La justicia no es igual para todos

La opinión y el planteamiento de la….

FAMILIA  GATENO
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Hace más de nueve meses se mantiene injustamente detenido el ciudadano panameño Teófilo Gateno. El señor Gateno ha sido acusado por el fiscal del caso y por quien fuera, hasta hace poco, el procurador general de la Nación- suplente, de estar vinculado a la sociedad Grupo Comercial Medicom, empresa que importó glicerina, la entregó al Seguro Social y que luego de dos años fuera confirmada como dietilenglicol.

Ni el fiscal ni el procurador suplente, tienen documento ni señalamiento alguno que sustente esta supuesta vinculación, pues no existen. Teófilo Gateno, no aparece en el pacto social de esa empresa, no es miembro de su Junta Directiva, ni accionista, y jamás recibió salarios ni dividendos de la misma. La acusación, por lo tanto, se basa en meras suposiciones e insinuaciones.

De acuerdo con la ley panameña vigente, los verdaderos responsables de una sociedad anónima son sus representantes legales, y el señor Gateno no aparece como tal, porque no lo es. Mal pudiera ser responsable él de las actuaciones de los directivos y gerente de MEDICOM, a quien solo le prestó cinco mil balboas (B./5,000.00) en un financiamiento tradicional que únicamente fue utilizado por esa empresa para el pago de fletes e impuestos y así cumplir con una orden de compra emitida por la Caja de Seguro Social.

Durante el proceso, el fiscal ha alegado que el señor Gateno, debía haber hecho las pruebas para comprobar la naturaleza del producto al que solamente le estaba financiando los derechos de importación. Ni siquiera los laboratorios del Seguro Social pudieron detectar el tóxico, ¿cómo se pretende entonces que lo haga el financista? Si cada vez que un banco o financiera hiciera un préstamo para una importación tuviese que comprobar la naturaleza de los productos, el sistema financiero colapsaría. ¿Acaso son los bancos responsables de defectos de fábrica de autos cuya importación financiaron? ¿Deben las instituciones financieras contratar expertos en todos los campos, cada vez que financian una importación, o son las autoridades competentes en cada ramo las que deben velar por el cumplimiento de las normas básicas de cada producto? En el caso por el que se le acusa al señor Gateno, cuya participación fue únicamente como financista, el Seguro Social recibió conforme el producto entregado por Grupo Comercial Medicom.

Sin embargo, el fiscal insistió en mantener la detención de Gateno, obviando la presunción de inocencia y en reiteradas ocasiones le negó permisos de trabajo, al que tiene derecho y necesidad para su salud mental y para poder mantener a su familia.

No pretendemos analizar las razones ni argumentaciones que pudiera tener el fiscal para su conducta, pero llama poderosamente la atención que no ha podido sustentar sus respuestas con argumentos válidos.

Durante todos estos meses, la familia ha preferido mantenerse callada ante los medios de comunicación, con la esperanza de que el Ministerio Público diera indicios de que realmente estaba en busca de los verdaderos responsables de esta tragedia que afectó a miles de panameños. Sin embargo, no pareciera que esa es su intención, pues si bien hay más de ‘una veintena de imputados, lo cual no significa que son responsables’, él único que está siendo castigado con una prolongada detención es Teófilo Gateno.

El tiempo corre, los efectos de esta caprichosa detención ya se hacen sentir sobre los hijos, la esposa y los padres, y la paciencia se agota. Ya no podemos seguir callados, y es por ello que hemos decidido que la ciudadanía debe estar informada sobre el manejo que se le está dando a este caso. Tener a un ‘chivo expiatorio’ detenido no nos llevará a la verdad, ni resolverá los problemas de salud de los afectados. Lo único que logra es desviar la atención del público de una solución justa para todos.

Respetados magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, ahora tienen ustedes el caso en sus manos y esperamos que se haga justicia finalmente. Teófilo Gateno, debe ser liberado, como lo están los demás acusados, y debe tener los mismos derechos de defender su posición en libertad, como todos. ‘La justicia, señores, debe ser igual para todos.’*

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<> Este artículo se publicó el  21  de enero de 2011    en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que a los  autores,  todo el crédito que les corresponde.