La opinión de….
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Rolando Mendoza Ibarra—
Uno de los primeros programas del gobierno del presidente Martinelli, que se inició con bombos y platillos propagandísticos, fue el denominado “Elige tu vida”, que buscaba, según los largos y costosos spot publicitarios, ofrecer un conjunto de oportunidades tanto a adolescentes como a jóvenes en riesgo social, a través de una llamada telefónica.
Una definición del programa que recientemente encontré en la web del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), reza lo siguiente: “es un programa para ayudar a la juventud, a través de una red de cooperación con la finalidad de desarrollar, compartir, discutir y ejecutar proyectos, programas y publicidad de prevención, represión, rescate y reintegro de jóvenes de las manos de la violencia y la criminalidad”.
Una pregunta concita las dudas que siempre he tenido sobre este programa. ¿Se está cumpliendo con ese cometido? Creo que no, porque al cabo de un año el show mediático sigue su curso sin que la comunidad observe algún cambio o impacto en cuanto a los supuestos objetivos que se pretendían alcanzar.
Aún hoy ese proceso continúa, incluso, donde además del flamante ministro de Desarrollo Social, se ha sumado la voz del primer magistrado de la Nación argumentando que con ese y otros programas estamos “Juntos haciendo un mejor Panamá”.
No obstante, contrario a lo que se buscaría con este programa –entre comillas– se ha generado un incremento significativo de la violencia en las calles y de las pandillas delincuenciales de jóvenes y adolescentes; es decir, de aquellos a los que se entendía que estaban en riesgo social y que ahora ya no están en tal riesgo, sino que están en conflicto con la ley.
Los resultados e impactos de este mal denominado programa, han sido inversos e incluso negativos, porque al parecer el negocio de la droga y el crimen organizado les han ofrecido más y mejores oportunidades que éste que buscaba que los jóvenes y adolescentes eligieran un nuevo modelo de vida marcando un número telefónico, pero sin ofrecer nada serio ni atractivo a la juventud que los llevase a romper con cualquier relación de riesgo, real o potencial, y mejor aún de evitar caer en el camino irreversible de los múltiples delitos que mantienen en zozobra a todas las clases y grupos de la sociedad panameña.
Pero ¿Qué podría esperarse de un “programa” que nació mal?; del cual se sabe muy poco y no existe un sitio web de ninguna institución y mucho menos del Mides, con amplia y suficiente información, donde se explique en qué consiste el mismo, cuáles son los resultados que se esperan y menos aún. ¿Cuáles son las oportunidades efectivas que este mediático programa ofrece a los jóvenes y adolescentes?; es decir, ¿Cuáles son las alternativas que se ofrecen a las familias cuando discan al número de teléfono indicado?, más allá de un listado de programas y proyectos de un conjunto de instituciones participantes de la denominada red, que solo ellos conocen, porque no existe coordinación interinstitucional ni mucho menos articulación.
En mi búsqueda virtual, pude constatar que quien ejecuta el programa es The Marketing Group, la misma que dirige el centro de llamadas, donde un minúsculo grupo de noveles profesionales con estudios universitarios que atienden cada vez menos llamadas telefónicas, dado que la población ya percibió que este programa es una farsa mediática que no ofrece ninguna respuesta sobre nada; y que la información que obtienen los receptores no es técnica ni oportunamente procesada, en desvirtud de que el Mides y otras instituciones no cuentan con un recurso humano calificado de psicólogos, sociólogos y trabajadores sociales, por resaltar solo algunos de los que tienen un perfil profesional apto para orientar las políticas públicas y atender programas similares.
En el marco de este evidente fracaso, el centro de llamadas de “Elige tu Vida” será objeto de una próxima evaluación, a través de una consultoría del Fondo de Población de las Naciones Unidas–Panamá; pero lo más curioso del caso es que los productos de esta evaluación serán un diagnóstico, un informe de la demanda del servicio, un estudio de viabilidad técnica y financiera del centro, otro estudio sobre los nudos críticos entre la oferta demanda y la demanda de servicios y, finalmente, una propuesta técnica y financiera que permita establecer un servicio de calidad con base en indicadores de eficiencia y eficacia.
En consecuencia, es una consultoría que busca fortalecer un supuesto servicio social, mediante una propuesta con indicadores de calidad, eficiencia, eficacia y efectividad, que omite la realización de un estudio que formule, a su vez, una propuesta articuladora o coordinadora y que posibilite la accesibilidad, en términos efectivos, de los jóvenes a los programas y proyectos que se ofrece al conjunto de la institucionalidad pública del país.
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Este artículo se publicó el 24 de junio de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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