Con miras al año 2014

La opinión del Director Técnico…

Gilberto Arosemena Callan 

Ya estamos tarde para las eliminatorias de la Copa del Mundo de 2014. A estas alturas aún no se ha contratado un director técnico para la selección mayor de fútbol, no obstante, recientemente se ha mostrado un fuerte interés en Julio César Dely Valdés. He visto varios sondeos en los medios donde la mayoría de los encuestados prefiere al panameño como el timonel en vez de un extranjero.

Yo, humildemente, soy de la opinión que él no es la persona más idónea para el cargo, por lo menos no en este momento. A pesar de que el ex jugador del Málaga nos regaló goles inolvidables y dio a conocer a Panamá en el exterior, especialmente en España, considero que su corta trayectoria como técnico encargado y asistente no le han permitido desarrollar las herramientas necesarias para ejecutar los programas que incidan en un drástico giro del fútbol en nuestro país.

Ahora bien, designarlo como asistente puede ser muy interesante, así él puede beneficiarse de la experiencia y tal vez optar por el cargo en el futuro o incluso dirigir una selección extranjera.

Lo que Panamá necesita es la dirección de un técnico con un currículum extenso, alguien que haya dirigido importantes clubes y/o selecciones de países con una trayectoria relevante tales como Argentina, Inglaterra, Italia o Brasil.

El elegido deberá implementar esa cultura de fútbol que tanto nos ha hecho falta, tendrá que venir con disciplina, sin tolerancia, con nuevas formas de entrenamiento, cambios de mentalidad tanto de los jugadores como de los miembros de las federaciones, clubes, autoridades nacionales e incluso hasta en nosotros los fanáticos. Requerimos de alguien que haya clasificado a un mundial, no una, sino varias veces.

Afortunadamente, ya otras cosas en el deporte están cambiando. Por ejemplo, me parece muy positivo que exista un nuevo grupo de pretendientes a la dirección de la Federación Panameña de Fútbol.

Independientemente de quién gane, creo que es sano que exista competitividad por el mando de dicha entidad, dado que trae consigo la obligación de sus dirigentes a ser más eficientes, ya que tienen una fila de personas atrás con muchas ganas de la oportunidad.

Esperemos que tomen buenas decisiones, con el interés colectivo presente, de lo contrario, serán unas eliminatorias repletas de desilusión, igual que las pasadas.

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Este artículo se publicó el 27 de agosto de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.