¿Qué tipo de ciudadano queremos formar?

La opinión de….

Ariel Blanco B.


Mucho se habla de la necesidad de reformar o transformar el sistema educativo y todos somos de la opinión que esta es una tarea que debe hacerse lo antes posible. Sin embargo, las preguntas que surgen son: ¿Lo reformamos o lo transformamos a qué? y ¿Para formar qué?

Soy de la creencia de que no podemos seguir sin una definición del individuo que debe formar el sistema operativo y sin una definición de las competencias de los formadores. Aquí trataré de abordar el tema de las competencias que deben tener los aprendices al terminar su formación (o primera formación).

La empresa privada quiere un individuo preparado con base en competencias que le permitan ejercer una profesión y la educación media. Las universidades parecen haber escuchado sus necesidades y se han preocupado por crear una diversidad de carreras para cumplir con las exigencias de un mundo con una economía y sociedad cambiante. Incluso, las asociaciones y gremios participan de la creación –basada en contenidos– de estas carreras.

Pero, ¿la sociedad qué necesita? Necesitamos una nueva clase obrera del siglo XXI, donde se ha cambiado la máquina por un ratón y un teclado o necesitamos un individuo con una fuerte base cognitiva, capaz de liderar dentro de su entorno movimientos de transformación hacia una mejor sociedad fundamentada en la democracia y el resto.

Me gusta pensar en las competencias como la capacidad de poner en práctica un contenido en una situación en problema particular.

Estas capacidades pueden ser cognitivas (pensar, aprender, analizar), gestuales (sentir, temer, caminar, apropiar) o socio–afectivas (comunicar, hablar) y los contenidos pueden ser cualquier objeto de aprendizaje. Multiplicar dos números, redactar una oración y la situación es la ubicación, momento en que debe ocurrir una tarea.

Así, cuando hablamos de competencia no es saber sumar dos números. Es que el muchacho vaya al supermercado y pueda sacar la cuenta de cuánto pagó y cuánto le dieron de cambio luego de pagar con un billete de $20.00.

Cuando hablamos de competencias no es saber escribir una oración. Es que el técnico pueda redactar un documento informando los problemas encontrados, el procedimiento empleado y los próximos pasos que deben realizarse.

No es poner el auto en primera y saber usar la caja de cambios.

Es dejar pasar al peatón que lleva media hora esperando en la acera.

Entonces, amigos, ¿cuáles son las competencias que queremos en los panameños?   Ya sabemos, las del ingeniero, el médico, el abogado o el terapeuta las definieron las universidades, los gremios y el sector empresarial.   Pero, ¿te atreves a decir cuáles son las que debemos tener como panameños?

Antes de rediseñar el sistema educativo actual, creo que debemos pensar en cuál queremos que sea el producto final de ese sistema y, a partir de allí, construyamos cómo y quiénes van a formar los líderes que esta sociedad en crisis requiere.

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Este artículo se publico el 12 de junio de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.