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La opinión del Ingeniero…
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Rogelio Pinilla –
Es responsabilidad del Estado dotar a las entidades encargadas de los sistemas de suministro de agua, como el IDAAN, de los recursos necesarios para que la comunidad reciba un servicio eficiente y continuo. A la vez es responsabilidad de los ciudadanos mantener sus pagos al día como forma de retribuir un buen servicio. Como ciudadanos responsables debemos ser conscientes que, aunque tenemos abundancia de agua, los costos de potabilizarla, conducirla y distribuirla, son altos y aumentan a medida que aumentan todos los insumos utilizados en estos procesos.
Las extraordinarias precipitaciones pluviales de los últimos días, han causado catastróficas inundaciones que desafortunadamente han afectado la vida y bienes de gran cantidad de humildes panameños que hoy sufren las inclemencias del tiempo. Muchos se adelantan a culpar a decisiones humanas o a lo que está de moda: “el cambio climático”. Somos partidarios de que estamos experimentando eventos naturales que se están repitiendo cíclicamente. Los cambios climáticos no ocurren de la noche a la mañana. Estos cambios toman milenios. Hemos tenido y en el futuro tendremos eventos naturales quizás con peores consecuencias si no tomamos las medidas que mitiguen el impacto de estos fenómenos.
El agua es fuente de vida, pero cuando se precipita y fluye sin control, es portadora de destrucción y desesperanza. En un reportaje de las recientes inundaciones en Darién, se nos partió el alma al observar una humilde señora sumergida en el agua hasta su pecho y gritando: ¡necesitamos agua! Esto nos indica cuan impotentes somos ante los embates de la naturaleza.
Las extraordinarias crecidas de los ríos que alimentan los embalses de Gatún y Alajuela durante los días 7 y 8 de diciembre pasado, en momentos en que sus niveles estaban a plena capacidad, motivaron la toma de extraordinarias decisiones en el manejo y control de las aguas de excedencia de los afluentes que alimentan el sistema del Canal de Panamá. Las fuertes crecidas arrastraron sedimentos aparentemente sin precedentes a los lagos en tal magnitud que se recurrió a paralizar o disminuir la producción de agua potable a causa de la turbiedad que rebasó los límites permitidos. Un gran porcentaje de la población metropolitana fue afectada en el suministro de agua.
Como lo hemos repetido en muchas ocasiones estos eventos se van a dar en el futuro, quizás con mayor intensidad. Tenemos que tomar medidas para enfrentar estos fenómenos. Tenemos que construir presas y embalses para control de inundaciones y retención de sedimentos en los ríos que alimentan los lagos Alhajuela y Gatún. Ya es impostergable la construcción de un vertedero adicional al lago Gatún para salvaguardar su integridad y la existencia del Canal de Panamá.
<>Artículo publicado el 30 de diciembre de 2010 en el diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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