La planificación energética

La opinión del Ingeniero Eléctrico…..

Cristóbal Silva

Recientemente hemos escuchado y leído opiniones de diversas personas sobre el tema de “cómo planificar la expansión del sistema de generación de energía eléctrica en el país?”. Algunas de estas opiniones vienen de ingenieros, ambientalistas y hasta de profesionales del derecho que han estado de alguna u otra forma involucrados en temas de concesiones y en la defensa del medio ambiente.

A este respecto, tengo que confesar que me sorprendió la intervención de un abogado en un programa radial que estuvo bastante acertado en sus comentarios en cuanto las particularidades de los proyectos eólicos para la generación de electricidad que pudiesen ser integrados al sistema nacional eléctrico de Panamá.

Sin duda, la energía eléctrica tiene la capacidad de impulsar el desarrollo económico y social en los países. La falta de energía eléctrica es uno de los factores que contribuyen a entronizar la pobreza en las sociedades actualmente.

Los conceptos de energía y desarrollo sostenible son actualmente de interés para los entes multilaterales de financiamiento ya que para lograr el desarrollo sostenible de los países mediante instituciones gubernamentales que actúen en los pilares social, económico y ambiental, es necesario mantener una planificación energética que permita garantizar un balance entre la oferta y demanda de energía para satisfacer las necesidades de productores, consumidores y de los agentes inversionistas que apoyan el desarrollo y expansión de los sistemas de energía eléctrica.

Y es que el tema de la planificación energética ya no es un problema tan técnico como lo veíamos hace 30 años. Cuando ahora alguien pregunta cuanta energía vamos a necesitar en el futuro, una respuesta sencilla, pero no equivocada, es “ aquella que podamos comprar y vender”. Es decir, el problema ahora es más financiero y económico que técnico.

El coctel de generación al cual debemos apuntar es aquel que permita lograr un precio de la energía eléctrica que los consumidores puedan económicamente comprar y que los productores puedan vender a precios financieramente satisfactorios. Por eso, la planificación energética es más que una simple cuestión de recursos, ya sean hidroeléctricos, eólicos, solares, térmicos, etc.

Adicionalmente, cada vez con más insistencia, se menciona que el sistema de producción energética en un país, no debe poner en peligro la calidad de vida de la población ni afectar la capacidad de sustentación de los ecosistemas.

Toda producción de energía tiene efectos directos o indirectos sobre el medio ambiente. Sin embargo, las tecnologías actuales permiten reducir estos efectos al mínimo. Con buenas políticas y reglamentos e instituciones fuertes, este tema es aceptablemente manejable.

Finalmente, no podemos dejar por fuera la necesidad de un cambio cultural que pasa muchas desapercibido, y es el del uso eficiente de la energía. Sin esta preocupación, la planificación energética pierde mucho de su efectividad para apoyar al desarrollo económico y social sustentable en los países.

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Este artículo se publicó el  24  de junio de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Reforma Educativa

La opinión del Ingeniero…..

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Cristóbal Silva

Los gobiernos de los países en vías de desarrollo tienen un gran compromiso con sus pueblos en cuanto a lograr una transformación de sus políticas en el sector de educación para integrarse a una economía, nacional en primera instancia y global en segunda instancia, que requiere el conocimiento como verdadero capital y como primer recurso de riqueza. En consecuencia, las instituciones educativas van a ser exigidas para que demuestren eficacia y asuman la responsabilidad para preparar a estudiantes que luego puedan contribuir al crecimiento del país mediante su trabajo con el suficiente conocimiento para ser realmente productivos.

El mundo actual requiere cambios en los métodos de aprendizaje y de enseñanza para que los estudiantes pueden comprender y aprender el manejo de nuevas tecnologías y nuevas disciplinas académicas, ya que las anteriores han quedado totalmente obsoletas, a luz de un mundo nuevo en el cual las fronteras se han borrado y en el cual se requiere manejar relaciones y soluciones globalizadas entre los países. En estos tiempos no solamente necesitamos saber leer, escribir, sumar y restar, sino que tenemos que manejar conocimientos informáticos aún a nivel elemental, así como de áreas que contienen un nivel tecnológico más avanzado que lo rutinario.

Este situación ya se ha demostrado en países que ahora son desarrollados (Japón, Corea del Sur, Singapore, Brasil y Chile) los cuales aceptaron este reto y entrenaron, en conjunto con el sector privado, a su fuerza laboral joven para que fuesen capacitados, productivos e independientes. Un trabajador con conocimiento puede decidir su propio futuro y no estar sujeto a las protecciones que ofrecen los sindicatos. Cada vez con mayor frecuencia, vemos que las buenas carreras profesionales son reconocidas mediante diplomas que se obtienen con base al talento y a la dedicación y no necesariamente por ser descendientes de padres con muchos recursos económicos. Un estudiante talentoso, con creatividad y educación terminada, puede convertirse en un trabajador que puede decidir su propio lugar de trabajo y su salario o compensación económica adecuada, en virtud de lo que “sabe hacer con eficiencia”. Al mismo tiempo, los empresarios de esta época requieren de trabajadores productivos y con capacidad de concebir iniciativas que puedan aportar al crecimiento de las empresas, ya sea como administradores, investigación o trabajadores con habilidades mecánicas. El mercado ya existe y en Panamá parece no estar satisfecho. Si hay demanda, hay que producir la oferta, y esto le toca promocionarlo al Estado. Pero la educación no queda solamente confinada a las escuelas. Los empleadores también tienen responsabilidad de enseñanza, mediante la formación y adiestramiento de sus empleados, especialmente los mejor formados, lo cual debe considerarse como una inversión rentable. De acuerdo a lo que hemos leído recientemente en los medios, tanto el Ministerio de Educación como los empresarios, parecen haber entendido esta necesidad. Enhorabuena.

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Este artículo se publicó el 3 de abril de 2010 en el Diario El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La necesidad de cambios

La opinión del Ingeniero….

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Cristóbal Silva

Actualmente, el país se encuentra en una coyuntura en la cual el gobierno propone cambios (reformas) anunciados durante la campaña electoral, los que el mismo gobierno considera se convirtieron en compromisos con la nación una vez el entonces candidato se convirtió en Presidente electo. Varios de estos cambios son compatibles con los que por tanto tiempo ha esperado la sociedad panameña.

El Presidente en sus discursos y mensajes sigue expresando su voluntad y deseos de lograr los cambios prometidos, lo cual aún refleja su convencimiento en torno a esta dirección de gobierno, la cual tiene claras rutas en cuanto a reducir la ignorancia mediante una mejor educación, achicar la brecha en la estructura social y económica y combatir la corrupción y la impunidad, aspectos que han contribuido a mantener una desigual distribución de la riqueza en el país que no permite reducir los niveles de pobreza en nuestra sociedad.

Este es un proceso que por su naturaleza requiere un carácter firme para tomar decisiones difíciles y la disposición de hablar con la verdad aún cuando políticamente no parezca ser lo más conveniente. Esto significa que a través de todo el trayecto hay que caminar admitiendo dudas sobre los resultados finales que se pretenden en virtud del comportamiento aleatorio de las variables que se manejan.

Asimismo, los cambios generalmente producen resistencias, controversias y rozan con el accionar de todos los poderes del Estado ya que se tratan de cambios integrales para los cuales tienen que intervenir todos los poderes del Estado y la ciudadanía en general en armónico espíritu de colaboración.

Para lograr cambios significativos hay que hacerlo como nación entera, transmitiendo un sentido de “destino unificado”. Esto no es una nueva filosofía. Hay ejemplos de grandes líderes en varios países que han logrado avanzar sus sociedades aplicando este conocimiento. Sin embargo, este propósito tropieza con la indiferencia de una sociedad dividida y la coraza individualista de cada miembro de la nación.

Los cambios para lograr la reducción de la pobreza, menos corrupción, una mejor educación, más empleo, vivienda para el pobre, etc., enfrentan dificultades que no son puramente técnicas y con soluciones en un plan de diez puntos. Son temas que necesitan cambios profundos en sociedades como la nuestra, específicamente en sus valores y culturas.

Al mismo tempo, las soluciones requerirán cambios en las políticas de los gobiernos, para acompañar los cambios requeridos en las sensibilidades de las personas y en sus propias mentes.

La transformación de conciencias y de moral no se logra mediante públicos debates, a veces absurdos, ni tampoco mediante un batallón de abogados que argumentan de ambos lados, batalla que pierden siempre los pobres porque siempre tienen menos defensores.

Los cambios que se buscan tienen que ser producto de todos, no de un gobierno, por lo que los esfuerzos tienen que ser unificados.   No podemos mantener una sociedad con sectores tirando en direcciones diametralmente opuestas.

Es función de los gobiernos persuadir a cada miembro de la sociedad para que apoyen las metas comunes propuestas, basados en una realidad común que involucra compromisos de ambos lados y como expresa el Presidente Obama de los Estados Unidos, también involucra “el arte de realizar lo que es posible”.   No es solamente una función de un Presidente, es el compromiso de toda una nación, que aún no ha alcanzado todo su potencial de desarrollo.

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Este artículo  fue publicado el 24 de marzo de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Los Padres de Familia y la Reforma en la Educación

La opinión del Ingeniero…….

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Cristóbal Silva

A fines de la década de los 80, en una conversación con un grupo de estudiantes universitarios, comente sobre lo que podían esperar encontrar al salir al ”mundo real”.   Les dije que un diploma era la evidencia de una preparación, pero no era una garantía de nada.   Ese grupo de muchachos era una generación que había aprendido de sus padres y de sus abuelos la vieja enseñanza: “asegúrate de obtener una buena educación y un buen empleo con una buena compañía, y tu futuro y tu jubilación estarán asegurados”.   Somos muchos los que escuchamos ese consejo, y lo creímos, pues nos fue dado de buena fe por personas que deseaban lo mejor para nosotros y querían brindarnos la base de una fórmula para el éxito.   Desafortunadamente, el mundo había entrando en una etapa de cambios radicales y los fundamentos sobre los cuales se basaba ese consejo, ya no aplicaban.

Y es que nuestros sistemas de educación no están diseñados para el más hábil o inteligente de la clase, ni tampoco para el menos hábil o más vago. Están diseñados para que el estudiante promedio pueda obtener suficientes conocimientos como para poder comenzar a desarrollarse profesionalmente dentro de una profesión, en la que pueda encontrar un empleo.

Estos programas fueron diseñados hace unos 30 años, cuando la tecnología y los conocimientos de una profesión o actividad no se desarrollaban con la vertiginosa velocidad que vemos en el mundo de hoy. Hoy la actualización continua es imprescindible.

La velocidad de cambio es tanta que normalmente las técnicas y conocimientos se desarrollan con tal rapidez que los libros de texto quedan obsoletos casi antes de imprimirlos. Es decir, estamos graduando estudiantes cuyos conocimientos ya no son del momento.


Ya en estos días no hace falta tener el conocimiento de los datos acumulados por la experiencia y los estudios, ahora solo hace falta saber donde buscar esos datos.    Si no se sabe donde buscar, para eso esta Google y los demás buscadores.

La cibernética crea toda una gama de nuevas posibilidades que aceleran el proceso de la acumulación de la riqueza.  En sí, solo hace falta una idea, la tecnología para cibernetizarla (un programa), el vehiculo de entrega (el Internet), un publico consumidor y “voila”,  comienza el éxito de la época del “punto com”.

Hace unos días que escuche a la Ministra de Educación, Lucy Molinar, decir que no podemos esperar más para emprender la reforma de los sistemas de educación en el país.   No tuve otra opción que darle la razón.   Complementariamente, es preciso que los Padres de Familia apoyen esta iniciativa ministerial, ya que es la única manera para permitirnos tener unos hijos educados al ritmo con se mueve el mundo actual.

No podemos seguir graduandos profesionales de segunda. No es lo que el país necesita para su desarrollo. Para lograr esto, los Padres de Familia tenemos que asegurarnos tener una fuerza docente que acompañe este esfuerzo, con una dedicación positiva y constructiva.

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Publicado el 23 de febrero de 2010 en el diario El Panamá América ,  a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Plan de gobierno y su ejecución

La opinión del Ingeniero Consultor Internacional….

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Cristóbal Silva

El Gobierno nacional ha anunciado la aprobación del Plan quinquenal que pretende orientar las acciones en torno a continuar con el desarrollo económico y social del país.   Unos 13,000 millones de balboas serían invertidos por el sector público en la ejecución de dicho plan. Evidentemente, es importante que todo Gobierno tenga un plan maestro para organizar sus actividades, estableciendo las diversas metas que se consideran viables y necesarias para alcanzar los objetivos de desarrollo deseados, satisfaciendo las demandas de la sociedad, lo cual a su vez permite mantener una buena gobernabilidad del Estado y producir el ambiente de confort y satisfacción al cual aspira la población.

No obstante, que estos planes constituyen iniciativas plausibles, en la mayoría de los países en los cuales hemos tenido la oportunidad de trabajar como funcionario internacional de una entidad multilateral de financiamiento, el cumplimiento de estos planes siempre tropieza con la limitada capacidad de ejecución de proyectos que poseen los países.

Por un lado, se observa una estructura institucional que requiere la modernización de sus esquemas de accionar interinstitucional para liberar ataduras procedimentales, administrativas y legales, las que no permiten una agilidad operativa adecuada.  Al mismo tiempo, el sector público no posee suficientes recursos humanos con las calificaciones requeridas, dado que no puede competir con los niveles salariales que se ofrecen en el sector privado para posiciones claves.

La denominada Capacidad Institucional del Estado está constituida por dos componentes estrechamente relacionados. Un estrato superior que establece la “Institucionalidad del Estado”, propiamente dicha, cuya estructura integra legal, procedimental y políticamente las instituciones del Estado. Este estrato superior es el responsable por la ejecución de las “políticas del Estado”.

El otro componente es el estrato responsable de hacer efectivas dichas políticas y materializar el Plan de Desarrollo. Este es el estrato que contiene la real capacidad de ejecución de proyectos. El mismo debe funcionar de forma articulada con la Estrategia de Desarrollo de País que se haya acordado con las entidades de financiamiento, permitiendo al Gobierno obtener la habilidad para ejecutar la programación de proyectos ubicados a lo largo de los ejes de desarrollo definidos en dicha Estrategia de País.

El planteamiento anterior exige la necesidad de desarrollar y mantener la capacidad de ejecución nacional de forma estratégica y sostenible.

Hay que construir un esquema de ejecución que asegure la capacidad necesaria para ejecutar el Plan quinquenal anunciado.   De no ser así, se corre el riesgo de no alcanzar los objetivos del Plan, lo cual es una experiencia común en los países, con la consecuente frustración de la población y la pérdida de credibilidad de los Gobiernos.

Lo bueno es que este comportamiento errático de la capacidad de ejecución de los países es corregible a corto plazo y se puede consolidar a mediano plazo, si se tiene la voluntad política de hacerlo y se toman las decisiones pertinentes.

Ojalá este Gobierno pueda lograrlo, para beneficio de todos y para consolidar el progreso de la nación.

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Publicado el 23  de enero de 2010 en el Diario El Panamá América, a quien  damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El desarrollo y la política

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La opinión del Ingeniero…..
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CRISTOBAL   SILVA
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Después de casi 20 años de trabajar fuera del país, regreso a la patria y me encuentro un escenario político que no es muy diferente de lo que se observa en otros países de la región latinoamericana, especialmente en Centroamérica que es el área que mejor conozco. Los partidos políticos, o los propios políticos, deben tener en cuenta que para alcanzar niveles deseados de desarrollo en los países, con mejores niveles de calidad y eficiencia de los servicios de salud, educación y en la infraestructura productiva, no se pueden dejar por fuera factores políticos que inciden sobre la obtención de una calidad de “política democrática” que permita dicho desarrollo social y económico. Los partidos políticos constituyen un elemento indispensable para el funcionamiento democrático. Su rol debe promover el mejoramiento progresivo de la institucionalidad del Estado a fin de permitir a los gobiernos, tanto a nivel nacional como subnacional, mantener una debida gobernabilidad, a fin que se puedan implementar las políticas de desarrollo priorizadas por dichos gobiernos. Estos aspectos deben comprenderse con la debida profundidad conceptual. La lucha política tiene que fortalecer la institucionalidad y no atentar contra ella.

En las últimas elecciones generales en Panamá, surge un grupo de ganadores que inicia un gobierno con muchas iniciativas de cambios, las que gran parte de los ciudadanos esperan se lleguen a concretar en un alto porcentaje. Otro grupo, el de los políticos que perdieron, decide erigirse en la fuerza opositora al gobierno, rol natural en este contexto. No obstante, el coaccionar político parece entenderse como la toma de acciones para “no dejar hacer”, inclusive atentando contra la misma institucionalidad, la que es necesaria para viabilizar los planes de desarrollo. Esto puede producir frustraciones en la población que luego opta por buscar alternativas no tradicionales que pretenden introducir ideas exógenas al contexto nacional, tal como se nota en Sur America actualmente. En muchos casos, estas alternativas resultan ser más frustrantes.

En síntesis, los roles políticos tienen que coincidir en priorizar el desarrollo del país en lugar de oponerse de forma mecánica a cualquier alternativa planteada en este sentido. La clase política no puede seguir desgastándose porque corre el peligro de caer en estratos cuya recuperación sea costosa y prolongada.

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Publicado el 27 de noviembre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.