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La opinión del Jurista…
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Donatilo Ballesteros S. –
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Mientras Colombia y Venezuela fueron escenario en todo su territorio de inundaciones continuas, por más de un mes, los administradores y directivos de AES Panamá, debieron tomar todas las precauciones para mantener el nivel del lago de la presa del Bayano en niveles que evitarán nuevos desastres, como los que ocasionaron hace pocos años atrás.
Si la casa del vecino arde y la tuya es de paja, lo correcto es prevenirse para no ser afectado. Los noticiarios televisivos nacionales e internacionales expusieron diariamente los estragos ocasionados por las lluvias en los vecinos países, por lo que tanto las autoridades de Etesa, la Comisión gubernamental que fiscaliza y atiende los asuntos oficiales en la producción energética, debió intervenir para que los protocolos tan cacareados, se cumplieran.
Una revisión de la inexcusable negligencia de los rectores de la presa del Bayano, sustentada en la imprevisión ante hechos inevitables, pone de relieve la necesidad de que se hagan cambios drásticos, oportunos y necesarios, para que los acontecimientos descritos en los medios, con imágenes deplorables en estos momentos, con pérdidas cuantiosas y el desplazamiento de pueblos enteros, no queden impunes ante la demostrada incapacidad, de quienes son responsables de las consecuencias de esta tragedia.
No es el momento de inventar el traslado de la responsabilidad a hechos fortuitos, si no que es el momento de admitir responsabilidad por no haber actuado oportunamente. Así lo ha expresado el señor Presidente en entrevista que emitieron los noticieros televisivos, aceptando que AES Panamá es responsable y de la necesidad de adoptar medidas para mejor cumplimiento de los protocolos.
Frente a esta manifestación de quien representa al Estado Panameño, que es el accionista mayoritario en esa empresa, es indiscutible que lo que corresponde, no es fijar responsabilidad, si no atender lo relacionado por los daños ocasionados a miles de persona, y empresarios, por negligencia de los funcionarios o por instrucciones internas disparatadas y lesivas como ha ocurrido.
Cuantificar la pérdida de cada cual, atenuar en lo posible el sufrimiento y organizar la forma de indemnizar, encontrando la provisión de los fondos para tal efecto, son las medidas que quedan por ejecutar, luego de la admisión por el señor Presidente, de que la empresa en la que el Estado es el mayor accionista, es la responsable de las consecuencias de las inundaciones, con lo cual se acepta un manejo incorrecto y por consecuencia la obligación de reparar el daño causado e indemnizar a quienes con sus inversiones y trabajo han perdido sumas hasta ahora no calculadas.
En estos momentos hay planillas que se siguen pagando sin la productividad. Por las condiciones en que han quedado las empresas afectadas. Todo esto es responsabilidad de AES Panamá ha dicho el señor Presidente.
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<>Artículo publicado el 13 de enero de 2011 en el diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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