La opinión del Empresario….
Max Crowe –
El disgusto del Ministro de Turismo, Salomón Shamah, frente al irrespetuoso e innecesario operativo policial que acaba de manchar la competencia internacional de surf en Panamá, me anima a compartir la siguiente experiencia.
El miércoles 25, en la noche, venía yo saliendo de trabajar en el Hotel Intercontinental Playa Bonita, luego de supervisar el montaje de una conferencia internacional. Viajaba agotado, en compañía de mi hijo de 18 años. Saliendo al cruce con el Puente de las Américas, de repente me sale de la oscuridad un sujeto vestido de fatiga, señalando muy agitado, mientras otro me apuntaba al pecho con su ametralladora. Se trataba del ya clásico retén. Inmediatamente me detuve (hay que ver que iba lento, llegando a la intersección) y bajando la ventana, increpé al sujeto del rifle para que nos dejara de encañonar. Al darse cuenta, supongo, que evidentemente no se trataba de ningún maleante, el muchacho de inmediato bajó el rifle. Sin embargo, creo que a su superior —y secuaces— no les gustó mucho mi reacción, porque ya habiendo verificada la placa del auto y mi cédula y la de mi hijo, me han seguido provocando verbalmente e insultado, en presencia de mi hijo, por no haber visto de noche, a un sujeto disfrazado de mata. Han revisado el carro con toda malicia, para luego revisarnos a ambos de cuerpo entero antes de dejarnos en libertad. Francamente, yo a mis 50 años y que soy viajero frecuente, tomo las revisiones como cualquier chequeo médico, pero no creo que a mi hijo de 18 años, el mero cuadro y figura del Buen Pelao, le hacía falta que un hombre que le dobla la edad, que no se define ni de policía ni de militar, le sobara la nalga ni le manoseara los testículos. A mi concepto, que hay otras áreas donde no se definen tampoco, porque esto me recordó vívidamente los hostigamientos de corte homosexual que caracterizaban a las Fuerzas de Defensa.
Por supuesto que esto le puede pasar en cualquier momento a cualquier otro huésped, ciudadano, o turista que venga saliendo del Intercontinental Playa Bonita o la comunidad de Veracruz, incluido usted, estimado lector. Desde los tiempos de Noriega no había vivido yo semejante abuso de parte de una supuesta autoridad. Tristemente, la pérdida de respeto hacia la policía ha sido instantánea por parte de mi hijo. Temor no equivale a respeto. Tampoco el asco.
Aunque comparto los objetivos del Ejecutivo al tomar medidas radicales para enderezar el camino de un país que anda de mal en peor, yo voté por Martinelli justamente para bloquear la posibilidad de un gobierno con antecedentes de hostigar a la población civil. Parece que me equivoqué. Ya llevamos decenas de ciegos en Bocas, y sepa Dios cuantos vejámenes más vienen en el camino. Le garantizo que, con enseñarle a la población que tanto las autoridades como los delincuentes representan una amenaza, vamos a contrapelo. Nadie quiere que Panamá se maneje como si fuera un Iraq.
mcrowe@allied.bz
<>Artículo publicado el 2 de septiembre de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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