Principales logros en los objetivos para el desarrollo

La opinión de…

Tom Rodríguez

Este artículo aborda aspectos esenciales de las presentaciones hechas por el ministro de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino; el ministro de Comercio e Industrias, Roberto Henríquez y la viceministra de Educación, Mirna de Crespo, en el Quinto Foro Nacional para la Competitividad, organizado por el Centro Nacional de Competitividad (CNC), celebrado el pasado mes de octubre.

El ministro Vallarino se refirió al avance en la calificación de Panamá de “Grado de Inversión”, entre marzo y junio de 2010, de parte de las tres agencias calificadoras más importantes, lo cual contribuyó a que Panamá mantuviera un nivel apreciable de crecimiento, a pesar de la crisis financiera.

Explicó que este año se ha caracterizado por una aceleración económica, con incrementos del PIB real en el primer y segundo trimestre de 4.9% y 6.3%, respectivamente, impulsado principalmente por sectores como transporte, telecomunicaciones, comercio y turismo.

El MEF proyecta un crecimiento de 7% para 2010, estimulado por la inversión extranjera directa, que durante la primera mitad del año se incrementó un 26% respecto al mismo periodo de 2009. Señaló, adicionalmente, que 2011 y 2012 representarán los años de mayor actividad del proyecto de ampliación del Canal.

Entre los avances que mejoran la competitividad figuran agilizar los procesos de declaraciones de renta y pagos de impuestos, para lo cual el Gobierno ha desarrollado plataformas tecnológicas. En cuanto a la dotación de infraestructura destacó la organización vial de la ciudad de Panamá y la ampliación de los corredores, junto a la modernización del transporte público en el área metropolitana.

Para promover la conectividad y el desarrollo del país, más allá del “corredor Panamá-Colón”, el Gobierno está trabajando en el mejoramiento y ampliación de los aeropuertos nacionales para hacer de Panamá el hub de las Américas, siendo catalogado como el de mayor conectividad aérea según la Asociación de Transporte Aéreo.

El ministro Henríquez, por su lado, se refirió al importante salto que dio Panamá en los indicadores de competitividad, al posicionarse como el segundo país más competitivo de América Latina, después de Chile.

En cuanto a los aspectos en que Panamá ha mostrado ser menos competitivo, el Gobierno está tomando pasos mediante programas enfocados en salud, educación y desarrollo institucional, y la creación de un grupo de trabajo multidisciplinario que incluye al MEF, al Mici y a Meduca.

El ministro resaltó el aumento de capital extranjero, reflejando la confianza en Panamá como destino de inversión. Agregó que en junio pasado fue inaugurada la Agencia de Inversiones y Exportaciones de Panamá, para promover al país internacionalmente en cuanto a sus capacidades logísticas, fomentar el desarrollo del conglomerado de servicios y complementar las capacidades del Canal.

El ministro mencionó la necesidad de incrementar la creación de portales para el registro de empresas, la aplicación de medidas de defensa de la competencia y protección del consumidor, protección de propiedad intelectual, derecho de autor, actualización de las normas financieras, revisión de la ley de seguros, apoyo a la inclusión del sector informal (que tiene como ejecutor al CNC), y programas de apoyo a la micro y pequeña empresa.

Por su lado, la viceministra Crespo manifestó que se han logrado avances como la transformación curricular, que contempla la reducción de las ofertas de bachilleratos, la capacitación de profesores, la instalación de laboratorios de idiomas, informática, química, física y biología.

Otras contribuciones incluyen introducir un sistema basado en la formación por competencias, mejorar el sistema nacional de evaluación, vincular a los padres al proceso educativo a través del programa “Escuela para Padres” y proveer recursos escolares como mochilas, útiles escolares, libros, bonos para la compra de uniformes y la beca universal.

En Panamá se han hecho importantes avances en materia de competitividad durante los últimos años. Las metas programadas para mejorar la competitividad de acuerdo al plan estratégico de gobierno fomentarán un mayor desarrollo, pero solo podrá ser llevado a cabo mediante la participación de cada uno de los actores de la economía.

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Este artículo se publicó el 7  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿Qué significa para Panamá el acuerdo comercial con Europa?

La opinión de…

Tom Rodríguez

Panamá ha logrado importantes avances respecto de su acceso al mercado europeo. En primer lugar se normalizó a partir de julio pasado el acceso al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP+), el cual fue suspendido a partir de inicios del año pasado por fallas administrativas.

Dicho mecanismo consiste en un instrumento de política comercial no recíproco, utilizado por los países más desarrollados para ayudar a los países en desarrollo, y tiene como característica que elimina y/o reduce los aranceles de ciertos productos.   Ello contribuirá a una posible recuperación a corto plazo de las exportaciones de bienes panameños que habían registrado durante los últimos meses una significativa disminución.

Sin embargo, este mecanismo presenta varias limitantes. Por un lado beneficia solo algunos de los productos panameños y por otro, su período de vigencia resulta incierto, lo cual trae a colación el segundo gran avance de Panamá.

El país había gozado hasta ahora el carácter de observador dentro del proceso de negociación del acuerdo entre Centroamérica y la Unión Europea (UE), que se adelanta desde hace más de dos años. No obstante, recientemente Centroamérica aceptó finalmente a Panamá como miembro pleno del proceso en el acuerdo comercial, y eliminó la exigencia de que el país asumiera el compromiso de incorporarse al Subsistema de Integración Económica Centroamericana (Sieca).

Una de las grandes ventajas de este acuerdo con la Unión Europea, es que brindaría libre acceso a la enorme mayoría de productos panameños exportados hacia Europa, lo cual evidentemente abarata el precio de estos bienes en dicho mercado. En promedio un 31.7% de las exportaciones de Panamá tienen como destino la Unión Europea, destacándose las exportaciones agrícolas (melón, sandía, banano, etc.), cifra que podría perfectamente incrementarse a partir de la firma del referido pacto comercial.

Así mismo, este nuevo acuerdo comercial brindaría preferencias a los productos panameños de manera permanente, a diferencia de lo que ocurre ahora. De hecho, Europa constituye uno de los mercados más importantes para Panamá, por lo que este acuerdo facilitará aún más el comercio entre ambas partes, creando beneficios para toda la población.

Hasta ahora la mayoría de las exportaciones hacia el viejo continente se han dado esencialmente en forma de materia prima y productos agropecuarios. Pero, el acuerdo incluye un nivel de conocimiento más amplio para los exportadores panameños, ya que, dentro del marco de la cooperación con la Unión Europea se encuentran proyectos para la asistencia técnica al comercio, que refuerza las capacidades comerciales, lo cual permitirá al país incrementar las exportaciones de productos de mayor contenido o valor industrial y tecnológico.

En cuanto a las importaciones a Panamá, se excluirían aquellos productos donde la demanda local es cubierta por los productores nacionales como el maíz, leche fluida, entre otros. Igualmente se reducirían considerablemente los aranceles para productos como el banano, donde se consiguió una desgravación del arancel de la UE de 75 euros ($94) por tonelada métrica.

Si bien este futuro acuerdo con Europa, así como los diversos tratados, tanto multilaterales como bilaterales suscritos por Panamá, abren un margen para mejorar el acceso de los productos locales a mercados foráneos, resulta un hecho cierto que se requiere paralelamente una estrategia integral de comercio que mejore la oferta exportable. Esto exigirá necesariamente una agresiva política de fomento de la competitividad y de los denominados conglomerados económicos.

<> Este artículo se publicó el 24  de septiembre de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos,   lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

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Obstáculos en la economía panameña

La opinión de…..

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Tom Rodríguez

Para medir el desempeño y perspectivas de la competitividad del país, la empresa The Marketing Group realizó a finales de 2009, entre 164 empresarios panameños de diversas gamas, una encuesta denominada: Obstáculos a la Competitividad de la Economía Panameña.

La mayoría de los entrevistados coincidió en que en materia de contratación de empleados, existen en Panamá elevados costos de mano de obra y una marcada rigidez de las regulaciones. A pesar de este obstáculo, según la encuesta, la mano de obra local presenta un buen nivel de productividad, y las relaciones obrero–patronales, un bajo nivel de conflicto.

Otro aspecto es el referente a la obtención de créditos. De acuerdo con la encuesta, en nuestro país existe una buena atención a las necesidades financieras de las empresas, al igual que buenas condiciones financieras. Sin embargo, hace falta más financiamiento para las nuevas empresas. Un tema adicional es el referente al pago de impuestos. Según el estudio, una importante porción de los entrevistados percibe que en Panamá resulta relativamente fácil evadir impuestos.

Con respecto al comercio transfronterizo, la encuesta concluye que los costos de transporte para acceder a los destinos finales son elevados y la tecnología obsoleta. Por otro lado, los altos aranceles, los elevados costos de trámite, las sustanciales tasas de impuestos y costo de la mano de obra, son factores que los empresarios consideran frenan la competitividad de las exportaciones.

A pesar de esto, consideran que se está ampliando la relación de Panamá con el comercio exterior, que existen incentivos fiscales adecuados para exportar, y que la capacidad exportadora y de los gerentes de empresas es buena.

Otro aspecto es el referente a la tecnología e innovación. Según la mayoría de los entrevistados, destaca la importancia que conceden las empresas panameñas a la tecnología e innovación en relación al uso de internet y del correo electrónico como herramienta facilitadora. Adicionalmente, consideran la inversión extranjera como una de las principales fuentes de entrada de tecnología e innovación al país.

Un criterio adicional corresponde a la sofisticación del mercado financiero. De acuerdo con la encuesta local, este posee una condición financieramente positiva para Panamá, destacándose que la capacidad de financiamiento potencial para nuevas empresas constituye un aspecto fundamental para el desarrollo de nacientes industrias y la generación de empleos.

Finalmente, en materia de infraestructuras, se obtuvo como principales necesidades las mejoras estratégicas al transporte urbano, la ampliación de la red ferroviaria, la generación y distribución de energía (gas y electricidad), y la necesidad de una cadena de frío para el abaratamiento de los costos de producción local.

Resulta un hecho incontrovertible que el entorno competitivo nacional ha mostrado mejoras en aspectos como la tecnología e innovación, la sofisticación del mercado financiero y la transformación y modernización de los negocios, apoyados fuertemente por el favorable desempeño del entorno macroeconómico. En efecto, de acuerdo con los empresarios, el desempeño de la economía y la competitividad local se encuentran en un escenario positivo, con una clara expectativa de perfeccionamiento en el futuro.

Sin embargo, existen puntos pendientes como: la rigidez laboral, la corrupción y burocracia estatal, la evasión de impuestos, la calidad educativa, la facilidad de obtener créditos para las empresas nuevas y la facilidad de realizar comercio transfronterizo, entre otros.

Los resultados de esta encuesta difieren muy poco o en nada de otros informes como el Doing Business del Banco Mundial, o el Índice de Competitividad Global (ICG) del Foro Económico Mundial. Visto así, el gran reto de la competitividad en Panamá parece pasar del diagnóstico a la instrumentación de las soluciones.

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Este artículo se publicó el 4 de mayo de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El impacto de la corrupción

La opinión de…….

Tom Rodríguez


Este artículo examina la definición de corrupción y los impactos que la misma conlleva sobre la competitividad y el bienestar de un país.   Corrupción podría ser “el abuso del poder para servir fines e intereses privados”.   De acuerdo con el Banco Mundial, existen esencialmente dos modalidades de corrupción. La primera ocurre cuando los entes privados influyen sobre el Estado para generar leyes y normas que favorecen intereses particulares;   la segunda cuando esos intereses influyen en la aplicación de dichas normas y regulaciones a efectos de lograr beneficios directos.

Hasta hace pocos años, la corrupción era considerada casi como un elemento “natural” de la cultura de los países, particularmente de los menos desarrollados, y hasta como algo “deseable” para algunos.

Sin embargo, a partir del momento que se entroniza la globalización se produce un cambio de paradigma y la corrupción es visualizada como un factor que perturba el normal desenvolvimiento económico y un flagelo que reclama esfuerzos concertados y sistemáticos tanto de las instituciones públicas como del sector privado para eliminarla.

Pero, si la corrupción es un flagelo el primer paso para erradicarla consiste en medir el nivel de avance de la misma. En tal sentido, Transparencia Internacional (TI), por ejemplo, ha creado un Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), que mide el nivel percibido de corrupción que prevalece en un país. Índice que se basa en encuestas formuladas a empresarios y analistas nacionales e internacionales.

Veamos algunos ejemplos. Según TI, los países menos corruptos del mundo en 2009 fueron, en este orden, Nueva Zelanda, Dinamarca y Singapur, que obtuvieron respectivamente índices de 9.4, 9.3, y 9.2 (en una escala del 1 al 10, donde entre más alta la puntuación, menor el índice percibido de corrupción). Por otro lado, los países con la más alta percepción de corrupción incluyen: Myanmar, Afganistán y Somalia, con puntuaciones de 1.4, 1.3 y 1.2, respectivamente.

En cuanto a la región, y más en particular Panamá, el país obtuvo una puntuación de 3.3, ubicado detrás de Chile, Uruguay y Costa Rica, que obtuvieron puntuaciones de 6.7, 6.7 y 5.3, en dicho orden.

Igualmente, según el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial 2009 – 2010, la corrupción es el factor más problemático para hacer negocios en Panamá.

La corrupción, en definitiva, merma la seguridad jurídica, lo cual a su vez afecta la inversión y la innovación, todo lo cual menoscaba la productividad y la competitividad de un país.   La corrupción atenta, por ende, contra el desarrollo económico y el bienestar de la sociedad, lo cual, como se ha dicho, exige estrategias y acciones perentorias.

Según muchos expertos, la corrupción es en parte el resultado de la excesiva reglamentación que aplica el Estado a la sociedad en general, y a los negocios en particular. De allí que, en el caso específico de Panamá, una política anticorrupción pasa necesariamente por una reducción de la innecesaria burocracia y reglamentación que en alguna medida brinda a los funcionarios una injustificada discrecionalidad.

El otro aspecto consiste en establecer mejores y más efectivos mecanismos que obliguen a los funcionarios a rendir cuentas sobre sus actuaciones, lo cual se logra a través de mayores medidas de transparencia y una gerencia basada en resultados medibles.

En resumidas cuentas, Panamá es de Latinoamérica el octavo país menos corrupto. Sin embargo, dado su potencial de crecimiento y desarrollo, a tenor de su estructura económica y sus ventajas comparativas, se puede concluir que el costo de oportunidad (o beneficios que se dejan de percibir) como resultado de la corrupción en Panamá son considerables.

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Artículo publicado el 23 de marzo de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.