Cambios que no llegan

La opinión de…

EUCLIDES  M.  CORRO  R.
emacor@cwpanama.net

Con la designación del nuevo director de la Caja de Seguro Social, Guillermo Sáez Llorens, hace un año aproximadamente, muchos confiaron en su experiencia y, aunque no es médico, se pensó que el cambio sería favorable para los asegurados.   En la práctica el asunto ha sido lento, más allá de lo que se esperaba, y lógicamente hay desaliento entre los derecho—habientes.

En muchos aspectos lo que hoy se nos brinda dista mucho de lo que hace poco más de treinta años teníamos como beneficios de ser cotizantes de la primera entidad social de nuestro país, a pesar de que hoy día se aporta una cuota obrero patronal mucho más alta.

Para los que desconocen de qué les estoy hablando y para aquellos que ya lo han olvidado, el cuadro básico de medicamentos era quizás cinco veces lo de hoy y probablemente me estoy quedando corto.

Además, estaban las farmacias subrogadas. ¿Qué era esto?, para que se sorprenda, cuando un medicamento incluido en ese cuadro básico era recetado y no había, se le daba una orden de compra al asegurado para que fuera a algunas de las farmacias del país incluidas en el sistema, para que se lo entregaran.

¿Increíble? Pues, así funcionaba la CSS. Por otra parte, no había que esperar mucho para que un especialista nos atendiera.   Claro, hoy la población es mayor y los costos operacionales igualmente han aumentado. En esa misma línea de realidades, los médicos no formaban parte de organizaciones que parecieran estar más dispuestas a pelear por otros asuntos que por elevar la calidad de atención a los asegurados.

No lo digo como critica, sino como una realidad. Hoy hay muchos problemas tanto en la atención ambulatoria como en la privada. Es tal la situación, que ha sido necesario contratar médicos especialistas en el exterior, porque los que hay en Panamá o no quieren ir al interior del país, o simplemente tienen compromisos de trabajos en las clínicas privadas.

Quiero referirme a otros problemas menores, pero que sumados convierten en una verdadera tortura tener que recibir atención por parte del sistema de la Caja de Seguro Social.   Por ejemplo, conocí hace un par de días la situación de una señora de casi 70 años, muy humilde, residente en El Chorrillo, con una pensión realmente exigua, que fue a una cita con una especialista y esta le entregó una receta de un medicamento que no está en el Cuadro Básico y que en las farmacias cuesta cuatro balboas cada pastilla.

No hace mucho una persona muy apreciada falleció en las instalaciones del SS, y la familia aún está petrificada por la forma en que tuvo que pasar sus últimos días la dama en referencia.   Cito parte de una nota que me escribió su esposo, aún aturdido por la pena de perder a su compañera por más de 40 años.

Me dice: ‘Para quienes hemos vivido el calvario de tener un paciente en el Hospital Metropolitano, esto no es nada nuevo. Hemos visto de entre el baúl de las maldades, cómo las enfermeras y auxiliares se peleaban los esparadrapos por citar una nimiedad.   No hay jeringuillas, los ‘pampers’ están cuando hay y cuando eso ocurre, es dramático ver la pelea por los mismos entre los pacientes.

Los pacientes los recluyen en observación privados de la visita de familiares, mientras esperan camas. Allí son dejados casi a la intemperie y muchas veces sin atención médica por días, especialmente los fines de semana.   A los internistas hay que rastrearlos en las noches, porque se pierden sin rumbo fijo.

A estas bondades y más, súmele la indiferencia de las ahora licenciadas en enfermería y la grosera atención e indolencia de un sinnúmero de auxiliares.   Si su familiar cae en muchas de las salas de este hospital, comience a rezar para que salga vivo’.

Por tanto, lamento como el que más, que todas estas situaciones se sigan dando y observar que a la vista, por lo menos en la percepción de los panameños, con la nueva designación en la Dirección General, poco o muy poco se ha observado para encaminar a esta entidad en la dirección correcta .

 

Este artículo se publicó el  12  de febrero   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

De todas formas la calavera es ñata

La opinión del Periodista…

EUCLIDES M. CORRO. R
emacor@cwpanama.net

Cuando hicieras lo que hicieras no había forma de quedar bien, nuestros mayores nos decían ‘de todas formas la calavera es ñata’.   Digo lo anterior refiriéndome a la reciente aparición del presidente Ricardo Martinelli en TV para expresar su frustración por lo ocurrido en el Centro de Cumplimiento de Menores de Tocumen.

De inmediato los dirigentes de partidos de oposición y otras organizaciones civiles lanzaron sus comunicados criticando al mandatario. Le reprocharon al presidente la demora en su pronunciamiento sobre este lamentable incidente, también que no notaron sinceridad en sus palabras y que no hubo una real asunción de responsabilidad política. Tampoco acciones concretas para los supuestos culpables y lo acusan de actitud permisiva para con los policías abusadores, etc.

Probablemente pensaban o aspiraban que el señor Martinelli fuera a pedir que sin mediar juicio alguno, las personas acusadas terminaran cumpliendo la pena de muerte o como mínimo que les prendieran fuego para que experimentaran lo que los menores sufrieron.

Espantoso el solo pensarlo. Un presidente, es mi opinión y si no la comparten lo lamento, debe ser mediador de la justicia pero en forma alguna puede convertirse en jurado y mucho menos en juez en una causa donde le corresponde a otros estamentos de la ley investigar y sancionar si los acusados son encontrados culpables.

¿Qué dijo el presidente Martinelli? Voy a tratar de enumerar los puntos principales de su intervención ante la audiencia nacional.

1-Se solidarizó con la familia de todos los menores que sufrieron quemaduras, y de manera muy especial con los que fallecieron.

2-Señaló que ‘ninguno de ellos merecía morir’ y agregó ‘perdimos su juventud, su futuro y la oportunidad que tenían de rehacer sus vidas.

3-Fue enfático al indicar que ‘la manera como murieron es inaceptable’ y aceptó que ‘aquí hubo más que negligencia’, y como si no fuera suficiente, subrayó que ‘a estos jóvenes les violaron todos sus derechos’.

4-Rechazó que se pueda pensar ‘que no existe ley y justicia en Panamá’.

5-Comparte 100% cuando dijo que ‘esta tragedia no debe usarse para hacer política’ y de manera especial cuando pidió que ‘debemos unirnos como nunca y pedir justicia en una sola voz’.

6-Creo que cumple plenamente con su papel cuando le exige ‘a las autoridades encargadas que actúen, ejemplarmente, en pos de la justicia y los derechos humanos’.

7-Se solidariza con la familia de los jóvenes afectados, tanto los que han fallecido como los que están en condiciones graves’.

8-Y es determinante cuando dijo que estará vigilante ‘para que investiguen a quienes sean los responsables y les caiga todo el peso de la ley’.

Posiblemente algunas personas pensaron que el señor Martinelli tenía que salir con una pistola o un garrote a castigar a los supuestos culpables, pasando por encima de lo que la ley le permite y le ordena; sobre todo, respetando la independencia de los estamentos de justicia que tienen la responsabilidad de investigar lo ocurrido.

En lo personal he estado dándole seguimiento a las noticias relacionadas con la investigación que realiza el Ministerio Público sobre este caso. Como periodista esa es mi obligación, y como ciudadano mantengo la esperanza que los responsables serán castigados en derecho y confío además, que el señor Presidente, haciendo buena su palabra, no le dará indulto a los que resulten culpables.

Entiendo el dolor de los familiares de estos jóvenes, y ojalá que esto nos quede como lección a todos para ser más celosos en la orientación y el papel que nos corresponde en el ejemplo y la educación que debemos darle a nuestros hijos.   La experiencia sufrida es dura. No se la deseo a nadie. Por eso, y sin convertirme en defensor del señor Martinelli porque él no necesita de ello, me sumo a las voces que piden reflexión y no de los que como políticos quieren pescar en río revuelto.

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Este artículo se publicó el 25 de enero de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

Es necesario cambiar de actitud

La opinión del Periodista…

EUCLIDES  M.  CORRO.  R
emacor@cwpanama.net

La gran mayoría de los panameños, más allá de una campaña electoral, abogamos por un cambio real. No se trata de la promesa de un grupo político, sino de un reclamo que por mucho tiempo se está reclamando como un compromiso que nos permita superar las deficiencias que no nos dejan avanzar como nación dispuesta a transitar por derecho propio en el nuevo milenio.

Probablemente lo primero que tenemos que hacer en esa dirección es modificar nuestra actitud y comenzar a entender que muchas cosas no se transforman por combustión espontánea, sino porque los individuos reconocen sus limitaciones y las de su entorno, y de allí en adelante inician un proceso de cambios.

Igual ocurre con los gobiernos. No recuerdo ninguno que no nos haya prometido cambiar las cosas para bien de los ciudadanos, pero al poco tiempo se olvidan de sus ofertas electorales para mostrar su verdadero rostro. Estoy convencido que es un error pensar que los problemas sociales se resuelven con dádivas. Ya está demostrado que lo regalado, como no nos cuesta, simplemente ni lo agradecemos ni le damos el mejor uso.

No estoy diciendo que estos programas de ayuda social no son importantes, sino que deben ser promovidos en otra forma, protegiendo la dignidad del que recibe y la única forma es que sienta que se está ganando con su esfuerzo la ayuda que le entrega el Estado.

De sobra entiendo que los gobiernos, al menos la mayoría, tienen la mejor intención; sin embargo, al final de camino no resuelven porque en vez de involucrar a los individuos en la acción, simplemente les damos el papel de espectadores. Recuerdo en los inicios del proceso revolucionario de Omar Torrijos Herrera cuando se implementó el programa ‘Yunta pueblo-gobierno’.

Su intención era la de resolver problemas primarios en cada comunidad. El gobierno facilitaba la técnica y los fondos económicos, pero la comunidad doblaba el lomo en la construcción o realización de cada proyecto. Así, se repararon caminos, se construyeron acueductos, se hicieron centros de salud, escuelas, pozos de agua, letrinas, etc.

Hubo críticas, pero al final del camino todos esos proyectos no solo se convertían en una realidad, sino que la comunidad, como quiera que les costó su esfuerzo físico, cuidaban que las obras no fueran destruidas, y por el contrario, le brindaban mantenimiento. Y esto, como quisiera verse, era positivo.

Es tan solo un ejemplo de lo que se puede hacer para cambiar la actitud de la gente. Hoy día las exigencias son otras tal vez, pero se requiere que todos entendamos que solo a través de un sistema educativo de primer mundo, en el que participe el gobierno, la familia y los educadores, podremos cumplir las metas que el nuevo milenio requiere.

Hay que apostar a la urgencia de modernizar la educación. Que todos entendamos que si no le ponemos ganas a esto, por gusto será la inversión de muchos millones de balboas. Hace un par de días el presidente Ricardo Martinelli dijo en el marco del inicio de un nuevo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional, que muy pronto cada estudiante y cada profesor tendrá una computadora para su uso.

¿Es esto suficiente? Claro que no. Reitero: hay que modificar la actitud, que se entienda que se trata de una herramienta de trabajo que será útil en la medida que estemos convencidos de ello. De lo contrario, será un simple juguete puesto en las manos equivocadas.

También el país requiere para alcanzar un cambio tangible, fortalecer la institucionalidad democrática. Entender que cada órgano del Estado tiene su área de acción y que por ende, tienen responsabilidades definitivas. Ceder las mismas a otro de los órganos es un delito de omisión o comisión que tarde o temprano tendrán que pagar.

Como tercer punto en esa escala de cambios, se requiere de una política estatal transparente, en la que se entienda que ‘la mujer del César no sólo debe ser honesta, sino parecerlo también’. Pienso que en la medida que nos ‘saltemos’ los mecanismos de probidad y de garantía para evitar los abusos, igual estaremos retrocediendo en la percepción de honestidad que la comunidad exige a sus gobernantes.

Finalmente, en una mezcla de todo lo anterior, se impone la modernización del servicio público, como una fórmula para superar el clientelismo electoral que se produce cada cinco años.

Este artículo se publicó el 18 de enero de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

¿Reelección? La alarma está sonando

La opinión del Periodista….

 

EUCLIDES M. CORRO R.
emacor@cwpanama.net

La palabra reelección hizo sonar la alarma entre las huestes panameñistas, que siempre han sido contrarios a esa idea y que hasta el momento con justificada razón, consideran que existe un pacto con sus aliados de Cambio Democrático que aunque no fue firmado en papel, tampoco está escrito en piedra.

Si hacemos historia, recordemos que cuando se inició la campaña electoral del 2009, solo estaban proclamadas las candidaturas presidenciales de Juan Carlos Varela por el panameñismo, Balbina Herrera por el PRD, y Ricardo Martinelli por el CD. Las otras organizaciones políticas realizaban sus respectivas estrategias buscando alianzas que les permitieran una cuota de poder en caso que su socio principal alcanzara la Presidencia de la República.

Martinelli inició una campaña de descrédito contra sus dos virtuales contendores. Ambos, Balbina y Varela eran ‘más de lo mismo’, los que igualmente pertenecían a grupos que habían ‘llegado limpios al poder y salieron millonarios’. Según recuerdo, sabiendo que al PRD nunca lo ‘ablandaría’, enfiló su principal batería contra los panameñistas a los que finalmente doblegó.

Aunque para algunos resultó una alianza ‘casi imposible’ y principalmente porque por vez primera la gente del sempiterno Arnulfo Arias, aceptaba ser segundo en una alianza para buscar la Presidencia, especialmente porque en números tenían más adherentes que el partido que proclamaba que ‘los locos somos más’.

Las cosas le salieron bien al señor Martinelli y prueba es que hoy día es el presidente de Panamá, mientras que Juan Carlos Varela es el vicepresidente. Meses después del triunfo, el dueño de los Súper 99 proclamaba que su candidato para el 2014 sería Juan Carlos Varela. El anuncio sorprendió a muchos, pero trajo alivio a las huestes del panameñismo y era una forma de lavar la cara políticamente.

Ya en función de gobierno, Varela asumió la Cancillería de la República, logrando además algunas otras posiciones dentro del gobierno. No fue la gran cosa, porque igualmente había que satisfacer y dar un ‘trozo’ del pastel a los otros aliados; es decir, Unión Patriótica que se les unió en el camino, y al Molirena que se ‘amarraron’ desde un inicio, mucho antes que los otros dos.

El tiempo viene demostrando que Martinelli está aprendiendo rápidamente. Se ha ido fortaleciendo, y en esa dirección está logrando que diputados, alcaldes y representantes de corregimientos del PRD renuncien a sus ideales y compromisos para inscribirse en Cambio Democrático. De paso, ya es casi un hecho que a comienzos del próximo año Unión Patriótica se fusiones con su Cambio Democrático. Los ‘gallitos’ del Molirena todavía se resisten a ese mismo destino, mientras que es históricamente improbable que el panameñismo lo haga.

La realidad de hoy es muy distinta a la de hace año y medio. Por un lado, Juan Carlos Varela no ha logrado satisfacer las demandas de los otros dirigentes de su organización partidista y los vientos anuncian una rebelión que probablemente le impida ser escogido en las primarias como candidato del oficialismo.

Con su habilidad natural, Martinelli de inmediato dejó entrever que su compromiso era con Varela y si este no era el candidato, ‘era muy temprano’ para tomar una decisión, pero casi de inmediato dos de sus diputados y una de sus ministras de Estado, que además es de la directiva de Cambio Democrático, comenzaron a hablar de la ‘reelección presidencial’.

Incluso, fuentes vinculadas a la Asamblea Nacional aseguran que ya existe un anteproyecto para formalizar la ley que autorice la consulta popular para reformar la Constitución Nacional en lo referente a la reelección presidencial.

El panorama no se pinta nada alentador para Varela. Los estudiosos en la materia no descartan la posibilidad —quizás una locura en estos momentos— que el dirigente panameñista imite a otros y se inscriba en Cambio Democrático y así ‘desactivar’ la amenaza de un referéndum para que Martinelli nuevamente sea el candidato.

Muchos dirán que esto es totalmente imposible. Otros pondrán el grito al cielo. Me limito a recordarles que desde tiempos muy antiguos y sabiamente, se decía que ‘en política no hay supresas, sino sorprendidos’. De todas forma, ya sea lo uno o lo otro, es al pueblo al que le corresponderá refrendar esta posibilidad si se le llegara a consultar.

 

 

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<> Este artículo se publicó 26  de diciembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

El desprestigio de los políticos

La opinión del periodista….


EUCLIDES M. CORRO R.
emacor@cwpanama.net

Más allá de los intereses políticos, e incluso de las posibles ofertas económicas que les hagan, los que hoy están saltando de un partido a otro, olvidan el grave daño que le están haciendo a nuestros adolescentes con ese pésimo ejemplo al demostrar una total falta de honestidad hacia el partido que los respaldó durante el proceso eleccionario.

Esta situación y muchas otras que riñen con moral, son las que a lo largo de la nueva era democrática han contribuido al desprestigio de la clase política del país, y así queda evidenciado en cada encuesta que se haga al respecto.

No critico al partido que los ilusiona para que se muden, porque a ellos no les corresponde ser leal con el partido que los adversa. Puede que para algunos analistas esa actitud tampoco está acorde con los grupos que utilizan la ventaja política y económica para seducir a los adversarios.

El problema mayor es que quien no es honesto hoy, tampoco lo será mañana. Tomemos un ejemplo, el del diputado Abraham Martínez, quien hace algunos años estaba en Solidaridad y de pronto ‘vio la luz’ y se inscribió en el PRD para seguir gozando de las mieles del poder.

Su trayectoria ha sido la del pusilánime que ni siquiera se sonroja para demostrar su falta resistencia a los sacrificios que significa estar en la orilla de enfrente de los que están en función de gobierno. En el gobierno militar no dejó de hacer caritas, más tarde con Pérez Balladares y así por el estilo con doña Mireya y Martín Torrijos.

Reitero que el señor Martínez es tan solo un ejemplo de una gran cantidad de ‘blandengues’, que no están preparados para el sacrificio o simplemente prefieren prostituirse políticamente. Todos, absolutamente todos los partidos políticos, incluyendo al PRD, se han servido de estos tránsfugas. Estos personajes olvidan que ya están identificados y que, aunque les hagan fiesta a la hora del salto y se les dote de recursos económicos, al final simplemente son instrumentos para utilizarlos y más tarde lanzarlos al basurero de la política, porque no se puede confiar en los que no creen en la lealtad.

Son políticos sin estatura y sin vergüenza, que sufren del complejo de Hamelín; es decir, del ratón que pierde la conciencia al ser encantado por el sonido de una flauta para que al final se lo lleve la corriente y muera ahogado. Y como él hay muchos otros. Se trata de un problema de reciedumbre política. Son políticos de otra calaña, que ni conocen ni les interesa conocer cuál era la conducta de sus colegas de antaño que preferían morir antes de convertirse en traidores. Pero es que en otros tiempos existían dirigentes de alto rango moral que no se vendían por cuatro guayabas, porque, además, tenían principios de decencia, leales a su discurso.

Aquí no se salva ningún partido político. Incluso los que forman parte de la alianza, y reitero que no es un problema de ahora, sino cíclico en cada gobierno. Es por ello que en la partidocracia actual los colectivos aliados también han sufrido bajas de los que han sido encandilados por el brillo del oro prometido y del canto de sirena que al final del camino los hará estrellarse contra la realidad. Además, no se puede esperar lealtad de quien se cambia no por sus creencias y principios, sino por las ofertas económicas y la promesa de que si se cambia podrá ayudar a los miembros de la comunidad que lo eligió. Un cuento que nadie le podrá creer, porque ya no goza de credibilidad.

Lo más grave es que no se dan cuenta de que en los traidores nadie confía. Y que solo tienen un destino. Se les usa a mejor conveniencia y al final, ya exprimidos, se les arroja a un lado del camino. Esa es la tragedia final de los tránsfugas políticos, de los que se venden al mejor postor.

Tengo la esperanza de que todo esto cambiará algún día. El oportunismo tiene que acabar. Nuestra juventud, que observa estos malabarismos, tiene que aprende de los buenos ejemplos y no de los malos. Es hora de la probidad y la decencia en la conducta de una nueva clase política.

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<> Este artículo se publicó 12  de diciembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

La pérdida de un gran ciudadano

La opinión del periodista….

EUCLIDES M. CORRO R. *
emacor@cwpanama.net

Durante los cinco años que estuve al frente de la política comunicacional del Banco Nacional de Panamá, tuve la extraordinaria oportunidad de organizar eventos vinculados al sector agropecuario de nuestro país, tales como las ferias regionales y los encuentros agropecuarios. A través de los mismos se produjo un franco lazo de admiración por la gente que en el día a día trabaja intensamente por el desarrollo del país.

Uno de los personajes que tuve el privilegio de conocer fue el ingeniero agrónomo Rodolfo Raúl Moreno Cedeño, mejor conocido como ‘Fito’. Santeño de nacimiento por los lados de Sabana Grande, pero adoptado por los herreranos, donde realizó por muchos años una intensa labor ganándose el respeto de todos los que lo trataron, tanto en el plano personal como en su condición de empresario digno e infatigable.

Siendo cliente del Banco Nacional de Panamá, se sentía muy vinculado y agradecido con la más importante entidad financiera del país, por lo que nunca dudó en brindar su aporte para que los eventos organizados en Azuero se realizaran con el mayor éxito. No recuerdo haberle escuchado una palabra templada o una actitud impropia. Todo lo contrario. Siempre presto a colaborar más allá de cualquier esfuerzo a favor de sus colegas productores.

Reconozco que durante ese lapso también me encontré en otros sectores del país con gente agradable y con deseos de atender cualquier petición en los eventos ya señalados. Sin embargo, mi amigo ‘Fito’ siempre ponía el kilómetro adicional en ese deseo de contribuir en los planes de ayuda a su gente del agro y del sector pecuario.

Para uno de los últimos encuentros agropecuarios realizados durante la gestión de Juan De Dianous, en los terrenos de la Feria de Azuero se le ocurrió a nuestro equipo de trabajo la buena idea de ambientar el área de la entrada al local donde se realizaría el mismo.

Por varias semanas estuvimos en busca de una carreta, pilones, tinajas, pacas de heno, etcétera, en diferentes lugares, sin poder concretar un acuerdo beneficioso para la entidad. Entonces se me ocurrió consultar con Fito para que me indicara en qué sitios podríamos encontrar gente dispuesta a darnos la mano.

No fue necesario. Él se encargó de todo. Me dijo, con la sonrisa que lo caracterizaba, que dos días antes del evento tendríamos lo que buscábamos. Y así fue. En uno de sus camiones trasladó una vistosa carreta típica, las pacas, las tinajas, varios pilones y otros utensilios que identifican al sector agropecuario.

A nuestra pregunta sobre los costos, simplemente nos dijo: ‘Por el Banco y por ustedes, que son mi gente, hago lo que sea, así como ustedes (el BNP) confiaron en mis proyectos y siempre me respaldaron’.

El martes último recibí una llamada terrible. Fito Moreno acababa de fallecer luego de una corta lucha contra una enfermedad mortal.   Sentí que la vida era injusta, precisamente contra un hombre trabajador, inteligente, tenaz y siempre dispuesto a tender su mano amiga.   Tenía varios días, desde que me enteré de su padecimiento, tratando de contactarlo, cuestión que fue imposible. Me dijeron que los médicos le habían limitado las llamadas.

Tenía 71 años. Había nacido un 22 de enero de 1939, y como dijera, desde muy joven tomó la decisión de trasladarse a Chitré desde donde trabajó incansablemente. Era dueño del Hotel Versalles, del almacén agropecuario La Estrella y de la ganadera Moreno, entre otros negocios donde supo ser leal y amigo con sus trabajadores, e incondicional con sus amigos.

Me quedan los recuerdos de las muchas conversaciones en las que nos transmitía su amor por todo lo que le rodeaba. Cuando supo que ya no trabajaba para el Banco me llamó y me ofreció interceder, pero mi respuesta le impidió hacerlo. Así era él. Entregado y de una solo pieza en su lealtad.

La última vez que lo vi fue durante un Seminario Taller Agropecuario, que realizamos en su finca ubicada en La Villa de Los Santos. Allí, como siempre, se esforzó para que sus trabajadores limpiaran el área, cortaran los arbustos, nivelaran el terreno, e incluso ofreció un brindis. No olvido sus palabras ese día, cuando se refirió al esfuerzo que todos como panameños teníamos que hacer en beneficio del país.

Nos queda la nostalgia de su amistad, pero igual la satisfacción de haber conocido a toda una personalidad como él. Honesto, sencillo, humilde y dispuesto siempre a colaborar con todos los que acudían en busca de su ayuda. Que Dios le dé el descanso eterno. Se lo merece.

 

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<> Este artículo se publicó el 16 de noviembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del   autor  en: https://panaletras.wordpress.com/category/corro-r-euclides-m/

Combatiendo el delito financiero

La opinión del Periodista….

EUCLIDES M. CORRO R.
emacor@cwpanama.net

Durante cinco años tuve una especial relación con el tema bancario, lo cual me permitió conocer de cerca el importante esfuerzo que realiza el sistema bancario panameño en la lucha contra el delito financiero proveniente del narcotráfico y otros delitos financieros. Como centro bancario internacional, nuestro país no solo es blanco de esta clase de crimen, sino que a la par es observado con extrema rigurosidad por los organismos encargados de supervisar y controlar que los países cuenten con los mecanismos adecuados para no dejarse penetrar ‘por el dinero sucio’.

La lucha es intensa y ya sea por separado o de manera colectiva, las instituciones financieras particularmente los bancos, sin diferenciar el tipo de servicio que brindan, aplican controles manuales o automatizados en contra del delito organizado y con las características descritas. No hace mucho tuve la oportunidad de conversar con el licenciado Pablo Ruidiaz, panameño que es uno de los pocos especialistas en riesgos y prevención de blanqueo de capitales.

Confirmó que, en efecto, Panamá realiza una lucha tenaz contra este delito, iniciando con el conocimiento del cliente y seminarios y conferencias que periódicamente se realizan para capacitar a ejecutivos bancarios y personal vinculado al tema, y evitar cualquier fragilidad que exista en el sistema. Nos dijo que nunca es demasiado lo que se haga en esa dirección, porque al final está en juego la fortaleza y la reputación de las instituciones financieras panameñas y del país.

Además, ‘a la luz de las nuevas tipologías utilizadas por los lavadores, permanentemente se revisan las regulaciones relativas al Blanqueo de Capitales. También, las, nuevas instituciones reguladas (Seguros y Cooperativas), comienzan a prepararse para combatir este flagelo que está causando grandes estragos en las sociedades’.

Y no es para menos. Lo importante es que sistemas como el nuestro estén conscientes de sus fortalezas, pero también de sus debilidades. Solo así la lucha contra el dinero oscuro podrá tener buenos resultados. No es cuestión de negar si los informes internacionales son justos o no, de lo que se trata es que el sistema bancario se prepare cada día creando las barreras necesarias para que el crimen financiero entienda que Panamá los tiene detectados.

Otro detalle del que nos habló Pablo Ruidiaz es que países como Colombia, Centroamérica, el Caribe y más dramáticamente, México, ‘han sido víctimas’, igual que Panamá, ‘de esta negativa tendencia global que causa daños permanentes en las instituciones, los gobiernos y la sociedad civil’. Agrega que ‘la rampante corrupción, producto del dinero sucio, influye negativamente en los miembros de la sociedad, por lo que es necesario capacitar a los funcionarios encargados de cumplir los mandatos de la ley’, para evitar una situación lamentable como la de México.

Debo resaltar que Pablo Ruidiaz ha dedicado parte de su experiencia financiera a educar a locales y extranjeros en mejorar los controles tanto manuales como automatizados en la Prevención del Blanqueo de Capitales. Precisamente es especialista certificados por ACAMS (sigla en inglés de la Asociación de Especialistas de Prevención en el Lavado de Dinero), como experto en la materia, sustentado en su experiencia en las Mejores Prácticas de Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo.

Su esfuerzo en esta lucha se ha extendido hasta otros países donde dicta seminarios a bancos, reguladores, empresas de seguros, cooperativas, y recientemente fue invitado por la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela a participar como expositor en conferencia dictada a cientos de funcionarios estatales, jueces, fiscales, ejecutivos. También fue expositor, hace poco, ante entidades financieras y reguladores.

Lo interesante es saber que nuestro país está realizando su parte en esta lucha. Y que se cuenta con especialistas como el licenciado Ruidiaz, que ha extendido su experiencia hasta el CEAS en Costa Rica y ante el BID y el Banco Centroamericano de Integración Económica.   De paso ha contribuido en capacitar contra el crimen financiero a las Superintendencias de Banca y Seguros en Panamá, El Salvador, Honduras y Costa Rica.

Pienso que en la medida que nuestros países se preparen para combatir cualquier fuente de financiamiento utilizada por el narcotráfico y el crimen financiero, se estará caminando en la dirección correcta para que a futuro dejemos de aparecer en las listas grises que elaboran organizaciones internacionales preocupadas por este tema.

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<> Este artículo se publicó el 8 de noviembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.
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El Seguro Social, ¿entonces?


La opinión del Periodista…

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EUCLIDES M. CORRO R. .

A mediados de la década de los 70 a la Ley Orgánica de la Caja de Seguro Social se le hicieron cambios fundamentales con una proyección social de incalculables efectos, pero que al no ir acompañada con un compromiso de parte del gobierno central a través de una solidaridad económica, se convirtieron en una carga adicional que con el tiempo merece se analice el mismo y se le busque una solución.

Eran los primeros años del proceso revolucionario bajo el liderazgo de Omar Torrijos Herrera, en tiempos donde existía el compromiso de realizar transformaciones tanto en la educación como en el sector salud. No había otra opción si realmente se buscaba introducir un esquema que más allá de la política tradicional, provocara un nuevo concepto social a favor de las clases más necesitadas.

El tiempo ha demostrado que la intención era efectiva. El darle atención no solo ambulatoria sino hospitalaria también, a la compañera e hijos del asegurado; o sea el cotizante, garantizó en buena medida transformar el concepto de la salud social en un país que comenzaba a dar despuntes económicos inimaginables. Pero adicional, se sumó a los beneficiarios a los padres del trabajador.

Pienso, sin embargo, que al no realizar otros ajustes más de fondo que de forma, como fue establecer por ley la solidaridad del gobierno con esta institución, se fueron agravando sus finanzas, porque hubo necesidad de incrementar las cama—hospital, la atención ambulatoria (consultorios) y la compra de medicamentos.

A contrapelo, el Estado como tal dejó de atender a un porcentaje de la población que ya no concurría a sus centros hospitalarios, porque preferían atender sus problemas de salud a través del Seguro Social. Los Sistemas Integrados de Salud que se habían aplicado propició el ‘mal entendido’ que la transición no implicaba cargas económicas adicionales que implicaran un impacto negativo para los programas de la seguridad social.

Pocas veces se quiere hablar con seriedad de este asunto. De igual forma, existe el valor necesario, que sumado a la solidaridad económica que debe existir, se hace necesario desde hace mucho tiempo, que el trabajador dé un aporte adicional para seguir garantizando la atención básica y especializada a su familia. Reitero, ha faltado entender que el problema debe ser encarado y planteado como un tema de Estado.

Esa es una parte del problema. Existe otro aspecto que tiene un costo político que nadie quiere asumir. Durante el gobierno anterior al de Martín Torrijos, se permitió la existencia de una administración con credencial ‘populista’, que elevó en un porcentaje peligroso la cantidad de empleados necesarios para que el Seguro Social pudiera trabajar con eficiencia.

En la Caja de Seguro Social los estudios demuestran que bien puede trabajar con unos 10000 empleados, en vez de los 25000 que tiene en la actualidad.

Otro factor que incrementó los costos de la seguridad social fue la contratación de servicios técnicos y médicos dentro de las clínicas y hospitales privados, convirtiendo esta alternativa en un negociado que le está asestando una ‘puñalada trapera’ a la entidad que representa el único ahorro real que hace un trabajador durante su vida útil.

Si a todo esto le sumamos que la expectativa de vida ha crecido, ahora se cuenta con una población jubilada utilizando los servicios y recibiendo una compensación económica más allá de lo que hace algunos años indicaban los cálculos al respecto.

Por supuesto que el tema es complejo. Los trabajadores pueden argumentar que se les eliminó la jubilación anticipada y que se incrementó en dos años más la edad de jubilación. También se incremento la cuota obrero—patronal y el cuadro básico de medicamento se desmejoró en comparación con cuando tuvimos el más amplio de toda la región (década del setenta y ochenta).

Opino que es hora de que las nuevas autoridades enserien sus respuestas al tema, en vez del facilismo. Al gobierno le toca igualmente participar de una solución permanente y no temporal. No hacerlo sería tanto como traicionar a una de las entidades, que como dije, garantiza que al concluir la vida laborar del ciudadano, la miseria no sea tan severa para él y su familia.

<> Artículo publicado el 4 de octubre  de 2010  en el diario La Estrella de Panamá,  a quienes damos,  lo mismo que a la autora,   todo el crédito que les corresponde.

Es hora de cambiar el paso

La opinión del Periodista…

EUCLIDES M. CORRO R.

Para muchos Ricardo Martinelli es un fenómeno político con mucho olfato para identificarse con la gente común y corriente.   Que no dudó en caminar durante largo tiempo y supo aprovechar la oportunidad que se le brindó. Para otros, es un producto mediático, que se le vendió al electorado a través de una excelente campaña en la que supo convertir sus debilidades en fortalezas.

Sus enemigos trataron de debilitar su imagen acreditándole supuestos problemas mentales, pero sus asesores le dieron vuelta al sartén convenciendo a mucha gente que en este país ‘los locos somos más’. Fue en este preciso momento en que comenzaron a caminar con paso seguro hacia el tan ansiado y soñado puesto en el Palacio de las Garzas.

Los cuerdos tienen que aceptar que el ‘rey de los supermercados’ y sus asesores les ganaron la batalla y no solo por un breve margen, sino por una amplia diferencia que los dejó —y todavía pienso que no se han logrado reponer— dando tumbos y buscando oxígeno.

Debo aceptar que el gobierno inició su gestión con una serie de medidas acertadas. Comenzó a hacer buenas sus promesas electorales. Implementó el programa de ‘cien para los 70’, le aumentó el salario a los policías y llegó con un mazo a romper varias estructuras de gente acostumbrada a burlarse prácticamente de la ley.

Esta fue la parte agradable de los primeros meses. Después despertaron a la realidad. Todo lo que se estaba haciendo requería de un presupuesto mayor y, además, cayeron en cuenta que una sola parte del poder no era suficiente. Era impostergable sumar otros organismos que a la larga podían ‘dañarle el esquema de trabajo’.

Y como era fácil suponer, pusieron manos a la obra. Se aumentó la carga impositiva, se buscaron otras fuentes de ingreso y el despertar de los ‘locos’ no se hizo esperar, mientras que los cuerdos entendieron que el que no se sumaba era porque estaban en contra y ese derecho a discernir libremente tendría un costo.

Surgió la tesis de que la procuradora general de la Nación se negaba a cumplir con las ‘tareas asignadas’. Su historia ya es conocida por todos y el margen de la duda a la certeza se perdió en una línea divisoria muy delgada. Se decía que el objetivo principal, entre otros, era neutralizar y encarcelar al ex presidente Ernesto Pérez Balladares.

El presidente nombró a dos nuevos miembros en la Corte Suprema y a pesar del ‘slogan’ que este gobierno era el del cambio, se comenzaron a dar pasos en falso y a repetir los mismos deslices de los gobiernos anteriores. Todo en este mundo tiene un precio, y como se dice en el interior del país, ‘el que quiere ser reina, que aprenda a tirar besitos’.

Un ejemplo, lo ocurrido en Bocas del Toro. Sin pretender achacarle la culpa a nadie, sin enumerar desaciertos y solo analizando los hechos reales, es evidente que dos ministros de Estado equivocaron el ‘idioma’ con las partes enfrentadas, provocando una crisis que no era necesaria y que fácilmente, con un poco de malicia, se hubiera evitado.

En la desesperación se están aplicando respuestas fáciles que no dejan de ser un simple paliativo. Los pueblos piensan que si los gobiernos les regalan dinero o lo que sea, es porque ‘tenían’ que darlo y a la larga o a la corta, como ha sucedido tantas otras veces, terminan por no agradecerlo.

Está comprobado que el paternalismo no es la mejor medicina, porque fácilmente se corre el riesgo de caer en la demagogia. Y esto definitivamente, no es lo aconsejable.

No veo otra opción. Tengo el presentimiento que las cosas pueden agravarse si no se plantean un nuevo sistema accionario. Hay que bajarle la presión a la sociedad civil y a los medios de comunicación. Es hora de buscar nuevos aliados. El descalificar a unos y castigar a otros con la publicidad gubernamental, no es una buena alternativa.

Por supuesto que tiene la opción de seguir en la confrontación para medir fuerzas. Esta sería una salida buena para los tercos, los que no quieren dar a su brazo a torcer, y créanme que ni los locos lo aceptarían de buen agrado.

<>Artículo publicado el 12 de septiembre de 2010  en el diario La Estrella de Panamá,  a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Lo bueno, lo malo y lo feo de las encuestas

La opinión del Periodista…

EUCLIDES M. CORRO R.

Nuestro país está atrapado por las encuestas. Las hay de todos los colores, científicas e improvisadas. No hay empresa televisiva, radial o de prensa escrita que no tenga la suya. Es casi un pecado no medir a diario la opinión de algunos panameños sobre temas tan disímiles que muchas veces nos preguntamos a quién le importa el resultado que las mismas puedan arrojar.

Sin embargo, sería injusto despreciarlas todas, porque ciertamente las hay que nos indican con cierto nivel de fidelidad cuál es la percepción de los panameños sobre algunos temas, principalmente para que el presidente de turno esté tranquilo o a contrapelo, se desespere y dirija el disgusto de sus propias culpas contra otros.

Lo malo es que nos hemos acostumbrado a lidiar con estas ‘mediciones’ y basta con escuchar o leer sobre alguna de ellas para sumarnos y expresar lo que a nuestro entender es ‘nuestra verdad’.

Por supuesto, y como ya apunté, no desestimo la información que se deriva de las encuestas con cierto nivel de seriedad y fundamentada en factores científicos. No así las que han prostituido el valor de esta herramienta para que la gente opine, repito, hasta de los asuntos más necios e increíbles.

Se cae en la torpeza de asignarles una credibilidad total. Nos olvidamos que en muchas de las veces las mismas son manipuladas a través de preguntas que pudieran tener una sola respuesta. No olvidemos también que el que paga la orquesta dice qué música quiere escuchar.

Por supuesto que no pretendo invalidar todos los resultados, porque sería igual de irresponsable descartar la eficiencia de algunas de ellas. Lo sabio es analizar los números en su justa dimensión. Evaluar las respuestas, no por lo dulces o amargas que sean a nuestro gusto, sino interpretando el mensaje que nos están enviando algunos sectores de la comunidad nacional.

Olvidémonos de las que no son serias. De aquellas que solo responden al interés de una persona que se vale, para manipularlas y buscar resultados a su gusto, de los denominados ‘call center’ en los que en forma tenaz e intensa un grupo de empleados o amigos comienzan a llamar a las emisoras o anotar en las encuestas digitales a través del Internet.

Conozco a varios que son expertos en manipular las respuestas. Son los que se engañan invirtiendo grandes sumas de dinero para utilizar los resultados en campañas mediáticas. En esta acción no se escapan ni los altos funcionarios ni los sectores de oposición al gobierno, aunque en menor escala.

Lo gracioso de todo esto es que cuando son encuestas serias, con credibilidad, no dudan en restarles importancia cuando los resultados no les convienen; sin embargo, se apasionan con ellas cuando los numeritos les son favorables.

Lo más terrible es la época de las elecciones para escoger presidente, diputados, alcaldes y representantes de corregimientos. No importa el esfuerzo que realiza el Tribunal Electoral para evitar este abuso, que no aporta mucho a la democracia y, en cambio, son nefastas en el afán de desacreditar o tergiversar la imagen de los rivales políticos.

Intento con todo lo anterior alertar, prevenir, advertir, etc., a los que de pronto dan la certeza a estos resultados, cuando los mismos no son más que una maniobra para descartar a los rivales e inclusive, denigrar su imagen ante el electorado. Para muchos el fin justifica los medios y si se logra el objetivo, no importa la sanción que se pueda recibir por esa violación a la Ley o las normas que rigen la decencia de los individuos.

Estudiosos del comportamiento humano y los que analizan los secretos de la ‘inteligencia emocional’, saben a qué me estoy refiriendo. El problema está en que no existe autoridad que regule el concepto total de las encuestas para que respondan a una actividad científica y honesta.

Mientras que esto no ocurra, los panameños seguiremos como hasta ahora: Prisioneros de un arma al que recurren los majaderos, con el único propósito de satisfacer su ego, aunque ello represente una burla a los incautos.

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Artículo publicado el 28 de agosto de 2010 en el diario La Estrella de Panamá a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Módulo de comunicación masiva

La opinión del periodista….

EUCLIDES M. CORRO R.

Durante el pasado fin de semana tuve la honrosa distinción de haber participado como expositor en un Diplomado de Gerencia Integral al Sector Cooperativo, organizado por el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo en conjunto con la Universidad Latina,   en el que pude conocer del entusiasmo y dedicación de un grupo de administradores y gerentes de cooperativas que funcionan en Colón y Panamá.

La ocasión fue excelente toda vez que el grupo nos permitió durante diez horas divididas entre viernes y sábado, exponer en una interesante conversación muchos aspectos del periodismo y su aplicación en beneficio de la actividad que las cooperativas realizan en beneficio del desarrollo económico y social del país.

Sobre todo, me pude percatar del interés que muchos panameños tienen sobre el papel de los medios de comunicación en el acontecer diario, y a la par, analizar sus inquietudes por la forma en que los periodistas enfrentamos los problemas que muchas veces implica el tratamiento de la noticia.

Debo reconocer que para mí fue una sorpresa la dinámica de este grupo. Su óptica por la forma en que los medios informativos les suministran cada uno de los acontecimientos que de manera directa e indirecta les afecta. En fin, hubo una interacción positiva y beneficiosa.

Debo reconocer el esfuerzo del IPACOOP, que cumplió el pasado mes nada menos que 30 años de existencia, en fomentar una tarea docente orientada a fortalecer la calidad del servicio que ofrecen las cooperativas en todo el país, actividad que obviamente es respaldada por el factor humano que tiene en sus manos la tarea de regentar el cooperativismo en una gran cantidad de organizaciones.

Pude enterarme de que en Panamá existen unas doscientas mil personas que forman parte de un centenar de cooperativas, que tienen como propósito fundamental no solo respaldar y promover el desarrollo socioeconómico del país, en términos generales, sino la participación del individuo como parte de ese progreso.

Es reconfortante saber, por ejemplo, que el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo, entidad responsable de formular, dirigir, planificar y ejecutar la política cooperativa del Estado, se encuentra en estos momentos, en medio de una gran fortaleza gracias al trabajo que realiza su actual directora, Ana G. Rosas de Vallarino.

Como decía, nos tocó desarrollar temas como ‘Conceptos modernos de la comunicación masiva’, ‘Análisis de la comunicación estratégica en la historia de la Humanidad’, ‘Análisis del proceso de comunicación (emisor, canal y receptor)’, y ‘Análisis de la conducta del individuo’. Además, tuvimos la oportunidad de referirnos a los ‘Manejos de medios de comunicación masiva’, ‘Cooperativas y la comunicación masiva estratégica’, ‘Inteligencia emocional’ y, finalmente, sobre ‘Sistema de información gerencial en la comunicación estratégica’.

Fueron dos días de intenso trabajo en el que recibimos el formidable respaldo de la coordinadora por el IPACOOP en este diplomado, profesora Yesenia Villamil, quien estuvo siempre muy atenta a cumplir con las necesidades y apoyo requeridos.

La jornada contribuyó, igualmente, a que conociéramos qué esperan nuestros lectores y lo que demandan todos los que buscan una orientación a través de los medios de comunicación masivos. Incluyendo, claro está, sus inconformidades y expectativas.

En fin, fue una jornada agradable. Participantes y expositor se combinaron en el esfuerzo para alcanzar la meta y entender al final del camino que existen muchas formas para consolidar un trabajo que sin ningún problema contribuya recíprocamente a los mejores intereses de la nación.

No conocía las instalaciones de la Universidad Latina, la cual funciona en instalaciones modernas y adecuadas para atender a los que buscan una superación profesional a través del estudio formal. Debo señalar que quedé gratamente sorprendido por el orden y la actitud de los jóvenes que vi en pasillos y en aulas dedicados a ese proceso de enseñanza y aprendizaje. Es estimulante conocer que Panamá marcha a la vanguardia de centros de altos estudios que aportan su grano de arena en aras de nuestros muchachos y muchachas.

Finalmente, ojalá que otras organizaciones copien la afortunada iniciativa del IPACOOP en su afán de facilitar a todos los involucrados en la actividad cooperativista de las herramientas intelectuales y técnicas, para que su labor sea cada día más adecuada a los nuevos tiempos.

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Este artículo fue publicado el  16 de agosto de 2010  en el diario La Estrella de Panamá,  a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Entre comentarios y golpes

La opinión del periodista….

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EUCLIDES  M.  CORRO  R.

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Entre comentarios y golpes

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Pienso que uno de los personajes más controvertidos y que sin embargo a todos apasiona lo es el productor y director de “Lo Mejor del Boxeo”, especialmente desde que dedicó la parte inicial de su programa de los jueves a analizar la vida política del país.   Estoy seguro de que habrá quienes no comparten sus críticas, pero en lo que todos debemos estar de acuerdo es que ya sean a favor o en contra, es honesta su actitud.

Juan Carlos Tapia es una especie de camión blindado, que cuando embiste contra alguien el efecto de la colisión tiene repercusiones en el más amplio espectro de la comunidad nacional.   No faltan los que lo critican, porque su actitud pareciera ser la de quien se considera dueño de la verdad; aunque tengo la certeza que nada más lejos de esa realidad.

Con el paso del tiempo he logrado entender su nivel de pasión en lo que hace y en lo que dice.  Es decente en su apreciación, y aunque se equivoque, lo hace con la convicción de que está en lo cierto, y si alguien logra convencerlo que falló, entonces tiene la grandeza de saber disculparse.   En fin, una mezcla de sabiduría popular e ingenuidad eclesiástica.

Recuerdo cuando hace muchos años visitaba las instalaciones de sus oficinas en el sector de El Ingenio. En ese entonces solo incursionaba en comentarios sobre boxeo.

Allí en medio de una amistad que me entregó sin pedir nada a cambio, comencé a conocer a la persona, al individuo con una capacidad increíble para ayudar a los que buscaban su mano generosa.   No estoy autorizado para mencionar los muchos casos que me tocó presenciar de gente que prácticamente tenía un salario sin que tuviera que trabajar en su empresa.

Lo único que buscaba, y lo hacía con mucha habilidad, era respetar la integridad y aportarles una buena dosis de dignidad a los que sabían podía tocar su puerta y que no se irían con las manos vacías.

Juan Carlos Tapia es como ya dije, un ser generoso.   Nunca duda en hablar de su intenso amor familiar, y en especial por su esposa Carmencita y sus hijos.   Tal vez, por sus comentarios políticos, no es de los que gana muchos amigos en el sector partidista, pero como él bien dijo en una entrevista reciente para el diario La Estrella ”, él solo se refiere a los que desarrollan una vida pública como funcionarios.

Hoy, el buen amigo transita por un camino difícil.   Incluso, no fue hasta hace algunas semanas cuando transmitió a sus televidentes el mal que lo aquejaba.

Está enfrentando con determinación, mucha fe en Dios y con la fuerza que le proporcionan su familia y amigos, un cáncer en la vejiga.   Y cuando hablamos sobre el tema, noto en su voz la misma convicción que aplica a sus comentarios políticos.   Está convencido de que al final derrotará el mal que lo aqueja.

Pudiera extenderme y hablar sobre otras muchas cosas que giran alrededor de Juan Carlos Tapia, de quien todos sabemos igualmente su condición de empresario exitoso, con extraordinarias conexiones en el mundo del boxeo, su ingenio a la hora de producir programas novedosos que se han posesionado del gusto entre los televidentes, en fin, nada que ya ustedes no conozcan.

Me confieso su admirador.   Tengo más de treinta años de conocerlo sin que ello implique que formemos en alguna forma parte de su círculo íntimo; sin embargo, entre ambos hay respeto y confianza.   Es un ser especial y por ello ruego a Dios por su salud.   Y en esa oración estoy seguro que miles de ciudadanos me acompañan a diario.
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Publicado el 26 de septiembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.