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La opinión del Agobado …
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Irving Dominguez Bonilla –
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Después de 25 años tratando de eludir a sus perseguidores “Baby Doc” regresa a su país, el empobrecido Haití, con el fin, según declara el mismo, de coadyuvar en la labor de reconstrucción nacional, sin embargo detrás de ese noble objetivo se esconde un desviado norte de erigirse en una opción política para asirse del poder nuevamente y disfrutar de la vida de jet set que se acostumbró a vivir, y que a la fecha perdió producto del despilfarro de los millones que sustrajo a su pueblo.
Igualmente ha tratado de que el tiempo pase para lograr que la amnesia de la conciencia pública olvide los desmanes y graves violaciones a los derechos humanos que cometió él y su sequito de secuaces hambrientos de sangre, los Tonton Macoutes, quienes constituyeron los grupo de choque (varilleros) que protegían al dictador y eliminaban a toda aquel que fuese un obstáculo y molestia en sus imperiales designios. Lo interesante del análisis es que a estas alturas la población joven haitiana no vivió o no recuerda nada de los hechos que involucraron a Jean Claude Duvalier, por lo que no dudemos que este sea visto como una opción viable frente a la insatisfacción creciente de los políticos tradicionales que lo único que habían hecho, hasta ahora, es aprovecharse de lo poco que queda en pie en ese país.
¿Qué pasara con la posible llegada de Noriega a suelo panameño?, estamos prácticamente en la misma situación, ya que la mayoría de la población nacida después de 1989 ya deben tener mayoría de edad y desconocen parte de la historia reciente que involucra al ex dictadorzuelo, por lo que fácilmente, y conociendo la idiosincrancia panameña, no dudemos que lo vayan a recibir en caravana al aeropuerto.
Dudo, en mi opinión, que esto se de ya que se está apostando a que este muera en Francia, debido a su supuesto estado delicado de salud, y es que su presencia, fuera de incomodar en Panamá, produce molestias estomacales a más de cuatro políticos, hoy dentro o fuera del poder, que temen que el mismo levante el dedo acusador desde su silla mecedora y les enrostre sus vínculos cercanos con los milicos.
Estos movimientos deben obedecer a algún tipo de escenario fraguado por los grandes poderes políticos mundiales que piensan que, en situaciones como la haitiana, se hacen necesarios gobiernos fuertes que impidan que a posteriori, estos países se conviertan en una carga para los más fuertes y desarrollados.
Bueno veamos que nos dice Kronos, solo esperamos que no se pongan de moda, como en el siglo pasada, los dictadores.
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<>Artículo publicado el 23 de enero de 2011 en el diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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