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La opinión de…
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Arturo D. Melo S. –
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El río Chagres fue represado en la localidad de Alajuela con la represa de Madden, terminada en 1935, o sea, 21 años después de la apertura del Canal de Panamá en 1914. Anteriormente, había sido represado en la localidad de Gatún, con la represa del mismo nombre, terminada en 1912.
John Stevens, segundo administrador de la Comisión del Canal, dijo, ante el Senado de Estados Unidos en junio de 1906, que “el gran problema en la construcción del Canal de Panamá es el control del río Chagres”.
Fernando de Lesseps, constructor del Canal de Suez a nivel del mar, y promotor del Canal Interoceánico, convocó el Congreso Internacional del Canal Interoceánico, en la sede de la Sociedad de Geografía en París, y allí logró que se aprobara la ruta de un canal a nivel en Panamá.
En dicha reunión, el ingeniero Godin De Lépinay se expresó así: “Tratar de construir un canal a nivel por Panamá es ir contra la naturaleza, y las obras de ingeniería que van contra la naturaleza fracasan.
Si ustedes quieren construir un canal interoceánico por Panamá, lo que tienen que hacer es aprovecharse de la naturaleza, represando el río Chagres en Gatún y el río Grande en Miraflores, creando así dos lagos, y luego cortar las montañas para unir estos dos lagos y conectar ambos a los respectivos océanos, construyendo esclusas”. Godin De Lépinay tuvo que retirarse, abucheado, de dicho congreso.
Los franceses trabajaron en la construcción de un canal a nivel en Panamá desde el mismo año 1879, a pesar de que al visitar De Lesseps la ciudad de Panamá, con su joven segunda esposa y varios de sus pequeños hijos ese año, tuvo dificultades en el trayecto, porque el río Chagres averió seriamente el puente del ferrocarril. Para el control del Chagres, los franceses había pensando en la construcción de un puente, para que el río pasara sobre el Canal y no cayera al mismo, en una gran catarata que lo dañara.
Un hecho no muy conocido es que, al reiniciarse la construcción del Canal por parte de los norteamericanos, en 1904, continuaron construyendo el canal a nivel, que De Lesseps había soñado, hasta 1906, cuando John Stevens se convenció de que dicha obra era imposible de realizar y persuadió al senado de Estados Unidos –por un estrecho margen de 36 a 31 votos, el 19 de junio de 1906– de la necesidad de abandonar el diseño de Fernando De Lesseps y adoptar el diseño de Godin De Lépinay. Al día siguiente se inició la construcción de la represa de Gatún.
Se pensó, entonces, que el problema de las inundaciones del río Chagres había quedado resuelto al incorporarlo al canal a través del lago Gatún, pero las inundaciones de 1906, 1923, 1931 y 1932 los convencieron de que se necesitaba represar el Chagres una vez más, aguas arriba del lago Gatún, y se decidió construir la represa de Madden y el lago Alajuela. Los objetivos de esta obra eran el control de las inundaciones, el almacenaje de agua para uso del Canal durante la estación seca y la generación de electricidad. El lago Alajuela no fue construido como una fuente de agua para una potabilizadora.
Este lago tiene dos grandes desventajas en comparación con el Gatún: aguas arriba recibe directamente las inundaciones, con sus aguas turbias y lodosas, que sólo llegan al lago Gatún después de llenar a capacidad el lago Alajuela, el cual como lago de almacenaje de agua varia de nivel hasta 47 pies entre invierno y verano. El lago Gatún, como parte del mismo Canal, sólo puede variar seis pies entre invierno y verano. Como quiera que las aguas sucias de las inundaciones se limpian por sedimentación, al bajar el nivel del lago Alajuela a 47 pies, para finales del verano, cada año se vuelve a captar agua turbia, difícil de potabilizar.
Hay que reconocer que la excelente administración panameña de la Autoridad del Canal logró que las represas de Madden y Gatún cumplieran plenamente con los objetivos para las cuales fueron construidas, a pesar de que las inundaciones de diciembre de 2010 fueron las más grandes que ha tenido el río Chagres desde la construcción del Canal de Panamá. Este hecho contrasta con los daños causados por la represa del Bayano, administrada por una empresa extranjera, cuyas aguas destruyeron al poblado de El Llano, fue fundado siglos atrás, y devaluaron casi totalmente miles de hectáreas de fértiles tierras, aguas abajo de la represa del Bayano, la que en vez de controlar acentúa ahora las inundaciones.
No se puede desconocer que el mantenimiento deficiente y la falta de inventarios de repuestos de las potabilizadoras de Chilibre agravaron el problema del agua turbia del lago Alajuela, pero la solución permanente del grave problema de abastecimiento de agua potable para el área metropolitana de la ciudad de Panamá parece estar en la construcción de una o varias nuevas potabilizadoras.
Se podría captar agua del lago Gatún en la comunidad de Bahía de Salud o en la boca del río Frijoles, partes del lago cercanas a la ciudad de Panamá, y llevarla por tubería, siguiendo la vía del ferrocarril a Gamboa, para potabilizarla y desde allí distribuirla por acueducto. Se podría, también, captar agua con barcos cisterna en donde estuvieran más limpias en el lago Gatún y llevarlas a Gamboa.
Al buscar nuevas soluciones, debemos tener presente que el agua que se usa o se malgasta de los lagos Gatún y Alajuela, es agua que no se utiliza en el Canal para generar ingresos a la nación. Por esta razón, no debemos dejar de estudiar seriamente la posibilidad de utilizar aguas que no van al Canal, como las de los ríos Pacora y Mamoní, preservando sus cuencas y racionalizando su uso, para el abastecimiento de agua potable a la capital.
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Este artículo se publicó el 13 de enero de 2011 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde. El resaltado es nuestro.
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