Asamblea de Diputados, ¿o qué?

La opinión de…

CHRISTI  ESCALANTE

chapis_es@hotmail.com

Si hay una entidad que a lo largo de los años, podríamos decir que ha estado integrada por funcionarios categoría manzanillos, es la Asamblea Nacional. Nos ha tocado ser testigos, durante cada quinquenio legislativo, de cómo algunos de estos funcionarios, cuando son mayoría del partido gobernante, se convierten en simples manzanillos.

La falta de propuestas, criterio y análisis propio queda al margen para estos incompetentes, supuestamente llamados a ser los Padres de la Patria. Aunque estos manzanillos tienen sus ventajas, constantes ausencias, curules desocupadas y, por supuesto, jugosos salarios. Y ojalá ya se hayan depurado en gran medida, los cargos denominados botellas y/o garrafones, quienes viven a costa del erario público.

En los últimos meses, he leído con decepción, que este órgano del Estado, el cual está llamado a legislar, prácticamente no lo está haciendo y su rol lo está asumiendo en gran parte el Órgano Ejecutivo.    Es obvio que la omisión en su rol de legislar, da la impresión que obedece en gran medida a la falta de capacidades, de criterio y proyectos trascendentales. Además, no son capaces siquiera de plantar cara y hacer valer su opinión, cuando se trata de iniciativas del Ejecutivo, pues no siempre se puede estar de acuerdo.

Cada iniciativa de proyecto tiene que ser analizada, estudiada con esmero y en ello está el derecho a disentir, y a proponer cambios.

Este humilde comentario es dirigido solo a los diputados categoría manzanillos que puedan sentirse aludidos, a los demás, mis más sinceros respetos.

Este artículo se publicó el 13 de febrero  de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que a la  autora,  todo el crédito que les corresponde.

La quiebra de British

La opinión de…

 

Christi Escalante

En esta oportunidad quisiera dirigirme a todos los afectados dentro del proceso de quiebra de British American Insurance Company, quienes acudimos a la primera junta de acreedores que se realizó el día 16 de diciembre pasado en las instalaciones del hotel El Panamá.

En dicha primera junta de acreedores, entre los distintos temas a tratar se encontraba discutir y fijar los honorarios del curador de la quiebra, situación que nunca se dio;     es decir, en ningún momento el tema fue abordado y mucho menos aprobado por los afectados, quienes fungen en calidad de acreedores dentro de dicho proceso, tal como lo establece el artículo 1833 del Código Judicial.

El artículo anteriormente referido, en su primer párrafo, el cual paso a citarles, indica lo siguiente: Artículo 1833 del Código Judicial: “Los honorarios del curador serán fijados por los acreedores en junta general y, en caso de desacuerdo, por el juez, previo dictamen de peritos”.

En este sentido, el tema de los honorarios del curador, tal como ya mencioné, no fue abordado en dicha junta, por lo que no pudo generarse siquiera aprobación o desacuerdo alguno entre los asistentes.    Quiero aclarar que no estoy demeritando la labor del curador ni mucho menos, quien ha estado a la altura del problema, y sus honorarios profesionales deben ser remunerados, pero me ha sorprendido abruptamente el monto fijado por el despacho judicial correspondiente, con relación a los honorarios del curador, los cuales fueron fijados en la suma de 10 mil dólares mensuales, lo que respetuosamente considero exorbitante.

Al quedarme estupefacta por dicho monto, hice un ligero sondeo con personas que de alguna u otra manera conocen o han conocido de procesos de quiebra, quienes consideran y a la vez coinciden en que se trata de una suma algo elevada, si se compara con otros procesos similares.

No creo necesario tener que recordar que estamos ante una empresa en quiebra, una empresa con mínimos recursos y que dichos honorarios, precisamente, serán sufragados por lo poco que ha sido recuperado hasta el momento.

Ahora bien, también habrá que tomar en consideración los posibles y futuros honorarios por asesores adicionales que puedan ser requeridos por el curador, a fin de orientarlo y asistirlo en la colocación y venta de los bonos en el mercado extranjero, siempre y cuando estos puedan ser recuperados, tal como fue aprobado en dicha junta de acreedores.

Por el momento, queda pendiente que se resuelvan ciertas peticiones sobre la fijación de los honorarios del curador, presentadas ante el despacho judicial, ya que esto debió darse y aprobarse a través de una junta de acreedores, apegándonos así a lo que establece el primer párrafo del artículo 1833 del Código Judicial. En virtud de todo lo anterior, la unidad como grupo de afectados debe imperar y estar pendientes del desarrollo de esta situación, y anhelando que la misma pueda ser ventilada a la mayor brevedad posible.

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Este artículo se publicó el 22  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que a la autora,  todo el crédito que les corresponde.

Clase humilde, sinónimo de menosprecio estatal

 

La opinión de…

 

Christi Escalante

Una vez más se confirma que, tristemente, la clase humilde es simplemente sinónimo de menosprecio por parte del Estado panameño, pues así ha quedado patentizado con lo ocurrido el día 9 de enero pasado en el Centro de Cumplimiento de Menores.

He tenido oportunidad de leer algunas reacciones de lectores del diario La Prensa a través de las opiniones que se pueden emitir electrónicamente en el web site, y a muchos de ellos les digo respetuosamente: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.

Bien es cierto que muchos de los jóvenes recluidos en el correccional eran delincuentes, que tenían una pena que cumplir por sus actuaciones erradas y desviadas, pero más errado aún fue el proceder de los policías y/o custodios.

Se supone que estamos en un Estado democrático, en el que las libertades y la seguridad ciudadana se respetan y vigilan, en el que debe imperar la igualdad en el trato hacia cada ciudadano panameño y estoy segura de que por tratarse de gente humilde va a pasar lo mismo de siempre, es decir, esto quedará en nada.

Situación semejante se reflejó con la masacre sufrida por los obreros en Bocas del Toro por parte de algunos cuadrúpedos de la Policía Nacional. Esta entidad del Estado, supuestamente garante de nuestra seguridad, ha demostrado que no cuenta con la preparación debida y pareciera que su misión es agredir brutalmente a su antojo a la ciudadanía.

Me hago la siguiente pregunta:   ¿Es esto parte de lo que llaman crecimiento económico? Tema del cual habla tanto este gobierno y que, por cierto, ya me tiene bastante harta, pues dicho crecimiento no permea hacia abajo. Además, muchas cosas siguen igual.

Bien decía un ciudadano, recientemente en esta misma sección de opinión, cuyo nombre no logro recordar, que para que Panamá pueda llegar a ser un verdadero país, primero se tiene que organizar el potrero.

Apelo a la rapidez de las autoridades encargadas de investigar lo ocurrido, para que administren justicia de manera expedita. La brutalidad con que se dieron los hechos no se ha de resolver con simples traslados y/o separaciones de cargos; esto va aún más allá.

Mi repudio total ante los hechos ocurridos.

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Este artículo se publicó el 17  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que a la  autora, todo el crédito que les corresponde.

Haciendo balance de fin de año

La opinión de…

Christi Escalante

Al finalizar cada año, algunos hacemos un balance personal, espiritual y profesional de nuestras vidas, de los objetivos alcanzados y los que quedaron por realizar.

Aunque aún no termina el año y toca esperar al 31 de diciembre para esa reflexión personal, he querido hacer un balance de lo que ha sido para el país este 2010. Entre algunas situaciones sociales que preocupan está el incremento constante en el precio de los alimentos, que nuestros bolsillos resienten, pero que los gobiernos siguen sin entender; la energía eléctrica también es costosa, pero al “ente estrangulador” –perdón a la Asep–, poco le importa; tenemos un desmadre vehicular y urbanístico; poca protección al medio ambiente; una Autoridad de Tránsito –mejor dicho tránsito sin autoridad–; elevada inseguridad en las calles, etc, etc.

La aprobación de una reforma fiscal ha encarecido el nivel de vida de los panameños, de forma que hay menos posibilidades de ahorro ante la imposición de tantos tributos. El crecimiento económico no permea a los más necesitados, por eso me pregunto, crecimiento económico, ¿para quiénes?

Este año vimos ataques, medidas de represión e intimidación contra aquellos que decidieron alzar su voz y criticar algunas decisiones y gestiones de este gobierno, que ha demostrado hasta ahora más de lo mismo.

Observamos agresiones desmedidas y sin control contra los pobres trabajadores, en Bocas del Toro, por parte de la policía; arrebatándole, incluso, la vida a dos seres humanos y privando a muchos otros de uno de los sentidos más vitales, el de la vista. Pero como se trataba de gente humilde, al gobierno poco le importó.

Fuimos testigos de un proceso judicial a la ex procuradora, Ana Matilde Gómez, de quién no fui nunca simpatizante, pero he de reconocer la manera tan burda en que ese proceso fue llevado, cargado de matices políticos. Veremos si de la misma manera será tratado el caso del Procurador de la Administración.

Se eliminó el control previo en algunas entidades del Estado, en este sentido repudio la indiferencia de la Contraloría.   Si en los propios supermercados hay controles exigentes, con mayor razón en el erario.  Es inaceptable la mediocre y patrocinadora expresión que hemos escuchado tantas veces: “Si roban ahora, robarán después”.

Y a nivel internacional, también, metieron las patas con el asilo territorial que se le otorgó a la antigua jefa del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia, quien está acusada por supuesta violación a los derechos humanos en su país. Para concluir, diría que 2010 no fue, precisamente, el año del Tigre. Para Panamá fue el año de las decisiones improvisadas, la intolerancia a las críticas y las metidas de pata, pero no importa, pues según algunos “Vamos Bien”.

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<> Este artículo se publicó el  26  de diciembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.

Haciendo balance de fin de año

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La opinión de…

Christi Escalante

Al finalizar cada año, algunas personas hacemos un balance personal, espiritual y profesional de nuestras vidas, reflexión de los objetivos alcanzados, y los que quedaron por realizar.   Aunque aún no ha terminado el año, y toca esperar al 31 de diciembre para esa reflexión personal; sin embargo, este año también he querido realizar un balance de lo que ha sido para el país este año 2010 a la fecha.

Por citar algunas situaciones sociales que preocupan, el incremento constante en los alimentos, nuestros bolsillos lo están resintiendo, pero esto siguen sin entenderlo nuestros gobiernos, promesas y respuestas a éstas de forma improvisada por el Gobierno; una energía eléctrica costosa, pero al Ente Estrangulador, perdón ASEP, esto poco le importa, un desmadre vehicular y urbanístico, poca protección al medio ambiente, una Autoridad del Tránsito mejor dicho Tránsito sin Autoridad, elevada inseguridad en las calles, etc, etc.

La aprobación de una reforma fiscal, la cual ha encarecido el nivel de vida de los panameños, menos posibilidades de ahorro ante la imposición de tanto tributos y un crecimiento económico que no permea a los más necesitados, y por eso me pregunto, crecimiento económico, ¿para quiénes?

Ataques y medidas de represión e intimidación a aquellos que deciden alzar su voz y criticar algunas decisiones y gestiones de este gobierno, el cual está demostrando hasta ahora más de lo mismo. Agresiones desmedidas y sin control a pobres trabajadores en Bocas del Toro, por parte de la Policía, arrebatándole incluso la vida a dos seres humanos y a otros muchos les privaron de unos de los sentidos más vitales, el de la vista, pero como se trataba de gente humilde, pero al gobierno poco le importó.

Un proceso judicial a la Ex Procuradora, Lic. Ana Matilde Gómez, de quién no fui nunca simpatizante, pero he de reconocer la manera tan burda, en que este proceso fue llevado, y el cual estuvo cargado de matices políticos. Veremos si de la misma manera será tratado, el caso del Procurador de la Administración.

La eliminación del control previo a algunas entidades del Estado y en este sentido repudio la indiferencia de la Contraloría. Si en los propios supermercados hay controles exigentes, con mayor razón en el erario público. No es aceptable, la mediocre y patrocinadora expresión, que por allí hemos escuchado tantas veces “Si roban ahora, robarán después”. Y a nivel internacional, también se meten las patas, pues se le otorga asilo territorial a la antigua Jefa del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS), quién está acusada por supuesta violación a los derechos humanos en su país.

Para concluir diría, que no fue precisamente el año del tigre o dragón, para Panamá fue el año de las decisiones improvisadas, la intolerancia a las críticas y las metidas de patas, pero no importa, pues según algunos “Vamos Bien”.

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<>Artículo publicado el  3  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

El electorado puede pagar un precio muy alto

La opinión de…

Christi Escalante 

Las decisiones del electorado panameño se pueden pagar muy caro y pueden traer –en algunos casos – consecuencias nefastas e improductivas para el país, este es el caso en la Alcaldía de Panamá.Es lamentable y desalentador el panorama que se perfila en la Alcaldía, y peor aún lo que hemos de esperar para los próximos 3 años y meses restantes de gestión del nuevo Alcalde de la ciudad capital. Hemos sido nosotros, los ciudadanos electores, parte responsable de esta situación, la cual se perpetúa por cinco años más, considerando que la gestión anterior transcendió, sin pena ni gloria, para nuestra urbe capitalina.

 

No dudo de las buenas intenciones del señor Alcalde, pero no solo bastan las buenas intenciones para ocupar este tipo de cargos, hace falta larga experiencia, trayectoria y capacidad, situación de la cual también es responsable su propio partido político que lo postuló con esta carencia.

Ha pasado ya más de 1 año de gestión y seguimos con el mismo problema que afecta y agobia de manera importante a la ciudad: La acumulación de basura … si no ha podido a la fecha solucionar este problema, ¿podrá solucionar temas de mayor magnitud?

La elección de un candidato a una posición, ya sea en el ámbito privado o público, no debe hacerse basado en el amiguismo o en el pago de favores, debe realizarse considerando la preparación académica, experiencia, valores morales, culturales y religiosos. Estos elementos permitirán la obtención de mejores resultados a nivel de las autoridades que ocupen importantes puestos públicos.

Además de no poder con el problema de la basura, ahora parece que se encamina a la tercerización de los servicios (mantenimiento de parques, gestión de cobros de impuestos), que se supone debe prestar el Municipio de Panamá. En este sentido, es bochornoso e indignante lo que pretende pagar la Alcaldía de Panamá a la empresa TX Panamá S.A. Tenemos que estar alerta a esta situación.

No era este gobierno, el cual durante su rol de oposición al gobierno anterior, criticó enérgicamente las contrataciones directas? Desafortunadamente, nos está tocando por el momento vivir y aguantar un poco de “Más de lo Mismo”.

El desempeño del Alcalde ha sido por el momento de preocupación, pues parece (y ojalá me equivoque) que la ciudad capital, no logrará tampoco beneficiarse de proyectos importantes en los próximos cinco años.

Al momento de ejercer el sufragio debemos analizar y evaluar detenidamente al candidato en todos los aspectos, considerando sus cualidades humanas y profesionales, pues de ello dependerá que el país se pueda beneficiar como se lo merece.

Amanecerá y veremos, la esperanza es lo último que se pierde!

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<> Este artículo se publicó el 26  de octubre de 2010  en el diario El Panamá América, a quienes damos,  lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.
Mas artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/escalante-christianne/

El electorado puede pagar un alto precio

La opinión de…

Christi Escalante

Las decisiones del electorado panameño se pueden pagar muy caro y pueden traer –en algunos casos– consecuencias nefastas e improductivas para el país, este es el caso en la Alcaldía de Panamá.

Es lamentable y desalentador el panorama que se perfila en la Alcaldía, y peor aún, lo que hemos de esperar para los próximos tres años y meses restantes de gestión del nuevo alcalde de la ciudad capital. Hemos sido nosotros, los ciudadanos electores, parte responsable de esta situación, la cual se perpetúa por cinco años más, considerando que la gestión anterior transcendió, sin pena ni gloria, para nuestra urbe capitalina.

No dudo de las buenas intenciones del señor alcalde, pero no solo bastan las buenas intenciones para ocupar este tipo de cargo, hace falta larga experiencia, trayectoria y capacidad, situación de la cual también es responsable su propio partido político que lo postuló con esta carencia.

Ha pasado ya más de un año de gestión y seguimos con el mismo problema que afecta y agobia de manera importante a la ciudad: La acumulación de basura… si no ha podido a la fecha solucionar este problema, ¿podrá solucionar temas de mayor magnitud?

La elección de un candidato a una posición, ya sea en el ámbito privado o público, no debe hacerse basado en el amiguismo o en el pago de favores, debe realizarse considerando la preparación académica, experiencia, valores morales, culturales y religiosos. Estos elementos permitirán la obtención de mejores resultados a nivel de las autoridades que ocupen importantes puestos públicos.

Además de no poder con el problema de la basura, ahora parece que se encamina a la tercerización de los servicios (mantenimiento de parques, gestión de cobros de impuestos), que se supone debe prestar el Municipio de Panamá. En este sentido, es bochornoso e indignante lo que pretende pagar la Alcaldía de Panamá a la empresa TX Panamá S.A. Tenemos que estar alerta a esta situación.

¿No era este gobierno, el cual durante su rol de oposición al gobierno anterior, criticó enérgicamente las contrataciones directas? Desafortunadamente, nos está tocando por el momento vivir y aguantar un poco de “más de lo mismo”.

El desempeño del alcalde ha sido por el momento de preocupación, pues parece (y ojalá me equivoque) que la ciudad capital no logrará tampoco beneficiarse de proyectos importantes en los próximos cinco años.

Al momento de ejercer el sufragio debemos analizar y evaluar detenidamente al candidato en todos los aspectos, considerando sus cualidades humanas y profesionales, pues de ello dependerá que el país se pueda beneficiar como se lo merece.

¡Amanecerá y veremos, la esperanza es lo último que se pierde!

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<> Este artículo se publicó el 24  de octubre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que a la  autora, todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autora  en:   https://panaletras.wordpress.com/category/escalante-christianne/

La ley del menor esfuerzo

La opinión de…

Christi Escalante

Recientes noticias relacionadas con el tiempo que podría tomar la liquidación total de la empresa British American, producen en los afectados desconcierto, profunda tristeza y decepción. La fiscalización debe implementarse a todos los niveles, y la misma debe ser de carácter permanente y eficiente, la cual adoleció en este caso por parte de la Superintendencia de Seguros.

Simplemente, esa entidad quiso lavarse las manos al estilo de Poncio Pilato, presentando la solicitud de quiebra ante los tribunales. Pregunto ¿estaba Bristish American realmente en estado de insolvencia? ¿Era la declaratoria de la quiebra la única y última alternativa?

Si todas y cada una de las partes involucradas en la fiscalización de la actividad de seguros hubiesen desempeñado eficientemente su trabajo, la desgracia no hubiese ocurrido. Lo peor y decepcionante es que se aplicó la ley del menor esfuerzo, y no se agotaron todas las opciones posibles para el rescate de la “supuesta quiebra” de la empresa, por lo que muchos de los asegurados de British American están ahora afectados.   Y hoy, con poca vergüenza y cara dura, los garantes de dicha fiscalización de la actividad siguen percibiendo elevados salarios, sentaditos muy cómodos y refrigerados en sus oficinas.

No se debe jugar con la economía y bienestar de las personas, más cuando lo han logrado a base de mucho esfuerzo y trabajo y cuando las inversiones de algunos asegurados en esa empresa constituían posiblemente sus únicos ahorros.

Como todo lo que sucede en Panamá, este caso quedará en nada porque afecta al pueblo,   mientras que los responsables directos o indirectos por la ineficiente fiscalización y controles saldrán airosos.

Habrá que esperar dos o tres largos años para que este caso se resuelva, mientras tanto los honorarios legales del curador saldrán de los bienes que se recuperen, lo que no debería ser; este pago debería asumirlo la Superintendencia de Seguros, lo que ayudaría a lavar su mala imagen en este caso.

¿Es esto crecimiento, evolución y seguridad jurídica? No, creo que no, como otras muchas veces, se trató simplemente de la ley del menor esfuerzo.

<> Este artículo se publicó el 3  de octubre  de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos,   lo mismo que a la autora,  todo el crédito que les corresponde.

Crecimiento económico, ¿para quiénes?

La opinión de…

Christi Escalante 

En los últimos tres años me ha sorprendido el alto crecimiento económico con que Panamá se ha perfilado, y parece que este buen ambiente económico se mantendrá por algunos años más.

Sin embargo, este supuesto crecimiento no se compagina con la realidad que vivimos los panameños. Cada día observamos cómo se incrementan sin cesar los precios de los alimentos, el aumento de los impuestos y el alto costo de la energía eléctrica, factores que terminan originando pobreza y extrema pobreza.

Otros de los tantos malestares que nos agobian, son el pésimo sistema de salud y transporte, los tranques descomunales, la ausencia de agua potable en sectores apartados, la inseguridad en las calles, el crecimiento de los maleantes de cuello blanco, algunos políticos altamente mediocres y, bueno, si sigo mencionando no creo acabar nunca.

Precisamente, hace escasamente unos días tuve el disgusto de escuchar a un alto funcionario del Ministerio de Desarrollo Agropecuario aconsejar al pueblo que, en virtud del costo elevado de algunos productos, se hace necesario optar por alimentos sustitutos, es decir, que si antes teníamos acceso a comprar ciertas verduras o vegetales, simplemente ya no podremos consumirlos. Sus palabras produjeron en mí “repugnancia” y una percepción de mediocridad del personaje, al ser incapaz de ofrecer alternativas para lograr que los precios de los productos bajen, pero ya todos sabemos de qué va esto.

Los panameños nos merecemos una mejor calidad de vida, y no me refiero únicamente a percibir un buen salario, es poder además contar con una buena alimentación, beneficiarnos de un sistema educativo y de salud confiable y digno, poder movilizarnos en un servicio de transporte público adecuado, un verdadero sistema legal donde impere la ley y que los infractores –no importa de quiénes se trate– sean verdaderamente sancionados.

También anhelamos un clima agradable y tranquilo en los vecindarios, sin tener que escuchar palas excavadoras a las 8:00 p.m. y permitirnos descansar; vivir en un lugar donde no haya hacinamiento de viviendas, ya que las autoridades conceden permisos de construcción a diestra y siniestra, sin hacer las evaluaciones técnicas responsables y serias, todo por permitirle a empresarios inescrupulosos hacer grandes negocios; un país donde se respete y proteja el medio ambiente; pero lamentablemente estamos a muchos años luz de lograr que todo esto mejore y todavía este gobierno se atreve a decirnos que está trabajando.

Con profunda tristeza y decepción observo cómo este gobierno quiere reflejar de cara al exterior y a nosotros mismos, que Panamá es una especie de fina y majestuosa alfombra persa, pero nosotros los panameños, sabemos muy bien lo que hay debajo: abundante porquería, y nosotros, lamentablemente somos sus receptores.

Este crecimiento económico no está llegando a los panameños, principalmente a los más humildes, por eso me atrevo a preguntar: crecimiento económico, ¿para quiénes?

Lo único que nos queda es aferrarnos a nuestros valores y principios, defender y proteger nuestros derechos, que el pueblo alce su voz al unísono en contra de todo aquello que hoy sigue perjudicándonos.

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Este artículo se publicó el 20 de agosto de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

¿Los responsables y el dinero de los afectados dónde están?

La opinión de…

Christianne Escalante

Han pasado ya semanas desde que estallara y se hiciera pública la situación de la compañía aseguradora British American Insurance y todavía me queda la gran duda si realmente, solicitar la declaratoria de quiebra de la compañía era lo más indicado o necesario.

Muchos han sido víctimas de la falta de seguridad jurídica, la incapacidad, mediocridad y falta de supervisión de las entidades correspondientes. Ante lo sucedido, se deben determinar las actuaciones ocurridas por omisión o fallas en la supervisión de la actividad, pero como siempre y así es en este país desgraciadamente, no se sanciona ni se condenan a funcionarios y/o maleantes de cuello blanco, éstos salen siempre bien librados, y como dije en una ocasión, Panamá es un paraíso, pero no fiscal, sino paraíso para maleantes y funcionarios de cuello blanco.

Quisiera lograr entender o que por favor alguien me lo explique, por qué de las propuestas de compra por parte de terceros, en cuanto a toda la cartera de British American, éstas no fueron tratadas y analizadas o bien esforzarse por buscar compradores y evitar la pérdida del dinero que con tanto sacrificio muchos asegurados confiaron a esta empresa. Soy de la opinión que no se realizaron los suficientes esfuerzos para tratar de salvar a la empresa de la supuesta quiebra. En este asunto, ya tenían que haber rodado cabezas y todos sabemos empezando por quién.

Ahora bien, me pregunto si de todas las sucursales únicamente la sucursal de Panamá ha sido declarada en quiebra, y ¿qué ha pasado con las sucursales de los otros países? Pues, en este sentido si el grupo o consorcio propietario está en supuesta quiebra, lo deberían también estar las demás sucursales.

Se debe analizar e investigar, de parte de quienes hubo omisión en la supervisión de la actividad de la compañía y los que sean responsables deberían ser enérgicamente sancionados, pero como siempre he dicho, a nuestros gobernantes poco les importa cuando se trata de Perico de los palotes, ya que de haberse tratado de inversionistas extranjeros importantes, otra sería la situación.

Quiero aprovechar y reconocer la labor del curador, el Licenciado Marcelo De León, quién ha sido muy paciente, pues ha tenido que escuchar las distintas historias y algunas de ellas desesperantes de parte de los asegurados. Ha demostrado humanidad y solidaridad ante lo acontecido.

Exigimos el reclamo total de las sumas, producto de las rentas contratadas por cada asegurado. Aquí no se trata de recibir un porcentaje, el cual se pueda traducir, en mínimos, sino las sumas totales. Muchas personas dependían de esos ahorros para vivir.

Y que además, el gobierno de turno demuestre capacidad y seriedad para resolver el problema; así como fue muy fácil declarar a la empresa en quiebra, así mismo que se realicen los desembolsos de las sumas totales a favor de los asegurados.

Y por último reforzar las normativas legales correspondientes, para evitar nuevamente este tipo de colapsos.

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Este artículo se publicó el  28  de julio de 2010 en el diario  El Panamá América,  a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.