Lo de hoy

La opinión del Economista y Docente…

ANTOLINO HERRERA CASTILLO
antolinoh@hotmail.com

De la sabiduría popular, hay proverbios como estos: ‘Dios da barbas a quien no tiene quijadas’; ‘nadie sabe para quién trabaja’. ¿De dónde proviene esto? ¿De Dios o de los hombres? Científicos como creyentes, deberían concordar, en que esto proviene de Dios.   Si la ciencia no niega las creencias o dogmas de fe cristiana, sino que los confirma.

Hoy estas dos, no son contrarias, sino aliadas en la búsqueda de la verdad; el objeto de toda investigación, sea en el plano científico o en el plano religioso—teológico. ¿Puede una persona aprender a nadar en un nivel de 20 centímetros de agua? No se puede, se requiere de más profundidad. La profundidad de nuestras ideas, nos determina; define nuestro carácter, emociones o sentido de la vida, entre otras cosas.

Así, hay hombres superficiales, con pensamientos superficiales. Medios y modos de vida superficiales; producción superficial, creada con abonos o fertilizantes superficiales, que conducen a la creación de alimentos superficiales, y a su vez culmina con individuos superficiales, que generan una cadena de eventos, en el mismo orden, todos superficiales.

Sugerimos meditar los acontecimientos de hoy. ¿A qué nos conducen?   La ciencia y las creencias se sustentan en hechos que pueden ser comprobables. P. ej. Fármacos o pastillas que revierten la morbilidad de un paciente. A nivel de creencias, una persona sufre un cambio y en vez de un atajo de defectos, tiene y mantiene una conducta, honesta, decente y responsable. Se libera de una adicción, una sordera, ceguera u otra limitante. De manera alegórica !regresa del infierno¡ Dichos eventos son conocidos en el mundo cristiano, como milagros.

No hay que ser tardo ni corto de pensamientos. Hace unos 40 años, (década de los 70), el secretario general de las Naciones Unidas terminando su mandato, decía, que a la apoca había cuatro grandes problemas en el mundo sin resolver, pero que se habían agregado otros, igualmente terroríficos.   Hoy día esta lista es más larga, porque los problemas se han multiplicado: las sequías, hambrunas, falta de agua, pestes y enfermedades de todo tipo; el narcotráfico que quiere controlar a los pueblos o naciones; alcohol, droga, delincuencia juvenil; bandas y pandillas; inseguridad social; el estrés muy alto; la violencia doméstica, el abuso del poderoso sobre el débil, la corrupción de los políticos; el juegavivo de Panama, etc. Hoy la estructura de la familia (lo básico de nuestra cultura), muestra situaciones que no logramos comprender. ¿Hacia dónde vamos? ¡Redención o caos! En todo tiempo, siempre fue necesario remover, reducir o separar lo podrido, a fin de dar espacio al advenimiento de lo virtuoso.

Nosotros como docentes, quienes defienden una familia o una institución, debemos estar del lado de los que construyen. Ayer transmití una enseñanza o mensaje a mis estudiantes. Así: ‘el maleante mete las balas, y el doctor las saca’. Nosotros decidimos de qué lado estar. Si estás dispuesto a agregar más corrupción a la que ya hay. Nada personal, solo que no se puede ser indiferente ante lo que ven nuestros ojos, escuchan nuestros oídos y perciben el resto nuestros sentidos. ¡Que Dios te bendiga en este nuevo amanecer!

 

Este artículo se publicó el 5 de febrero  de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

¿Qué sabes de impuestos?

La opinión de…

 

Antolino Herrera

Los impuestos son tan antiguos como la humanidad misma. En la Roma antigua se referían a la voz latina tributum, que era la contribución que el gobierno exigía para capitalizar las finanzas públicas y así (hoy día), el Estado y sus municipios, cumplir con las obligaciones más relevantes: servicios de correo, policía, bomberos, salud, educación, vivienda y otras ya conocidas. Se denominaba tributum, porque entre los romanos se pedía por tribus.

En la actualidad, cuando nos referimos a tributos estamos hablando de tres cosas: impuestos, tasas y contribuciones especiales (las de mejoras y las de la seguridad social). Se agregan los intereses y sanciones que se aplican por penas, infracciones a la ley o multas.

La denominación más extendida en Panamá es la de impuesto, aunque sabemos que este es una parte sustancial del esquema del ingreso público por vía de la recaudación. Lo que hemos aprendido de estos tributos es que no son de fácil aplicación. Basta que usted aplique mal un impuesto y se sucederán toda una cadena de acontecimientos negativos, en el mismo orden o proporción con que se aplica.

En cualquier país del mundo, si se realizan reformas fiscales sin preveer los efectos que acarreará sobre los ciudadanos y las empresas, pueden ocurrir dos cosas, por lo menos. La primera, que toda la región en donde se aplique el impuesto retroceda, es decir, que los individuos experimenten mayor pobreza. Si los impuestos se aplican sin mayores estudios; elaboración de proyecciones, haciendo modelos de regresión múltiple en el tiempo, encuestas; gráficos, cuadros estadísticas, etc., el proyecto de aplicación sería una aventura.

Además, hay que indagar como anda el coeficiente de presión fiscal (ingresos tributarios entre el producto interno bruto a precios de mercado). Este lo calcula un departamento de Estadística Tributaria de la Dirección General de Ingresos.

El coeficiente nos indica si el país tiene niveles de carga impositiva muy alta o aun tolerable por el resto de la sociedad. Hay que observar también la presión psicológica del tributo sobre el ciudadano. Si más conocimiento tienen los individuos y las empresas sobre la aplicación de la nueva tarifa, se elimina en parte su resistencia al pago.

Hay que considerar los límites psicológicos, económicos y políticos de los impuestos. Existe una buena cantidad de teorías y experiencias en este campo. Quienes auspician la reforma fiscal deben tratar de conocer por ejemplo: Los efectos macroeconómicos de los impuestos sobre la inversión, el consumo, el ahorro, el trabajador o asalariado; y tomar en cuenta cómo afectará la reforma a la empresa o sociedades anónimas.

Generalmente, las empresas trasladan los impuestos a los consumidores a través de los precios. El asunto no pinta nada sencillo, porque aun si se estudia el comportamiento promedio esperado de las personas o empresas sobre la cual recaerá el impuesto, hay variables, datos o situaciones imprevistas o concomitantes que pueden pasar desapercibidas al ojo u olfato del más sagaz analista de impuestos.

¿Cuántos de estos ejercicios habrán ensayado nuestros estimados reformadores fiscales en la hoy cuestionada Alcaldía capitalina. No es para molestar, es solo para compartir, lo que para los especialistas en impuestos es algo conocido.

Entiendo que en Panamá hay universidades que dictan maestrías en tributación. En el sector público hay muchos funcionarios con una amplia formación en materia fiscal. Parte de este texto corresponde al estudio de grado de los economistas Carlos A. Davis y este servidor, en la tesis, Análisis Económico de los Impuestos y la Presión Fiscal en Panamá. Ojalá y salgan de la crisis en el Municipio, nada más que por mover unas tarifas, tasas o impuestos.

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Este artículo se publicó el 4  de febrero  de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Asuntos de la CSS

La opinión del Economista y Docente….


ANTOLINO  HERRERA  CASTILLO
antolinoh@hotmail.com

Como hemos dicho en otros momentos, la Caja de Seguro Social es una institución que atiende a multitudes y es sufragada por la cuota patronal, (11.5%) y del trabajador asegurado, (8.0%). De modo que su autonomía financiera está dada principalmente por estas dos vertientes de dinero; se incluye (a lo interno de la institución) desde funcionarios de diversos cargos y jerarquía hasta el director general.    Los que van ahí a administrar, deben saber que administran un recurso económico que no es propio, sino del común de todos los panameños.

Por la complejidad de los servicios que presta y la gran cantidad de personas que se atienden, generalmente se ha participado de caos, mala atención o servicio en la Caja y sus filiales.   Esta aseveración la podríamos trasladar igualmente a otras instituciones del país, como la Contraloría General de la República.   Mas no sucede así.   Aquí generalmente se sabe dónde está un documento y el estatus del mismo; porque ensayan un sistema que permite rastrear cada documento, como si tuviera un dispositivo electrónico, que es improbable que pueda eludir a un buscador.

Seríamos felices si los problemas y asuntos de la Caja fueran solo de ubicación de documentos. A estas alturas todavía me pregunto por qué en primera instancia le rechazan, casi con virulencia, el Presupuesto de la Institución (en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea) al Director General de la Caja.

Luego conversan, y finalmente frente a las cámaras de la TV, el propio representante de la misma declara que no hay ningún problema, y que todo está subsanado. La versión que transcurre en los medios es que estos señores legisladores negocian cargos para sus fanáticos (gente que no piensa) y por alusión a nuestra lengua; gente que corre ciegamente tras una cosa. Esta práctica es ya de vieja data. El resultado es el siguiente:

1. Se abulta la planilla institucional, poniendo en peligro las proyecciones y seguridad financiera de la empresa.

2. Causa escozor y roncha entre los que ya trabajan allí, pues ven llegar a individuos (incluso mejor pagados) con ínfulas de poder criollo, emanadas de alguien que generalmente no sabe nada de administración, ni mucho menos le importa.

3. Esto causa un tremendo daño a la institución, puesto que los que así entran, no saben nada de la Misión ni de la Visión de la Institución; no tienen generalmente una vocación para trabajar en un lugar como este. Entran sin ningún tipo de perfil profesional, etc. ¿Dónde está la Dirección o Departamento de Recursos Humanos en estos casos?

4. Si tan solo existiera un salón de por lo menos tres sillas, para enseñarles, indicarles o instruir al personal sobre las razones por las cuales va a trabajar ahí, y lo que se espera de ellos, y no tan solo la paga quincenal.

5. Me atrevo a decir sin equivocarme, que solo necesitas a tres buenos analistas o contadores de presupuesto con un superior jerárquico de verdad y no de mentirita para limpiar toda la estructura de cargos y sueldos y a lo mejor alcanza, para el clamor de los jubilados y sobra para otras cosas, como la construcción de otros colegios que han pasado a mejor vida, canchas para los niños en los barrios, etc., etc.

Como así están las cosas, los Eladio se repetirán en la historia de la Caja, porque la protesta constante es, hay para unos y para otros no. Pero para qué les aumentan a los viejitos, si de inmediato aparecen como fieras las financieras y otro tipo de bancos, a fin de lograr retornos del capital confiable y seguro. Mientras tanto, otros países como Costa Rica, parten por delante (hace 4-5 años) con el programa: Educación Financiera para la Vida, inculcado al personal docente y a los estudiantes, sobre el uso del dinero; la actitud frente a una necesidad de crédito, la necesidad de elaborar un presupuesto doméstico entre otras cosas. En la administración pública un versado dijo: ‘Aquí la soga no revienta por lo más delgado, sino por lo más grueso’.

¡Hay que curarse en salud! Si no le agradó el artículo hay derecho a reclamo, y si le gustó, está entre los que piensan como yo; harto de tanto entuerto, funcionarios farsantes y engañosos, el juega vivo y la corrupción, que cuando no se ve es que se acomoda para irrumpir con mayor fuerza. ¡Que Dios les bendiga!

 

 

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<> Este artículo se publicó el 10 de enero de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

Lo bueno y lo malo

La opinión de…..

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Antolino Herrera Castillo


Acercándose el cumplimiento del primer año de las nuevas estructuras de poder en nuestra Nación, queremos hacer un breve balance de lo acontecido en lo que consideramos como los elementos sensitivos para el desarrollo de la democracia y convivencia de los panameños, desde cada frontera y en cada pueblo de nuestro país.

Consideramos que el inicio de la gestión en manos del presidente Ricardo Martinelli fue excelente, asumiendo el mazo y poniendo orden en donde antes no lo había. Los programas “100 para los 70” y las mochilas escolares son buenas iniciativas, porque se llevó ayuda a quienes antes no la recibían.

Las reformas a la estructura tributaria parecieran ser muy buenas, sobre la base del beneficio que acarrea a quienes más lo necesitan. Nos agrada la forma decidida de las autoridades para acometer proyectos como el rescate parcial de los corredores, la construcción de nuevas carreteras y vías, las reformas en hospitales y la creación de otros. Los ajustes en materia salarial son necesarios (caso de los jubilados).

En materia de criminalidad y delincuencia, los verdaderos conocedores del tema ya han explicado que reprimir el crimen y la violencia solo son medidas superficiales o de mitigación. El verdadero conflicto está en el seno de la sociedad; donde no hay control y las nuevas generaciones crecen exentas de valores humanos y/o cristianos, de la sana doctrina y las buenas costumbres; algo que cayó en desuso hace mucho tiempo. Es decir, que estamos faltos de formación.

En resumen, el balance de la gestión es satisfactorio, por ahora. Pero, entre los puntos que adversamos está el irrespeto a los trabajadores de la construcción, porque de alguna manera se ha incurrido en esto. Ver cómo pierden la vida los obreros en accidentes laborales causa ira, malestar y desaliento. ¿Existe el derecho a la vida o no? ¿Dónde están los dirigentes sindicalistas que no velan por el bienestar de sus representados? y ¿dónde está el Estado?

Por otra parte, criticamos que se repriman, mediante el uso de sustancias tóxicas, las protestas del hombre del campo. ¿No están ellos defendiendo el derecho a la vida? ¿No sería mejor conversar con ellos a fin de conocer su racionalidad o punto de vista?

Por último, nos desagrada que se indique quién será el próximo Presidente de la República. Esto es una falta de respeto, es como si nos dijeran que los panameños no somos capaces de elegir a nuestros gobernantes. ¿Acaso vivimos en alguna dinastía?

Enderezando los entuertos se definen y alinean los mejores caminos.

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Este artículo se publicó el  29  de abril de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Carnaval de los aumentos (II)

La opinión del educador……

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ANTOLINO HERRERA C.

Cada vez que se avecina un carnaval muchas familias ponen el grito al cielo, puesto que desconocen el nuevo rumbo que seguirá la prole. Cuando termina la fiesta las morgues en Panamá son más concurridas. Hoy como ayer nos preguntamos si los entusiastas de la campaña carnavalesca acompañan en los velorios a los inocentes panameños que no verán jamas a sus familiares. Entonces, los carnavales en Panamá vendrían a ser una amenaza y es obvio que quienes los auspician tienen intereses notorios en el negocio. En tanto la horda carnavalera sea guiada y conducida como ha sido hasta el momento seguiremos con las lamentaciones.

El corolario de este artículo es: ninguna mente sensata se opone a la diversión. Esta es necesaria y saludable. No todo puede ser trabajo, estudio, pruebas y demás preocupaciones. Pero es necesario que eventos como estos sean organizados de manera que se prescriban los elementos disonantes que acarrean el tipo de desgracias ya descritos.

Una legisladora, doña Mireya Lasso (leí en los diarios) propuso una organización para los carnavales, pero no dijo ni pío sobre el alcohol. Esta raro esto, si es el alcohol el mayor causante de desgracias y no solo durante los carnavales.

Me atrevería a proponer que estas fiestas, (si no las puedes desarraigar) deberían realizarle en estadios; botando mucho agua, pero en vez de servir ron, alcohol o cerveza, vender jugo de naranjas, por ejemplo. A la entrada del recinto se pueden detectar todo tipo de armas domésticas y no domésticas. Te aseguro, que los accidentes disminuirían. Para aquellos que piensan que no hay fiesta sin el guaro, también los puedes ubicar en otro lugar. Buena oportunidad para los estadísticos. Detectar dónde suman más los golpeados, muertos o heridos.

Pareciera que todo esto fuera una exageración. Pero como dije en otro momento, una vida que se pierda por causa de los carnavales no lo amerita, y aquí en nuestro país se pierden muchas!

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Publicado el 16 de febrero de 2010 en el diario La Estrella de Panamá, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Carnaval de los aumentos (I)

La opinión del Educador……

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ANTOLINO HERRERA C.

No se me enreda el teclado al momento de escribir estas cortas líneas. ¿Qué ventaja o beneficio le determina o depara al panameño los cacareados carnavales?

Una vez que los mismos se anuncian, suenan pitos y tambores, alegres murgas, serpentinas y colores al unísono de la farándula y de la mente creativa de otros, para ensalzar a más de cuatro connacionales que buscan en la diversión el desalojo de cuanta pasión pueda hallarse en nuestras mentes y corazones.

Los carnavales de por sí no son dañinos; es el contenido;  es el resultado lo que cuenta.  Al final tenemos entre 20 y treinta panameños que ya no circularan por las calles de Panamá.  Carros maltrechos; brazos y piernas reducidos; quizás hogares destruidos; cuentas por pagar y los demás etcéteras.  Pero no hay que arrepentirse de esto, porque, como dicen algunos, terminados los carnavales “ ¡limpios, pero contentos! ”.

Se trata del carnaval de los aumentos. En medio, en el ir y venir de la fiesta, hay de todo: aumenta el número de apuñalados, ahogados, heridos, lisiados o golpeados.

Aumenta el número de los que se inician en el cigarro, la droga, el alcohol o la cerveza.

Se infla o aumenta el vientre de padres totalmente irresponsables. Algunos dicen orgullosamente, es solo el producto de las circunstancias o de la ocasión;  ¡hijos de la ocasión!

Aumenta, en una progresión geométrica, el consumo del ron o alcohol. Por lo mismo, también aumenta el número de hombres y mujeres que ponen su cabeza al nivel del suelo por causa de la borrachera.

Por supuesto, aumentan los ingresos o utilidades de las cantinas o bodegas.

Por ejemplo, en San Miguelito alguien esputó que existen cerca de 1000 establecimientos ocupados en estos menesteres.  En la medida que hay más adictos, el negocio está asegurado.

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Publicado el 15  de febrero de 2010 en el diario La Estrella de Panamá, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Ladrar o comer, o ambas cosas (II)

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La opinión del Economista y Docente….

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ANTOLINO HERRERA CASTILLO

Un observador agudo decía: en cualquier lugar si un perro está comiendo, no se le puede molestar, porque responderá con gruñidos o mordiscos. O sea, él defiende su derecho a comer. Ha de suspender su comida, porque es más importante para él protestar.

Por analogía, importante es la participación ciudadana en todos los aspectos, cuando determinan el destino del país. Por ejemplo. La calidad y prestigio de la fabricación de autos japoneses, así como los equipos electrónicos y otros productos se debe a la población, que empezó a exigir más a quienes eran responsables de la dotación de estos recursos.

En Panamá, hay cosas que no se entienden. Otro ejemplo. La CSS, hoy se espera que sufra una transición. De no ser así, vendría a ser un anacronismo, en donde se repiten los mismos incidentes que ya cansados asegurados han repudiado. Por muchos años la CSS ha alojado una junta directiva que ningún asegurado escogió.

Después de todo, ¿no son los asegurados quienes sufren todos los desaciertos y aciertos de los empotrados en cuanto cargo directivo exista en la Caja o en cualquier otra institución del Estado?

También nos llegó la noticia de que por lo menos los ciudadanos, con conocimiento de causa y efecto, podrán emitir sus opiniones respecto a la selección de nuestros más insignes representantes de la justicia —los magistrados—. Excelente. Pienso que con algunos bombillos encendidos se podrá revertir el hasta ahora sabor amargo de la justicia panameña. Afortunadamente, en este país hay gente que piensa y cree que no hay ninguna razón para permanecer atados a estructuras permanentes de estancamiento y atraso.

El ejercicio electoral; institución de la democracia representativa, viene a ser un arreglo político,  puesto que el ciudadano una vez ejerce el derecho al sufragio, pierde todo contacto sobre las figuras que escogió. Nos viene al pelo el enunciado, “¡ahora le toca al pueblo”.

Para los que cuestionan mi forma de expresar las cosas, les recuerdo que solo defiendo el derecho a protestar o a disentir cuando sea necesario. El perro hace lo mismo y, sin embargo, lo consideramos en un menor grado evolutivo. No hay sorpresas, mi hermano.

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Publicado el 3  de enero de 2010 en el Diario La Estrella de Panamá , a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Ladrar o comer, o ambas cosas (I)

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La opinión del Economista y Docente…..

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ANTOLINO HERRERA C.

De 1930 hasta 1961 la República Dominicana vivió una de las dictaduras más cruentas que han vivido los países latinoamericanos.

El militar y político dominicano, Rafael Leonidas Trujillo, desató la persecución y el caos en esta nación, a tal grado que la generación de esos años y por lo menos dos de las subsiguientes, fueron afectadas en sus más íntimas emociones, sueños, deseos y aspiraciones. A pesar de que no había una hambruna en el país, como puede ocurrir en otras dictaduras, los derechos y las libertades individuales estaban conculcados.

Leonidas Trujillo, prácticamente acabó con todas las fundaciones cooperativas de ahorro y crédito, de transporte y aquellas que se lograron desarrollar entre los campesinos. Nada escapaba al control que ejercía el dictador sobre el pueblo dominicano. Murió en un atentado, cuando visitaba a una joven quinceañera, en los suburbios de la ciudad.

Para la época, entre los habitantes dominicanos discurría un cuento, cuyos dos personajes eran, un perro gordo dominicano y un perro flaco de Haití. Los dos se encontraron en la misma frontera de ambos países. El perro gordo de la República Dominicana preguntó al perro flaco de Haití. “ ¿Por qué vienes a este país? ”. El perro flaco de Haití respondió. “ Por que yo quiero comer ”.

Luego el perro flaco de Haití, le pregunta al perro gordo de Dominicana. “ ¿Por qué vienes a Haití, siendo que aquí, ni siquiera hay para comer? ”. Y el perro gordo dominicano respondió. “ Es que yo quiero ladrar ”.

Como ustedes saben a Haití se le conoce como un país muy pobre, con mucho desempleo, con producción escasa; con límites en las exportaciones; epidemias latentes; desigualdad social e inestabilidad en lo político.

Este cuentecito que les relaté, es conocido en Panamá por algunos círculos docentes.

Sigue mañana..

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Publicado el 2 de enero de 2010 en el Diario La Estrella de Panamá , a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Las deficiencias de San Miguelito

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La opinión de…..

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Antolino Herrera Castillo
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El distrito de San Miguelito suma hoy más de 300 mil almas. Sus fundadores se asentaron en este territorio buscando un lugar para ellos y para sus hijos, ante la promesa de un pedazo de tierra y un mundo mejor. Estos provenían de los principales distritos de la provincia de Panamá, como Arraiján y La Chorrera.   Ya no es así, este proceso se ha invertido.

También poblaron San Miguelito hombres y mujeres de todo el interior del país, sobre todo de la provincia de Veraguas. Hoy contamos con una división política y administrativa de ocho corregimientos, en donde las diferencias en la densidad de la población son notables.

Aparecen, también, zonas, conglomerados sociales en donde la población está en mejor situación económica, no así en materia de seguridad.

La inseguridad es causada tanto por individuos proclives a la violencia, otros que son “profesionales” en el delito y algunos que cometen actos ilícitos sin el mayor desparpajo. Las pandillas juveniles y, en un nivel más organizado, las llamadas bandas, se han convertido en el dolor de cabeza de los moradores decentes.

Han pasado ya más de 50 años desde que se originó el proceso migratorio, sin embargo, aún el distrito no cuenta con las instituciones estatales que le darían la categoría que el distrito amerita. Por ejemplo, no existe un mercado público. Los emprendedores del distrito se ven abocados a vender sus productos en lugares inadecuados e insalubres, como en los alrededores del puente vehicular, en donde se respira aire altamente contaminado.

No existe una biblioteca pública y la que funciona como tal es desconocida por la mayoría de los moradores; es algo que da pena. Tampoco, pese a las promesas de antaño, se cuenta con un cementerio acorde a las proporciones de la población.

El comportamiento ciudadano (tal como ocurre en otras partes del país) muchas veces es aberrante; así vemos a las personas lanzando todo tipo de papeles, latas, restos de comida, etc., como si las calles fueran un crematorio ambulante.   Quizás las autoridades municipales no se han enterado de que la promoción del aseo y el ornato en las áreas públicas es una responsabilidad fundamental de los gobiernos locales (municipios), porque no hay interés en educar a la población en la materia.

Por otra parte, cuando algún emprendedor trata de realizar proyectos para el bienestar comunal, la excusa es que “ya no hay tierras”; sin embargo, la empresa privada siempre encuentra la manera de concretar sus obras.

Ojalá estos planteamientos lleguen a los oídos de alguna autoridad local que, realmente, se preocupe por resolver los problemas del distrito.

¡Que Dios les bendiga en este nuevo amanecer!

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Publicado el  12 de diciembre de 2009 en el diario LA PRENSA, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Alcaldes, ediles y funcionarios

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La opinión del Economista y Docente Universitario…
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ANTOLINO HERRERA CASTILLO
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Cansa y fastidia la polémica en torno a las obligaciones y responsabilidades relativas al Municipio capitalino. Se muestra un esquema de desacuerdos, de airadas controversias, pugilatos mal concebidos entre otros exabruptos que indican al honorable ciudadano cuán alejados pueden estar los llamados ediles, los representantes del orden, de la justicia y la paz de cerca de 1,800,000 habitantes de la ciudad.

Creo que el enredo está en la dificultad de atinar sobre las verdaderas funciones y atribuciones propias de los llamados gobiernos locales o municipales. No pienso que el responsable directo del conflicto en ciernes sea el alcalde. Este es responsable de manera indirecta. Más responsables son quienes lo eligieron. Creo que las responsabilidades de cada municipio están escritas en alguna parte. Un alcalde se toma el trabajo de por lo menos leer o repasar estos escritos.

En Panamá, contamos con excelentes textos que nos hablan sobre las labores de las municipalidades. No mas puede usted leer, por ejemplo, el texto, “ Principios Fundamentales de Finanzas Públicas ”, escrito por el profesor Edison Gnazzo, un experto en el tema, quien le dedica un capítulo al tema mencionado. Es relevante examinar en la parte de “ Funciones de los Gobiernos Locales ” el acápite C, donde señala en detalle los rumbos por donde deben transitar los gobiernos locales, amén de todas aquellas actividades, planes y proyectos que pueden y deben desarrollarse.

El problema fundamental de todo esto pienso que está en el electorado, que muchas veces atina y en otras desatina al momento de seleccionar a sus representantes. A un cargo público se va a aplicar nuestros conocimientos y experiencias; a buscar nuevas rutas y caminos para resolver los agobiantes problemas que afligen al mundo de hoy. Uno de los principales problemas que enfrentan los municipios es la falta de cultura y educación. No debe tomarse como un insulto. Es solo la poca información que maneja el ciudadano en relación al rol que debe desempeñar como sujeto pasivo no solo de la obligación tributaria; pago de impuestos, tasas y otros, sino, el comportamiento que debe enfrentar cuando se desplaza alegremente por las calles de la ciudad.

Si un ciudadano lanza un papel al suelo, podrá usted imaginar el efecto sobre el drenaje de la ciudad, si el resto de los ciudadanos anda en lo mismo. Igualmente, si a las quebradas y ríos se les descarga con todo tipo de desechos: estufas, colchones, resortes, latas de todo tipo, botellas plásticas y de vidrio, comida, trapos, etc., ya usted sabrá por qué las calles se inundan en Panamá. Cada vez que vemos una alcantarilla destapada, sencillamente está llena de todo tipo de basura. El robo de tapas en las avenidas es otro conflicto que causa inseguridad y desconcierto a los conductores y transeúntes.

Hay otros problemas que son de naturaleza intrínseca a los responsables del municipio: la mendicidad infantil; los perros en soltura, sin dueño ni afecto natural; los indigentes sin techo ni abrigo; nuestra sociedad está en deuda con estos, ¿o será todo lo contrario? ¿Esperarán los señores alcaldes a que las avenidas se llenen de basura, que las escalinatas de los municipios sean embarradas con los desechos de los canes, que los indigentes se acerquen a las esculpidas estructuras municipales buscando protección o a realizar sus deposiciones? ¿Esperarán que un poste se caiga, que otro árbol frondoso dé con un peatón o con las propias ventanas de la Alcaldía?

En todo esto hay tesis para explicar los fenómenos que circulan sobre los municipios. Una de ellas es que a las autoridades municipales no les interesa educar a la población. La prefieren sumisa, sin información, sin rumbos fijos; alegre, farandulera, sin la mayor preocupación por un mundo mediato o inmediato. Eso sí, asertivos al momento de ir a las urnas.
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Publicado el 28  de noviembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

La Caja, ¿es tuya realmente?

La Caja, ¿es tuya realmente?

La opinión de

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Antolino Herrera Castillo

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Nuestra Caja, la Caja de Seguro Social (CSS), está en sus mejores momentos para generar los cambios. Aquí se activan personas de caracteres disímiles y que lógicamente responden a diferentes ideologías, presiones e intereses.

Pero el interés prioritario debe ser el asegurado que llega a sus puertas con diferentes dolencias y preocupaciones. Los médicos comparten la opinión de que el problema de la CSS es administrativo y que el mismo se traslada a otras esferas. Lo cierto es que cuando el mal es sistémico, no hay departamento o dirección que no sea dañado o afectado.

En las prestaciones médicas, a veces hay una persona déspota o grosera, que no debe atender público en la ventanilla. Otras con tanta afabilidad, que no podemos más que decir, ¡es un día de suerte!

La mala atención que se le da al asegurado, parece más bien el resultado de la atención de personas sin educación. El 28/05 del año 2008 introduje mis papeles de jubilación y recibí el primer pago el 6 de mayo del año de 2009. Es decir, once meses después.  Muchas veces llaman al jubilado, le notifican, le entregan la resolución y le dan una fecha de pago.  Después le llaman nuevamente, para decirle que la auditoría devolvió los papeles por falta de algo. En este trámite se pierde semanas. ¿No debe estar esta auditoría antes de la notificación, la fecha de pago y la entrega de la resolución?

La queja de la falta de medicamentos y la escasez de reactivos para las pruebas de sangre son muy frecuentes. Inmediatamente, el actual mandatario ascendió al poder, había reactivo para la mayoría de las pruebas de laboratorio. Meses atrás, se atendía solo 50% del total de estas pruebas. Las auditorías deben estar desde el principio, observando el proceso de compra; precio de las medicinas y reactivos; entrega y destino final de los mismos.

La CSS por su modelo de gestión, vendría a ser la institución más democrática del país. Es muy similar a la constitución de las sociedades anónimas, a través del financiamiento por acciones. En estas sociedades, los accionistas mayoritarios pueden controlar la empresa. En la CSS esto no se puede hacer. Cada cotizante es poseedor por analogía, de una acción, es decir, el derecho a recibir una atención oportuna y expedita y no me refiero a ningún modelo de privatización.

La CSS es de todos. Nuestra “acción”, acumulada en el tiempo, se traduce en los beneficios que ha de recibir el jubilado.

Por ello la institución debe ser defendida por todos o en todo caso desechada.

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Publicado el 11 de agosto de 2009 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.