¡Pónganse de acuerdo, carajo!

La opinión del miembro fundador del partido  y delegado al Congreso Nacional del PRD…

VÍCTOR   SHAILER
vshailer@hotmail.es

Es fama que en el PRD los intereses personales y de grupo siempre nos echan un cuento, a nosotros las bases, para movilizarnos a favor o en contra de una posición política, lo que al final nos lleva a hacer que se cumpla el refrán: ‘el perredista es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra’ y se repita el círculo vicioso de servir de escalera ¡por Dios! una vez más, para que un bellaco, es el sentimiento general del partido, llegue a la Presidencia a gobernar y a hacer negocios con su combo de amigos.

El llamado movimiento ‘de bases’, que por ‘combustión espontánea’ se ha generado en aras de cambiar a los CDN y de paso al mismo CEN es una manifestación que sigue las reglas del mismo manual, no escrito, utilizado durante los casi 32 años de existencia del partido. Si yo controlo la dirección política y administrativa del partido, controlo las primarias. Si yo soy el secretario general, soy el candidato presidencial.

Esto no fue un problema en el periodo de Ernesto Pérez Balladares y Martín Torrijos, excelentes administradores del gobierno, aunque cuestionados como administradores del partido, sencillamente porque ejercían un liderazgo de peso, que les permitió hacerse de la dirección del partido y ejercer el gobierno. Algunos de los actuales presidenciables, conscientes de que ninguno podría hacerlo por separado, aún juntos no tienen la base legal ni la correlación de fuerzas para ello, se han coaligado para inducir a ‘un movimiento’ que demande en plazo perentorio un cambio de CEN. La lucha contra los CDN será la primera etapa de ese movimiento.

Opino que al analizar la coyuntura no debemos absolutizar uno o dos factores, sino analizarlos todos objetivamente, con humildad y sin prepotencia. Es la única manera de tomar decisiones sensatas. Es cierto que el partido no cuenta con los recursos multimillonarios que necesita; que al proceso de reorganización le falta tiempo para estar en su punto; que el nivel de disposición para participar no es el adecuado; que aún no han madurado factores económicos políticos, sociales y psicológicos que influyen en la capacidad unidad, conciencia y movilización del partido y más cierto aún; la labor de zapa e infiltración del gobierno. Pero también es cierto que hay una demanda y una fuerte presión, para que se renueve la dirección del partido a todos los niveles.

Soy de la opinión que de no tomar pronta conciencia las distintas fuerzas y líderes dentro del PRD de que hay que abandonar el debate en los medios, dejando de alegrar patio ajeno, para reunirse y llegar a acuerdos políticos internos que redefinan los tiempos de la reorganización ni muy allá, ni muy acá; la conformación a futuro de un nuevo CEN de consenso y un procedimiento para llegar con un solo candidato a la primaria presidencial, además de otras conveniencias, la guantera electoral que recibimos en el 2009, va a palidecer al lado de la que recibiremos en el 2014, ello como resultado del desangramiento, resultado de la división y el enfrentamiento despiadado y visceral entre facciones.

¿Nos olvidamos de las enseñanzas de Omar Torrijos que hablan de la decisiones de consenso? Pienso que quien no se aboque a este método divide al PRD. Para resolver estos entuertos Gerardo González, nuestro maestro en política, después de escuchar por horas a las facciones en pugna, se ponía de pie; se acomodaba el sombrero; encendía su pipa; y levantando la voz decía: ‘!pónganse de acuerdo, carajo!’.

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<> Este artículo se publicó el 21 de noviembre de 2010  en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del   autor  en: https://panaletras.wordpress.com/category/shailer-herrera-victor/

Poder y simulación política

La opinión del político…..

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Víctor Shailer Herrera

Es claro que en Panamá la lucha política está siendo asistida por tecnologías y estrategias de control social ampliamente ensayadas en países donde la derecha populista ha asumido el poder y de donde han traído sus experiencias “especialistas” generosamente contratados por quienes aplican los principios de Nicolás Maquiavelo ( “el fin justifica los medios”) en las altas esferas de poder.

Buscan consolidar el poder y mantenerlo legitimado por lo que están obligados a crear un “estado de opinión favorable” en la ciudadanía.   Para este propósito, el Gobierno al no poder presentar resultados permanentes y tangibles, salvo “100 a los 70” y el aumento a los policías, de su gestión de gobierno (Solo 3% del presupuesto nacional se ha ejecutado a la fecha), se ve obligado a la “simulación” utilizando herramientas mediáticas, en el cumplimiento de sus promesas electorales.

¿En qué consiste esta simulación? En parte en abrogarse, divulgar e inaugurar obras del gobierno anterior como propias.   Verbigracia el grado de inversión; la Ciudad Deportiva (24 millones), El Estadio Rico Cedeño (5 millones), El Hospital El Vigía en Chitre (37 millones),  La Red de Oportunidades(42 millones),  el Prodec (50 millones) y centenares de programas sociales y de obras grandes y pequeñas que serán inauguradas por el nuevo gobierno, con placa y todo, sin que este reconozca que son un legado que dejó al pueblo, un gobierno del PRD.

El gobierno ha gastado en lo que va del año dos millones de balboas en publicidad (de 22 millones asignados) y ha contratado un experto en relaciones públicas gringo con un sueldo de 15 mil mensuales.   Tiene pautado profusamente en todos los canales de televisión y en otros medios cuñas en las que enumera como cumplidas promesas de campaña que, fuera de su mención, no han avanzado mayor cosa, para crear la percepción de que estamos “juntos haciendo un mejor Panamá”.

Simulación en el cumplimiento de las promesas electorales y publicidad intensa, para la creación de percepciones, especialmente en televisión, es uno de los componentes de la estrategia del gobierno que trata de mantenerse legitimado, sin la implantación de una sola respuesta real, permanente y no clientelar que hagan valer el slogan “ahora le toca al pueblo”.

El recurso fascista de buscar legitimidad a contrapelo de la legalidad y el uso de los principios de propaganda de Joseph Goebbels (“una mentira dicha adecuadamente mil veces, se convierte en verdad”) para crear la percepción y/o simular que estamos “juntos haciendo un mejor Panamá” debe disparar las alarmas y movilizar a todos los ciudadanos que estamos en contra de la manipulación mediática, que ponen en peligro la democracia, propias de la mejor y nefasta época de la alemania nazi.

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Este artículo se publicó el  8  de abril de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.