¿Qué pasó con el cambio?.

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La opinión de…

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Yazim Valles Juliao

Cada mañana veo, escucho y leo, con mucha tristeza, los titulares de los medios televisivos e impresos:  “sociedad civil decepcionada con nombramiento de magistrados”, “alcalde amenaza a Televisora Nacional”, “aumento del impuesto”, “sube el costo de la energía eléctrica”, entre otros.

Debo confesar que aunque me oponía completamente a la candidatura del Sr. Martinelli, cuando este ganó las pasadas elecciones escuché una pequeña voz en mi cabeza que me decía:  “¡espera! tal vez todo se cumpla, quizás esta vez será diferente…”, pero qué poco duró el tono esperanzador de esa voz.

No puedo explicarme cómo el Sr. Presidente, que tanto caminó en los zapatos del pueblo, cortó caña, pegó bloques, etc., hoy en día se atreva a lanzar expresiones tales como: “la sociedad civil no manda”.   Pero Sr. Presidente, ¡la sociedad civil le entregó en bandeja de plata la más alta magistratura de este país!, le cumplió el sueño que persiguió durante 10 años de largas caminatas y arduo trabajo, y ahora resulta que “la sociedad civil no manda”.

Es una sensación de honesta decepción y fastidio la que sienten muchos panameños que, de verdad, confiaron en las promesas de campaña; que se lanzaron a votar ese 3 de mayo, con los ojos cerrados, dejándose caer en los brazos de nadie para ahora estrellarse contra el duro suelo de la realidad, del todo sigue igual: parientes en los consulados más productivos, subalternos en los puestos más importantes del Gobierno, extranjeros tratados e indemnizados con todas las de la ley y, como siempre, el panameñito, el cholito, el negrito, esperando a ver si le caen algunas migajas del banquete de bonanza que se dan en las más altas esferas del Gobierno.

Mazazos aquí y mazazos allá y las más férreas persecuciones a adversarios políticos, mientras tanto el panameño de a pie vive en franca psicosis, porque es imposible salir a la calle sin miedo, esperando nada más sentir el arma que nos apunta a las costillas para quitarnos hasta el último centavo del tan esperado décimo.

No me queda nada más que preguntarme: ¿qué pasó?, ¿será que cambió los zapatos del pueblo por los Rockport?   Me parece increíble ver con qué facilidad este gobierno está copiando el mismo estilo de todos los “huesos viejos” que, tan vehementemente, criticaron en campaña; no puedo creer con qué descaro el pueblo fue arrastrado en esa vorágine mediática para ahora aterrizar en “más de lo mismo”.

Pueblo panameño: ¡despertemos!, veamos más allá de las 21 pulgadas del televisor, busquemos la verdad, busquemos antecedentes, como dice la canción: “no te dejes confundir, busca el fondo y su razón, recuerda se ven las caras pero nunca el corazón”.

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Publicado en 31  de diciembre de 2009 en el diario La Prensa a quien damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que le corresponde.