El docente: Una reflexión desde la didáctica

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La opinión de la Educadora,  Docente en UDELAS…

Brizeida Hernández 

La Didáctica como teoría de la práctica docente, tiene fundamentos teóricos en los saberes acerca del hecho educativo que comúnmente se denominan Ciencias de la Educación.

La Didáctica en su construcción histórica, ha ido fundamentándose en distintas disciplinas: Filosofía, Pedagogía, Psicología, Sociología, Política, Economía. Aunque la Filosofía y la Pedagogía (inicialmente) y la Psicología y la Sociología (más recientemente), adquieren preeminencia y se convierten en las disciplinas que aportan los saberes más significativos a la Didáctica y desde los cuales se construyen y justifican las propuestas de enseñanza.

La didáctica especial es efectiva si se aplica según los enfoques actuales basado en lo cualificable, en lo social como lo explica Vigostky, nos lleva a participar en una escuela sin fracaso, una escuela sin barreras, abierta a todos, una escuela donde se suma y no resta, ni se divide. El cambio esta en cada uno de nosotros con nuestra actitud, la transformación cognitiva, la valoración de los aprendizajes, y el acompañamiento permanente que requieren los estudiantes.

La reflexión que nos hacemos desde nuestro accionar didáctico renovado es para reaprender y hacer una reconstrucción de una manera holística en integradora. Es momento para hacer un alto y detenernos a evaluar ese recorrido profesional como docente de educación especial en una carrera que hace énfasis en enseñar a pensar y aprender de forma autónoma.

Las buenas prácticas en educación especial no solo requiere de conocimiento lo primordial es la actitud y la aptitud del educador y de orientar al estudiante sobre manejo de sus emociones para generar comprensión es lo que llamamos estrategias didácticas para pensar.

Cada participante del saber requieren ser autónomos, independientes y autorreguladores capaces de aprender a aprender, a tomar decisiones, de reflexión sobre la forma de aprender y actuar con sentido común en una comunidad real y concreta.

La educación es para todos y asume el compromiso de trabajar con la diversidad, esto admite reconocer que lo más común es ser diferente; trabajar con la diversidad significa integrar, respetar y valorar las diferencias sin olvidar que la escuela asume la responsabilidad de garantizar un horizonte con equiparación de oportunidades.

El énfasis en el estudio de elementos y procesos de la enseñanza (aprendizaje, currículo, escuela), que fragmentan a la didáctica, que disgregan y desdibujan a su objeto de estudio (la enseñanza) y a la vez los diversos intereses ante el saber didáctico, técnico, práctico y cuestionan su identidad esto ha provocado una «crisis del conocimiento didáctico» (Davini, 1996).

Hoy cada educador tiene la responsabilidad de guiar y mediar el saber con orientaciones basada en los métodos científicos que desde la escuela generen saberes para la vida, para que sean hombres y mujeres productivo a su patria, críticos ante la sociedad y tomadores de decisiones en situaciones diversas.

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<>Artículo publicado el  1  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Mirada desde la educación especial

La opinión de la Docente Universitaria…

BRIZEIDA HERNÁNDEZ

Desde la mirada de la educación especial nuestra labor docente es contribuir al desarrollo y transformación de la comunidad en general. El aprendizaje es un proceso activo de construcción permanente que parte de la experiencia que se tenga de la vida. El estudiante se convierte en el responsable de su propio aprendizaje, mediante su participación y el acompañamiento del docente como tutor de los procesos.

La aplicación de estrategias, métodos y guías que impulsen el crecimiento cognitivo, va de la mano de una línea teórica que sustente nuestro accionar; es necesario favorecer, entonces, funciones claves como la retención, comprensión y uso activo del conocimiento, vincular las habilidades y potencialidades, la reflexión, la familiaridad con los problemas y sus soluciones. La acción estratégica para aprender, supone la habilidad para planificar y tomar decisiones contextualizadas. Es así como la educación especial promueven el aprendizaje por descubrimiento, experimentación y manipulación de realidades concretas, pensamiento crítico, diálogo y cuestionamiento continuo.

La meta, como facilitadores del proceso de aprendizaje, es recuperar las ansias de saber, las inquietudes, la búsqueda, el deseo de descubrir, incentivar la curiosidad, la indagación, transmitir el sentido de la sabiduría, rescatar el razonamiento y el diálogo. De igual forma, reelaborar conceptos, categorías, estructuras básicas de los saberes.

En la escuela observamos a los estudiantes cómo desarrollan y alcanzan procesos cognitivos cada vez más complejos; recogen la información, la comprenden, interpretando en base a los conocimientos previos, confirman y hacen uso del conocimiento con las conjeturas, hipótesis y evidencias, para luego juzgar o valorar el resultado e incorporarlo a su vida diaria.

Los estudiantes adquieren habilidades o herramientas necesarias para competir según el nivel que cursan. Dentro de esos instrumentos están la capacidad de análisis y síntesis, la capacidad de organizar y planificar, los conocimientos generales básicos, la comunicación oral y escrita en su lengua, la habilidad básica del manejo de la informática y la toma de decisiones.

La aplicación de práctica pedagógica cognitivas asegura el desarrollo de la capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica, la habilidad de investigar, la capacidad de aprender, de adaptarse a nuevas situaciones, de generar nuevas ideas de liderazgo, entre otras.

El planeamiento curricular, que responde a teorías, les permite generar procesos formativos de mayor calidad, sin perder de vista el equilibrio necesario entre las demandas que exige la sociedad. Permite un acercamiento más dinámico a la realidad del mundo, desde una visión integral y crítica de los nuevos roles que asumen la enseñanza y el aprendizaje.

Las teorías cognitivas consideran al estudiante el centro del aprendizaje y por ello es necesario reforzar el pensamiento crítico del mismo, con el objeto de que este cuente con herramientas que le permitan discernir, deliberar y elegir libremente, de tal forma que pueda comprometerse con la construcción de sus propias competencias académicas.

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Artículo publicado el 6 de junio de 2010  en el  Diario La Estrella de Panamá , a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Las teorías cognitivas: una mirada desde la educación especial

La opinión de la Psicopedagoga  Especialista en Discapacidad e inclusión Educativa, y en dificultades en el Aprendizaje…..

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Brizeida Hernández

Desde la mirada de la educación especial nuestra labor docente es contribuir al desarrollo y transformación de la comunidad en general. El aprendizaje es un proceso activo de construcción permanente que parte de la experiencia que se tenga de la vida.   El estudiante se convierte en el responsable de su propio aprendizaje, mediante su participación y el acompañamiento del docente como tutor de los procesos.

La aplicación de estrategias, métodos y guías que impulsen el crecimiento cognitivo, de la mano de una línea teórica que sustente nuestro accionar, es necesario favorecer entonces, funciones claves como: la retención, comprensión y uso activo del conocimiento, vincular la habilidades y potencialidades, la reflexión, la familiaridad con los problemas y sus soluciones. La acción estratégica para aprender supone, la habilidad para planificar y tomar decisiones contextualizadas.

Es así como la educación especial promueve el aprendizaje por descubrimiento, experimentación y manipulación de realidades concretas, pensamiento crítico, diálogo y cuestionamiento continuo.

La meta como facilitadores del proceso de aprendizaje es recuperar las ansias de saber, las inquietudes, la búsqueda, el deseo de descubrir, incentivar la curiosidad, la indagación, transmitir el sentido de la sabiduría, rescatar el razonamiento y el diálogo. De igual forma reelaborar conceptos, categorías, estructuras básicas de los saberes.

En la escuela observamos a los estudiantes como desarrollan y alcanzan procesos cognitivos cada vez más complejos, recogen la información, la comprende interpretando en base a los conocimientos previos, confirma y hace uso del conocimiento con las conjeturas, hipótesis, evidencias para luego juzga o valorar el resultado y incorpora a su vida diaria.

Los estudiantes adquieran habilidades o herramientas necesarias para competir según el nivel que cursan entre las que podemos analizar esta la capacidad de análisis y síntesis; capacidad de organizar y planificar; el conocimientos generales básicos; comunicación oral y escrita en la lengua; habilidad básica del manejo la informática y la toma de decisiones.

La aplicación de práctica pedagógica cognitiva asegura el desarrollo de la capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica, la habilidad de investigar, capacidad de aprender, de adaptarse a nuevas situaciones, de generar nuevas ideas, liderazgo ente otras.

El planeamiento curricular responde a teorías le permitan generar procesos formativos de mayor calidad, sin perder de vista el equilibrio necesario entre las demandas que exige la sociedad, permite un acercamiento más dinámico a la realidad del mundo, desde una visión integral y crítica de los nuevos roles que asumen la enseñanza y el aprendizaje.

Las teorías cognitivas consideran al estudiante el centro del aprendizaje y por ello es necesario reforzar el pensamiento crítico del mismo, con el objeto de que este cuente con herramientas que le permitan discernir, deliberar y elegir libremente, de tal forma que pueda comprometerse con la construcción de sus propias competencias académicas.

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Este artículo se publicó el  5  de junio de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La Educación es para todos: rompiendo paradigmas

La opinión de la Psicopedagoga…

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Brizeida Hernández

El siglo XXI es denominado la era del conocimiento y la información, se hace necesario un replanteamiento de la tarea de enseñar y el rol del mediador en el proceso educativo que busca romper paradigmas y sentar los principios de igualdad de oportunidades y acceso a una educación para todos.

Se llama a una reflexión sobre el modelo de atención educativo aplicado que responde a una escuela idéntica en la que se uniforma a todos por igual, frente a una población diversa, globalizada que necesita diferentes alternativas para aprender.

Por lo que se requiere hacer cambios cualitativos a la dinámica de integración escolar al modelo de atención y estrategia de aprendizaje. Los nuevos paradigmas educativos exigen cambios en la pedagogía, reinventarse otras formas de llevar la información y lograr apropiarse del conocimiento. Así tener presente por ejemplo: la multiplicidad de tareas, variedad de contextos en que estas tareas se desarrollan, complejidad del acto pedagógico, inmediatez y el posicionamiento ético que supone la tarea.

Se requiere una transformación de estructuras y de los sistemas para hacerlos mejores para todos y garantizar una educación en equidad, pertinencia, libertad, dignidad y participación plena de todos los grupos vulnerables sin mirar el género, edades, habilidades, situación socio-económica, cultural, discapacidad, lingüística, entre otros.

La educación para todos en este siglo está enmarcada en las políticas públicas enfocadas a transformar integralmente los sistemas educativos, teniendo como plataforma una real voluntad política de todos los actores sociales para romper los paradigmas existentes.

Por lo anterior, es necesaria una nueva pedagogía, modelo en que se vea a la familia como fortaleza en la toma de decisiones. Además de enfatizar en las potencialidades y los recursos personales que permiten enfrentar situaciones adversas y salir fortalecido, a pesar de estar expuesto a factores de riesgo.

Las buenas prácticas centran su acción en la formación de valores para convivir en la escuela con respeto, justicia y oportunidades para aprender. Esto requiere reglas establecidas, donde haya comprensión de las razones detrás de las reglas, en un clima adecuado y que el actor principal tenga equidad en los procesos cotidianos, especialmente los de aprendizaje.

La educación se caracteriza por experimentar la riqueza de agrupar por diferencias, con estrategias de aprendizaje cooperativo en igualdad de derechos y respeto de la diferencia que desarrollen la confianza, el manejo reflexivo del conflicto, lugar donde el construya su propia identidad para lograr apreciar la de los otros, pero también a enfocar las causas de nuestros males para dar soluciones serias, responsables a corto, mediano y largo plazo desde las casas de estudios.

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Este artículo se publicó el  1  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.