María Mercedes Stoute
–
Lo recuerdo como si fuese ayer. Un 23 de octubre la irresponsabilidad de algunos me arrebató a un gran amigo. Creo que fue designio de Dios, porque sé que está en un mejor lugar. Lo extraño mucho. Su nombre era ALVIN ESCARTIN.
Todos los años mueren cientos de personas por culpa de transportistas que no están aptos para conducir. Y lo peor es que hasta el día de hoy no veo un cambio para mejorar esta situación tan crítica en el país. La mayoría de los políticos y hasta el presidente tienen otros asuntos que resolver.
Se han puesto en marcha soluciones, pero estas no resuelven del todo el problema y no es sino cuando vemos la situación, cuando ocurren los accidentes de tránsito de esta magnitud que es entonces cuando todos indican que el problema debe ser solucionado. Han pasado los años y casi no se recuerda aquel fatal accidente porque tiende a quedarse en el olvido.
Se promete un mejor transporte, es lo que se dice al pueblo, pero no visualizo cuándo llega. Si los gobiernos de hace mucho hubiesen tomado cartas en el asunto con un transporte adecuado desde antes que ocurriera la tragedia, la historia fuese otra. No pasáramos por esta situación de recordar aquellas maravillosas personas por lo que fueron o por lo que podrían ser, pero ya no se encuentran junto a nosotros. Sé que ALVIN no estuviera muerto, estaría estudiando, jugando y riendo junto a sus amigos y parientes, como siempre lo había hecho. Tal vez cumpliría su sueño de ser futbolista. Hoy sé que está junto a Dios y a Jesús en el cielo, porque fue un niño buen
<> Este artículo se publicó el 26 de octubre de 2010 en el diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.
Mas artículos de la autora en: https://panaletras.wordpress.com/category/stoute-maria-mercedes/
Filed under: Stoute María Mercedes | Tagged: Amistad, Transporte público | Leave a comment »