis, per ius sanguinis et ius solis, es ciudadana panameña y el gobierno del señor Martinelli tiene que actuar para protegerla, en su integridad física, emocional y espiritual.

Considero que el Gobierno está obligado a garantizarle sus derechos esenciales, entre ellos, a crecer en el seno de una familia que la ame incondicionalmente. No me sentiría bien si abandonamos a Anayelis a un futuro incierto, lleno de abrojo y desesperanza. Todo Estado debe proveer seguridad y integridad a sus ciudadanos/as, nuestra Constitución así lo establece.

En casos como los de Anayelis, Mónica y otros/as panameños/as que han sufrido o sufren cautiverio, el Gobierno de Panamá jamás debe cejar su deber de hallarlos o devolverlos al país y al seno de sus familias.

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El pueblo espera cambios, no remiendos

El pueblo espera cambios, no remiendos

Anel González  – Docente universitario

El ejercicio democrático del 3 mayo develó muchas verdades. Por un lado, el peso del “priming” mediático, el poder destructivo de las minas políticas antipersonales, la contundencia de la técnica del goteo antigravitatorio, la imparable fuerza de los grupos de poder económico y la enorme susceptibilidad de los sectores más vulnerables a ese tipo de bombardeo publicitario.

Por otro lado, la fragilidad de una oferta electoral oficialista, fracturada desde sus génesis por una grave fisura emocional, la incapacidad de genios extranjeros venidos a estrategas publicitarios sin poder imaginativo para contrarrestar la aguda corteza cerebral de un especialista formado para convertir troncos en molestosas briznas lacerantes de la mácula retinal, la herencia de errores políticos y desafortunadas actuaciones de allegados al oficialismo que hicieron trizas la ya menguada imagen de su candidata.

De una gestión gubernamental orientada, en la epidermis hacia los sectores desprotegidos y anclada en los patrullajes de hace más de cuarenta años, con logros sociales importantes, pero con costosos desaciertos; el poder político y las decisiones del futuro del país, el pueblo los entregó a los sectores económicamente fuertes. Esto no deja de inquietar a los tirios. Resaltan, emergen y truenan preguntas y circulan especulaciones por doquier.

¿Entran millonarios y saldrán con las manos limpias? ¿Es posible que un presidente, que debe más de un 80% de sus votos al efecto de la publicidad mediática, logre aproximarse a abrazar al pueblo ngöbe y al pueblo de los arrabales? ¿Podrá bregar con la burbujeante olla de presión social sin recurrir a las lacrimógenas y a los palos, como era la práctica cuando la oligarquía gobernaba al país, allá cuando yo era un niño? ¿Podrá depurar el servicio exterior y acabar con la rapiña millonaria de los cónsules? Ahí, Sr. Presidente, tiene el dinero para construir el metro.

Los retos son notables en casi todo. En la educación todo se perdió. ¿Será la licenciada Molinar la que ponga la pica en Flandes, cuando por estos días ya no son sólo educadores que levantan armas en ristre? El estado físico de la infraestructura demanda decisiones urgentes y enfocadas en la calidad. En la cultura vial todo se perdió, si es que alguna vez hubo algo bueno. ¿Podrá la Arq. Escorcia, no solamente cambiar el calvario cotidiano de miles de ciudadanos/as, dotándoles de un transporte público digno y eficiente y, al vez, gerenciar medidas que ofrezcan salud y futuro a miles de lesionados de los accidentes de tránsito?

¿Podrá el Consejo de Seguridad y el Mayor Pérez atajar el tsunami delicuencial que inunda las costas, fronteras, pueblos y ciudades del país? ¿Podrá el señor Presidente Electo cumplir la promesa de encarcelar a los corruptos de hoy y de mañana? El pueblo pide a gritos que meta presos a los que entraron limpios y van a salir millonarios, y a los que entran millonarios y se ensucien sus manos limpias. El pueblo espera que ponga coto al constante incremento de la canasta básica. El pueblo espera cambios, no remiendos.

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Publicado el 30 de junio de 2009 en el diario El Panamá América a quien damos todo el crédito que le corresponte.